Gojio regreso al día siguiente y al siguiente y al siguiente… le ayudo a arreglar la repisa de las medicinas y al terminar Hakkai le salió con un nuevo problema en la casa, así que el sin negarse y no sabiendo por que no se le negaba, continuaba arreglando las cosas y pensaba: _ni que no pudiera hacerlo el_ pero al final se quitaba esos pensamientos de su cabeza trastornada y terminaba diciendo que el no tenia tiempo pues se debía a sus pacientes y por ello mejor le echaba una mano. Por su parte hakkai le pagaba y aparte le cocinaba y le surcia la ropa rota que traía, lo mejor de todo era la comida pensaba Gojio después de todo no era tan malo comer comida casera echa con “amor” como el le decía, de ves en cuando.
Esa situación era algo extraña, se hablaban como si se conocieran de siempre y a pesar de que ambos habían olvidado ya sus diferencias de ves en cuando salían a relucir y no se dejaban de llamar enfermera y pelirrojo respectivamente además aderezándolo con frases del momento como: pelirrojo pervertido, cuando este se la pasaba de “coqueto con sus pecientas” y el otro le decía: enfermera, o pareces colegiala, o la mama del mundo y cosas así.
Pero a pesar de todo esto que era mas bien un juego entre amigos que se aprecian, se la pasaban muy bien juntos, ya eran diarias las vicitas de Gojio a hakkai, ya se conocían mas, convivían mejor, se contaban cosas y comenzaron a sentirse bien cada día que pasaban conviviendo desde que amanecía hasta antes de anochecer que era cuando Gojio regresaba a su casa, así pasando una semana, dos, un mes, dos meses y ellos seguían cultivando su amistad. Además Gojio tenia todo ese tiempo sin acostarse con alguna alma nocturna , pues sus hábitos vampirescos se veían truncados por el cansancio y por lo mas extraño que le ocurrió una noche que salió de su casa y se fue a un bar a jugar cartas y se encontró con una mujer bellísima que le tomo mucha atención desde que lo vio y este por su lado al final y ya apunto de llevarla a la cama, sintió algo extraño y los besos de aquella mujer que ya se regaban en su piel, no los sentía placenteros y los besos y caricias que el propiciaba le parecían huecos carentes de emoción y decidió decirle que se encontraba un poco enfermo y que comenzó a sentirse mal para dejarla y terminar durmiendo solo.
Hakkai por su lado ya no se deprimía por las noches y ya no seguían pasando esos sentimientos oscuros por su cabeza, tal vez seria mucho decir que intento atentar contra su vida unas dos veces a lo largo de este tiempo pues se la pasaba bien y las pesadillas estaban desapareciendo aunque ese miedo al espejo no desaparecía, así que solo lo ignoraba y ya no le provocaba esos sentimientos y emociones , haciendo sus mañanas tardes y noches placenteras y aun mejor disfrutaba la compañía de alguien que el podía llamar por primera vez su amigo y el cual lo hacia sentir tremendamente bien y cálido por dentro, como si algo que estuviera apagado mucho tiempo dentro de el se hubiera encendido de nuevo llenándolo de vida.
XDXDXDXDXXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXDXUn día de tantos Gojio llego a casa de Hakkai, tomando el desayuno juntos platicando de cosas cotidianas de la vida en una ambiente que ya era cotidiano con la alegría cotidiana desde que Gojio por primera vez había ido a ese consultorio a arreglar los estantes (me trauma la palabra “cotidiana” XD jajajaja).
Ambos comiendo y degustaban casi de la misma manera y un no se que se apoderaba del ambiente, esto hacia que se sintiera una armonía tan extraña y la alegría se asomaba espontáneamente entre las palabras y los gestos de estos dos amigos.
_ Gojio…. Te gustaría cenar esta noche aquí en mi casa…._ le pregunto de manera rápida y sin previo aviso el ojiverde, provocando la sorpresa total del pelirrojo dejándolo sin palabras y que por alguna razón le hizo temblar tirando el tenedor que sostenía entre sus dedos, además y lo mas importante… ¡lo llamo por su nombre¡ y eso era extraño además el tono también lo espanto.
_ Me gustaría agradecer tu ayuda con una cena que no tenga nada que ver con trabajo ¿te parece bien?...._ termino de decir y cerro los ojos con mucha tranquilidad mientras que sonreía con nerviosismo aunque no lo proyectaba.
_ ¿y que me aras de cenar enfermera?, _le contesto el pelirrojo cerrando levemente los ojos haciéndole una mueca de seducción y mirándolo como el animal que acecha a su presa, retomando el tenedor que había dejado caer.
Hakkai por su parte al sentir esa mirada, junto con la respuesta no supo ni como reaccionar, además ni el mismo sabía como pudo haber hecho aquella proposición, ya había pensado como pero en todas se auto censuraba y le parecía mala idea invitarlo.
_ Es una sorpresa… no sabias que lo que se da a desear resulta ser mas placentero al probarlo…_ le contesto de una forma que ni el se creía mirando hacia un lado de reojo y con ese coqueteo casi imperceptible que lo caracterizaba.
Gojio trago saliva, cielos ¿Qué demonios había sido eso? De un momento a otro una conversación de rutina se había convertido en un juego de cortejo extraño pero que le fascino, era como poner a prueba sus habilidades y un escalofrió in perceptible pero delicioso lo recorrió de pies a cabeza.
_ estaba bien… pero no me hagas esperar demasiado o tendré que buscar por otro lado…_ le pronuncio lentamente dejando de lado el tenedor que sostenía y cruzando sus manos encima de la mesa apoyando se barbilla en ellos.
El lugar se sumergió en un silencio profundo haciendo que en aire se sintiera cierta electricidad, que no les molestaba al contrario, fingían que nada pasaba y continuaban comiendo hachándose miraditas de conquista el uno al otro, además independiente de lo que pensaran de si estaba bien o mal ambas habían comenzado un juego que les encantaba y no se ponían a pensar en nada mas después de todo ¿Qué mas podía pasar? Solo era un juego ¿verdad? Y no había nada de fondo… o tal vez ambos ya tenían sentimientos ocultos.