el espejo por birthy

Gojio se encontraba plácidamente dormido en esa cama pequeña al lado de la pared, en donde cuantiosas “carnes”, cuerpos perfectos, bellezas dignas de Venus habían descansado dulcemente después de tanto “amor” en aquellos brazos jóvenes, fuertes, vigorosos y protectores del “pelirrojo ardiente”, que para variar esa mañana no se encontraban vacios, estaban llenos de belleza desnuda, de una de las tantas mujeres de su vida de placer.

Esta mujer de ojos y cabellos negros y piel de nieve, con labios ardientes pintados de pasión que recorrieron al pelirrojo rincón a rincón desprendiendo fuego había pasado una larga noche y ahora se hallaba dormida descansando entre sus brazos.

Mujer mas bella… bueno si había pasado por su cama  pero mas intensa jamás (bueno por lo menos que el la recordara  jojojo) y por esto el pelirrojo dormía muy satisfecho, mas bien era como el niño cansado des pues de tanto “jugar”.

Si, esa mañana era como cualquier otra, pensó levantándose lentamente apartando de su carne bien formada de aquel pegajoso dulce de leche, para después encender un cigarro, fumarlo poco a poco, levantarse delicadamente y tomar una larga ducha, su ya convertido en ritual de purificación matutina, quitándose los besos, resucitando su pación y salir listo con su amor de nadie intacto para desojar otra flor.

Ya estaba como diario en la tina y solo se decía _….solo, solo, solo,… ¿solo?_  tal vez sonaría absurdo, si, el no estaba solo, tal vez será adicto al sexo (¿tal vez?? O.O) pero nunca estaba solo siempre encontraba la dulce compañía de las proporciones femeninas y se acababa la soledad, pues la compañía solo se trataba de sexo… ¿verdad?.

Además solo se trataba de gozar y valla que el gozaba pues había mas de tres semanas que se le veía con alguien diferente cada tercer día o algo así, pues el ni las contaba solo recordaba ciertos sonidos o cierto lunares, pero nada mas.

Todas las noches amaba con locura provocando el delirio femenino perfeccionando cada noche el arte del amor y adiestrando más y más sus dulces manos para provocar el suspiro a la primera caricia y el deseo más loco en la piel de la acompañante en turno.

Y por la mañana lo mismo, se levantaba, fumaba, y tomaba su ducha reconstructiva.

_¿que es estar solo?....._pronuncio mirando hacia el techo con su desnudes cubierta de agua caliente, buscando una respuesta que el sabia que no tenia, se podría decir el nunca estaba solo , además las mujeres rogaban por experimentar lo que les contaban del pelirrojo ardiente desde mujeres maduras hasta jovencitas y el se podía dar el lujo de escoger cual seria la “afortunada”.

Después de considerar que había reflexionado lo suficiente salió de la tina tranquilamente sin preocuparse de tapar su cuerpo, ¿pues que no había visto ella ya todo eso?, y salió con rumbo a la cuna del amor, pero al mirar vio que ya no había nadie, solo una nota de aquella mujer diciéndole su disfrute y dejándole la promesa de una próxima vez. Estaba frente a frente con el vacio, si, una cama vacía, una vida semivacía, platicando con el viento, por fin solamente de cara a la soledad, aquella que mata más, la que ya después del amor es la acompañante para conversar.

Hakkai se encontraba dormido tranquilamente entre sus sabanas, estaba sumamente cansado, pues toda la noche se la paso terminando su inventario de hierbas medicinales, así que solo quería dormir y descansar.

Todas las mañanas Hakkai se levantaba temprano, abría las ventanas, respiraba profundamente estirando los brazos y tomaba una corta ducha para despertar mejor y refrescarse para comenzar con el trabajo diario, que era asiar su casa, preparar el desayuno planear la comida y esperar a que los pacientes comenzaran a llegar , pues era como el doctor oficial del pueblo.

Pero ese día no,  era domingo y había trabajado muchas horas sin descanso así que el creía merecerse unas horas mas en la cama, después despertó como de costumbre pero ese día no era como todos dado que la melancolía lo invadía por la idea de que ese día era el aniversario luctuoso de su amada.

Hakkai miraba su casa… _vacía…_ se repetía, pero en fin, el no podía darse el lujo de la soledad pues estaba seguro que de un momento a otro algún cliente llegaría y de nuevo el no tendría tiempo de pensar en la soledad hasta el momento de dormir y no encontrar otro cuerpo a su lado.

Y así pasaron las horas cliente tras cliente y al final del ajetreo… el vacio, se recostó en su cama fatigado y cerro los ojos y poniendo su mano derecha sobre ellos para después soltar un gran suspiro… no era de amor ni desamor solo suspiraba por suspirar, suspiraba por la falta de algo, por la falta de suspirar… tal vez Hakkai pensaba de manera incoherente pero sorprendentemente esa era su lógica que lo llevaba a hablarse y encontrar el problema, y esta vez el problema era nada, si, la falta de alguien.

Pensaba en su esposa, pero ya no como antes ahora ya no lloraba cada noche y se la pasaba recriminándose, si no que mas bien era pagar su condena sirviendo a los demás y desgastándose un poco cada día, muriendo diario en silencio, estando firme y solo como la roca azotada por las olas que muere día a día desgastándose por el va y bien de mar.

Con estos pensamientos y lleno de amargura como hacia mucho tiempo no había experimentado, trago saliva difícilmente tratando de deshacer el nudo de su garganta y comenzó a derramar poco a  poco sus lagrimas, tratando de limpiar su alma , apagar la hoguera de su dolor lavar su amor par poder usarlo como antes, como la primera vez, con pasión y mas que nada con vida, si el símbolo de que no seguía muerto. Y repitiéndose estas palabras comenzó a emitir gemidos ahogados de dolor y a llorar cada vez mas y mas sintiendo todo y nada, perdiéndose en esa oscuridad que difícilmente comenzaba a cambiar a gris, convirtiéndolo en el niño que necesitaba de cariño en ese momento, implorando piedad al mundo, protección y mas que nada amor.

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Gojio estaba acostado en su cama, sorprendentemente esa noche no había tenido ganas de amar, bueno en si, si tenia y muchas, bueno las de costumbre, pero un dolor desconocido aprisionaba su corazón, sentía el pecho herido y una pesadez inmensa se apodero de su cuerpo.

No entendía por que pero en caso de cualquier enfermedad decidió solo estar acostado en su cama y mirar al techo y así de la nada y por nada solo dijo: _el amor…_se detuvo y subió su mano como para alcanzar el techo _el amor… yo soy un maldito  adicto al sexo…._ y serró su mano apretándola un poco como si estuviera enojado, pero ¿en verdad estaba enojado? Y si estaba enojado ¿Por qué?,  prosiguió:  _ a la única persona que ame… solo por ser ella… fue a mi madre…_ lentamente bajo la mano; la acomodo en su pecho y pronuncio: _intento matarme…._ y volteándose hacia su derecha pegándose un poco a la pared colocándose en posición fetal serró los ojos con dolor calmando sus sollozos y evitando llorar, después de todo su juramento era inquebrantable, juro no llorar mas por aquella mujer y así lo aria, mas que nada lo hacia por orgullo y por que quien sabe que intentaría hacer DE NUEVO  para quitarse ese dolor tan punzante, y con esto serrando los ojos y mordiendo su cobija con los dientes convirtió el dolor en ira y se quedo dormido momentos después.

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Hakkai no podía dormir, ya hacia un momento que había dejado de sollozar y no podía dormir.

Otras veces ya le había pasado y se quedaba dormido llorando como el chiquillo regañado pero esta vez no, ¿Por qué? Quien sabe, pero solo no podía dormir, el sueño se le fue y las cosas tormentosas, mas exactamente los recuerdos ya comenzaban a guardarse de nuevo en ese cofre oscuro del cual Hakkai habría solo de vez en cuando, sin momento ni lugar preciso; podría ser tanto en su casa como en el parque pero daba igual pues se aguantaba el recuerdo hasta estar solo con su triste compañía y así lavaba el recuerdo, pero ya era mucho ¿no? Pensaba, ¿cuantas lágrimas de su alma faltaban para secar su recuerdo? No lo sabía y es mas al parecer todavía falta, pues un rio no era necesario  el creía que incluso si daba su vida no bastaría.

Se paro lentamente de su cama dejo las sabanas entre su cuerpo y se dirigió a tomar un poco de agua (estaba desnudo XD), se paro enfrente de la mesita  tomo la jarra se sirvió agua y la bebió como si acabara de salir del desierto,  serró los ojos y volteo hacia el techo dejando caer un poco las sabanas que le cubrían su bien formado cuerpo, algo pálido pero sensual, algo delgado pero fuerte y algunos músculos marcados se veían por encima de las telas delgadas de aquellas sabanas que habían sido su única compañía nocturna desde hacia ya mucho tiempo, tanto que ya ni lo recordaba.  Aquellas sabanas lo recorrieron poco a poco mientras el miraba al techo, mientras tomaba su frente con una mano, después como una iluminación decidió bajar su rostro y quedo frente a frente con su espejo, que reflejaba lo que a el no le gustaba, si se miro triste, desolado, y su mano tapaba su ojo derecho mientras que por entre sus dedos caía suavemente su cabello  caoba que brillaba como cobrizo por la tenue luz de la luna que se asomaba por la ventana y en el ojo izquierdo se veía verde pero no de vida, aquella mirada seductora se veía sola, triste y desanimada sin brillo, totalmente gris como la de un muerto, si un muerto en vida _ ¿Por qué sigues vivo?_  Le pregunto al desconocido del espejo y aquella figura al verse cuestionada tan cruelmente soltó sus sabanas dejando su desnudes al descubierto y se tiro al suelo en cuclillas  para  comenzar a llorar amargamente, no se veía su cara puesto que se encontraba agachada pero se veían caer gotitas color plata una tras otra, ¿quien pensaría que algo tan hermoso doliera tonto?, su cabello salvaje y fino se movía un poco, como respuesta del temblor en el cuerpo esbelto de aquel hombre doloroso y jugueteaba mientras aquel hombre asía algunos movimientos lentos, torpes , como si la fuerza se hubiera escapado de aquel cuerpo tan estético para dejar ver aquellas gotitas de vida caer.

La mañana llego, como siempre y para variar, la vida continua se dijo Gojio, que ya estaba despierto en la misma posición en la que durmió y con los ojos abiertos mirando la pared sin querer levantarse ya que el cuerpo le pesaba, se sentía fatigado,  como tronco, pesado y la luz lo molestaba, el quería salir esa noche de casería (jojojo) pero al tratar de moverse ya no pudo y la idea de una linda mujer en su cama se desvaneció así de rápido como a pareció.

Se levanto poco a poco haciendo un gran esfuerzo y se acerco al lavabo, mojo su cara suave mente  recogiéndose un poco el cabello con la mano izquierda y abrió los ojos encontrándose con el mismo… frente al espejo, el agua caía lentamente de su rostro en un tono de frescura matutina, algunos mechones rebeldes y sensuales caían por su cara  dándole un toque mas erótico junto con algunas gotas traviesas que  caían por su pecho recorriendo sus músculos, acariciándolos (quien fuera ellas T.T).

_estoy pálido y creo que eso no es bueno_ se dijo contemplándose en el espejo y esta vez no se miraba y pensaba en lo sexy que era (narcisista jujujujuju) ahora se miraba las mejillas, la lengua y la garganta con un tono de desaprobación, sin ponerse atención, aunque se podría jurar que cada movimiento lo hacia premeditado pues le salía sensual y provocativo.

_tengo que ir con el…. medico_ y con estas palabras se seco la cara, se movió hacia un armario saco algo de ropa holgada y fresca  para que no le incomodara y después de tomarse su tiempo al cambiarse salió con rumbo hacia la casa del doctor del pueblo.

Hakkai ya estaba despierto contemplando el sol con una sonrisa cotidiana además solo esperaba a los enfermos pues ya había terminado de hacer sus quehaceres diarios desde muy temprano, después de todo no había dormido nada el ojiverde y tenia que hacer algo para sentirse libre, y se puso desde antes de que saliera el sol a preparar todo para su nuevo día.

El insomnio y el llanto lo tenían exhausto y se movía lento como de costumbre pero de manera mas descuidada y solo estaba con la mirada perdida en el pasto y las plantas del jardín, no pensaba en nada, estaba como ido, y es mas no quería pensar nada ya había sido suficiente lo de anoche y no quería que se repitiera y mucho menos enfrente de sus pacientes, es mas de cualquier gente pues nadie savia nada ni debía de saberlo además su sonrisa diaria no lo delataba aunque ciertas marcas rojizas en sus muñecas lo podían delatar  y el no quería revelar sus automisidas intenciones de ninguna manera pero aquellos estigmas de dolor no se notaban tanto pues con un aceite que se aplico solo habían quedado algo rojas casi  como el piquete de un mosquito, así que estaba fuera de peligro que su pequeño secretito se delatara.

El pequeño cancel de aquella casa pulcramente arreglada se abrió lentamente y sin rechinar , sin emitir ningún signo de haber sido abierta, los pasos lentos de aquel hombre se dibujaban por aquel caminito que llevaba directamente a la puerta de la casa, después el timbre,  el dueño de aquel santuario de sanación  se dirigió hacia la puerta abriéndola lentamente y calmando sus pensamientos, poniéndolos en blanco para atender eficientemente al enfermo de manera calurosa, soltando una sonrisa hipócrita para poner de buenas al paciente, y por su parte el paciente sonrió por compromiso, una cortesía olvidada hecha solo para mujeres y matarlas con su trato de Casanova experto en el amor.

Ambos soltaron un _hola…_ uno lo dijo muy caluroso casi tiernamente y el otro simplemente por costumbre y como el inicio de algo que quería terminar rápidamente. Se miraron un tiempo calmadamente y sin decir palabra, si, hacia tiempo que se habían conocido pero nunca se dieron a la tarea de hacer del encuentro una amistad, una, por sus caracteres tan diferentes y dos, por que uno solo salía de noche y el otro solo de día, sin mencionar el pequeño acontecimiento pasado.

_y… ¿Cómo has estado pelirrojo?_ le cuestiono para iniciar una conversación formal.

_ Bien hasta hoy… no es obvio… enfermero…_ le replico este al ojiverde y un ambiente algo tenso apareció, si; esta era la razón numero uno, ambos desde que se conocieron se hablaban así y  todo por que un día al doctorcito se le ocurrió inyectarlo sin su consentimiento y por encima de la ropa (jojojojojojojo) así que el pelirrojo hacia todo lo posible por no enfermarse, además al doctor nunca se le grabo su nombre y le decía pelirrojo, mientras que este por su parte y en afán de venganza le llamaba enfermera.

_ Ya dame una buena dosis y déjame largarme de tu cueva…_ término de decir el pelirrojo en tono casi amenazante y con algo de arrogancia pues consideraba que la “enfermera” no merecía ni sus atenciones.

_esto no es una droguería, ni una cueva y no te puedo recetar nada si no se que tienes_ le contesto con algo de alegría y con tranquilidad ocultando sus sentimientos de… enfado o algo así.

Y el otro por su parte se metió a la casa sin pedir permiso y sentándose en la cama de consultas insinuantemente, abriendo los pies, apoyando su peso con una mano detrás de su espalda y con la otra abriéndose los botones de la camisa pronuncio:

_estoy listo para mi revisión a fondo “enfermera”_ dijo en tono burlesco y guiñando un ojo aparte de acariciar su pecho insinuantemente, mordiéndose un labio y enfatizando el “enfermera”(que sexy¡¡¡ impúdico XD).

_basta de tus obscenidades pelirrojo…. Siéntate bien para examinarte_ le contesto mirándolo con una sonrisita de muérete y prosiguió la consulta sin hablar, le tomo el pulso, la presión escucho sus pulmones, miro su lengua, garganta, ojos y oídos y se paro lentamente para ir a un estante.

_ Ya se lo que tienes…. Tu…_ y antes de terminar la frase al retirar un frasco de un estate, unos 20 frascos más se cayeron de la estantería, y una madera que hacia de repisa se rompió por la fuerza que Hakkai puso para detenerse, pues sintió vértigo y se callo directamente al piso.

Gojio al ver tremenda escena se aterrorizo y pensó que en una de esas se le paso la dosis y ya se había muerto (XD). Se levanto de la cama lo mas rápido que pudo y se acerco al cuerpo que ya se encontraba en el piso y respiraba lentamente en una entrecortada respiración casi invisible que Gojio solo pudo sentir al poner su oído cerda de la boca de Hakkai, pues el no savia nada de primeros auxilios. Lo movió y lo acomodo en el piso pero pensó que no seria correcto dejarlo ahí y además así no podía ayudarlo en nada , así que después de mucho pensarlo lo tomo entre sus brazos y lo cargo para colocarlo suavemente en la cama con un movimiento rápido, después de todo ya tenia experiencia (jojojojojojo).

Hakkai no sabia que le había pasado, solo sintió un mareo y un dolor en el pecho y después… nada… solo una piel muy cerca de la suya, una respiración cálida, algunas caricias en su cabello y algo húmedo en su frente que justo después de sentir le provocaron despertarse. Abrió los ojos lentamente y con dificultad, no movió ni un musculo simplemente no podía.

_ ¿que paso?...._ Pronuncio my lentamente y en tono bajo.

_ Yo no se, aquí la enfermera eres tu…._ le respondió rápido y con una sonrisita casi imperceptible en l rostro.

_ jajaja_ contesto Hakkai _  Ya no aguanto mi cuerpo…_ y serró los ojos con una sonrisa triste pensando: ya hasta mi cuerpo quiere dejar de funcionar….

Gojio se sentía perturbado por esa sonrisa por una razón que no entendía, era como una opresión en el pecho, como una llamada de alerta, así que aunque quería no pregunto nada, no le pareció prudente y por lo tanto intento quitar la pesadez en el aire que se respiraba y dijo.

_ Mira nada mas que enfermera tan descuidada… ¿ya viste lo que asiste?_ y apuntó al montón de frascos tirados en el suelo_ pobres de los pacientes que necesitaran esas medicinas, morirán por tu culpa_ se rio levemente_ bueno aunque me parece sorprendente que  no te haya pasado nada y me alegra que no te haya pasado nada…_ Al pronunciar esta ultima frase un escalofrió lo invadió, en realidad no supo por que pero sintió que había dicho algo malo, comprometedor o algo así… pero al reflexionar rápidamente se puso a pensar que esta era una frase de cajón , si de esas que la gente dice por mero compromiso así que pensó que Hakkai no le había prestado atención además la expresión de calma le dio la seguridad de esto.

Hakkai por su parte se sorprendió y confundió enormemente, esa frase ya la había escuchado muchas veces pero nunca la había escuchado así…. Fue algo extraño y bueno, sintió que su alma se detuvo de esa caída constante que creía cada vez mas profunda, se sintió feliz y salvado además la calidez invadió su cuerpo ¿seria por que en ese momento necesitaba mas que nunca que cualquier persona lo tomara en cuenta, pensara en que su vida era valiosa y que le dijera una frase así?, quien sabe pero el ojiverde solo acepto la calidez y dejo de pensar para no comenzar a deducir cosas incoherentes que lo trastornaran.

Gojio se quedo mirando al ojiverde que estaba acostado y vestía un pantalón negro y una camisa café oscuro que resaltaba lo verde de sus ojos y que  además lo  hacia lucir sexy ya  que esta estaba algo desabrochada y desfajada y parecía jugar en su cuerpo acariciándolo divertidamente. El pelirrojo  lo miraba detenidamente pero discretamente mientras Hakkai permanecía con los ojos serrados respirando ya normal mente sin darse cuenta de las miradas que le hacia el Pelirrojo, ya después de un rato de permanecer así Gojio se percato de que eso no era normal, ¿Cómo era posible que viera a un hombre así? Es que mas bien pensaba que le tenia lastima, se decía para tranquilizarse y era por eso que lo observaba pero al final cuando se detuvo en su cara y hakkai abrió un poco los ojos , se encontraron sus miradas y Gojio sintió un vuelco en el pecho pues los ojos de Hakkai brillaban de una forma intensa y sabe…. llena de un algo que lo hizo tragarse un suspiro, Hakkai lo miraba como de reojo con esa mirada enigmática y el no sabia que hacer solo lo miro y pensó algo como ¡que fascinante! Y por esta razón aunada a los sentimientos dulces, suaves, profundos y diferentes que sentía en todo su cuerpo supo que eso estaba mal…. Incluso al pensar mal se corrigió y dijo que solo era extraño en el.

_ la estantería esta hecha un traste…_ pronuncio abruptamente el pelirrojo. _yo podría arreglarlo por ti… claro a cambio de que me des las medicinas…._termino de decir tranquilamente volteando el rostro para ya no ver los ojos de aquella figura recostada.

_ A mi parece bien…. Tus medicinas son un frasco con un etiqueta verde…._ y le indico con la mano un frasco que estaba en la parte que estaba bien de la vitrina._ solo tienes principios de un resfriado así que no te preocupes_ termino de decir.

_ Esta bien…_ se levanta y toma el frasco_ Vendré mañana a reparar eso, así que ni te levantes descansa y mañana vemos…. a por cierto me tomare la molestia de poner el letrero de cerrado enfermera_ termino de decir volteando levemente hacia su interlocutor y sonriéndole.

_Me parece bien pelirrojo, te tomas una pastilla horita y la otra antes de dormir y mañana estarás bien….._ y diciendo esto cerro los ojos para dormir mientras que Gojio lentamente salió del consultorio colocando el letrero y yendo felizmente, por una razón que no comprendia asía su casa.