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Soledad por Maru

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Notas del fanfic:

Ninguno de los personajes de Gravitation me pertenece, todos pertenecen a Maki Murakami.

Notas del capitulo:

konnichiwa! ^^..

yo de vuelta aca con un nuevo fic n-n..

este surgio a partir de un sentimiento de soledad, qe ya desaparecio gracias a qe me descarge con el fic.. asi qe antes de publicarlo se qe de algo sirvio xDD..

algo mas adelante del fic, casi en el final veran qe meti a la sociedad en el fic..... creo qe eso fue a) xqe estoy loca (opcion muuuy probable n-nU) b) como estaba escuchando toda musica como I'm with you de Avril Lavigne, Lucha de Gigantes de no se qien (xD), La despedida de Shakira y asi todos temas como para meterte siete tiros en la cabeza (n-nU) empece a meter pensamientos personales... asi qe si usted señor/a lector piensa qe eso qe escribi sobre la sociedad es algo fuera de lugar diganmelo asi no soy la unica qe lo piensa xDD..

cualqier critica o sugerencia es bienvenida en un review ^^..

Soledad... una palabra simple y única que sin embargo nos causa miedo de solo oírla. ¿Cómo superarla si al tenerle miedo uno mismo se aleja de todos y de todo por temor a que nos abandonen?

 

Un triste pelirrosa se encontraba sentado en la baranda del balcón, sin pensar en nada... simplemente sintiendo el frío viento pegando contra su cuerpo escuálido que rayaba lo enfermizo. Unas profundas ojeras se podían ver debajo de sus ojos ya casi sin brillo, completamente rojos por el llanto.

 

Cuanto tiempo haría desde que Yuki le había dicho esas palabras..? un día, una semana, o tal vez meses? Desde aquel día Shuichi se había marchado del departamento sin decirle nada al rubio escritor... simplemente hizo sus maletas y se marchó.

 

Todavía recordaba aquellas palabras, que aunque sonaran irrelevantes para cualquier persona, esta vez en Shu calaron bien a fondo.

 

*

 

Era un día de rutina, como cualquier otro. Shuichi volvía de NG gritando su, ya común, "La Li Ho". El escritor, sumido en su nueva novela, no le había prestado atención en lo más mínimo... ni siquiera lo escuchó entrar a su estudio.

 

- Ya volví, Yuki!! - gritó arrojándose a él

 

Los siguientes sucesos pasaron en cámara lenta para el escritor, que escéptico a lo que veían sus ojos, no podía quitar la vista de lo que quedaba de su ordenador. Shuichi había saltado de tal forma que la portatil quedó destrozado en el piso junto con su nueva novela

 

- Yu...Yuki, lo lamento... de verdad, no quise hacerle eso a tu ordenador - susurró el pelirrosa temeroso a la reacción de su amante

 

- Si serás un imbécil! - estalló en ira - es que no puedes estar quieto una puta vez en tu vida?!

 

- Lo siento, Yuki...

 

- Lo siento, Yuki, lo siento - imitó al cantante - crees que arreglas algo pidiendo perdón?! Por qué demonios no te pones a pensar en lo que haces antes de actuar?! O es que acaso no tienes cerebro?!

 

Shuichi no hacía otra cosa que mirar el piso, sabía que dijera lo que dijera el escritor estaría enojado con el, así que lo mejor que podía hacer era escuchar como su amante se descargaba en insultos y gritos.

 

- Es que a caso siempre tienes que ser así? Si sigues con esa actitud de niñito te vas a quedar solo. Madura de una vez, ya no eres un niñato que puede correr de acá para allá... eres un adulto, compórtate como tal

 

Yuki parecía más tranquilo ahora, pero las últimas palabras que pronunció movieron algo en el cerebro y corazón de Shu...

 

Solo..? Se quedaría solo? A eso era a lo que más le temía... le temía tanto a la soledad como un niño pequeño. Porque se sentía como tal, un pequeño que necesita de la comprensión y protección de sus padres, que se comporta irracionalmente casi todo el tiempo pensando que así logra agradar a las personas y así nunca quedarse solo.

 

Está bien, que cualquier persona le llamara loco con complejo infantil... pero, no todas las personas en el fondo de sus corazones sienten miedo a la soledad? Solo que algunos lo saben sobrellevar a su modo... pero no Shuichi. El se sentía pequeño y desprotegido... y buscaba ese sentimiento de protección en el pecho de el escritor. Algunas veces lo encontraba, pero otras era rechazado, haciéndolo sentir aun más desprotegido.

 

*

 

 - Finalmente hice que me odiaras, Yuki... me quedé solo finalmente

 

Por los opacos ojos del pelirrosa desbordaron lágrimas, se bajó del barandal de su nuevo departamento y se sentó a llorar, tal y como lo hacía un niño pequeño

 

*

 

Luego de que Shuichi se fuera del departamento que compartía con el rubio fue hasta la casa de Hiro, pero cuando estuvo frente a la puerta recordó que Hiro estaría con Ayaka. Se dio cuenta de que su amigo no podía estar pendiente de él y sus peleas con Yuki. Dio media vuelta y se dirigió hacia el primer hotel que vio, al otro día buscaría algún departamento donde quedarse.

 

Faltó una semana a su trabajo, culpa de que no encontraba departamento, pero finalmente encontró uno, algo lejos de NG, pero uno acogedor tanto por el espacio como económicamente.

 

Al otro día, para sorpresa de todos y más para Sakano que se desmayó, Shuichi llegó temprano. K lo recibió como cada vez que llegaba tarde, apuntándolo con su inseparable mágnum en la cabeza

 

- What is happening pink boy, and where were you? Faltas una semana y luego cuando te dignas a venir llegas temprano, eso no es común en ti

 

- Shuichi, qué sucedió? - preguntó preocupado Hiro, al notar las ojeras de su amigo y, por supuesto, ver que llegaba temprano - te llamé varias veces al móvil

 

- No es nada, solo necesito hablar con Seguchi-san. Con permiso, me retiro

 

Todos observaron preocupados a Shuichi, inclusive K

 

Shuichi se dirigió a la oficina de Tohma, golpeó dos veces y espero a que este le diera el permiso de pasar

 

- Shindou-san, que sorpresa. Veo que al fin se digna a honrarnos con su presencia - comentó sarcásticamente con su clásica y fría sonrisa el presidente de NG

 

- Vallamos al grano, Seguchi-san - le dijo serio - seguramente ya está al tanto de que ya no vivo más en... de que me mudé - se corrigió al darse cuenta de que no podría pronunciar su nombre sin sentirse solo

 

- Por qué debería estar yo al tanto de su vida privada, Shindou-san?

 

- Usted sabe bien que todo lo que le sucede a él, según usted, le concierne. Así que por favor no se haga el desentendido

 

- Está bien, qué es lo que quiere?

 

- Vacaciones - respondió seco

 

- Y por qué le debería dar vacaciones, luego de que se ausentó una semana? - preguntó poniéndose serio

 

- Usted y yo sabemos que si no tengo inspiración ni motivación para cantar no voy a hacer otra cosa que molestar aquí. Así que para que va a estar pagándome el sueldo si yo voy a estar aquí sin hacer nada? Y sabe bien que esta vez las amenazas de K no funcionarán

 

- Shindou-san me impresiona, se ve que la cara de tonto es solo una careta - volvió a sonreír - esta bien, tendrá sus vacaciones. Cuando esté dispuesto a trabajar puede volver

 

- Muchas gracias, Seguchi-san - hizo una reverencia

 

- Sin embargo, es obvio que al no estar trabajando, hasta quien sabe cuando, no va a tener goce de sueldo

 

- Lo sé, nuevamente gracias - se dio vuelta y comenzó a caminar

 

- Sin embargo - Shuichi se detuvo - no hay un acto mas irresponsable y cobarde que irse y no decir porque. Respeto su decisión Shindou, no soy quien para reprocharle, pero Eiri-san sí y sabe que el no lo hará por más que su vida se fuera en ello, su orgullo es muy grande

 

A Tohma le costaba mucho decir esas palabras, sinceramente odiaba aquella relación que Shuichi tenía con el escritor pero si eso hacía feliz al escritor a el también.

 

Shuichi escuchó al presidente de NG mientras miraba al piso. Él en realidad no quería pelear con Yuki, en realidad, tenía miedo de que su relación se viera finalizada... pero seguramente el estaría enojado con el pelirrosa, y lo que menos quería Shu era que Yuki lo odiara mas de lo que lo estaría haciendo ahora. Así que si se alejaba momentáneamente del rubio significaba su perdón, el lo haría...

 

- Me retiro - susurró Shu y se fue, necesitaba un poco de aire o comenzaría a llorar... nuevamente

 

Salió de NG y se sentó en una banca cerca de allí. Realmente no se entendía, cómo podía llorar tanto? Después de todo, aunque fuera homosexual, era un hombre

 

- Parezco una mujer por tanto llorar - comentó entre lágrimas

 

- Que las mujeres demostremos más abiertamente nuestros sentimientos no quiere decir que nos la pasemos llorando todo el tiempo - logró escuchar frente a él a una mujer algo molesta

 

- Noriko-san - levantó la voz algo asombrado

 

- Vamos, ni que hubieras visto un fantasma... y dime, cómo estás?

 

- Es que acaso Tohma se convirtió en un chismoso - contestó de mal humor mientras se secaba las lágrimas

 

- Tohma puede ser todo lo que tu quieras, pero chismoso jamás - sonrió y se sentó junto al pelirrosa - Ryuichi escuchó a Tohma hablar por teléfono con Eiri-san y me lo contó a mí..

 

- Ah..

 

- Y... cómo te sientes?

 

- Cómo me debería sentir?

 

- No lo sé, tú fuiste quien decidió irse... así que dímelo tú

 

- Todo comenzó la semana pasada... - comenzó Shu y le contó toda la historia

 

- Ahh, así que eso pasó. Valla vida complicada la tuya - comentó con burla

 

- Noriko-san - llamó desanimado nuevamente el cantante - qué debería hacer?

 

- Por qué me lo preguntas a mí?

 

- Pues, usted tiene familia... debe tener algún consejo para darme

 

- Cada pareja es un mundo diferente Shuichi, y debo decir que más la suya - se burló una vez más - pero lo que deberían hacer es hablar y aclarar todo, no creo que él esté libre de culpas escribiendo su novela en un nuevo ordenador mientras se fuma un cigarrillo. Seguramente, aunque no creo que lo demuestre, debe estar sufriendo lo mismo que tú. Primero relájate un tiempo, y cuando estés listo habla con él

 

- Pero... tengo miedo. Miedo de que me odie porque rompí su portátil y todas las demás cosas estúpidas que hice antes - confesó molesto consigo mismo

 

- Shuichi, si algo pasa en una relación no solo una persona tiene la culpa... son los dos. Si siempre cargas con la culpa tú, yo creo que el que debería estar enojado serías tú con él

 

- Pero...

 

- No sabes otra palabra que no sea "pero"? Maldición, después los hombres dicen que las mujeres damos muchas vueltas, los homosexuales son peores - comentó sacando la lengua - sabes que es lo que me gusta de hablar contigo, Shuichi? Me puedo sentir de vuelta una colegiala - sonrío - así que ya basta de culpas y lloriqueos... si no hablan y arreglan sus problemas con ese escritor yo, personalmente, iré a patearles el trasero a los dos

 

- Gracias Noriko-san - sonrió Shu

 

- De nada, después de todo soy una especie de senpai para ti - comentó Noriko - desde ahora llámame Noriko-senpai que me hace sentir aún más joven! - decía ilusionada mientras a Shu le caía una gotita de sudor por la frente

 

- Ehh, si jaja Noriko-senpai... mejor me voy - comentó antes de salir corriendo, esa chica estaba más loca, si es posible, que su ídolo Ryuichi Sakuma

 

Noriko sonrió y fue hasta la entrada de NG y se encontró con Ryuichi y Hiro

 

- No se preocupen chicos, verán como se soluciona todo - les sonrió de una forma maternal a unos preocupados Ryuichi y Hiro

 

 

 

 

 

 

 

 

El escritor se encontraba fumando un cigarrillo y bebiendo una cerveza mientras pensaba en Shuichi... ese crío se había marchado ya hace 3 meses y ni siquiera le había dicho porque. Y claro, no le reprochaba nada, después de todas las cosas que le dijo no lo culpaba por haberse ido. Se arrepentía de todas y cada una de las cosas que le había dicho a Shuichi, y más cuando le dijo que era un crío sin cerebro... realmente amaba a su pelirrosa tal y como era y no quería que cambiara... ni para él, ni para nadie...

 

- Maldición, Shu - estrujó la lata de cerveza en su mano izquierda y la tiró al tacho de basura - vuelve, maldito pelirrosa del demonio

 

Le dio la última calada a su cigarrillo, lo apagó como pudo en el cenicero y se prendió otro. El cenicero estaba repleto de colillas... el escritor había logrado romper un record absoluto de cigarrillos en exactamente tres meses y una semana. Escuchó un ruido en la puerta del departamento y corrió a abrirla... y ahí lo vio...

 

Tan frágil y delicado como siempre... no, aún más. Se podía notar a leguas que estaba realmente delgado; se podría decir que hasta desnutrido, dos intensas ojeras se marcaban bajo sus ojos... pero el simplemente lo seguía viendo hermoso...

 

- Tres meses... fueron suficientes para que me perdones? - susurró un temeroso y cabizbajo Shuichi, tenía miedo de que no lo perdonara ni aunque pasaran 20 años

 

Y Yuki lo miró... perdonarlo?... por eso se había marchado? Tenía miedo de que él estuviera enojado? Acaso él era el ogro de la pesadilla de un niño? Cuándo era que Shuichi había empezado a temerle así?

 

Entre tantas preguntas que se hacía el escritor no podía contestar la simple pregunta que le hizo el pelirrosa, Shuichi al no obtener respuesta comenzó a llorar... tres meses, una tortura... y aún no lo perdonaba?

 

- Si lo deseas, ódiame - susurró el pelirrosa - pero... por favor déjame estar a tu lado - lloró desesperado mientras se abalanzaba contra el cuerpo de Yuki

 

Y entonces el escritor lo entendió... el pelirrosa no era más que un niño que gritaba por un poco de su amor, que gritaba por entrar en su corazón para no sentirse tan solo en un mundo tan superficial, tan imperfecto... tan ruin que hasta podía hacer sentir la desdicha a la persona mas feliz del mundo.

 

Shuichi, un ser tan puro y angelical... lloraba en sus brazos, simplemente porque en esta sociedad ya nadie es feliz... con toda la superficialidad, con todo el dolor, con toda la inseguridad que siente cada persona... más allá del peligro, Shuichi sentía inseguridad sobre sí mismo... y cómo no sentirlo? Hoy en día nadie se salva del monstruo llamado "sociedad" que no es nada más ni nada menos que nosotros mismos... el ser humano es un ser tan cruel que se puede dañar a sí mismo.

 

Yuki abrazó con fuerza a su pequeño niño y le acarició su cabello rosa

 

- Si nunca te pude odiar... por qué piensas que ahora puedo, gran pedazo de baka? - susurró con dulzura

 

- Yuki - susurró mientras el llanto se hacía mas intenso

 

El escritor no lo odiaba... y eso lo hacía tan feliz, simplemente sabiendo eso podía seguir viviendo

 

- Yuki, te quiero mucho - susurró mientras poco a poco dejaba de llorar y se aferraba a su pecho

 

- Yo también, baka... yo también - susurró con una sonrisa

 

Fin

 

 

Notas finales:

Bueno, como veran meti a Noriko en el fic o-o..

raro, lo se xDD..

hasta creo qe le cambie la personalidad y todo o-o, es qe este mundo yaoista necesita un poco de la influencia femenina =P..

bueno, sin mas locuras qe decirles me retiro..

todo critica, tanto buena como mala, es bienvenida (mientras, claro esta, qe sea constructiva o sea qe me sirva a mejorar y no una critica qe diga "apestas" xD) todo comentario qe me qieran dejar, como "estas loca", "me gusto el fic", "lo de la sociedad es muy descolgado" (eso es muy importante qe me lo digan xD)

mata nee!!

 


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