Era una hermosa noche en Tokio, era una de esas hermosas noches de verano, donde las estrellas y la luna brillaban y se combinaban con el delgado y frio sereno, las luces de la ciudad creaban una atmosfera romántica en una habitación, una habitación donde la tibia luz de la luna hacia ver dos cuerpos en una cama, dos cuerpos desnudos.
Uno de esos cuerpos le pertenecía a un moreno de cabello despeinado, se encontraba profundamente dormido, esto lo hacia ver muy guapo, tenia un cuerpo muy bien moldeado, un cuerpo que causa envidia en muchos hombres y a otros como a su compañero los tenia locos, se encontraba acostado de lado, una de sus piernas estaba por encima de las piernas del otro cuerpo, al igual que uno de sus brazos que abrasaban pesadamente a su compañero, cualquiera pensaría que este no quería sentirse lejos de su compañero.
El otro cuerpo creaba un contraste junto al otro, era de un blanco pálido, con una cabellera rubia y algo despeinada por los actos que ocurrieron hace algunos minutos, era un cuerpo algo flaco pero marcado, se encontraba acostado de lado y siendo abrasado por los pesados miembros de su compañero, pero a diferencia de este el aún permanecía despierto, sus ojos se veían mas azules delo normal por la delgada luz de la luna y humedecidos por unas pocas lagrimas que se asomaban, eran realmente una persona hermosa.
Esta para muchos parecería una romántica escena, de dos personas bastante atractivas que se aman profundamente, que se han entregado en cuerpo y alma y han formado uno solo, pero lamentablemente esto no es así, esto no es una historia como la de las novelas o películas, historias de amor tan típicas en donde ambos personajes se aman y a pesar de los obstáculos terminan unidos para siempre, esta es una historia de dolor y sufrimiento y de una persona siendo manipulada por un falso amor.
¿Qué es lo que haces, cuando sabes que algo es malo para ti, pero aun no puedes dejarlo?, esto es lo que se preguntaba a veces el rubio, era una hermosa persona, cualquiera pensaría que el lo tiene todo, que le va bien en la vida, parece una persona centrada, tan tranquila, pero no es así, dentro de esa recamara no es madamas que una pequeña presa, insegura y con miedo, siendo devorada completamente.
Todo comenzó cuando Yamato Ishida se encontraba de regreso a su casa, como ya había dicho, tenia el cabello rubio, con un corte que lo hacia ver muy bien, un mechón que tapaba una parte de su cara, era alto y algo flaco pero con un cuerpo marcado, de un color pálido, su cara contaba con facciones finas y tenía una expresión de serenidad aumentada por los hermosos y azules ojos que volvía locas a muchas personas, en ese entonces era una sola persona, era tranquilo, centrado, inteligente, alegre y tenia una gran pasión por la música, pertenecía a una popular banda, que si bien aun no eran muy conocidos poco a poco estaban tomando su lugar, ya tenían un considerable numero de fans en su ciudad, pero aun que no lo pareciera, en el amor no tenia tanta suerte, era muy inseguro y cada ves que una jovencita por la que el sentía algo se le acercaba o le hablaba el miedo a ser rechazado lo invadía, y muchas veces lo hacia cometer estupideces, muchas de sus citas terminaban mal.
Pero a diferencia de el, el otro joven llamado Taichi Yagami era todo lo contrario, tenia el cabello de un color café, despeinado y algo largo, su cuerpo estaba muy bien formado, cada musculo estaba perfectamente delineado, era alto y de un color moreno claro, su cara era muy hermosa para la vista de todos, causaba envidia en muchos, una cara muy masculina con una mirada que erizaba a muchos cuando los veía a los ojos y es que esos grandes y profundos ojos cafés tenían un poder hipnótico sorprendente, amaba el football y aunque no era muy inteligente era una persona muy astuta, a diferencia del otro era mujeriego (o sea que andaba con muchas mujeres) y se la pasaba buscando alguien que le bajara la fiebre que tenia, aunque a veces no lograba tener encuentros íntimos con las personas que elegía como sus victimas, esto lo ponía furioso y pobre del que se encontrara en su camino.
Esa noche Matt se encontraba conduciendo hacia su departamento, ya era muy tarde, la practica con la banda se había alargado mas de lo usual, se encontraba pensativo y algo triste, ese mismo día había perdido otra oportunidad en el amor, ya estaba cansado de eso, detuvo el carro por que el semáforo marcaba el color rojo, suspiro y se puso a pensar, a su lado se detuvo un carro rojo, aunque el no le presto atención, el propietario de dicho carro se encontraba muy enojado, había perdido la oportunidad de disfrutar del cuerpo de una jovencita que se le pego mucho mientras bailaba en un club nocturno muy concurrido por jóvenes de su edad, su forma de seducir variaba conforme su fiebre, si no se encontraba muy necesitado era una persona muy tierna, pero si se encontraba muy caliente como esa noche no le importaba de que sexo fuera su presa, lo único que buscaba era cumplir sus deseos y no era muy tierno que digamos, lo que lo llevo a fracasar esa noche, el moreno al voltear a la izquierda reconoció al propietario del carro azul marino.
-Matt…. -Matt no lo escucho en un principio y este insistió- ¡Hey! Matt despierta-Matt salió de sus pensamientos.
-¡Ah! Tai, no te había visto.
-Si ya lo note.
-Perdón es que estaba pensando.
-¿En que pensabas Matt?
-En cosas sin importancias.
Hacia mucho tiempo no se veían, a pesar de asistir a la misma escuela y en el mismo grado escolar no coincidían en ni un momento, no se encontraban en el mismo salón, los estudios eran duros y los pasatiempos de cada uno evitaban que se encontraran.
-Oye, hace tiempo no te veo, que te parece si vamos a mi casa a platicar un rato, ¿tienes tiempo?
-No se Tai, la verdad no estoy de muy buen humor, aparte estoy algo cansado.
-No seas amargado, hace tiempo que no nos vemos, aparte solo será un rato, recordaremos viejos tiempos, será divertido, anda no digas que no.
-Bueno, pero primero tengo que pasar a mi casa a darme un baño, siento que apesto.
-No seas bobo Matt, te puedes bañar en mi casa.
-Pero necesito ropa limpia.
-¡Hay ya! Yo te presto algo.
Matt pensó un momento pero acepto la idea.
El eterno color rojo del semáforo cambio al verde y Tai le grito a Matt al arrancar que lo siguiera, Matt se coloco atrás del caro de Tai y lo siguió, estaba un poco cansado, pero bueno hacia mucho tiempo que no se veían, y Tai tenia un poder en el, un poder que el moreno ignoraba, Taichi era una de las personas que hacían al corazón de Matt latir rápido y fuerte, y al ser el único hombre por el que se ponía así aumentaba mas la velocidad de su corazón, es algo que nunca entendió, no había otro hombre en el mundo por que sintiera eso, sí le gustaban las mujeres, demasiado, pero Taichi tenia un lugar por encima de estas, siempre estuvo enamorado de su amigo, desde sus aventuras en ese mundo paralelo al suyo, aunque con el tiempo y el estarse preguntando “¿Qué estará asiendo Tai en este momento?” seguido de un suspiro, provocaron que el amor hacia su amigo aumentara cada vez mas, pero afortunadamente, podía comportarse de una manera adecuada cuando estaba con este, eran pocas las veces que se veían, y en todas estas en ni una levanto sospechas de sus sentimientos a Tai, me imagino que fue por que ya lo conocía muy bien y convivieron mucho tiempo juntos que cualquier acción de Matt, para Tai era natural en el.
Llegaron a casa de Tai, ambos carros quedaron juntos en el estacionamiento se encontraron enfrente de sus carros y Tai le presento su edificio a Matt, subieron por el elevador del edificio y llegaron al ultimo piso que era el de Tai.
-Bueno Matt, mi departamento esta en el ultimo piso, anda sígueme- el rubio siguió a Tai al salir del elevador y después de unos cuantos paso se encontraron con la puerta del departamento de Tai, este saco sus llaves y abrió- Vamos Matt pasa estas en tu casa.
Matt agradeció y entro, seguido por Tai, quien prendió la luz e ilumino un hermoso pero algo desordenado departamento.
-Valla Tai, no has cambiado en nada, sigues siendo el mismo chico desordenado de siempre- dijo esto y soltó una leve riza.
-Calla, es que la escuela y el entrenamiento y bueno a veces salgo por un poco de diversión, tu sabes, no me da tiempo de ordenar un poco.
-No pongas pretextos, Taichi, asistimos ala misma universidad, y tengo ensayos duros con la banda, te aseguro que mi departamento está bien ordenado.
-No te traje aquí para que vinieras a regañarme, tu tampoco has cambiado, sigues criticando mis acciones, hahhahahahaha, eres un tonto Yamato- dijo Tai y se soltó a reír, aunque no era una riza en tono de burla su compañero se disgusto un poco.
-¡No te critico!, solo te comento, y tu siempre llevándome la contraria y diciendo cosas que no vienen al caso- dijo algo serio.
-Bueno ya Matt, no te pongas así, vamos siéntate- lo jalo hasta la sala y lo empujo dejándolo sentado en uno de los muebles, Tai se sentó a su lado, pero permaneció así por muy corto tiempo, se acostó en el pedazo de mueble que sobraba entre el y Matt, y coloco su cabeza en las piernas de este, tomo el control y prendió la televisión, mientras Tai cambiaba de canales y miraba fijamente la televisión, el rubio se puso algo nervioso, era como un seño estar así con Tai, nunca antes se había encontrado en esta situación, que a pesar de no significar algo serio como el pensaba, hacia que sus pensamientos vinieran, se fueran , cambiaran, regresaran… hasta que fue sacado de ellos por la voz de Tai.
-No hay nada que ver.
-¿Qué?, ah si, a esta hora la programación es muy mala.
-Bueno no importa, vamos Matt cuéntame que ah sido de tu vida.
Matt trago saliva antes de contestar- Pues nada sobresaliente, tu deberías saber, asistimos al mismo colegio, y no eres digno de ir a saludarme, digo es raro cuando te veo, pero tu te haces tonto cuando me ves.
-No digas eso, es que las únicas veces que te veo es cuando….-penso un poco- ¡Ah! si cuando estas en las gradas de la cancha de football, leyendo, y como estas leyendo no te interrumpo.
-Bueno es que, es cuando estoy estudiando.
-Ves, como quieres que te interrumpa si te ves muy concentrado.
-Hay pero si es para saludarme nada más.
-Bueno si, pero oye, ¿Por qué te vas a estudiar a las canchas?
No muy seguido tenia Matt una hora libre, y cuando tenia una de estas le ponía de pretexto a sus amigos que se pondría a estudiar un poco, y para no ser molestado se separaría de ellos por un rato, en realidad solo iba a las canchas de football, con la esperanza de ver a Tai en uno de sus entrenamientos, le gustaba como se veía con el uniforme del equipo, sus piernas se veían muy fuertes y el sudor provocaba que esas prendas se pegaran a su cuerpo, visiones que le encantaban a Matt, pero a el le daba pena ser descubierto por Tai mientras admiraba el cuerpo moreno de este, así que ponía el libro de frente y de reojo lo miraba.
De regreso a la conversación.
-¡Ah!, es que mis exámenes son muy duros y aprovecho cualquier tiempo libre para estudiar un poco, y me voy a las canchas para no ser molestado.
-¡Aaaaah! Ya veo, ves no me hago el tonto si te veo solo no te molesto por que te ves muy concentrado.
Matt solto una riza- hahaha, y desde cuando eres tan considerado como para no interrumpirme en mis ratos libres.
-Bueno la verdad, es que no me puedo distraer en los entrenamientos.
-Ya ves, esta bien que no me saludes, no quiero que te regañen solo por saludar a tus amigos.
-No seria la primera vez.
-no entendí.
-Que no seria la primera vez que me regañan por culpa de alguien, un día Sora fue a verme, y pues en lo que los demás estaban practicando tiros libres, me salí sin que el entrenador se diera cuenta, estaba con ella atrás de las gradas, tu sabes, haciendo cosas de novios, cuando salieron las porristas a practicar, no pude controlarme, se ven muy bien cone sos uniformes, así que de pretexto le dije a Sora que si quería criticarlas, tu sabes a las chicas les encanta hacer eso, ella se enojo por ese comentario y me grito, creo que el entrenador escucho y se dio cuenta que no estaba y fue a buscarme, me encontró y me regaño, me dijo que me quería enseguida en la cancha, la verdad no me gusta que me griten, así que estaba muy enojado, los dos me habían gritado, le dije al entrenador que no demoraba, y cuando se fue, me desquite con Sora, le dije que era una estúpida y que no era mi culpa que las porristas estuvieran mejor que ella, su cara no la olvidare jamás, da miedo cuando la ves enojada, me soltó una cachetada que aun me duele cuando la recuerdo y se dio la vuelta, me dejo parado como un estúpido, pero regreso, pensé que se disculparía, pero solo regresó a darme una pulsera que le había regalado, y me dijo que terminaba todo lo nuestro, yo le grite enojado que era una tonta, y que jamás encontraría a alguien como yo, tu sabes mi orgullo fue herido y cualquier tontería salió de mi boca, ella solo dijo, lo que digas taichí, cuando me di vuelta para regresar a la cancha vi a todas las porristas, a mi equipo, y a otros alumnos viéndome y riéndose de mi, fue lo peor que me pudo haber pasado, me jure a mi mismo que jamás me enamoraría de alguien, desde entonces no nos hablamos Sora y yo, creo que por su culpa me eche a perder, tu sabes todos esos chismes de que soy mujeriego y que solo sexo y bla bla bla… que me imagino has escuchado de mi, pues son reales.
-Valla el gran Taichi fue derrotado, hahahahhaha- una riza burlona salió de la boca de Matt- bueno ahora ya se por que terminaste con Sora, digo, cada ves que le pregunte por que terminaron, solo escuche insultos hacia ti y nunca la historia y hablando de los chismes, pues si si estoy algo enterado.
-Es una estúpida esa Sora, pero gracias a ella, eh tenido muchas noches de placer, tu sabes, quien se le puede resistir al gran Taichi.
“Eso mismo me estaba preguntando ahora”, dijo Matt en sus pensamientos.
-Y bueno Matt, ¿No te ibas a bañar?, digo, tanto drama hiciste por un baño, y aun no te lo has dado.
-Tienes razón, este... ¿Tai me prestas tu baño verdad?
-Ya te había dicho que si, entra, ahora buscare algo que para prestarte, aunque siento que todo te va a quedar grande, hahahhaha, estas muy flaco Matt, pero buscare bien.
-No te burles, tu estas este …..-Matt veía a Tai perfecto, no había que criticarle- muy musculoso...supongo.
-hahahahaha-Tai solo se comenzó a reír- lo se y anda metete al baño por que después yo también me quiero dar uno.
-Si, ya voy- respondió Matt.
El rubio entro al baño, que a diferencia de la sala estaba muy bien ordenado, enseguida pensó que Tai no pasaba mucho tiempo en su baño, a lo mejor se baña en el baño de sus citas, después de sus encuentros, y casi no usaba el suyo, estuvo pensando n rato sobre esto, pero después le dejo de tomar importancia y ya desnudo se metió a la regadera, el agua estaba perfecta, un frio que calmaba el calor de verano, se encontraba relajado bajo el agua, cuando tocaron a la puerta.
-Matt, puedo pasar.
-Esteee… si por que no, es tu baño.
-Tonto, mira aquí están unos bóxer míos limpios, son los mas chicos que tengo, y una camisa que ya casi no me queda, a lo mejor a ti si.
-Gracias Tai, ahorita salgo.
-Bueno, tomate tu tiempo-Tai se quedo pensando un poco- bueno que tal si me meto contigo, el agua se ve rica y ya quiero bañarme.
Matt no alcanzo a responder, cuando se dio cuenta Tai ya se encontraba dentro con el en el baño, los cuerpos de ambos eran muy diferentes, uno moreno el otro muy palido, uno musculoso el otro flaco, Matt, sentia un poco de pena, y mas por que sus instintos querían voltear a examinar el cuerpo de Tai, y sentirlo cerca de el, pero sus pensamientos luchaban contra estos y esto hacia que se controlara un poco, por su parte Tai estaba algo excitado por que no hubo quien le bajara la fiebre esa noche, así que enseguida saco a Matt de el agua que caía de la regadera y se metió en esta para bajar un poco esa fiebre que lo tenia algo inquieto, Matt juro ver un poco de vapor al momento que el agua toco el cuerpo de Tai, este cerró sus ojos para relajarse, y Matt aun con un poco de inseguridad y la pena que le causaba tal situación se atrevió a echar una mirada rápida al cuerpo de su amigo, no pudo evitar emocionarse, lo que vio lo dejo con la boca abierta, el cuerpo de Tai era hermoso, perfecto y lo que tenia entre las piernas le quedaba perfecto, de repente escucho que Tai lo llamaba, no supo cuanto tiempo paso viéndolo.
-Matt… Hey Matt………!Hey Yamato, deja de verme!
-¿Qué?- Matt se puso muy rojo, lo único que hiso fue apartar a Tai del agua y se introdujo al chorro y le dio la espalda a su amigo.
Tai se quedo pensando un rato, su amigo lo estaba mirando de una manera diferente, el lo noto, aun que no podía creerlo esto solo provoco que su fiebre aumentara, le encantaba ser visto por la gente, y volteo a ver a su amigo que seguía dándole la espalda, lo examino un rato hasta que se dio cuenta de algo, “Bueno, Matt no esta nada mal, incluso tiene unas nalgas mejor que muchas chicas que conozco”, Tai estaba muy caliente ya, no dejaba de ver a su amigo, y mas aun lo calentaba la imagen de Matt viendo su cuerpo, sin pensar estiro sus manos y camino un poco, y rodeo la cintura de Matt con sus manos, y acerco su cuerpo al de este.
-¿Tai que te pasa? ¿Qué haces?
-¡Cállate!, solo déjate llevar.
-¿Qué cosas estas diciendo? Tai ¿Qué te esta pasando?- dijo Matt un poco asustado por la actitud de su amigo.
-¡Dije que te callaras!- grito Tai algo molesto, pero enseguida acerco su boca al oído de Matt y le susurro en el- yo se que tu quieres.
Esto provoco que Matt sintiera un escalofrió recorrer su cuerpo, todos sus dorados bellos corporales se erizaron, lentamente Tai le dio vuelta a su amigo y al tenerlo frente a frente lo miro a los ojos, los de Matt se veían algo temerosos pero los de Tai mostraban el fuego que sentía este, el moreno acerco sus labios a los del rubio, y este solo alcanzo a decir “Tai no”, al momento que se juntaron los labios y un beso con pasión empezó a surgir, las manos de Matt rodearon el cuello de Tai, y las manos de Tai empezaron a acariciar la espalda mojada del rubio, acariciaron cada rincón de su espalda y después pasaron a la parte baja, esas dos montañas bien formadas le encantaban a Tai, una mano se ocupaba de la izquierda y otra de la derecha, Matt ya no pensaba solo actuaba al igual que Tai, con ese beso le contagio a Matt ese fuego, aunque Matt a diferencia de Tai usaba el corazón para hacer un buen trabajo, empujo a Tai y este choco con la pared, sus cuerpos estaban muy juntos, provocaron que el agua se evaporara, Tai cerro como pudo, estirando una de sus manos la llave del agua, después hiso un movimiento y cargo a Matt, poniendo sus piernas alrededor de su cuerpo, y ambas manos ocupando el trasero de este, salieron del baño, aun se besaban, el departamento se encontraba oscuro, Tai llego hasta una puerta y sin ver la abrió, entro y camino un poco, después aventó a Matt sobre una cama y enseguida se tiro sobre este, se desato una batalla de cuerpos, la pasión , el fuego, el deseo, y un medio amor hacían que los cristales de empañaran.