Sigo caminando por las perdidas calles de esta ciudad. La lluvia parece no tener fin; pero eso está bien, así nadie pues notar mis lágrimas….lágrimas que fluyen desde dentro, muy dentro de mi corazón. Me alejé de todo, abandoné a todos con tal de sacarte de mis pensamientos, de mi corazón, de todo mi ser….sin embargo ha pasado casi un año y en cada respiro mío sigues estando tú.
Ya no lo soporto….ya no soporto no tenerte cerca….ya no soporto no saber cómo te encuentras, ¿serás feliz?... ¿me extrañaras?..... ja pensamientos estúpidos…. ¿extrañarme tú? Ja… que tonto soy, tú que ni una mirada de odio me dirigías ¿vas a extrañarme? ….pues con razón me llaman “baka”. Me pregunto si por lo menos te acordarás de mí, ¿acaso recuerdas aún mi nombre? …..si así fuera me harías inmensamente feliz, pero…. ¿a quién engaño?, tu siempre me has ignorado, cada vez que yo me acercaba un paso a ti, tu retrocedías dos, como si no quisieras ni mi amistad.
Porque así fue al principio, simplemente amistad, siempre me agradaste, por tus defectos, por tus virtudes, por el simple hecho de ser tú… pero después… después todo cambió, una atracción diferente, un sentimiento más grande… Un sentimiento que jamás podré expresar con simples palabras…
Maldita la hora en que me di cuenta de que te amaba… de que te amo, porque así es, yo te amo, y no pude ocultar todos mis sentimientos. Por eso me fui, por eso dejé todo y busqué otro lugar para comenzar una vida nueva… para olvidarte… para sacar de mi interior todo esto que siento.
Me encantaba vivir en la casa de mi mejor amigo con todos ustedes, contigo… era realmente divertido y me sentía tan feliz, por fin, por primera vez en mi vida sabía lo que era tener una familia. Sin embargo, entre tanta felicidad, no podía soportar tu mirada vacía, tu mirada fría que no me decía nada, ni un te odio… ni un te quiero... absolutamente nada.
Un buen día decidí no aguantarlo más y me marché…así sin decir nada a nadie, salí por la venta muy sigilosamente, protegido simplemente por la oscuridad de la noche, la oscuridad que siempre ha sido mi amiga, mi fiel compañera. Nadie lo había notado, así que corrí rápidamente lo más lejos que pude, di un último vistazo a lo que fuera mi hogar; creí ver tu silueta en la ventana por la que había saltado… ¿pero cómo era eso posible?... definitivamente estaba alucinando.
Caminé mucho tiempo sin rumbo, tomé varios trenes a quién sabe qué lugares, hasta que por fin llegué hasta aquí donde decidí comenzar de nuevo. Conseguí un trabajo, la paga es buena, y así poco a poco comencé a ocuparme de muchas cosas con tal de olvidarte… pero nada dio resultado… nada funciona… simplemente no puedo sacarte de mi corazón. Pero no me rendiré, jamás me he rendido y no lo haré ahora, seré fuerte y aunque no pueda olvidarte, aprenderé a vivir sin ti.
He caminado demasiado, sin darme cuenta he vuelto a mi apartamento, también ha dejado de llover… pero mis lágrimas no dejan de fluir. Limpio un poco lo mojado de mi rostro y subo por el edificio. Abro la puerta, todo se encuentra en penumbras, tal y como lo dejé, la blanca luz de la luna se cuela por entre las casi transparentes cortinas.
Entro sin encender la luz, me siento cansado y solo quiero dormir, estoy destrozado; cierro la puerta de tras de mí y me dirijo a mi habitación, pero he quedado paralizado, ahí frente a la ventana de la sala se dibuja una figura, definitivamente hay alguien de pie ahí.
--¿Quién eres?
Pregunto fríamente fingiendo un poco de seguridad en mi voz
--hola baka….hace tanto que no te veía
¿Cómo era posible? Esa voz…esa voz es….un rayo ha caído iluminando por completo la habitación por un efímero momento pero suficiente para verte…¿Por qué?... ¿cómo es posible? De todas las personas que habitan en este mundo, ¿Por qué...por qué tenías que ser tú?
--He…Heero