Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Oscuridad por Zub_zero

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

(Canción: Magenta

Interpreta: Enrique Bunbury.

Álbum: Bushido)

 

 

 

Se ha ido la luz

Pero aún así

Te veo mucho mejor

 

Me levanto de la cama sintiendo el mismo hastío que de costumbre. Es tarde y esta oscuro. Miro el reloj de pared y experimento la misma ansiedad de cada día desde que decidiste desaparecer de mi vista.

 

Paradójicamente, la distancia y la ausencia no han hecho más que magnificar tus rasgos, tu olor en cada centímetro de mi piel... mi el universo parece un espacio vacío, carente de toda emoción, de significado. Y eso es solo porque te has ido...y no volverás. No volverás porque te has olvidado de mí, de lo que fuimos, de lo que seríamos.

 

Abro la ventana y me fijo en ese enorme cártel con una postal de la playa. Sonrió con amargura recordando que fue precisamente ese absurdo detalle lo que hizo que escogiéramos este departamento diminuto y alejado de todo.

 

- Tendremos vista al mar.- dijiste y yo sonreí como un estúpido, sin saber que ese comentario sería la puerta a un mar de indiferencia y soledad.

 

Nos mudamos a este lugar a principios de verano, eso fue hace un par de años. Tu vida y la mía han cambiado en ese tiempo, y han cambiado bastante, y como dijera el poeta, nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Me lo dejaste bien claro el día que tomaste tus maletas y empacaste tres años de convivencia dejándome solo con un vació en el armario y en el corazón.

 

Se ha ido la luz

Entre tú y yo

 

Es verdad, cometí error tras error contigo y en esencia todo se reducía a que viví para ti durante esos tres años en que compartimos nuestra vida. Los amigos tal vez acertaron al decir que no éramos el uno para el otro a pesar de amarnos.

 

Y es que somos tan diferentes... nos preocupan cosas diametralmente distintas pero siempre pensé que eso, lejos de afectarnos, terminaría por fortalecer nuestra unión.

 

Pero me equivoqué. Siempre termino equivocándome en las cosas trascendentales... no puedo evitarlo. Soy ingenuo y me ilusionó, mientras que tú eres endemoniadamente pragmático. Nunca logré entender como era que podías mantenerte objetivo hasta en ese maldito momento en que me dijiste adiós y apagaste la luz.

 

Te busco a tientas

Y me logro aferrar

A ese hilillo de voz

Hoy brilla el sol...

 

La mañana llega y yo sigo sentado en la cama contemplando el espacio vacío que jamás ocuparás de nuevo. Lo sé, no vas a volver a pesar de que dijiste que esto sería solo temporal, de que juraste que en cuanto aclararas las cosas en tu mente y en tu corazón volverías.

 

Pero no lo harás... y mientras yo me quedaré aquí esperándote, languideciendo hambriento de ti, muriendo de inanición a falta de tus besos.

 

Estoy acabado sin ti, esa es mi cruda realidad, mi única certeza, mi único futuro.

 

El teléfono suena, no me apetece contestar, lo dejó sonar y espero con impaciencia a que la contestadora reproduzca el sonido de tu voz...

 

-Hola, Milo y Afrodita no se encuentran en casa, déjanos tu mensaje y nosotros te llamaremos. - apenas terminado el mensaje, me desconecto del mundo y evito escuchar lo que sea que el que llama tenga que decir.

 

No sé ni cuantos días me he pasado aquí metido, dejando que el teléfono suene solo para escuchar tu voz.

 

- Afrodita. - pronuncio tu nombre en voz alta como si con ello quisiera conjurar tu presencia.

 

Pero no vendrás, me has dejado aquí completamente solo.

 

No pierdas de vista la esencia

Que la indiferencia nos quiso robar

Te busco en el color magenta

Que tu impertinencia borró al pasar

 

En lo único en lo que puedo pensar es en los últimos días que convivimos. Cada uno metido en sus asuntos, sin ocuparse de cuidar nuestro amor, amor que terminó tan muerto como ese alcatraz que había en la ventana. Si, nuestro amor ha muerto y solo ha quedado el mío.

 

Nunca terminé de entenderte y nunca terminaré de hacerlo. Es que eres impredecible, insoportable a veces, y en este momento me doy cuenta de que quien no comprendió las cosas fui yo.

 

No me di cuenta de que tu indiferencia no era casual, no me percate de que tu desinterés tenía una raíz más profunda que tu distracción.

 

Es que te habías cansado de mí, de nosotros...

 

Ese nosotros se desvaneció, apartándonos, evitando que la complicidad entre nosotros resurgiera. Nos condenamos mutuamente al olvido. Quise evitarlo, quise resucitar ese amor, sin embargo era tarde. No lograba hacer que te interesaras en mí.

 

Será que Dios se ha equivocado

Al pulsar un botón

Será que a Dios se le olvidó

 

Siempre decías que era una bendición de Dios que nos hubiéramos conocido en ese autobús. Siempre decías que yo era lo mejor que el destino te había deparado.

 

¿Mentías? No sé, quiero creer que no. Sin embargo, si de verdad Dios intervino en esto, debió equivocarse, debió cometer un error porque la mirada en tus ojos el día en que te fuiste no me decía eso.

 

Nunca he creído en Dios, pero si de verdad existe, me gustaría pedirle que recordara lo que un día fuimos juntos tú y yo, que me devuelva ese amor que la indiferencia se encargó de arrancarme.

 

Te busco a tientas

Y me logro aferrar

A ese hilillo de voz

Hoy quema el sol...

 

El teléfono suena una vez más,  la máquina responde con tu voz, y yo siento que el dolor me atenaza el cuerpo, me atenaza el corazón y me arrebata la escasa cordura que tu partida me dejó.

 

Los recuerdos pesan, los recuerdos me hacen torpe e hipócrita, sí, hipócrita porque si bien quiero que estés bien, juro por todo lo que me es sagrado que el único sitio en el que estarás bien es aquí a mi lado.

 

No puedo comprender que las cosas se hayan terminado, no puedo comprender que te has ido.

 

Por eso me aferro al consuelo vacío de la última frase que me dirigiste: "Volveré cuando esté listo. Espérame."

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).