Ahí me encontraba yo. No sabia exactamente como había llegado hasta la puerta de ese bar nocturno, pero no quería preguntármelo mas, simplemente allí estaba.
-Sasuke, venga, si te quedas parado ahí delante nosotros no podremos entrar.- escuche otra voz a mis espaldas.
Gracias a esa voz pude acordarme como había ocurrido todo para encontrarme ahora en ese local.
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Estaba tranquilamente en mi casa un sábado por la noche cuando el sonido intermitente de mi timbre me rompía los tímpanos. Fui abrir la puerta para encontrarme con quien ya sabia que allí estaba, no había nadie mas irritante que llamase de esa forma.
-Si me fundes el timbre, tu lo pagaras.- le amenace.
-Lo que tu digas.- contesto Sai, mi insoportable primo.
Entro casi saltando por encima de mi, seguido de el entraron el resto de mis amigos, hechos durante el colegio y llegando a la actualidad, ya jóvenes adultos de 23 años.
Los mire y vi a Gaara, pareja de Sai, Neji y Kakashi, quien era algo mayor que nosotros pero congeniaba tan bien con Sai que incluso nosotros tres, que éramos mas serios, hacían que nos relajásemos y mostráramos otra cara, solo para nuestro circulo de amistades mas cercana.
- ¡Sasuke!- grito Kakashi.- ¡Vístete muy guapo que nos vamos de visita!- por alguna extraña razón parecía muy emocionado.
-¿Cómo? - pregunte confuso.
-¿Hace cuanto que no hablas con tu hermano?- pregunto Neji.
Itachi, mi hermano mayor. De pequeños siempre unidos, nos llevábamos muy bien, pero al ir creciendo había demasiadas diferencias entre nosotros, pero aun así nos aguantábamos, pero el comenzó una relación con alguien, que por la amistad que tenia con otra persona, prefería no acercarme, aunque no me caía mal, la verdad.
- Algunos meses, no se cuantos exactamente.- conteste.
- Pues entonces no sabes la nueva ¿verdad?- dijo Sai feliz.
- Esta claro que no la sabe, Sai, siéntate.- le impuso Gaara, cosa que el moreno hizo sin rechistar, no le gustaba llevar la contraria a su novio.
- Pues yo si lo se.- siguió hablando Neji.- Hinata me lo ha contado y estoy con bastante curiosidad de confirmarlo por mi mismo.
Hinata, era la prima y amor platónico de mi amigo desde que tenemos uso de razón. Me caía bastante bien la muchacha, pero tampoco quería tener contacto con ella por la misma causa que con la pareja de mi hermano.
-¿No me digáis que Itachi se casa?- dije riéndome.
-Que nosotros sepamos, no.- me contesto Kakashi.- Pero lo que ha hecho es mas entretenido.
-Sorpréndeme.
-Hinata me ha dicho que Itachi ha abierto un bar.- siguió Neji.
-¿Un bar?
-Si, junto con su socio.- finalizo el ojiblanco.
-¿Socio? ¿Quién es tan estúpido como para hacer negocios y convertirse en el socio de mi loco hermano?
-Naruto.- contestaron los cuatro al unísono. Yo me quede sin habla durante un rato.
Naruto era esa persona que no quería recordar. El rubio, hiperactivo y con ojos azules como el mar, quien había sido mi amigo, mi mejor amigo, mi confidente, mi amante, mi novio, ya algunos años atrás. Todo se había destruido cuando el se fue a otra ciudad a causa de una beca, yo furioso por ello no quise saber nada mas de el, no sabia ni que había vuelto, pero parece ser que mis "queridos" amigos si.
-Bueno,- por fin me salían las palabras.- él es bastante estúpido como para hacer tratos con Itachi.
Todos se me quedaron mirando fijamente, esperaban mi reacción, pero la que di por alguna razón, no era la que esperaban.
-¿Solo vas a decir eso?- pregunto Sai rompiendo el momento, incomodo momento habría que decir.
- No tengo más que decir. Si esa era la noticia ya os podéis ir.
-No, no nos vamos.- hablo seriamente Kakashi, raro en el.- Tu te vas a venir con nosotros.
-¡No!- cada vez mas enfadado, la noticia no me había gustado y encima querían arrastrarme al local de mi hermano, me negaba.
-¡Si!- ¿Había sido Gaara quien levanto la voz?- Tu te vas a vestir con la mejor ropa que tengas. Vas a venir con nosotros y vas a volver a conquistar a ese rubio escandaloso.- nunca le había escuchado hablar tanto y tan seguido.
-¡No quiero volver a conquistarlo, no lo necesito!
-No vengas con estupideces Sasuke. Todos sabemos que le sigues amando y lo seguirás hasta el fin de tus días, miserables serán si no nos haces caso.- siguió hablando el pelirrojo. Los otros tres miraban entre asombrados y divertidos nuestra lucha de titanes.
-No sabes lo que siento.
-Perfectamente lo se. No intentes engañarte. Haznos caso por una vez en tu vida, deja tu orgullo de lado. Solo queremos que le veas, luego tu ya decidirás. Ahora vístete.- me impuso alzando un dedo señalando mi habitación.
-No quiero.
-Sasuke...- la voz de Gaara se volvió más sombría, yo siempre había sido inmune a ella, pero esta vez realmente me asusto.
Me dirigí a mi habitación para darme una ducha rápida y ponerme algo decente para la inesperada ocasión. De fuera solo pude escuchar las alabanzas que hacia Sai a su amor por imponerse ante "su idiota primo", como me denominaba a veces, mientras los otros dos se reían por el espectáculo dado.
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Y finalmente así había llegado hasta aquí.
Sai me aparto para entrar primero con Gaara cogido de la mano, seguidos de Neji y Kakashi se quedo detrás mío para evitar mi huida. Suspirando me dispuse a traspasar yo también la puerta.
Lo primero que note fue la música movida y a la vez relajante que sonaba en el interior. Mire a la barra donde vi a mi hermano y, acto después, apareció una pelirrosa que se acerco a el riendo, Sakura, su novia y mejor amiga de Naruto.
Pasee mi mirada por el local y pude ver a Hinata y Shikamaru, otro compañero del colegio muy vago pero inteligente, me extraño muchísimo verle trabajando de camarero junto a la ojiblanco y bastante animado.
Pero mi mirada no encontraba al motivo que me había llevado allí. Eche la culpa a la multitud de gente que allí se encontraba.
Una puerta se abrió tras la barra y por ella apareció el rubio, riendo y acercándose a mi hermano y a su mejor amiga. No había cambiado casi anda, parecía mas adulto, pero su amplia sonrisa era la misma, aunque el brillo de sus ojos había desaparecido. Después de un par de años sin verle me di cuenta que las palabras de Gaara tenían toda la razón, seguía enamorado de ese dobe.
-¡Sasuke! ¡Que sorpresa! ¿Cómo tu por aquí?- escuche la voz de Itachi que me llamaba por encima de la música.
Me acerque a los tres que estaban detrás de la barra fijándome que Sakura sonreía, parecía feliz, mientras que Naruto había cambiado de expresión, no sabia definirla, era una mezcla entre asombro y tristeza.
- Hola.- fue mi frió y seco saludo.
- ¡Hola Sasuke!- me devolvió el saludo Sakura.
Se hizo un silencio algo incomodo, hasta que la muchacha le dio un codazo en las costillas a su amigo.
-Ho...Hola teme, cuanto tiempo.- me dijo mi rubio.
-Si, demasiado.- aun más frió de lo que yo ya era normalmente.
-Bueno...esto...me voy a servir a la gente.- dijo y desapareció, pero yo lo seguí con la mirada.
-Bueno hermanito, por darnos el honor de haber venido a nuestro bar te invito a una copa.- me dijo Itachi mientras me servia un whisky con cola.
-Gracias.
Me acorde que había perdido a mis amigos y los busque. Neji hablaba con Hinata, mientras que Kakashi y Shikamaru estaban uno al lado del otro, seguramente el castaño le decía al mayor alguna victima soltera para que este atacara. Sai y Gaara, para desgracia mía, hablaban animadamente con Naruto.
No sabia que hacer, ¿acercarme? Seria demasiado obvio mis intenciones y al mismo tiempo mi orgullo me lo impedía. Pero Sai callo a mi insoportable ego en ocasiones, demasiadas, para hacerme señas de que me acercara a ellos, y así lo hice.
Gaara seguía hablando con el rubio, pero me miraba de reojo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Parecía que todo estuviese planeado ya que en el momento en que llegue junto a ellos una canción comenzó a sonar, una que traía dulces y amargos recuerdos a la vez. La canción con la que me había declarado a Naruto, en otro bar hacia ya cuatro años.
Sai cogió a Gaara y le separo de nosotros para dirigirse a bailar a la pista central aunque al pelirrojo no le gustase esas demostraciones había optado por complacer a su novio aunque fuera solamente una vez.
De este modo me quede solo con Naruto. Nos miramos a los ojos. No sabíamos que decir ni de que hablar. Yo no quería comenzar una conversación falsa y superflua pero no sabia como empezar a hablar de lo que me carcomía desde que el se había ido.
Naruto, sin decir nada me llevo a un rincón, donde se seguía escuchando la canción pero no tan alta como donde antes nos encontrábamos. Me volvió a mirar y supuse que seria el quien comenzase a hablar.
-Sasuke, yo...
-Los siento.- le interrumpí. El me miro extrañado ya que había palabras que no se encontraban en mi vocabulario, pedir perdón era una de ellas.- Siento como te trate, entiendo que quisieras superarte, esa beca era algo positivo, muy positivo para ti. Y yo egoístamente no supe verlo en su momento.
Todo lo que había dicho había sido pensado por mi desde el momento en el que el desapareció de mi vida, pero la vergüenza me impidió hacérselo saber antes. Pero ahora que, no si el destino o nuestros molestos amigos, nos habían dejado volver a encontrarnos no quería mentir mas. Si el ya no sentía nada por mi, quería ser por lo menos su amigo.
-Sasuke, cuando te conté lo de la beca no me dejaste terminar de hablar, te pusiste como una furia antes de que acabase. No iba a aceptarla.
Eso me sorprendió muchísimo. ¿Mi dobe no iba a aceptar esa oportunidad?
-No quería separarme de ti.- continuo.- Pero con lo que me dijiste, pensé que no me amabas como yo a ti y por eso al final acepte.
-No se si te amaba como tu a mi, solo se que lo hacia con toda el alma. Y lo sigo haciendo.
-¿Cómo?- pregunto asombrado.
-Que te sigo amando igual o más que hace años. Entiendo que tu no sientas lo mismo, pero te pido, por favor, que me dejes ser de nuevo tu amigo. prefiero tenerte cerca que estar separado más tiempo de ti.
Mire de nuevo los ojos de Naruto y por inexplicable que fuera su brillo había vuelto de nuevo a su azul mirada. No sabia que mas decir pero me sorprendí cuando aprecie sus labios sobre los míos, besándome como lo hacia cuando estábamos juntos, yo solo pude atinar a corresponderle con unos segundos de diferencia.
-Yo también te amo teme.- me dijo cuando se separo de mi.- Nunca lo he dejado de hacer ni nunca lo dejare. Estos años han sido un infierno al no tenerte a mi lado.
-Naru.- le dije cariñosamente mientras le acariciaba la rubia melena.- Perdóname.
-Perdonado estas desde 5 minutos después de que me fuera.
Le volví a atrapar en un abrazo, besándolo de nuevo, pero ya mas apasionadamente, pero la voz de mi hermano hablando por un micrófono con el que antes no había reparado nos hizo separarnos de nuevo.
-¡NARU! ¡DEJA AL TONTO DE MI HERMANO Y VUELVE AL TRABAJO! ¡HAY MUCHA GENTE A LA QUE ATENDER!
Cuando nos dimos cuenta que todo el bar nos miraba, Sakura abrazando a Hinata, las dos emocionadas, y el resto de nuestros amigos sonriendo felices, Naru solo pudo ponerse colorado y escondió su carita en mi pecho. Yo tenia un tic nervioso en mi ojo derecho. ¡El cabrón de mi hermano había esperado el momento oportuno para molestarnos! Pero una idea me vino a la cabeza, seria divertido...
-¡Itachi! ¡Naru no va a trabajar hoy, ni mañana, pasado ya me lo pensare!- dicho esto cogí en brazos a mi rubio, seguía tan liviano como siempre.
-¡Pero Sasuke! ¡Necesito a mi socio, no somos suficientes para atender a todo el mundo!- me replico mi hermano gritando por encima de todo el local al igual que había hecho yo.
-¡Te presto a Sai, Gaara, Neji y Kakashi! ¡Te dejo a cuatro y solo me llevo a uno!
-¡Oye!- protestaron mis cuatro amigos.
-¡Trato hecho!- acepto Itachi.
-¡Y tu no aceptes!- volvieron a replicar mis amigos.
La gente se rió, aplaudió y vitoreo. Había sido un buen nuevo comienzo para nosotros.
Ya fuera del escándalo me lleve a Naruto a mi coche para dirigirnos hacia mi apartamento. Una vez dentro nos miramos de nuevo a los ojos.
-De nuevo juntos.- me dijo mi rubio.
-Y de nuevo comenzó en un bar, como la primera vez.- dicho esto volví a unir mis labios con los suyos, sellando la promesa no dicha de no volvernos a separar nunca mas.
Tras el beso arranque el motor para dirigirnos hacia nuestra cárcel, de donde no le dejaría salir en un par de días...como poco.