Plastic blue invitations in my room.
I've been waiting here for you.
Reservations made for two.
Entraron rápidamente a la habitación de aquel Motel que muy contrario a la fachada, las habitaciones eran hermosas, la que les habían asignado poseía una gama de colores azules que invitaban a la paz, lo que reinaba era una enorme cama con sabanas blancas.
El chico pelirrojo jamás había estado en una habitación tan decente y reamente se emociono al entrar al baño y ver que era un más grande que su propio departamento.
El rubio lo observo con cierta ternura y sintió un poco de pena por él, debía tener una vida difícil, tal vez más que la suya.
-¿Como te llamas?, pregunto al cabo de un rato de verlo e imaginar todo lo que le haría esa noche.
-¿Qué nombre te gusta?, le contesto el otro despacio y sensualmente mientras se acerco y le rodeo el cuello con los brazos.
-No quiero ese tipo de juegos, respondió secamente apartando los brazos del pelirrojo de manera brusca.
-Me llamo Mail – ¿que carajos hice?...le di mi nombre real, estoy loco-
-Yo soy Mihael… -que mas da, no lo volveré a ver jamás-Mail se quito los extraños lentes que portaba y lo miro a los ojos mientras se acercaba lentamente a él y lo besaba con timidez, Mihael correspondió el beso de manera violenta, le gustaba el sabor de esa saliva, amarga, como a tabaco, el contacto de esos labios suaves lo estremecía, esa lengua que jugaba de manera magistral en el interior de su boca, ese chico comenzaba a demostrar la razón de ese precio.
Mihael se separo lo suficiente para tomar de nuevo aire y sonreír.
Tomate un baño primero, le dijo fríamente mientras se dirigía al mini bar y tomaba una de esas botellitas de whiskey que tanto le gustaban.
-Eres el primer cliente, le contesto molesto Mail.
-Y el ultimo… ¿cuanto por toda la noche?
-Depende…
-¿De qué?
-De que quieras hacer…
-Follar, ¿Qué mas?
Mail lo miro divertido, si que era un tipo difícil, ahora entendía un poco el porque de su soledad, no debía haber mucha gente que lo soportara, pero le agradaba, le gustaba, le excitaba esa conducta, ¿Cómo seria en el sexo?, una bestia de seguro, o tal vez todo lo contrario, de cual quien forma, lo averiguaría pronto.
-$2000, dijo sonriendo y metiéndose al baño, dejando la puerta entrecerrada mientras se desvestía lentamente, estaba seguro que era observado, asi que se tomo todo el tiempo que se le dio la gana hasta que por fin quedo desnudo por completo.
Mihael lo miro con la boca semiabierta, era realmente hermoso, delgado, con la piel blanca y suave, la espalda un poco ancha, los brazos fuertes pero exquisitos, recorrió la espalda con la vista hasta llegar al trasero y noto algo que lo hizo sonreír de manera visible. Tenia un lunar muy cerca de la parte baja dela espalda, se veía hermoso el pequeño circulo negro en medio de aquella piel descaradamente blanca. Apartó la mirada y se fue a sentar a la orilla de la cama, se bebió por completo la botellita y comenzó a desvestirse.
Al cabo de un rato, Mail salió del baño sonriente, era el mejor baño que se había dado en años, esa noche seria una de las mejores de su vida. Lo que encontró al salir del baño fue uno de los espectáculos mas hermosos, Mihael estaba completamente desnudo sentado a la orilla de la cama, lo miraba fijamente a los ojos y sonreía de manera enfermiza, estaba consiente de su belleza y sabia perfectamente como usarla… Mail comenzó a temblar un poco y un sonrojo leve se dibujo en sus mejillas, el rubio lo noto y se burlo por dentro.
-El pago es por adelantado…- ¿el pago es por adelantado?, ¡que mierda te pasa Mail Jeevas, que intentas hacer pendejo!-Mihael lo miro de manera atroz mientras se levantaba de la cama y sacaba de su pantalón un fajo de billetes de los cuales saco los dos mil y lo arrojo inclemente al sillón donde estaba la ropa del pelirrojo.
-Listo, dijo fríamente mientras se acercaba a Mail y lo besaba de manera violenta, lo había humillado con eso y tenia que hacerlo pagar. Mail solo cerro los ojos con fuerza, lo estaba lastimando pero no podía objetar, se merecía eso por ese comentario tan bajo, y tan cruel.
Mihael lo tomo de los hombros y lo arrojo con fuerza sobre la cama, se deshizo de la toalla que cubria aquel cuerpo que deseaba tanto y comenzó a morderle y a lamerle el cuello, el pelirrojo solo jadeaba tímidamente ante el contacto de aquella lengua tibia y venenosa.