Capitulo 1: Solo amigas.
Prologo:
De no ser por esa simple palabra mi vida seguiría igual, monótona, infeliz, llena de soledad; pero por esa simple palabra todo cambio. Aun no sé si cambio para bien o para mal pero si sé que cambio. Es importante que me de cuenta cuando empezó todo, entre más lo pienso sé que todo comenzó cuando te comencé a mirar con nostalgia.
A veces por las vueltas del destino, a quien tanto odiabas luego la comienzas a amar con extrema pasión, con esa pasión desbordante que te obliga a olvidarte de tu orgullo y rendirte ante aquella persona que ocupa tus sueños y pensamientos con la esperanza de que alguna vez te vea de la misma manera.
En el amor siempre se supone que no existen limites, que todo esta de más, y que solo existen los sentimientos de por medio cuando quieres a alguien, en ese caso tampoco debe importar si la persona a la que amas es mujer o hombre eso esta de más; o al menos eso creía yo.
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Esa mirada liviana me mantenía entre la vida y la muerte, esa mirada suplicante de verdad. Ese miedo se apoderaba cada vez más de mi, no quería perderla por nada del mundo. Ella no era mía, pero yo si de ella, solo de ella. Trate de explicarle las cosas de forma lo más calmada posible, no quería enfrentar la realidad del rechazo, porque en el fondo de mi corazón sabia perfectamente que seria rechazada por aquella mujer hermosa que se encontraba al frente de mi, con su mirada alerta, pero a la vez con su mirada baja, hablándome sin mirarme a los ojos; ella era la persona que mantenía a mi corazón en completa angustia. No sé que me enamoro de ella, pero simplemente la encontraba hermosa, su cabello negro eran mantos de oscuridad a los que quería someterme, sus ojos ocultos al mundo, ocultos de mi, siempre con una chispa que no sé si era de alegría o de tristeza; sus mejillas arreboladas que en ese momento se encontraban rojizas por los nervios a mi parecer, más abajo sus labios; esos hermosos labios gélidos, que pedían a gritos ser abrigados. Aquella mujer era un tipo de ser mitológico, porque su belleza estaba mucho más lejos de mi comprensión humana, era tan hermosa, que incluso a su alrededor el paisaje marchito en el que nos encontrábamos parecía hermoso a mi vista, estoy segura que ella no pertenece a este mundo, que ella debe ser un tipo de ángel que llego a mi, para envolverme con su calidez. Envolverme con ese cuerpo perfecto y hermoso, con su cuello blancamente delicado, su cintura dibujada con suaves curvas, su cuerpo casi inmaculado. Su voz; su voz era todo, era la ley y el credo, era una voz envolvente de caricias mientras que su esencia era tranquila pero distante a la vez. Su nombre, Ami, la joven de tan solo quince años, que era poseedora de una belleza inquebrantable.
El dialogo se basaba en mi persuasión, pues no estaba segura de querer aun revelarle mis profundos sentimientos por ella, sin embargo ella seguía cada vez más interesada en saber el nombre de la persona de mis pensamientos, nuestra relación de amistad recién se estaba amigando ya que estuvimos distantes durante cinco meses, las razones, una pelea de la cual yo aun recuerdo el encuentro con mi primera relación con una mujer , pero más aya de todo quería olvidar eso como si nunca ocurrió. Ella seguía esperando una respuesta que yo no quería darle; en un momento le confesé que mi amor oculto era una mujer, ella me observo seria pero sin mirada critica, solo me dijo que confiara y que nada cambiaria fuera lo que fuera que yo le digiera. cuando estaba apunto de decirle, el frió aumentaba mientras se oigan los árboles rechinar entre si por los choques de sus ramas, mientras yo seguía hablando incomoda mientas la observaba. Corte mi sin sentido de palabrerías con en seco y solo me limite a decir
-tu
-ya, cambiemos de tema no quiero oír más - seguido de esto ella tapo sus oídos
-espero que nada cambie, yo solo te quiero decir que te quiero
-yo … yo lo respeto, pero no creo que pueda corresponderte, además estas segura que te gusto
-si - baje mi mirada y volví a mirarla -te quiero, y solo me basta con estar a tu lado, nada más, lamento todo esto, no quiero que te alejes, solo quiero estar cerca de ti, aunque sea solo como amiga.
Ella me observaba, cuando trate de encontrarme con su mirada, ella bajo su vista y yo solo quería correr de ahí, y solo pude desear salir de ahí cuanto antes de ahí. Mi corazón se estaba quebrando, entre palpitos ahogantes de lágrimas, entre gritos de dolor, y ese desgarrante silencio que daban cuenta de la realidad del rechazo que sabia que seria así. Quizás pasaron unos minutos de silencio y suspiros lejanos, en el que no aguante más y solo le dije
-solo te pido que seamos amigas
-supongo que si podemos ser amigas, An. Porque yo sé que tu tarde o temprano saldrás de tu confusión
-como tu digas, Ami
-yo solo te puedo ofrecer mi amistad.
-si, lo sé y estoy muy feliz con solo eso.
No estaba completamente convencida que todo seria igual, porque sabia que no era cierto, pero no me quedo más remedio que aceptar el ofrecimiento de “solo amigas”, entonces ya a esas alturas no había mucho que decir, nos levantamos y caminamos a través del parque, hasta que llegamos a donde estaban nuestros amigos; entonces ella comenzó a ignorarme mientras yo disimulaba que nada había ocurrido y que estaba de lo más normal como siempre. Pero como podía estar tranquila si el corazón se me derrumbaba. Me maldecía mil veces por haber nacido mujer en vez de hombre, me maldecía porque mi sexo era la causante de no poder estar junto a Ami. Junto solo con eso sabia que al menos podría estar junto a como amiga, pero estaba condenada a ser la amiga enamorada oculta en la oscuridad de mis sueños.
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