AVENTURA EN LA NIEVE I
By AthenaExclamation67
Todo sucedió muy deprisa, ¿un calentón?, quizás, al ver a Shaka en la nieve, sentí una ganas locas de poseerle. Lo llevé a un lugar apartado, lo apoye contra un árbol y allí mismo lo hice mío.
Acerqué mis labios a los suyos para compartir su aliento, lentamente, los saboreé, me deleité con su delicioso sabor a miel, degustando hasta el último rincón de esa cavidad tan sabrosa. Repasando con mi lengua cada parte de ella.
¡Aioria! ¿Qué haces? exclamó. ¿Acaso te has vuelto loco?
Solo me dijo eso, después salió corriendo de allí, dejándome más solo que la una.
Fin
AVENTURA EN LA NIEVE II
By AthenaExclamation67
Aioria…
Saliste corriendo después de que te besara, cuando estaba regalándote aquel suculento beso…
- ¿Qué haces, acaso te has vuelto loco? – me dijiste antes de marcharte.
No me diste tiempo a contestarte – si loco por ti mi amor – pensaba mientras trataba de alcanzarte.
No llegaba a darte caza cuando desapareciste de mi vista y tuve que parar en seco para pensar hacia dónde buscarte.
Shaka…
- ¡Ese loco degenerado! – renegaba - ¡¿Cómo se le ocurre, aquí, en medio de la montaña, en la nieve?!
Seguí corriendo mientras él me perseguía y cuando se despistó por un momento conseguí darle esquinazo. Me oculte detrás de un árbol mientras trataba de recuperar mi aliento que resonaba exaltado.
No podía creer lo que estaba sucediendo, Aioria, siempre a sido algo atrevido, bueno vale, es un pervertido, me hace unas cosas a veces que…
Pero como me gustan, no voy a negarlo, sería engañarme a mi mismo…
Estaba exaltado, respiraba muy rápido y la verdad, no se como, pero venían constantemente a mi memoria los recuerdos e imágenes del beso que acababas de darme.
Cuando con tus manos tomaste suavemente una de las mías llevándome hasta un lugar apartado para después apoyarme contra un árbol. No podía dejar de mirarte fijamente, hasta que uniste tus labios a los míos mientras acariciabas mis mejillas completamente sonrojadas. El calor que sentí, la vergüenza que me dio…
- ¡Ah, no! – deje escapar de mis labios - ¡No puede estar pasándome esto!
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Shaka estaba avergonzado, todos esos recuerdos y sensaciones hicieron que su cuerpo reaccionase y una llama se encendió dentro de él.
Su sexo empezaba a hincharse y no podía detenerlo, estaba muy excitado y necesitaba calmar su cuerpo.
- ¡Ah, Aioria! – decía - ¿Por qué me haces esto?
Con sus manos empezó a frotar el bulto de su entrepierna por encima del pantalón, cada caricia que el mismo se daba mientras recordaba el beso, empeoraban su situación y el pantalón ya mostraba un miembro erecto que clamaba por salir al exterior.
No muy lejos de allí, Aioria seguía buscando a Shaka, necesitaba encontrarlo, nunca se hubiera perdonado que algo le pasase.
- ¡¿Ah, así que estás ahí?! – pensó cuando vio un hermoso mechón rubio asomar detrás de un árbol. – A ver como puedo disculparme…
Aioria se fue lentamente hasta el lugar mientras pensaba su disculpa.
- ¡Ejem…! – exclamó al observar a Shaka en aquella postura y tocándose por encima del pantalón con mucho empeño.
- ¡Aioria! – se sorprendió - ¿Cuánto tiempo llevas ahí? – preguntó avergonzado.
- El suficiente – respondió y le lanzo una mirada lujuriosa – deja que te ayude Shaka…
- ¡Dioses! – exclamó – pensarás cualquier cosa de mi, primero te rechacé y luego…
No le dejó terminar la frase, atrapó los labios de Shaka con los suyos hasta dejarlo sin aire, aquel beso que había empezado antes y que no le habían dejado terminar.
Separó las cálidas manos de Shaka del lugar en el que se encontraban y puso la suyas en él.
Shaka gemía tratando de articular alguna palabra, pero estaba demasiado excitado para poder hablar.
- Mmmm… Aioria… - jadeaba Shaka mientras colocaba sus manos en el cuello del león travieso.
Aioria abrió el botón y el cierre del pantalón para hacerlo caer sobre la nieve y dejando ver una maravillosa erección bajo el slip. Y despidiéndose de sus labios descendió hasta ella para empezar a recorrer con los labios aquella delicada parte del cuerpo Shaka.
Ni la nieve, ni el frío les importaba, solo deseaban disfrutar ese magnifico momento.
Mientras Aioria degustaba el miembro de Shaka como si fuera una paleta, este tuvo que agarrarse al árbol en el que se apoyaba ya que por la excitación empezaban a fallarle las piernas.
Aioria tremendamente excitado, dejó de deleitarse con el endurecido pene de Shaka y siguió un poquito más allá humedeciendo su entrada que se contraía en espasmos divinos para él, tenia la sensación que le llamaba.
Después de dejar la zona humedecida y bien preparada, tomo con delicadeza una de las piernas de Shaka dejándola apoyada sobre su antebrazo y comenzó a penetrarle suavemente, con cuidado, lenta y placentera para ambos. Aioria continuaba con su vaivén como si se tratara de un baile, cuando…
- ¡Arghhh! – exclamó Shaka - ¡Una ARAÑA!
El árbol sobre el que estaba apoyado Shaka estaba lleno de bichos y Shaka inconscientemente rodeo a Aioria con su pierna libre que lo atrapó en el aire. Sin darse cuenta, su miembro entró completamente en él como un puñal cuando atraviesa a su victima.
- ¡Ahhhh, Shaka! – gimió Aioria – que harás que…
Ya era demasiado tarde, al sentir el cuerpo de Shaka abriéndose para él le hizo que acabara y cayeron al suelo cubierto por la nieve.
- ¡Hay, quítamela, QUITAMELA! – gritaba Shaka mientras pataleaba como un niño en la nieve.
Aioria se vio tentado mientras Shaka saltaba y pataleaba sobre sus piernas y lo beso e hizo así que callara.
- Ya esta… - dijo al tiempo que sacaba la araña de sus rubios cabellos.
Volvió a besarle para tranquilizarle y agarró su endurecido sexo comenzando a masturbarle. Shaka estrecho el abrazo, preludio que el clímax llegaba vertiéndose sobre la mano de Aioria.
- Mmmm… - suspiró Aioria al sentir el calor de la semilla de Shaka sobre su mano – eres más bruto, mira que asustarte por una arañita de nada.
Ambos, arreglaron sus ropas y cuando llegaron al hotel…
- ¿Qué tal el paseo muchachos, les gustó? – pregunto Shion.
Shaka se puso rojo como un tomate y Aioria, simplemente se rió. Evidenciando lo que podía haber pasado en las montañas blancas, frías, nevadas…
- ¡Hay que ver! Son todos unos salidos…- Añadió Shion.
- ¡A ver si no hablamos tanto, acaso tu con Dohko solo paseas, no lo niegues, todos te hemos visto!- Espetó Shaka.
El chico, tuvo que salir corriendo por la osadía de contestarle al Patriarca que casi lo cocina frito, mientras Aioria se reía por la imagen, pero pronto se vio también perseguido.
Fin…