Título: “Mi Único Amor”
Personajes: Harry Potter/Severus Snape
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de JK Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos.
Advertencia: Este es un universo alterno, los personajes se escaparon del Potterverso y aceptaron ser protagonistas de esta historia en un mundo sin magia.
Adaptación de la novela de Bárbara Cartland
Capítulo 2. Graduación
Aquel último mes de junio había transcurrido con tanta rapidez que apenas tuvo tiempo de resolver todos los asuntos relacionados con sus negocios en la ciudad. El que Harry terminara sus estudios y diera comienzo a sus primeras vacaciones libre por fin de aquellas obligaciones de estudiante, habían significado para él un esfuerzo extra, pues había regresado a visitar a Harry varias veces y mientras más lo conocía, más le agradaba, pero aquello no era extraño, notaba en el chico mucho del carácter de su madre; del padre tenía físicamente todo, exceptuando lo ojos que eran igual a los de Lily, le resultaba un verdadero placer mirar aquellos ojos que irradiaban felicidad.
Severus nunca le había dado real importancia a lo que había hecho por Harry al solicitar su custodia cuando el chico tenía once años, ahora que tenía la oportunidad de tratarlo finalmente, comprendía que ese gesto que él había juzgado no muy importante, le había transformado la vida a un niño. Ahora se preguntaba que hubiese sucedido con Harry de haber seguido viviendo con aquellos tíos que lo maltrataban, sería a caso un chico resentido con el mundo y la vida, y, por lo tanto, un potencial candidato a la drogadicción y alcoholismo tal como les sucedía a tantos muchachos hoy en día.
La ceremonia que ponía término a los estudios de los alumnos en el internado siempre se había caracterizado por ser sencilla, como ésta coincidía con la llegada del verano se realizaba en los jardines y no en el Auditorio. Acudían sólo los parientes más directos de los alumnos, generalmente los padres. Harry siempre había sentido algo de tristeza al pensar en el día de su graduación, él no tenía a nadie, siempre había estado muy seguro que sería el único alumno de esa promoción que al concluir la ceremonia nadie acudiría a felicitarlo como a sus demás compañeros.
Pero esa preocupación que le había perseguido durante años había cambiado de golpe en las últimas tres semanas, Severus lo visitó con frecuencia esos días, aquello le daba a Harry la certeza de que le agradaba al hombre, más aún, Severus realmente se interesaba por todo lo que se relacionaba con él. Durante aquellas visitas habían hablado de muchos temas, pero sobretodo habían hablado de Lily Evans, la madre de Harry, cosa que el muchacho agradecía mucho, su tía jamás hablaba de su madre a no ser que fuese para decir algo desagradable respecto de ella. Por tal motivo esas conversaciones con Severus se convirtieron en una de las mayores alegrías para Harry.
En una de aquellas tantas visitas y faltando apenas unos días para la graduación, Harry deseaba pedirle a Severus que asistiera, pero sabía que aquél hombre era una persona muy ocupado y con grandes obligaciones. Severus tenía cierta idea ya del asunto de la graduación, pues lo había conversado con Albus Dumbledore, el director le había comentado como de pasada que a Harry no le entusiasmaba mucho su graduación debido a que nadie asistiría a ella.
─Harry si existe algo que desees pedirme… no dudes en hacerlo.
─Bueno yo… yo quería… yo sé que eres una persona con muchas obligaciones… y que estás muy ocupado…
─Harry me sentiré muy honrado de que me invites a tu graduación ─dijo Severus sonriendo divertido
El chico lo miró medio confundido, pero feliz.
─¿De verdad te gustaría venir?... es decir ¿puedes?
─Por supuesto… no me perdería tu graduación por nada del mundo.
Harry en un arranque de espontaneidad, como el que tuvo el primer día que se había encontrado con Severus en la oficina del director, se lanzó en los brazos del hombre que lo acogió sonriente, menos asombrado que la primera vez, pero sí más perturbado y por razones que estaba seguro eran muy diferentes a las que lo invadieran aquel primer día. En aquella ocasión le había avergonzado no recordar a Harry, su turbación de ahora nacía de un sentimiento muy diferente al de tres semanas atrás. Luego de un instante de prolongar ese abrazo Harry se apartó con una sonrisa radiante en los labios.
─Harry… me recuerdas tanto a tu madre… ella era igual que tú… espontánea, cariñosa, alegre…
─Severus… ¿puedo hacerte una pregunta?... pero no vayas enojarte.
Sin saber muy bien por que el corazón del hombre se aceleró.
─¿Enojarme?... ¿Por qué haría eso?
─Es que… es una pregunta difícil ─dijo el chico
El corazón de Severus pareció latir más a prisa todavía.
─¡Ah!... entiendo… bueno… te prometo que aunque tu pregunta sea muy difícil responderé sinceramente y además no me enojaré.
─¿Estás seguro?
─Sí, completamente.
─Bueno yo quería saber… pues… ¿Estuviste enamorado alguna vez de mi madre?
Severus quedó algo sorprendido por la pregunta, no la esperaba y lo cierto era que se le hacía algo dificultoso explicarle a un chico tan joven, que había vivido en un mundo tan limitado, primero por sus tíos y luego por las paredes de un internado, que él no se enamoraba de las mujeres como se suponía que debía ocurrir, sino que siempre, desde que era adolescente había sentido atracción por los muchachos.
─Harry… tu madre… Lily… era una persona maravillosa, encantadora, pero siempre la quise sólo como amiga… casi como una hermana.
─Ah… entiendo… eso significa que a mí me vez así como un hijo ─dijo Harry con toda la inocencia del mundo
Otra vez Severus sintió algo de vergüenza al oír aquello, porque a pesar de no había pensado ni un instante en Harry como alguien por quien pudiera llegar a sentir atracción, tampoco podía verlo como un hijo o un hermano pequeño a pesar de llevarle veinte años de ventaja.
─Bueno Harry yo te veo principalmente como lo que eres… el hijo de mi gran amiga Lily.
Harry sonrió de forma extraña.
─Eso significa que… podrías llegar a quererme mucho.
Ahí estaba otra vez ese sentimiento de extraña turbación que le despertaba de vez en cuando Harry. Sin darle una forma muy definida a ese pensamiento, sin duda sabía que podía ocurrir que llegase a querer mucho a ese chico; el asunto era saber que sentimiento más concreto sería ese ¿Cariño de amigo? ¿De padre? ¿De hermano o de hombre? Le preocupaba que sus sentimientos se decantaran por lo último, Harry era demasiado joven, inocente, no sabía nada de la vida, mucho menos sabría del amor. Por otra parte lo más lógico era que al chico le atrajesen las muchachas, era lo natural, aunque parecía que nunca había tenido contacto con chicas. A eso se sumaba el hecho de que él era un hombre demasiado experimentado, podía decirse que ya estaba “contaminado” en cambio Harry era puro, de eso no tenía duda.
─Harry la verdad es que ya siento mucho cariño por ti.
─¿De verdad?
─Sí… así es.
─Nunca antes alguien me dijo algo así… la verdad es que nunca nadie me quiso ─dijo de pronto Harry con tono triste
Esta vez fue Severus quien no se pudo controlar y abrazó al chico, le dolía que se sintiera así, era un sentimiento tan similar al que él había experimentado tantas veces.
─Harry… sí hubo quienes te amaron con todo su corazón, tus padres, y estoy seguro que de haber estado en sus manos evitarlo jamás te hubiesen dejado.
Harry abrazó más fuerte a Severus.
─Harry sé que no es fácil… pero te ruego que hagas un esfuerzo por evitar lo que te causa dolor… ahora en adelante yo te cuidaré… estaré contigo siempre… y soy sincero cuando digo que me importas y que te quiero.
Harry cerró los ojos, mientras lágrimas de felicidad rodaban por sus mejillas, su corazón latía emocionado al oír a Severus decir aquellas cosas, daba las gracias a Dios por haber puesto a ese buen hombre en su camino.
La pregunta de Harry, sobre si había amado a su madre no era del todo antojadiza, en los pocos días que tenían de conocerse habían conversado sobre Lily, pero jamás hablaban de su padre, de James, Harry sabía que no podía ser que Severus no conociera al hombre con el que se había casado su mejor amiga, por eso le había asaltado la repentina idea de que tal vez habían rivalizado por el amor de su madre y esa fuera la razón por la que Severus no mencionara jamás el nombre de su padre. Ahora sabía que el motivo no era ese, debían haber otros motivos, pero cuales serían se preguntaba Harry. A pesar de que esto le intrigaba mucho no creía que fuera el momento apropiado para hablar de eso, lo dejaría para más adelante, después de todo tendrían todo el tiempo del mundo para seguir conociéndose.
─Harry… estaba pensando en invitar a un buen amigo mío a tu graduación… ¿no te molesta verdad? ─dijo Severus
─No… no me molesta… si es un buen amigo tuyo también lo será para mí.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
Aunque parecía que jamás sucedería, llegó el día de la graduación de Harry. La celebración se efectuaría en el jardín bajo unos frondosos árboles donde se habían dispuesto dos grupos de sillas, unas para los muchachos que terminaban su epata de estudiantes y daban su adiós a la escuela que los había formado, y las de sus invitados.
Harry ocupaba un puesto casi en la última fila ya que habían sido sentados por orden alfabético, desde su puesto varias veces intentó hacer contacto visual con Severus, pero le fue imposible ubicarlo en medio de la gente. Por un breve instante pudo ver que el hombre de cabello negro se levantaba de la silla, le hizo un gesto de saludo con la mano para que él supiera que estaba presente como había prometido, después de esto el chico se quedó más tranquilo. Junto a Severus había un hombre rubio que miró a Harry con cierto interés, Harry supuso que se trataba de ese amigo del que habían hablado unos días antes, pero como para el chico lo importante era la presencia de Severus debido a eso no miró más que una vez al hombre que se encontraba junto a él.
La ceremonia no fue muy diferente a lo que eran las graduaciones en sí, discurso preliminar, entrega de diplomas a los graduados, discursos al cierre del director y de un alumno en representación de todos los demás. Harry luego de saludar a todos sus compañeros, buscó entre la gente que se mezclaba, a Severus, cuando lo vio, una vez más se lanzó en los brazos del hombre agradeciéndole su presencia allí, la emoción vivida le hizo olvidar un poco su buena educación y no recordó saludar al hombre rubio que permanecía algo apartado mirándolos a él y a Severus con curiosidad. Sólo hasta que Severus llamó su atención sobre el hombre rubio Harry no se fijó en él.
─Harry… quiero que conozcas a mi amigo… Lucius Malfoy.
Harry se sintió algo incomodo ante la mirada de aquel rubio, parecía que lo desnudaba por completo, algo tímido tomó la mano que Lucius le tendía con una encantadora sonrisa.
─Es un placer… Lucius Malfoy… para servirte.
─Mucho gusto señor.
Aquel chico medio tímido y con unos impresionantes ojos verdes dejó a Lucius alucinado, tanto que retuvo la mano de Harry más tiempo del conveniente en una presentación.
Pero Severus salvó a Harry de la incomodidad apartando un poco al chico, por lo cual Lucius se vio obligado a soltarle la mano.
─Harry… la graduación fue muy hermosa… Lucius y yo recordamos la nuestra… que fue hace bastante tiempo ─dijo Severus mirando inquisitivamente a su amigo como para recordarle que habían dejado de ser muchacho
─Severus no hables así… Harry creerá que somos casi unos ancianos que pronto necesitaran un bastón para caminar ─dijo Lucius sin despegar su vista del chico de ojos verdes
Harry no pudo evitar sonreír ante el comentario de Lucius, iba a decir algo, pero se vio interrumpido ante el llamado de sus compañeros, se disculpó con los dos hombres mayores y se acercó al grupo de muchachos que le hacía señas para que se acercara.
─Dime de dónde sacaste a tan exquisito muchacho… lo tuviste oculto en la escuela todos estos años y no me dijiste pensé que éramos amigos.
─Primero no lo tuve oculto, lo traje aquí cuando tenía once años, estabas de viaje cuando sucedió, si mal no recuerdo con aquel… como se llamaba el modelito italiano… Giovanni…
─¿Cómo te acuerdas?... a mí se había olvidado.
─Porque me acuerdo… pues se paseaba desnudo por tu apartamento cuando yo estaba de visita.
Lucius rió complacido.
─Ah… es cierto también lo había olvidado ─dijo Lucius
─Así es como te gustan a ti… escandalosos y desinhibidos… a Harry ni se te ocurra mirarlo… no será uno de tus conquistas te lo aviso desde ya.
─¡¡Uyyy!!... amigo mío, esa advertencia me asusta… será que tienes miedo que te lo quite.
─No digas tonterías… Harry es un niño aún… además es el hijo de mi amiga Lily Evans.
─¿Y eso qué?
─A diferencia tuya a mi todavía me queda algo de moral.
─Tendré un inmenso placer de recordarte esta conversación en unos meses más… cuando tengas al muchachito en tu cama amigo mío.
─Eso nunca sucederá ─dijo Severus tajante
Guardaron silencio pues vieron que Harry regresaba hasta ellos.
─Severus… mis amigos me preguntaban por ti… querían saber si eras mi tío o algo así.
─Estoy seguro que a Severus le encantaría ser tu tío ─dijo Lucius con tono mordaz del que Harry no se percató
─Me sentiré muy honrado de que me consideres como tu familia Harry ─dijo Severus mirando algo burlón a Lucius mientras abrazaba a Harry.
Lucius no se creyó en lo absoluto las palabras de su amigo, Harry era a su parecer un muchacho muy atractivo, inocente, encantador y algo le decía que su amigo no podría sustraerse a las cualidades del chico, más temprano que tarde acabaría enamorado, y eso sólo sucedería porque nunca su amigo había conocido a alguien como Harry, él tampoco, pero a diferencia suya Severus tenía un corazón demasiado romántico aunque no lo demostrara.
Debido a que la escuela era un internado sólo para chicos, no se realizaba baile de graduación, por eso se invitó a todo el mundo a un almuerzo que se servía al aire libre. Harry invitó a Severus y Lucius a que se quedaran, los dos hombres aceptaron complacidos.
Severus apreciaba mucho a Lucius, era su mejor amigo, pero no le agradaba la idea de que el rubio encontrase tan atractivo a Harry, esperaba no tener problemas en tal sentido con su amigo, estaba decidido a proteger a Harry en todos los aspectos. El muchacho dentro de un mes cumpliría su mayoría de edad, pero eso no lo convertiría en un experto en las cosas de la vida, sobretodo en lo que se relacionaba con asuntos amorosos. Por otra parte él no podía tampoco saber si Harry se sentía atraído por los hombres, el hecho de estar internado en una escuela de chicos no significaba que no le podían gustar las muchachas, sin embargo tendría mucho cuidado con Lucius, no quería que Harry viviese un momento ingrato por culpa de su rubio amigo.
Harry disfrutó en grande aquella tarde, sin embargo tenía una sensación extraña en el estómago, era una mezcla de ansiedad y temor por lo que sería su vida a partir del siguiente día, la mayoría de sus compañeros aquella misma noche regresarían a sus casas, pero él quería pasar esa última noche en ese lugar que había sido su hogar en los últimos cinco años. Severus estuvo de acuerdo en recogerlo al siguiente día, pues Harry aseguró que no se quedaría solo, varios amigos partirían en la mañana también.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
A la mañana siguiente mientras esperaba la llegada de Severus, Harry aprovechó el tiempo para despedirse de sus profesores y de la gente que trabajaba en labores administrativas en la escuela, después de eso recién sintió que aquella etapa de su vida concluía. Estaba en la oficina del director cuando llegó el conserje para avisarle que ya habían llegado a recogerlo, pensó con emoción en todas aquella cosas nuevas que le esperaban fuera de la escuela, en esa nueva vida que estaba seguro sería muy feliz al lado de Severus.
Severus sin avisar llegó hasta la misma oficina del director para buscar a Harry, aprovechó el momento para agradecerle al director la preocupación especial que había tenido con Harry en aquellos cinco años, además comprometió una vez más su ayuda, como lo hacía inclusive antes de llevar al chico de ojos verdes a la escuela
Harry no daba más de la emoción, con sólo pensar en todas las cosas nuevas que viviría en adelante junto a Severus sentía una especie de vértigo, estaba seguro que el futuro le depararía muchas sorpresas y alegrías.
El equipaje de Harry era bastante reducido, se componía casi todo de uniformes del colegio, equipo deportivo, como su vida había transcurrido la mayor parte del tiempo en la escuela no poseía mucha ropa, aquella mañana vestía un jeans azul, camisa blanca y tenis negros. Sin embargo, Severus que en toda las ocasiones lo había visto sólo en uniforme de la escuela, sintió una sacudida extraña en el primer momento, le pareció más atractivo sin ese uniforme y también menos pequeño de lo que le había parecido antes, aquella camisa algo ajustada hacía notar el desarrollo del chico, imaginó que Harry había practicado bastante deporte en esos años, a pesar de ser aún algo bajo de estatura, tenía un cuerpo muy bien desarrollado se daba cuenta de que el chico ya no era un niño como él había dicho a su amigo Lucius sólo el día anterior. Intentó bloquear cualquier pensamiento de naturaleza sensual con respecto a Harry, no tenía derecho, era el hijo de su amiga, además él tenía una responsabilidad, cuidar de Harry.
Harry luego de ser presentado al chofer éste abrió la puerta del auto para que el chico subiera, así lo hizo, Severus se sentó junto a él y dio al chofer la orden de partir, Harry se volteo a mirar el edificio que había sido su casa por cinco años, sintió una extraña emoción, mezcla de pena y alegría, miró a Severus con los ojos húmedos, éste sin decir nada sintió el impulso de acoger a Harry en sus brazos, cosa que el chico agradeció, en cierto modo creía comprender los sentimientos encontrados del muchacho. Aunque lo suyos comenzaban a perturbarlo, mientras Harry descansaba la cabeza en su hombro, Severus sentía que su corazón se aceleraba extrañamente, optó por apartar a Harry con delicadeza como si temiera que el chico notara que su corazón latía más rápido de lo normal.
El Bentley conducido a velocidad regular por el chofer comenzó a dejar atrás Essex¹. Pronto la tristeza de Harry se disipó, pues Severus le habló de que por el momento se instalarían en el apartamento que poseía en Mayfair², pero que sería algo temporal pues había pensado rentar una casa, al chico la idea le resultó agradable, todo aquello que significara un cambio en su vida le emocionaba.
Harry nunca había estado en Londres, aquella era su primera vez por tal motivo, el ver toda aquella vorágine de gente, edificios, le asombraba, pues haber estado cinco años en la escuela y antes de eso con sus parientes que jamás lo llevaron a lugar alguno, era más de lo que podía asimilar, Severus al verlo así de fascinado le prometió que lo primero que harían luego de instalarse sería pasear por la ciudad, lo llevaría a los museos, parques y todos lo lugares que debía conocer. El apartamento de Severus se ubicaba el número 49 de Hill Street-Mayfair, lo rentaba cada vez que se encontraba en Londres por asuntos de negocios, estaba muy bien ubicado, podía movilizarse con facilidad por toda la ciudad.
Harry con gran asombro también supo que el chofer que acompañaba a Severus también era de alquiler así como el automóvil, se preguntó porque Severus todo lo rentaba, al parecer no tenía nada propio, cuando subían por el ascensor hacia el apartamento no aguantó más y se lo preguntó, el hombre sonriente le dijo que viajaba frecuentemente, no le gustaba adquirir bienes que lo ataran a un lugar en especifico, así se sentía más libre. El chico sin saber porque experimentó algo de desazón por aquello, pensó que quizá él sería una incomodidad para Severus, el hombre ya tenía un estilo de vida definido y él había venido a trastocarlo repentinamente, pensó que quizá no debía albergar la esperanza de encontrar en Severus la familia que tanto había deseado, aquello sólo era algo momentáneo, quizá Severus sólo sería una especie de guía para él, sólo alguien que lo encaminaría para que tomara el rumbo de su vida, después de todo en un mes cumpliría su mayoría de edad, el amigo de su madre no tendría obligaciones con él. Tampoco se sentía con derecho a quejarse por eso, Severus no le había ofrecido nada, sólo había dicho que se ocuparía de su futuro, quizá le asignara una renta mensual y luego seguiría con su vida, a la que estaba acostumbrado.
El apartamento de Severus era uno de los cincuenta y seis que habían en el complejo, repartidos en siete plantas, el edificio climatizado contaba con un hall de entrada con ascensores y un área de recepción que estaba abierta las veinticuatro horas del día, donde ofrecían el servicio de caja fuerte, también había un bar. Había una sala de conferencias para quienes llegaban a la ciudad por motivos de negocios, conexión a Internet y además se prestaba servicio adicional de lavandería. Mientras subían al apartamento Severus le explicaba que el edificio estaba ubicado en el corazón del distrito londinense de Mayfair, cerca se encontraban una gran cantidad de centros comerciales, tiendas de diseño, restaurantes, teatros, bares y pubs a solo cien metros de distancia.
El apartamento era muy elegante como pudo comprobar Harry, estaba decorado con mucha elegancia, tenía baño privado, un salón-dormitorio, otro independiente, cocina con nevera, además teléfono con línea directa, equipo de música con radio y televisión vía satélite o por cable, además de conexión a Internet.
La maleta de Harry con su reducido equipaje fue dejada por el botones, luego de recibir la propina de inmediato se fue. Severus le indicó a Harry donde podía guardar sus cosas, lo dejó un instante a solas para que se instalará, el chico miró en derredor con algo de tristeza, no era lo que había esperado, creía que Severus lo llevaría a una casa, no a un apartamento rentado, aunque era cómodo y elegante, él esperaba algo más, pero no iba a quejarse no tenía derecho a hacerlo, Severus había cumplido más allá de lo que era el deber moral que creía tener y que lo había impulsado a sacarlo de la casa de sus tíos, pero no podía exigirle más. Aceptaría agradecido lo que el hombre quisiera hacer por él, sabía que era un hombre con muchas obligaciones y con una vida hecha, no iba a modificarla por él, ahora ya ni siquiera se haría ilusiones con esas vacaciones de las que había hablado Severus, con toda seguridad ya ni siquiera lo recordaba.
Severus mientras dejaba a Harry para que acomodara sus cosas, hacía una reservación en un restaurante, después de eso había decidido llevar al chico de compras. Aún no tenía muy claro como haría con Harry, pero estaba pensando en que quizá el lugar no era apropiado, para él estaba bien cuando venía de negocios a la ciudad, pero eso no era un hogar de verdad, quizá debía pensar en comprar una casa cerca de Hyde Park era un buen sector residencial para vivir que a él siempre le había gustado, ahora había llegado un motivo a su vida que quizá le permitiera tener algo más parecido a un hogar, algo que jamás había conocido.
Continuará..
Essex: Condado situado al este de Londres, forma parte de la región oriental de Inglaterra, el nombre del condado proviene del antiguo reino anglosajón de Essex fundado en año 500 A.C. y que ocupaba un territorio que se extendía del río Támesis hasta el río Lee. Debido a la proximidad con la ciudad de Londres, muchas de las localidades de Essex son “ciudades dormitorio” El llamado “cinturón verde de Londres” ha evitado la expansión de la metrópolis en el condado aunque han aparecido algunas localidades como Harlow, originalmente fundada para alojar a los londinenses que quedaron sin vivienda durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Mayfair: Surgió en el siglo XVIII como zona residencial periférica como asentamientos de granjeros; hoy en día es un barrio repleto de embajadas, oficinas, hoteles.
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