CAPÍTULO 1.-
DIA 1
-¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO SEPAN QUE ES??- preguntó exasperado el kazekage.-
-Kazekage-sama, nunca habíamos vista esta clase de veneno, ni siquiera la kunoichi de konoha nos ha podido ayudar en nada…-
-Lárguense!!
-Kaze…-
-Dije lárguense!!.-
Escuchó unos pasos austeros y luego la puerta que se cerraba. No podía, simplemente no podía, algo dentro de el se quebraba en pedazos inútiles.
Las ideas en su mente se arremolinaban, miles de formas de ayudarlo, pero cada una más inútil que la anterior.
Quería aferrarse a la mentira pues sabía que esta era mucho más amable y relajante que la verdad.
Se tomó el cabello con fuerza, intentando que un dolor externo desviara la atención del que sentía dentro. Pero nada.
PAM!!
Ahora su escritorio estaba roto en dos, se encontraba demasiado desquiciado, atrofiado y enojado. Con los puños morado por el anterior golpe.
Por primera vez entendía lo que era la impotencia y el dolor de una lágrima que ahora recorría su mejilla. Aquello que comenzó a romperse finalmente cayó bajo el telón de su propia frialdad y se vio a si mismo escondiendo el rostro tras sus manos empapadas de una sangre que no le pertenecía.
Había sido un tonto!!! Todo eso era su culpa, si tan solo no los hubiera mandado a esa misión…si solamente no se hubiera enfadado con ellos días antes, si hubiera intentado arreglar las cosas con su hermano nada de esto estaría pasando.
Kankuro no habría tenido que entrar a Suna escupiendo sangre, ni Temari con ambas manos rotas. No se vería a si mismo pálido frente a la escena de tanta sangre manchando los pisos del hospital.
Y ahora su hermano estaba muriendo, por algo que nadie podía decirle que era… porque nadie sabía que era.
-Haruno-sama, mire!!-
Sakura volteó, con su rostro de marfil manchado con la sangre de los Sabaku, uno de los médicos de Suna le indicaba el lugar de la herida de Kankuro.
-Es imposible…- dijo en voz baja al acercarse al sedado cuerpo del castaño. La herida se cerraba por si sola, casi con la misma eficacia con que el kyuubi curaba a Naruto.
Concentró el chakra en la palma de la mano e intentó ella misma curarlo, pero ya no había nada que arreglar, los músculos, los huesos, la piel, dermis e incluso la débil capa de grasa se habían regenerado por completo, ante los estupefactos ojos de los presentes.
-El siguiente!!.- gritó, sacando a los otros médicos de su letargo.-
Le pasaron un balde con agua, lista para que la pasaran a través de Kankuro, y eso hizo, por varios minutos. Pero al extraer el líquido no había nada.
-Esto no puede ser…-
Se quitó el cubrebocas, se desabrochó la pinza del cabello y miró con seriedad el cuerpo de Kankuro, pacífico y sereno como si solo estuviera durmiendo.
Hace cinco minutos que estaba en estado crítico, perdiendo sangre por la herida de un arma cortante y convulsionándose ante la deshidratación previa. Entre cinco personas fueron capaces de detenerlo para poder sedarlo, y era obvio que lo habían envenenado por ese líquido amarillento del cual todavía quedaban rastros en su ropa.
Pero de la herida ni el leve rastro, y ahora el veneno había desaparecido.
No estaba preparada para este tipo de reacciones, conocía cientos de venenos de memoria, pero uno que desapareciera del cuerpo no podía existir, no había registro histórico, ni receta lo suficientemente buena.
Necesitaba contactar a su sensei de inmediato. Pero el viaje a Suna duraba tres días, ella por pura coincidencia estaba ahí, si el veneno aún circulaba por el cuerpo de Kankuro Tsunade-sama posiblemente no llegaría a tiempo, o tal vez si.
Sakura se mordió el labio de puro coraje hasta hacerlo sangrar, se había convertido en una de las mejores ninja médico justamente para evitar eso, odiaba las “probabilidades” en el campo de la salud.
-Haruno-sama…hay un problema en el área de investigación…- dijo un médico débilmente, como apabullado por la extensa gama de conocimientos que Sakura llevaba consigo a su corta edad.-
-¿Qué ha pasado? ¿Ya saben de que esta hecho el veneno??-
-No, ese es el problema…ya no hay veneno…-
Sakura no esperó a que el hombre terminara de hablar, ella misma, espantada de que sucediera lo mismo que con el veneno en el cuerpo de Kankurou, se hecho a correr por todo el pasillo hasta llegar al pulcro y esterilizado cuarto de investigaciones.
Entró sin hacerle caso a la limpieza del lugar y quitó de un empujón a los muy asombrados farmacoquímicos de Suna.
Abrió los ojos lo más que sus orbes le permitieron.
El frasco completo de veneno que extrajeron de la ropa de Kankurou, que ella misma había sellado ahora estaba vacío, con la tapadera intacta.
Se trataba de algo malo, lo supo desde que trajeron a Kankurou arrastrado y medio muerto a la camilla.Desde que se percato que el veneno (que en ese momento escurría de los pies del Sabaku) era inoloro.
-Temari-sama también fue contaminada??- preguntó en un tono demasiado sombrío y serio, alcanzando notas que se parecían a las que uno usa cuando quiere dar una noticia devastadora.-
Negaron en silencio.