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Mi esposo Colibrí por Sasakura

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Yo soy una persona de sueño ligero, pero Takato no. Por eso cuando unos ruidos extraños (del tipo "clicks") llegaron a mis oídos, me desperté abruptamente. Tardé un poco en acomodar mi visión, el dolor de cabeza no ayudaba, y encontré con que mi hermano mayor Toshio me miraba desde la puerta del cuarto y con su celular me hacía una foto.

- ¿Hermano...?- Pregunté con la voz deformada por una garganta seca y pastosa.

La oscura ceja de mi hermano se alzó en un gesto divertido, y guardó su celular.

- Esta foto tendrá que tranquilizar a nuestra familia y a los Mura, no creo que los vuelvan a molestar.- Yo apenas podía entender de qué me estaba hablando.- Felicidades, hermanito.

¿Felicidades? Apenas entendía por qué me daba mérito cuando la cordura volvió a mi, percibí que no había despertado en mi habitación y que no estaba solo en el lecho. Desnudo, apenas cubierto con una sábana, Takato Mura dormía a mi lado, abrazado a la almohada con una cara sonriente como de quien tiene un sueño bonito.

- ¿Nosotros...?

Y a la manera de flashbacks los recuerdos volvieron a mí uno tras otros. Takato y yo nos habíamos acostado y tenido sexo al menos... por Dios, debieron ser como tres o cuatro veces. Estoy agotado y resaqueado, pero perfectamente me acuerdo de como durante uno de nuestros encuentros él se ponía boca abajo y separando las piernas se acariciaba sugestivamente su entrada, de la cual yo tenía perfecta visión, y me pedía que lo metiera de nuevo.

Casi tengo una hemorragia nasal de solo pensar en ello.
Toshio descubrió mi aturdimiento porque se rió en forma burlona y me pidió que me cambiase para desayunar juntos.
La noche anterior había sido una de las más extraordinarias de todas, y entonces recordé a mi compañero y amigo Honjou diciéndome que el sexo con otro hombre podía ser más placentero. No estoy seguro de si fuera más placentero, solo sé que fue tan excitante que todavía me late el corazón desbocado.


Cubrí con las mantas a Takato, para que no se enfriara. Se veía tan adorable que me daba pena despertarlo, aparte era fin de semana.
Pronto me di una ducha y vestí para ir hasta la cocina, donde mi hermano leía el periódico y bebía café que al parecer él mismo había preparado.

- Ah, ya estás aquí.- Dijo al verme entrar, me señaló el puesto en la mesa que quedaba a su frente.- Cómete esa banana y toma el agua antes de desayunar, si no desaparece la resaca te tomas una pastilla.

- Gracias. - Lo obedecí sin renegar y me bebí el agua casi de un solo tiro.- ¿Y qué te trae por aquí?

- Papá me mandó a hablar con ustedes, quiere saber si necesitan que algunos de nuestros empleados se muden a la casa para hacer la limpieza o la cocina. Yo le dije que ustedes estaban haciendo un buen trabajo por su cuenta, pero él insistió.

- No los necesitamos.-Contesté mientras me acababa la fruta y me servia café.- A mi me gusta limpiar, no me quita mucho tiempo, y Takato esta progresando con la cocina. De hecho lo disfruta bastante.

- Y no es lo único. ¿No?

- ¡Toshio! - Exclamé avergonzado, casi escupiendo mi café.- Ustedes nos obligaron a hacer esto, así que no se te ocurra burlarte de él. Es mi esposo y no te lo voy a permitir, aunque seas mi hermano mayor...

- Está bien Atsushi, no era para tanto, lo lamento.- Agitó sus manos como pidiéndome que me calmase.

Un ruido sordo acompañado de un aullido de dolor proveniente del cuarto, llamó nuestra atención. E inmediatamente tanto mi hermano como yo corrimos hasta la habitación, donde hallé a un desnudo Takato en el piso con una expresión convaleciente en el rostro.
Ante su condición, gracias a mis buenos reflejos pude reaccionar cerrando la puerta antes de que mi hermano lo viera. Hubiese sido un episodio vergonzoso para Takato y por fortuna no pasó.

- ¿Takato, qué te pasó?- me acerqué hasta él angustiado.

- Hn, Atsushi quise ponerme de pie pero me caí.- Confesó con una risita floja.

- ¡Tonto, no te estés riendo en un momento como este!

-¿Takato-san está bien, hermano?

- Hai, Toshio estamos bien, ya puedes irte.- Le contesté y saludó tras la puerta antes de marcharse.

- ¿Qué hacía Toshio-san en nuestra casa, Atsushi?- Preguntó el castaño con curiosidad.

- Eso no es importante Takato. ¿Estás bien? - Le inspeccioné meticulosamente para encontrar algún tipo de daño o lesión evidente. Todo parecía estar en perfecto estado.

- Es que siento algo de dolor, y las piernas están débiles.- Confesó en voz baja y con un ligero rubor en las mejillas.

¿Dolor? Me preguntaba qué clase de dolor hasta que comprendí a qué se refería y también el rosado se instaló en mi rostro. En parte me sentía culpable, yo lo había sometido a aquella atrocidad, aunque no se le veía nada arrepentido o enfadado conmigo. Por el contrario, estaba risueño y tímido.

- De-descuida Takato, te ayudaré a llegar al baño. Te ducharas y yo prepararé un desayuno delicioso. ¿Ok?

…l asintió bastante entusiasmado con la idea.

* * *


Me gusta trepar en los árboles, y en casa hay muchos.
Esa es una de las cosas que disfruto hacer pero que a veces me contengo porque resultan muy "infantiles" para un chico que ya casi acaba la preparatoria.
Ahora en convivencia con mi esposo, puedo hacer toda clase de cosas inapropiadas sin que nadie me regañe o se ofenda por mi actitud. Como ahora, que estoy trepado en uno de los árboles más altos del jardín delantero de casa, con mi arco en mano y quiero apuntar una flecha a la tabla de madera de la entrada de la casa. Son como 50 metros y la idea resulta tan descabellada que me divierte.

Finalmente tenso el arco, disparo y le doy.

- ¡Yes! - Festejo con una sonrisa amplia.

Esta es una de las cosas que disfruto hacer. La otra es cocinar.
La campana del horno suena y me dice que los pastelillos que he preparado ya están listos.

- Ahhh, que bien, ya están mis pasteles.

De un salto ágil bajo a tierra firme y corro como poseso hasta la casa, en la cocina, donde con ayuda de un guante saco la bandeja caliente con unos pasteles de vainilla que tienen una pinta bastante aceptable.

También disfruto de ir al instituto y practicar arquería en mi club. Pero las clases llevan suspendida una semana por razones de remodelación así que me conformo con estar en casa y salir eventualmente con mis amigos. Estos días de vacaciones me han servido mucho para pensar.

Porque recientemente he descubierto que me gusta otra cosa. Más que una cosa, es un alguien, y ese alguien es Atsushi Kidowaki. Un estudiante universitario muy correctito y aplicado, serio como ninguno pero con una amabilidad que despierta una calidez en mi pecho, y un trato que hace saltar a mi corazón y acelera mi pulso.

-Uhmm... ¿Dónde habré dejado la crema para preparar la cubierta? - Busco en la cocina y cuando la hallo empiezo mi labor de decorar los panquecitos.

Desde la noche en que "consumamos nuestro matrimonio" (cuatro veces n_n), me he sentido distinto. Más tranquilo, seguro de mi mismo, y a la vez sensible. Fue extraño, pero agradable. Tanto así que ahora me muero por repetirlo. Tener a Atsushi en mis brazos y estar muy cerca de él, piel con piel, me hace feliz solo pensarlo.
Y aunque no hemos hablado del asunto desde entonces (tres semanas), yo siento que a él también le ha gustado. Pero no me animo a pedir repetir aquel acto. No ahora que no hay una razón obligatoria para hacerlo.


En cuanto a mi querido Atsushi, mientras que durante esta semana yo he estado de vacaciones, Kamisama ha conspirado en mi contra y le ha puesto como tres exámenes finales en estas fechas. Por eso se la pasa estudiando en su cuarto, o en la biblioteca de su universidad de donde regresa muy tarde en la noche.

Con respecto a este "cambio" que he sufrido en las últimas semanas, el nuevo Takato limpia entusiasmadamente toda la casa, barre las hojas del jardín y cocina. Trato de no gritar tanto y proveerle a mi querido esposo de toda la tranquilidad que necesita para concentrarse y pasar los exámenes con excelentes calificaciones.

Acabo de preparar los pasteles, que me han quedado de maravilla, y mientras los dejo enfriar preparo té para nuestros invitados.
En efecto, hoy Atsushi ha traído a sus compañeros de facultad para estudiar, y están en estos momentos en la sala rodeados de libros.

Una vez que tengo todo listo, me inmiscuyo en la habitación, donde mi Atsushi más tres chicos se encuentran. Son dos chicos y una chica. Creo que sus nombres son Honjou, Asakura y Sayuri.


- Hn, disculpen la interrupción.- Les suplico con mi mejor cara de arrepentimiento y las manos juntas en una plegaria.

- Oh, es Takato-kun. ¿Cómo estás?- Me saluda un rubio de gafas, que es Honjou Shun, creo que es el mejor amigo de mi querido. Es el más agradable.

- ¿Necesitas algo?- Pregunta Atsushi, se encuentra serio y hasta ha parecido una forma algo fría para recibirme. Pero así es
…l, y está demasiado tenso por esto del estudio.

- Yo solamente les he traído algo de té y bocadillos.

Llevo la bandeja hasta la mesa y se ven sorprendidos.

- ¡Takato-san esto tiene muy buena pinta! ¿Lo haz preparado tu solo?- Preguntó Sayuri-san, tomando uno de los pastelillos.

- Qué atento, la verdad es que ansiaba algo de té. Muchísimas gracias.- Me dice el tercer chico.

Yo sonrío feliz por el halago. La aceptación de los amigos de Atsushi me parece importante pero quiero que él se muestre... mm... no sé. ¿Feliz? ¿Orgulloso de mí?

Me acerco hasta Atsushi y le paso una tasa con té, mientras le doy mi mejor sonrisa.

- No era necesario que te molestes... yo pude atender a mis invitados.- Me dijo en voz baja, acercándose más contra mi para que los otros no oyeran.

- Descuida, tú debes estudiar Atsushi, no te preocupe por ninguna otra cosa que no sea tus exámenes. ¿De acuerdo?

…l sonríe mínimamente, y me acaricia el cabello.

- Tienes tierra en la cara, y en las rodillas del pantalón.- Me dice ensanchando algo más de su sonrisa.

- Nee, estuve trepando árboles. Jejeje... que descuidado.- Me rasco la nuca nerviosamente, me he olvidado de ese detalle pero él parece no estar molesto por eso.

- Gracias Takato, ahora puedes irte a seguir con tus cosas. Yo me encargaré de llevar todo a la cocina.

Su rostro es tan hermoso, y sus labios tentadores. Me he estado aguantando ya demasiado, quiero volver a sentirlo sobre los míos. Así que sin poder reprimir más mi impulso, me estiro para darle un pequeño beso en los labios, que lo toma por completa sorpresa.
Me separo casi al instante, algo nervioso pero feliz de haberlo hecho.

- Ya me voy a seguir con mis cosas. ¡Suerte con el estudio!- Les deseo antes de marcharme de la sala.


* * *

- Kidowaki-kun tiene cara de haber visto a un fantasma.- Acusó Asakura.

- Que encantador, se ha puesto así por un beso de su esposo. Ustedes son se ven muy tiernos Kidowaki.- Agregó Sayuri.

Por mi parte regresé a mi puesto en la mesa de estudio sin decir una palabra, la impresión me había dejado momentáneamente shockeado. ¿Por qué Takato me había besado?

¿Sería por aparentar frente a mis compañeros? No lo creo. Takato sabe que les he confesado que el matrimonio era arreglado. ¿Entonces?
Creo que me he sonrojado porque Honjou me mira inquisidoramente detrás de sus lentes, él sabe casi todo referente a mi relación con mi joven esposo.

La jornada de estudio termina poco después de la interrupción de Takato. Ya casi habíamos terminado de estudiar y estábamos agotados, Asakura prácticamente se dormía en los libros por lo que decidió regresarse a su casa. Sayuri coincidió con él, quería marcharse antes del anochecer. Honjou no tuvo muchos deseos de quedarse después de que todos decidieran irse, ni siquiera cuando Takato lo invitó a cenar.

- ¿Honjou-san estás seguro de que no quieres quedarte? Siempre cocinamos de más.- Continuó ofreciéndole Takato, ya en la entrada de la casa.

- Lo lamento Takato-kun, pero ya he quedado para cenar con mi padre. Siempre viaja y mañana se va a Italia.- Contestó amablemente mi compañero.

Aquella excusa hizo desistir finalmente a Takato, pues ya no volvió a preguntar.

- Takato, voy a acompañar a mis compañeros hasta la entrada de la casa.

- Está bien. ¡Adiós, vuelvan pronto! - Se despidió de todos con una reverencia y volvió corriendo hacia el interior de nuestra residencia.

Yo escolté a los demás y programamos una nueva reunión de estudio para el día siguiente. Pero entre tanto mi curiosidad me mantenía pendiente de un solo pensamiento. Aquel beso de Takato. Quizás no debería darle tantas vueltas al asunto, después de todo solo fue una muestra de cariño bastante ligera en consideración a lo que hicimos tres semanas atrás.

Debido al alcohol, no fue hasta varios días después que recordé exactamente todo lo que pasó esa noche. A veces, mientras estudio en mi habitación o en la biblioteca, o simplemente me encuentro solo pensando, vuelven a mi flashbacks de detalles muy explícitos y apenas puedo creerme que eso ha pasado entre nosotros. Esa noche hice cosas que jamás habría pensando que me atreviera a hacer, y me inquieto (a veces hasta me empalmo) de solo recordar.

Muchas veces quise preguntarle a Takato sobre cómo se sintió después de ese día. Pero la vergüenza impide hacerlo, además, todo está bastante bien entre nosotros ahora como para arruinarlo.

Y de pronto, él viene y me besa como si nada. No es que no me guste, de hecho se sintió bastante bien. Pero me confunde, todo acerca de él me confunde.

De regreso a la casa busco a Takato, que de seguro se encuentra en su habitación leyendo algún manga o en la computadora. Pero mientras atravieso el jardín un ruido me hace girar a la derecha.

- Hn... Takato. ¿Qué hacías sobre ese árbol?

…l me sonríe mientras se pone de pie. Acaba de lanzarse desde una rama del árbol más importante de todo el jardín delantero. Enseguida me muestra su mano derecha, donde sostiene su arco.

- Lo he dejado allá arriba mientras practicaba. Me acordé hace un momento. ¿Vamos adentro?

Yo asiento y le sigo hasta el interior de la casa, Takato corre hasta su habitación para guardar el arco y yo me quedo aguardando en el pasillo. Se ve tan tranquilo, tan como siempre, la duda sobre si preguntarle sobre aquel beso no deja de molestarme. De pronto él corta mis cavilaciones cuando regresa.

- Atsushi no hice las compras esta mañana, voy al supermercado antes de que cierre. - Me informa, caminando hacia la entrada y calzándose para salir a la calle.

- Hn, aguarda. Iré contigo.

El asiente con una sonrisa bastante amplia. Parece sorprendido por mis deseos de ir con él. Lo cierto es que quiero estar a solas con él, hace varios días que nuestras charlas y momentos juntos se han reducido considerablemente a causa de mis obligaciones.

Caminamos hasta el supermercado y de vuelta hablando de cosas triviales. Y de camino de regreso nos llamó la atención el templo que está a dos cuadras de nuestra casa, lleno de luces de colores y abarrotado de gente.

- ¡Mira Atsushi, un festival!- Exclama maravillado Takato.

- Sí... que raro, no lo hemos visto de ida.

- No había escuchado de que habría festival esta semana. ¡Hubiera aprovechado mejor mi semana libre!- Lamentó sin dejar de mirar en dirección del templo.

- Tal ves... tú y yo podríamos ir, un día de estos.- Propongo, inseguro. ¡¿Mierda por qué estoy tan tenso?!

Takato se gira para mirarme, con los ojos bien abiertos.

- Pero... Atsushi-kun tiene que estudiar.- Me dice entre dudoso y contrariado. Se nota de lejos que está ansioso por ir al festival, pero se contiene por mis obligaciones. ¿Tanto se preocupa por mí?

- Creo tener un día libre, en dos días, es mi cumpleaños.

-¿En verdad? ¡Atsushi no tenía idea que se fueras a cumplir 21 años esta semana! Lo lamento...

- No te disculpes, no es nada.

Pero él no cambió su actitud. Caminamos unos metros más, él iba cabizbajo y pensativo.

- ¿Sucede algo, Takato? Entonces... ¿Vamos a ir al festival pasado mañana o qué?

- Hn... ¡Claro que sí! Me gustaría mucho pasar ese día a tu lado, Atsushi. - Me dice, y yo me sonrojo como un idiota. Porque en el fondo también me hace ilusión estar con él ese día.

- Perfecto, pienso compensarte por esta semana, me haz apoyado mucho haciéndote cargo de todo mientras estudio.

- ¿En verdad? Me gusta como suena eso, Atsushi eres un esposo muy generoso.- Me dice y de pronto me encuentro sujetando la mano de Takato.

Ha sido un acto rápido como el beso de la tarde. Takato simplemente ha buscado mi mano y la ha presionado con la suya. De manera que vamos caminando de la mano por la calle.
Extrañado, yo me detengo y obligo a Takato a hacer lo mismo. Me quedo mirando como idiota la unión entre nosotros.

- ¿Hn, por qué te detienes?- Me pregunta, con toda naturalidad. Como si no fuera nada extraño lo que acaba de hacer.

- ¿Por qué me tomas de la mano?- Creo que he sido algo brusco con la pregunta, pero en verdad siento curiosidad por su comportamiento. El castaño afloja el agarre y va soltando mi mano, mientras su rostro se pone serio. Definitivamente, he sonado bastante formal. - Takato-kun, tengo curiosidad por tu comportamiento...últimamente te he sentido... -Busco la palabra exacta para describirlo.- Más apegado a mí. Es lo mismo que con el beso que me diste esta tarde.

- ¿Te ha molestado?-Inquiere cabizbajo, se lo ve extrañado y hasta... ¿Dolido? Mierda, creo que he hablado más de lo necesario.

- No, simplemente me ha dejado intrigado.

- Atsushi-kun, yo... debo confesarte una cosa.- Me suelta repentinamente, enseriándose y mirándome a los ojos.- Desde ese día, hace tres semanas, yo he comenzado a tener sentimientos por ti. Y... y yo quiero repetir lo de aquella vez. - Confiesa con un suave rubor en sus mejillas.

Yo en cambio, debo estar como semáforo. Me ha dejado anonadado el anuncio de Takato. ¿Sentimientos hacia mí? ¿Quiere decir que le gusto? …l se queda esperando ansioso una reacción de mi parte. Pero apenas si puedo pensar con tranquilidad. ¿Tengo sentimientos hacia Takato? No, no al menos otros que no sean amistad. No lo sé, me siento turbado, trato de pensar en el sentimiento que albergaba hacia Madoka y no, en nada se parece a lo que yo siento por Takato.

- No va a ser posible, lo siento Takato. Yo no tengo sentimientos románticos hacia ti.

Mierda. No puedo soportar ver esa expresión de dolor y sorpresa en su rostro. ¡No llores! Por dios, si se pone a llorar yo voy a morirme.
Por suerte no lo hace, simplemente se queda pensativo en su lugar, para después volver a hablar.

- Pensaba que, Atsushi-kun había disfrutado ese momento tanto como yo. Al menos... tuve esa sensación.

- Takato, aún eres joven, tal ves estos sentimientos que tienes por mi... no son lo que crees. Lo que pasó entre nosotros fue algo bastante agradable, créeme que lo disfruté demasiado. Pero, no debes confundir el placer con el amor. No son lo mismo.

- Yo pensé que sí. O que al menos iban de la mano. ¿Cómo puede ser placentero tener relaciones con alguien que no amas?

Me duele su ingenuidad. Es tan joven, lamento que se haya confundido, pero definitivamente no es amor lo que siente hacia mi. …l me mira interrogante, como si esperara una respuesta a aquella inocente pregunta.

- Sólo te diré que si es posible.

…l asiente y continuamos nuestro camino. En silencio, no uno incómodo. Creo que ambos nos hemos perdido en nuestras cavilaciones.

- Atsushi.- Me llama antes de llegar a nuestro hogar.

- ¿Hn?

- ¿Igual si vamos a ir al festival para tu cumpleaños?- Indagó tímidamente. Yo asiento regalándole una sonrisa tranquilizadora.- Lo lamento Atsushi.- Murmura antes de adelantarse para entrar a la casa.

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