Un mundo donde solo los shinigamis podían vivir, un mundo distinto al resto, un mundo que tenía un pequeño problema, sí como lo leyeron, un pequeño problema llamado Naruto Uzumaki... ¿Qué hacía un pequeño de cabellos rubios y ojos color cielo en un lugar como ese? Era la pregunta que todos se hacían.
Realmente no era una molestia, ya todos los habitantes se habían acostumbrado a él. Pero ¿Por qué habían enviado a un pequeño de tan solo 12 años a cumplir misiones en ese oscuro mundo?
Todos los shinigamis que habitaban aquel lugar estaban encargados de traer a su mundo las almas de los seres más despiadados para así castigarlos.
Cada 4 años, un nuevo miembro aparecía en su mundo, no necesariamente debía ser malo para estar allí. Cada 4 años se sacrificaba un humano en el mundo real, para beneficio de ambos. Ese año había sido turno del pequeño Naruto.
Habían roto las reglas, los sacrificios no podían ser menores de edad. Naruto no era una excepción, lo aceptaron solo porque ya estaba muerto y era imposible hacer que volviera a la vida.
He escrito acerca de misiones anteriormente, las cuales eran divididas por categorías y rangos dependiendo de quien la fuera a cumplir.
La misión de un shinigami era buscar y traer el alma asignada en el puente de conexión con el otro mundo, no se les tenía permitido ir al mundo real, eran seres demasiado distintos por mucho que se parecieran a los humanos, su presencia en el mundo real podía traerles varios problemas.
En la oficina del shinigami superior se encontraba el pequeño kitzune; apodado así debido a sus marcas en el rostro; quien estaba a punto de encaminarse en una misión muy peligrosa.
-¿Has entendido bien Naruto?-preguntaba un señor ya entrado en edad, era el superior, quien asignaba las misiones y velaba por el bienestar de los shinigamis.
-Nee... ¿Me lo podrías repetir de nuevo Oji-san?-decía el rubio cabizbajo.
-No hay remedio contigo...está bien, demo pone atención, esta misión es muy distinta a las demás...-el viejo comenzó nuevamente a explicarle todo, detalle por detalle-¿Ahora sí?-repetía nuevamente.
-Hai, si entendí, demo... Oji-san, ¿Qué pasará con mis alas?-decía el kitzune mientras agitaba un par de hermosas alas blancas. Sí, este pequeño era especial, tenía alas blancas...sugoi *O* ((N/A: aunque tenga alas blancas y fuera un niño, era un verdadero shinigami))-no recuerdo haber visto a nadie ocupar alas, me vería distinto al resto-
-No te preocupes, al llegar allá las alas desaparecerán, te verás normal, lo único que te seguirá diferenciando será tu sangre. Cumplida la misión volverás y todo será como antes-dijo el viejo antes de pararse y acompañar al rubio a la puerta.
-Lo haré lo mejor que pueda-decía el pequeño mientras salía corriendo por los pasillos, con una gran sonrisa en su rostro.
La nueva misión asignada al pequeño hacía que este se emocionara, podría volver a estar en su mundo, aunque fuera por un corto tiempo, aunque solamente sería visible frente a una sola persona.
El pequeño había llegado al puente que conectaba ambos mundos, solo tenía que cruzarlo y llegaría. Era algo fácil, para él, claro, su alma tan pura le permitía hacer cosas que otros shinigamis no podían, como cruzar el puente. No se le estaba permitido cruzarlo, si alguien desobedecía, desaparecería su existencia para siempre.
Cuando por fin el pequeño pisó tierra firme se emocionó mucho, aún cuando se dio cuenta de que se encontraba en un cementerio su sonrisa no desapareció.
-Sugoi, estoy en el mundo real y ya no tengo alas-decía el rubio en un tono no tan alto, casi murmurando-nee..., demo esto será difícil, buscar a un chico entre tanta gente-decía al tiempo que comenzaba a caminar en dirección a la salida.
Después de tanto caminar logró llegar a la ciudad-que problemático, ahora será más difícil, hay más gente-su voz demostraba lo desanimado que estaba.
Caminó durante varias horas hasta que logró dar con la dirección que buscaba. Se sentó cerca del lugar a esperar a quien buscaba. Comenzó a recordar lo que el viejo le había dicho-No sé lo que habrá pasado, pero su tiempo de vida venció, hace 2 días que debería haber muerto, pero aún continúa con vida. Busca a Sasuke Uchiha, haz que muera y regresa aquí con él. Toma, esta es la dirección-decía mientras le pasaba un papel con la dirección escrita.
El pequeño salió de sus pensamientos y empezó a murmurar-nee... ¿Qué habrá hecho? Tan solo las personas malas van allí...además, tan solo tiene 17 años *inner: y tú tan solo 12 ¬¬*-el pequeño se puso nervioso ante tales palabras. No es muy agradable que alguien dentro de tu interior te hable... te comprendo Naru kawaíí-demo...alomejor si hice algo...Sasuke no...-lo interrumpen.
-¿Eh? ¿Dijiste mi nombre?-un chico de cabellera oscura al igual que sus ojos paró al lado del rubio-¿Acaso me conoces?-el azabache cada vez se acercaba al rubio, su mirada tan fría hacía que el rubio tuviera miedo.
-Etto...etto...yo...iie, no te conozco, solo he leído algunas cosas acerca de ti-decía mientras retrocedía lentamente cabizbajo.
-Sasuke, Sasuke- una voz chillona se hacía presente en el lugar, una chica de cabellos rosa y ojos verdes llegaba al lado de él-¿Y este quien es Sasuke?-preguntaba mirando al rubio...Un momento, escribí ¿mirando al rubio? ((inner: hai dobe, ¿acaso no sabes leer? ¬_¬")) u_ú si sé leer, demo todo es confuso ((N/A: supuestamente Naruto solo era visible ante el azabache, pero algo pasa, la basura también lo ve :O)).
-Lo siento, pero tengo cosas que hacer-decía el azabache al tiempo que tomaba la mano del rubio y se lo llevaba a casa. Sasuke es un pervertido, pobre de Naru kawaíí, además lo que respondió no tiene nada que ver con lo que Basura le pregunto xD
-Nee Sasuke-san ¿Ella preguntó por mí?-el rubio estaba sorprendidos. Ambos subían las escaleras y llegaban al cuarto del azabache.
-¿Eres dobe o qué? Claro que preguntó por ti ¿Por qué la pregunta?-claro el azabache no sabía nada acerca del rubio, era obvio que no sabía que nadie más que el podía verlo y el pobre de Naruto no entendía porqué esa chica lo había visto.
-Por nada-decía mientras se sentaba en la cama- Sasuke san ¿Qué vas a hacer?-decía mirando al azabache que entraba a una pieza más pequeña.
-Me voy a bañar, tú espérame ahí-decía el azabache. Había dado la llave de la tina y se había sacado la ropa.
El pequeño kitzune guardó silencio, luego recordó las palabras del viejo "Busca a Sasuke Uchiha, haz que muera y vuelve aquí"-haz que muera-susurró el rubio. Claro se había acordado de su misión-nee Sasuke san-decía mientras habría la puerta del baño.
El azabache estaba dentro de la tina con los ojos cerrados. Genial, el rubio solo tenía que ahogarlo y todo terminaría. El rubio comenzó a acercarse sin hacer ruido-gomen nasai Sasuke san-decía para sus adentros. El rubio había acercado sus manos al rostro del azabache con la intención de ahogarlo-no puedo hacerlo-pensaba molesto, el haberlo visto de cerca le había hecho reaccionar. Al tratar de retroceder cayó dentro de la tina sobre el azabache.
-oye, ¡que haces!-decía el azabache sin comprender, mientras miraba al rubio a los ojos. Tanto el rubio como el azabache se habían sonrojado, demo ninguno hizo algún movimiento para romper la tierna escena.
-go...gomen nasai Sasuke san-decía el pequeño mirando hacia otro lado completamente rojo-no fue mi intención-
-Dobe, aún eres muy pequeño para estas cosas-decía el azabache haciendo que el rubio se sonrojara aún más.
-no es eso-el rubio había vuelto a mirar al azabache, este estaba sorprendido.
-oe, esas marcas en tu rostro, tú eres... - estaba demasiado nervioso como para seguir hablando. El rubio había notado que sus marcas estaban a la vista nuevamente, algo estaba pasando. Se paró de la tina e intentó salir corriendo pero al salir un fuerte dolor en la espalda lo hizo caer de rodillas al suelo.
-dobe, ¡que te pasa! ¿Estás bien?- el azabache había salido de la tina también, se había puesto una toalla y se había acercado al rubio.
-creo que descubriste mi secreto o... alomejor el agua caliente me afectó...-trataba de sonreír, pero el dolor era mayor. A los pocos segundos unas enormes y blancas alas hacían aparición en la espalda del pequeño. El azabache había caído al suelo de la impresión, no podía creer lo que veía.
-Tú eres el chico al que asesinaron, tu cuerpo aún sigue sin aparecer-el azabache estaba sorprendido, demo las palabras que había dicho demostraban miedo.
-Creo que la suposición del agua caliente era la incorrecta-el dolor ya había pasado-creo que tendré que contarte la verdad y acabar con la misión de una vez. ¡Ven sígueme!-el rubio tomaba la mano del azabache y lo llevaba hacia la pieza. Ambos se sentaron en la cama-nee...etto...yo estoy aquí a causa de una misión. Tú deberías haber muerto hace 2 días, demo algo pasó, retrasaste tu muerte y eso trajo problemas en mi mundo-el rubio se sentía incómodo hablando acerca de eso.
El azabache recordaba lo que había pasado hace 2 días atrás.
- Flash Back -
El azabache había bajado las escaleras y caminaba rumbo al metro, iba tan despistado que estaba a punto de cruzar la línea amarilla. Uno de los televisores de la estación, trasmitía la noticia del chico al cual había asesinado. La madre del pequeño gritaba desesperada el nombre de su hijo.
- Fin Flash Back -
Claro, Sasuke recién comprendía lo que pasaba. Ese día debería haber muerto, demo ese algo que lo detuvo fue el nombre de cierto chico que ahora se encontraba frente a él.
-Así que eso fue-decía el azabache en voz alta. El rubio lo miraba sin entender-Ese algo retraso mi muerte fue tu nombre, dobe-las palabras habían sorprendido al kitzune-cuando estaba a punto de cruzar la línea amarilla de la estación escuché tu nombre, fue por eso que reaccioné y paré-el rubio realmente estaba sorprendido.
-Nee, entonces la culpa no la tienes tú, la tengo yo-decía mientras se paraba de la cama-tú destino estaba escrito-el rubio voltea hacia donde estaba el azabache-demo tú demostraste que se puede cambiar. Ya no tengo nada que hacer aquí. La misión se suspende-comienza a caminar en dirección a la puerta. El azabache lo toma de la cintura por detrás y lo apega a su cuerpo.
-Demo tú me salvaste-le dice cerca del oído-Arigato-al escuchar estás palabras el rubio no pudo evitar sonrojarse.
-No me lo agradezcas-el rubio dio la vuelta y quedó frente al azabache, le regalo una tierna sonrisa y poco a poco comenzó a desaparecer- Adiós Sasuke-fue lo último que dijo.
El azabache abrió los ojos asustado-después de todo fue solo un sueño-dijo suspirando, demo para su sorpresa el azabache solo vestía una toalla, miró al suelo y encontró una pluma blanca, la cual tomó delicadamente-Acaso... ¿Eras un ángel Naruto san?-
El rubio había vuelto a su mundo, se encontraba en la oficina del viejo-nee... gomen nasai Oji san-decía cabizbajo-la misión se suspendió. Sasuke san demostró que pudo cambiar su destino... por eso... por eso yo fallé-seguía cabizbajo, el rubio sabía lo que luego pasaría.
-Naruto...demostró algo con ayuda de algo, eso no está bien. Volverás a completar la misión en cuanto termine tu castigo-fue lo último que dijo, hizo una llamada y a los pocos segundos unos shinigamis hicieron aparición.
-Hai-respondió el kitzune. Los shinigamis llevaron al pequeño a los calabozos, allí recibiría su castigo.
Despojaron al kitzune de la parte de arriba de su ropa, dejando descubierta su espalda, lo pusieron contra la pared y ataron sus muñecas a unas cadenas.
-Yo no lo haré-eran los murmullos que se escuchaban de parte de los shinigamis. Ninguno se atrevía a lastimar al pequeño-déjenme a mí-detrás de ellos se escuchó una voz fría, tan fría que hasta los propios shinigamis temblaron de miedo.
-Itachi san...-dijo uno de ellos. Este les lanzó una mirada que daba miedo-hai-respondieron todos y se retiraron.
-Así que el pequeño kitzune recibirá su primer castigo-decía mientras se acercaba al rubio-es un honor que sea yo quien lo haga-decía con un tono burlón. El azabache llegó al lado del pequeño, este tenía los ojos cerrados y miraba al suelo. Itachi tomó el mentón del rubio y lo levantó, aún permanecía con los ojos cerrados.
-Onegai, comienza de una vez-hablaba con dificultad-todavía tengo que terminar la misión-agregaba con aún mas dificultad. Su cuerpo temblaba de pies a cabeza... tenía miedo. Y quien no, Itachi era el experto en torturas ((inner: quizás que clase de torturas *¬*)) ¬_¬ pervertida ((inner: aprendo de ti ¬3¬)) u_ú
Por unos segundos el azabache se quedó contemplando el rostro del pequeño. ¿Acaso el experto en torturas no quería dañarlo? No, de seguro hacía tiempo para divertirse. Con una de sus manos tomó el látigo que estaba sobre la mesa y comenzó a azotar al pequeño en su espalda. El rubio apretaba cada vez más fuerte sus ojos, sin quejarse, no decía nada.
No tardó mucho para que la sangre apareciera, primero eran pequeñas gotas, pero a medida que el azabache aumentaba la fuerza del azote comenzó a sangrar más. El pequeño estaba sufriendo demasiado, demo a pesar de eso no gritaba, tampoco sabía cuanto duraría el castigo. Tres azotes más bastaron para que el rubio soltara el primer quejido. Esto era un alto y el azabache lo entendió, al momento paró.
-Tu castigo está completo-decía mientras desamarraba las cadenas que sostenían al rubio-gomen nasai pequeño-el azabache ayuda al kitzune a ponerse de pie. Lo llevó a una habitación y lo recostó boca abajo. Itachi sama es sugoi...demo ¿pedir perdón? Todavía no me lo creo ((inner: Itachi sama no es malo como todos piensan ¬3¬)) mejor sigamos ._.
-Itachi san, ¿No cree que fue mucho?-decía una chica que vestía de enfermera, demo su ropa era negra.
-Sanará pronto, después de todo es un shinigami- decía el azabache retirándose.
-Itachi san baka! Por eso lo digo, al ser un shinigami joven no puede sanar tan rápido-la chica murmuraba mientras comenzaba a curar las heridas del pequeño. Luego procedió a limpiar las hermosas alas blancas que ahora estaban manchadas de sangre-¿Duele mucho Naruto san?-
-iie, ya no siento nada, Arigato por ayudarme-el pequeño estaba cansado, y a pesar de que había mentido respecto a su dolor no fue impedimento para regalarle una pequeña sonrisa a la chica.
-Será mejor que descanses, mañana tienes que continuar con la misión-el pequeño solo cerró los ojos mientras la chica salía de la habitación.
A la mañana siguiente muy temprano hizo aparición el viejo en la pieza donde se encontraba el rubio.
-Ohayo Naruto, ¿Estás listo para retomar la misión?-preguntaba el viejo mientras se acercaba al rubio.
-Hai, demo... Oji san, ¿Qué fue lo que hizo Sasuke san?-el rubio estaba sentado en la cama.
-Mató a su hermano-decía el viejo-Itachi es el hermano de Sasuke, ¿Alguna otra pregunta?-el viejo dijo eso como si nada, demo se dio cuenta que al pequeño le afectó.
-¿Nani?- al escuchar estas palabras el pequeño se sorprendió mucho-ya veo. iie, con su permiso, tengo que terminar la misión-el rubio salió de la habitación cabizbajo.
Caminó hasta el puente. Cuando llegó se detuvo, empezaba a dudar-iie. ¡Eso es mentira!-gritó mientras corría hacia el mundo real. Al tocar tierra firme el pequeño limpió unas pequeñas gotas que habían resbalado por sus mejillas y comenzó a caminar hacia la casa del azabache.
Estaba cansado, sus heridas le dolían, se sentó a esperar en el mismo lugar.
-¿Naruto san?-preguntó una voz conocida para el rubio. Este se paró y miró al frente. A pocos metros se encontraba el azabache.
-Sasuke...-fue lo único que pudo decir, al momento cerró sus ojos y se desmayó. El azabache alcanzó a tomarlo antes que cayera al suelo.
-Naruto san, ¿estás bien?- la camisa que llevaba el rubio tenía pequeñas manchas de sangre. El rubio no respondió.
El azabache se apresuró a llevarlo a su casa, Ya en su habitación lo recostó sobre la cama boca abajo y le quitó la camisa.
Su asombro fue mayor al ver que la espalda del kitzune estaba toda lastimada. No sabía que hacer, estaba confundido y a un hospital no podía llevarlo. Colocó unos paños húmedos sobre la espalda del pequeño y se acostó al lado de él.
-Sasuke san-dijo el rubio cuando despertó, para luego regalarle una sonrisa.
-Naruto, ¿Quién te hizo esto?-el azabache estaba enojado y quizás quién sabe por qué ((inner: YAOI *O*)) iie, no habrá yaoi, solo shonen ai owo
-etto... Itachi sama, demo fue mi culpa, es mi castigo, así que está bien-decía desanimado, además de estar cansado. El azabache quedó sorprendido, luego sus facciones cambiaron y una tristeza en su rostro y palabras hizo aparición. Ambos se sentaron en la cama.
-Itachi...-su voz era débil-saber, ya entiendo el por qué de mi muerte-el rubio lo miró asombrado-yo... yo maté a Itachi-prosiguió el azabache-demo no fue a propósito, yo quería a mi hermano, todo fue un accidente-el azabache estaba cabizbajo, ya no podía hablar-Naruto san ¿Eres un ángel? Tú me salvaste la vida-el azabache acercó el cuerpo del rubio al suyo y lo abrazó tratando de no rozar las heridas.
-iie, no lo soy. Por eso estoy aquí de regreso-miro a los ojos del azabache fijamente-algún día me perdonarás por esto-unió sus labios a los del azabache haciendo que ambos cayeran sobre la cama.
-Naruto...nunca dejé de pensar en ti-fue lo último que dijo el azabache antes de cerrar los ojos para siempre. En el momento que el rubio recostó al azabache, enterró una corta plumas de oro, haciendo que el azabache perdiera la vida. Cumpliendo su misión.
El pequeño se paró de la cama y dio la espalda al cuerpo sin vida-Misión cumplida-dijo cerrando los ojos. Al momento hicieron aparición sus hermosas alas y el rubio desapareció.
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