Pasa y siéntate… tranquilízate
Al fin ya estas aquí que mas te da?
Miro el reloj 2:55 pm, falta poco, pero aun así ya no quiero esperar, tu puedes ser todo lo que yo quiera pero sé que no eres impuntual, podrás ser un maldito bastardo que solo juega con los sentimientos de los demás pero nunca impuntual.
Son las 2:58, estoy aun parado a un lado de la puerta del baño, el lugar es apenas iluminado por una tenue luz de la lámpara de un enorme tocador, estoy en el mismo hotel donde hicimos el amor por primera ves, la misma maldita habitación donde me entregué a ti, y tu solo, ya ni siquiera de eso te as de acordar… bueno basta, si continuo así no podré hacer lo que tengo planeado.
Nuestra cita es a las 3, no se cual será tu reacción al verme aquí, aunque tengo que admitir que Beni es un genio, se dio a la tarea de ver cual era uno de tus amantes favoritos, conseguir su nombre fue algo difícil, tus gustos son muy específicos y son pocos los que mantienes mas de una noche, sabia que me eras infiel aunque me diste tu palabra, siempre lo sospeche y no quería creerlo pero esto ya traspaso los limites.
Las 3 en punto, apago la luz, oigo tus pasos en el pasillo que se detienen en la puerta mientras la abres, entras a la habitación y te diriges a la lámpara.
-Valla Iori, por lo que veo conoces muy bien el lugar para saber donde se encuentran las cosas- te digo mientras salgo a la luz, quiero ver tu cara cuando descubras quien fue el que en verdad te cito aquí.
-Kyo??!!-
-¿Qué, sorprendo? No Iori, sabias que esto algún día pasaría- me dirijo hacia a ti, ya todo lo tengo planeado.
-¿por que?- me dices mientras acaricias mi mejilla, aun que te e descubierto no puedo negar que con cada rose que me das muy mundo se obscurece y solo quedamos tu y yo.
Imagínate que yo no soy yo
Que soy el otro hombre
Que esperabas ver
No han pasado ni dos segundos y ya te estoy besando, tu primera reacción es un poco a la defensiva pero vas cediendo, hasta cierto punto as descubierto mi plan, mejor así, se harán mas fáciles las cosas para los dos.
Un desconocido que te ha escrito un verso
Y que te dibujo la luna en un trozo de papel
Un amante improvisado Misterioso apasionado
Que te dio una citaEn este hotel
Tus caricias son lo mejor que e tenido en la vida, tus manos recorren cada parte de mi cuerpo, sabes en donde tocar. Muestra de ello es que ahora aun continuo con ropa, pero mi erección ya es notable y mis mejillas han tomado un tono carmesí.
Pero hay que pasar al otro punto de mi plan, no quiero que nadie nos moleste así que intento sacar de tu chamarra tu móvil, meto la mano a la bolsa y no solo eso e encontrado, sino también un pedazo de papel semi-arrugado, apago tu móvil y lo coloco en el tocador pero aun tengo en las manos aquel pedazo de papel, se bien lo que es, un poema que escribí la ves que te conocí, aquella noche no pude dormir así que descargue todo en este maldito pedazo de papel, no podía colocar tu nombre en el pero dibuje una hermosa Luna, tú, pero eso ya no tiene importancia ahora y no vale la pena que tu lo conserves, mejor lo hago yo.
-Kyo, ¿Qué te ocurre?- salgo de mi sueño, sin querer de mis ojos corren algunas lagrimas, pero no quiero que te des cuenta del por que, así que guardo aquel pedazo de papel en mi pantalón.
-Na…nada- limpias mis mejillas con tiernos besos, considerando la situación, puedo decir que te estas comportando muy delicado y de cierta forma me duele que estés aceptando mi plan.
-Te amo- sello mis labios con los tuyos, ya no quiero seguir escuchando más.
Desnúdate ahora y apaga la luz un instante
Y hazme el amor como lo haces con esos amantes
Te juro que hoy es la última vez
Que te burlas de mí
Que me engañas
Y fueron mis manos las que te escribieron la carta
Haciendo mis celos los que te pusieron la trampa
Estas sobre mi, estamos completamente desnudos y no solo los cuerpos también el alma, puedo sentir con cada caricia tu amor, tres de tus dedos invaden mi cuerpo, al igual que mis gemidos hacen eco en la habitación, besas mis labios, bajas a mi cuello y lo muerdes con una pasión enloquecedora que no puedo reclamártelo, continuas tu camino de besos mientras dejas un camino de saliva, pellizcas mis tetillas al aproximarte a mi miembro.
-Kyo- me llamas mientras tu mano desciende por mi estomago hasta llegar a mi miembro, lo aprisionas y comienzas a friccionarlo con fuerza, y de un momento a otro lo metes por completo a tu boca, tu mano libre lo mantiene quieto por la base, igualas las embestidas de tus dedos con las de tu boca, en este momento puedo jurar que estoy a punto de tocar el cielo con la punta de mis dedos, el momento se aproxima y me dejo correr dentro de tu boca, tu lo tomas todo y comienzas a limpiar mi miembro como si de un dulce se tratara, subes hasta mi cara y me das de probar un poco de mi en un salvaje beso mientras extraes tus dedos de mi interior.
El beso se prolonga todo lo que nuestra respiración lo permite, una de tus manos esta en mi cadera y la otra jala una almohada, la colocas debajo mió, puedo sentir el frió en mi trasero lo que ocasiona un pequeño escalofrió que alcanzaste a notar.
-¿Frío?- me preguntas casi rozando mis labios.
-No- te respondo con una sonrisa algo apagada.
-¿Seguro? Por que yo puedo solucionar aquello- una hermosa sonrisa aparece en tu rostro, por dios, es preciosa, esa misma sonrisa la dibujaste la primera vez que nos besamos.
-¿Para que la almohada?- cambio el tema, no quiero llorar, ya no mas, quita esa sonrisa por favor.
-Ya lo veras-
Es mi corazón que te llora de pena por dentro
Pero te dejo y me marcho… para siempre
Fue sorpresa para ti
Hallarme en el cuarto
En lugar de tu amante
Palideciste y te pusiste muy nervioso
Tus embestidas son cada vez más rápidas, ahora sé para qué era la almohada, eso te permite una penetración mas profunda, es maravilloso, tengo que admitir que la experiencia que te dan tus amantes es increíble.
-¡De que te ríes?- me preguntas entre gemidos, tu respiración esta entrecortada.
-Nada-
-Ok- te detienes, mi cara muestra una interrogación que de inmediato te sientas a lado mió –Ven- me dices mientras con tus manos me indicas que me siente en ti, capto la idea con una sonrisa y me siento sobre ti en lo que tu colocas tu miembro que entra con mayor facilidad.
Después de un rato tu dulce voz llega a mí.
-Kyo, esta… habitación fue en donde… hicimos el amor por primera ves… no lo olvide, y fue hace 3 años… hoy hace tres años-
¿Que? ¿Por qué me dices esto cuando estamos a punto de llega? Mas no puedo creerlo, te acordaste, siempre lo hacías, ¿Por qué Iori? ¿Por qué no te mostrabas así antes? Ahora ya no hay marcha atrás, me as lastimado demasiado. Siento que ya no puedo mas estoy a punto de llegar y tu igual, la calidez de tu amor la e recibido dentro mió y tus recibido la mi en tu vientre.
-Te amo-
Es mi corazón que te llora por dentro
Pero me marcho para siempre… para siempre
Y fueron mis manos las que te escribieron la carta
Haciendo mis celos los que te pusieron la trampa
Son las 9:30, te as quedado dormido, creo que ya es hora de retirarme, ese es el ultimo punto de mi plan, retirarme de tu vida, se que me amas pero no lo suficiente para solo ser mió, tal ves y con el tiempo nos volvamos a ver y solo tal ves volvamos a estar juntos, espero que el amor que me tienes pueda ser suficiente para que no solo te des cuenta de lo que quiero sino que también lo pongas en practica, te quiero solo para mi Yagami Iori. E terminado de vestirme, estoy en el marco de la puerta y me detengo a contemplar el cuerpo que ahí yace, saco el papel de la bolsa de mi pantalón y con una pequeña llama queda convertido en cenizas, cierro la puerta tras de mi con cuidado de no despertarlo, lo amo y se que no cambiara, pero una pequeña llama en mi corazón quiere creer que tal ves si.
Imagina que soy tu mejor amante
Hazme el amor y luego adiós.