CAPÍTULO 1: UCHIHA SHIZUI
Aquél día, Sasuke (de dieciocho años) se encontraba en el bosque entrenando. Desde que se había convertido en jounin, se alejó un poco de Naruto, ya que el rubio decidió que quería tener un grupo de genins, por lo que era el sensei del actual equipo siete.
-¿Cómo serán los mocosos con el dobe? -se jaló el cabello- Arg, otra vez con eso. ¿Y a mí qué me importa lo que le pase? Ciertamente le debo el que me trajera de vuelta, pero no tengo que andar tan pendiente de él.
Desde su vuelta a la aldea, cada vez eran más frecuentes sus conversaciones consigo mismo para tratar de negarse que el ojiazul le importaba más de lo normal, el pobre chico ya deliraba… Ehem, pero volviendo a la historia, Sasuke seguía intentado alejar sus "rubios" pensamientos cuando escuchó una pequeña explosión. Rápidamente se escondió tras un árbol y aguardó por si se trataba de un enemigo.
-Auch, auch, auch, me dolió –escuchó una voz-. Mmm... Parece que lo logré.
El Uchiha salió de su escondite y atacó al joven, sin embargo, éste logró esquivarlo con facilidad y alzó las manos.
-Tranquilo, tranquilo, no soy enemigo –señaló su bandana-. Mira, soy de Konoha.
Entonces el jounin procedió a examinarlo. Ciertamente sus ropas también eran de Konoha, aparentaba unos quince ó dieciséis años, tenía el cabello azabache un poco largo (lo sujetaba en una pequeña coleta) y sus ojos eran de un azul intenso que Sasuke conocía sólo en dos personas.
-Si no eres enemigo, ¿entonces quién rayos eres?
-Qué carácter, ahora entiendo lo que me decían, desde joven eras así.
-¿De qué hablas, niño?
-Mira, antes de presentarme te pido que no te vayas a exaltar ni creas que es una broma o mentira, te juro que todo es cierto y te daré los detalles.
Ahora sí el mayor lo miraba confundido.
-Bueno, mi nombre es Shizui –ese nombre sorprendió a Sasuke-, Uchiha Shizui y tengo quince años.
-¿Uchiha...?
-Así es. Soy el hijo que tendrás en el futuro, Sasuke Otou-san.
Si Sasuke fuera una persona normal, se hubiera desmayado, o mínimo pellizcado para comprobar que estaba despierto. Aunque era prácticamente imposible negar el parentesco entre ambos debido al físico del joven que tenía enfrente.
-¿Mi hijo?
-Sí.
El ojinegro no pudo evitar deprimirse un poco. Eso significaba que sí había terminado casándose con alguna chica, y procreado una familia. Apretó los puños, le dolía saber que en el futuro se alejaría de alguien que últimamente le atraía, aunque él se esmerara en negarlo.
-Supongo que los ojos los heredaste de tu madre. ¿Quién... quién es ella?
-Así es, bueno, más o menos –al notarlo tartamudear, Sasuke arqueó una ceja-. Cofcof, según me contaste hace tiempo, desde niño le habías amado, sólo que no lo aceptabas.... No tengo una Okaa-san... Es un Otou-chan.
La mandíbula del Uchiha casi se desencaja. ¿Se había casado con un chico de ojos azules? Una sonrisa zorruna pasó por su mente.
-Entonces... e-eso quiere decir que...
-Sí. Mi Otou-chan es Namikaze Uzumaki Naruto.
Como ya dije, si Sasuke fuera normal, se habría puesto a gritar eufórico, pero el pobre sólo atinó a sonrojarse.
-Ahh... no me lo esperaba.
-Cómo no –dijo en tono sarcástico; al parecer ni su hijo le creía
-Pero... ¿qué haces aquí?
-Sobre eso… -le mostró un pergamino con unos sellos
Sasuke lo observó. Alguna vez en uno de los libros de investigación de Orochimaru lo había visto: se trataba de un jutsu antiguo con el cual se podía cruzar en el tiempo, pero se requería una enorme cantidad de chakra.
-Creía que esto era sólo un mito.
-Nosotros también. Sin embargo, hace unos días los anbu encontraron estos sellos en una cueva donde teníamos informes de que se escondía un grupo de criminales desconocidos, además, había evidencias de que utilizaron el jutsu. En mi tiempo, yo pertenezco a los jounin de élite, tú eres el jefe de los anbu y Otou-chan es el Rokudaime Hokage. Ellos me enviaron aquí porque creen que aquellos sujetos tratarán de cambiar el curso de las cosas en la aldea. Mi deber es investigar y de paso asegurar mi nacimiento y el de alguien que me es muy importante. Por eso estoy aquí. Otou-san me dijo que buscara a su "yo" del pasado y le contara todo a él y a Tsunade Obaa-san –sonrió-. Y de paso les diera una ayudadita a ti y a Otou-chan, porque son medio lentos para actuar.
Sasuke se sonrojó y desvió la cara.
-<<Me cae mal mi "yo" del futuro >> -pensaba el ojinegro, con un ligero sonrojo en la cara
Sasuke llevó a Shizui ante la Hokage y le explicaron todo. Para asegurarse, la rubia hizo un rápido examen de sangre: efectivamente aquél chico tenía genes Uchiha y de su querido rubio casi hijo.
-¡Eres tan lindo! –lo abrazaba con fuerza-. Snif, snif, tendré un guapísimo nieto del cual presumir –luego observó a Sasuke-. Uchiha, más te vale que no hagas sufrir a mi Naruto porque si no, te mataré.
-Hay un pequeño inconveniente, Tsunade-sama –la miró con enfado-: ¡el dobe y yo aún no somos nada!
-Eso es sólo cuestión de tiempo –dijeron los otros dos y voltearon a verse
-¡Kyaa! ¡Te adoro, Shizui-kun!
-Jejeje –se limitó a dejarse “querer”
-Cofcof –el ojinegro la miraba con enojo, ¿por qué abrazaba así a “su” hijo?-. ¿Y qué se supone que diremos para explicar la presencia de Shizui?
-Mmm... Diremos que es el nieto de un viejo amigo mío y que lo envió a Konoha por un tiempo, y que como me caes mal, te asigné hacerte cargo de él.
-Pero Tsunade Obaa-san, ¿creerán algo así?
-Te aseguro que sí –contestó su padre
Para todos era bien sabido que la Hokage no tenía en gran estima al hasta hace poco, último Uchiha.
-¡Yo llegaré primero!
-¡No, yo lo haré!
-Chicos, tranquilos.
Escucharon voces provenir del pasillo y tres niños de unos doce años entraron al despacho de golpe.
-Ja, te gané –declaró uno
-No, yo gané –alegó otro
-Yo creo que fue empate –comentó el último
-¡No! –gritaron los dos- ¡¿Quién ganó, sensei?!
-Jejeje, perdonen, niños, no me venía fijando.
Tras ellos llegó Naruto, sonriendo como siempre. Shizui no pudo evitar sonrojarse un poco: siempre había pensado que su Otou-chan era muy guapo y maduro, pero en aquél momento su aspecto era más aniñado y con un aire de pureza natural.
-Ah, hola, teme.
Los niños y Sasuke intercambiaron miradas de odio. Aquellos tres le tenían apatía pues una vez, "oportunamente" a Sai se le había ocurrido contarles cómo el Uchiha bastardo abandonó Konoha y dejó a Naruto solo, triste y lastimado (o al menos eso fue lo que dijo el pintor)
-Takuma, Izumi, Yashiro –los llamó su rubio sensei-, vamos, saluden.
-Hum –dijo Yashiro, de cabello gris, el serio del equipo
-Hola –Izumi era castaño y el más tranquilo (y quien toleraba más a Sasuke)
-Muérete –Takuma, de pelo negro rojizo, era el más impulsivo
-Mocosos engreídos –los miró feo el aludido
-¿Eh?, ¿quién es él? –el rubio había reparado en la presencia del adolescente.
-Ah, h-hola, mi nombre es Shizui, mucho gusto –se inclinó, aún avergonzado
-Qué tal, yo soy Naruto.
-Naruto –habló Tsunade-, Shizui estará un tiempo en la aldea bajo el cuidado de Sasuke, pero como sabes que él es un antisocial, te pido que seas amable con Shizui y lo ayuden en lo que sea.
-No te preocupes, Obaa-chan. Shizui –le sonrió-, si ocupas algo, con gusto mi equipo y yo te ayudaremos.
-S-Sí, es muy amable de su parte.
Entregaron su reporte de misión y luego el rubio fue casi arrastrado por sus alumnos quienes lo llevaron a comer ramen, no sin antes darle expresiones de burla al Uchiha mayor.
-Tsunade-sama... ¡¿cuándo podré matar a esos mocosos del infierno?!
-Calma, Sasuke. Sabes que ellos adoran a Naruto porque fue el único capaz de comprenderlos. Ahora vete, tengo cosas que hacer y tú debes convivir con tu hijo.
-Hasta luego, Tsunade Obaa-san.
-¡Kyaa, te amo!
Después de otro ataque efusivo de la Hokage, salieron. Sasuke le estaba mostrando la aldea porque obviamente era un poco diferente a como Shizui la conocía.
-Es raro ver la montaña de los Hokages sin ver la cara de Otou-chan en ella.
-Debió ponerse muy feliz cuando lo nombraron Rokudaime.
-Mmm... No lo sé, yo era muy pequeño cuando ocurrió.
Llegaron hasta el Ichiraku donde un sonriente Naruto seguía allí comiendo, ahora solo.
-Dobe, ¿y tus mocosos?
-No les digas así, teme –hizo un puchero-. Los mandé a casa a descansar. ¿No quieren comer conmigo? –miró al otro ojiazul y le sonrió
-C-Con mucho gusto, Naruto-san.
-No me llames así, me haces sentir viejo.
-Lo lamento, pero me sentiría muy incómodo llamándolo de otra manera.
-¿Uh? Bueno, está bien, pero al menos háblame de tú.
El menor sonrió en respuesta. Pidieron ambos un tazón de ramen y se sentaron a ambos lados del rubio. Sasuke se sentía extraño, estaba comiendo con su futuro esposo y su futuro hijo.
-<<Así que esta será mi familia>> -no pudo evitar sonreír con ternura
-Vaya, Sasuke teme, tenía tiempo que no te veía esa expresión –rió-. Aunque en realidad tenía tiempo que no nos juntábamos.
-Es que tus mocosos te mantienen ocupado.
-Que no les digas así, bastardo.
Comenzaron a discutir. Shizui los miraba con curiosidad.
-<<Es un poco raro ver así a Otou-san y a Otou-chan, pero... se siente la misma calidez y seguridad que cuando estoy con mis verdaderos padres>>
Había una hermosa atmósfera que fue rota por un grito chillón.
-¡¡Naruto!!
Sakura venía corriendo hacia el rubio.
-Hola, Sakura-chan.
La pelirosa iba a lanzarse a abrazarlo, cosa que Sasuke pensaba impedir, pero antes de moverse, Shizui había jalado al Uzumaki, provocando que Sakura se golpeara contra la barra.
-¿Estás bien? –le preguntó Naruto porque el golpe se miró muy doloroso
-Me dolió –la chica se sobaba su frente, luego miró mal al culpable de que se golpeara. Se encontró con un joven muy guapo, pero que en ese momento la miraba de forma asesina-. Naruto, ¿quién es él?
-Ah, es Shizui. Sasuke lo está cuidando. Y ella es Haruno Sakura, una amiga nuestra.
-<<De momento, pronto seré algo más>> -le extendió la mano- Mucho gusto, Shizui-kun.
De mala gana él correspondió al saludo, sus padres le habían enseñado a ser educado. Pero la chica lo apretó con su fuerza sobre humana, claro que lo que Sakura no esperó fue que el joven haría lo mismo. Sasuke veía la escena con orgullo. Sí, definitivamente aquél era un digno hijo suyo.
-<<El ambiente se puso muy tenso>> -pensaba Naruto- B-Bueno, yo ya me voy –pagó sus quince tazones de ramen-. Nos vemos, quedé de visitar a Iruka-sensei –y se fue corriendo a toda velocidad
-Se marchó por tu culpa, niño –dijo ella con enfado
-¿Perdón? Yo no fui el que quiso abrazarlo como loco –respondió de igual manera
-Para tu información, Naruto está enamorado de mí.
-Dudo mucho que él tenga tan pésimo gusto.
-¡Serás...!
-¡Basta, Sakura! –gritó el Uchiha. ¡Nadie le hablaba así a SU hijo!
Muy ofendida la mujer se marchó. Ahora la vista de Sasuke se centró en el ojiazul.
-… Ahh –Shizui se golpeó la frente-, no puede ser, lo hice de nuevo.
-¿De qué hablas?
-A veces tengo ataques de posesividad hacia Otou-chan –explicó, sonrojándose un poco-. Son involuntarios. Obaa-san dijo que tal vez soy así porque desde bebé te he visto celarlo.
Sasuke desvió la cara. Rayos, hasta le había creado un complejo a su hijo por su personalidad posesiva. Pero, ¡es que así eran los Uchiha por naturaleza!
-Vamos a casa, debes estar cansado.
-Sí, gracias <<Tengo que comenzar mi estrategia para hacerle ver a Otou-chan que Sasuke Otou-san es perfecto para él, kukuku>>
¿Podrá Shizui lograr llevar a cabo su misión?, ¿quiénes serán los que están amenazando el futuro?, ¿nos desharemos de la basura rosa ahora que son dos Uchiha los que la odian? Esto y más en el siguiente capítulo: "¿Yuuzuki?"