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Sin Ti por Angel de Cristal

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Notas del capitulo:

Hola!!! aca yo de nuevo, este es otro fic q pertenece a la serie Obsesiones.

espero que les guste.

Sin tiPor Ángel de Cristal 

Tres meses… ni un día más, ni un día menos…tres meses exactos desde que lo hubiera perdido. En vano intentó buscar su reemplazo en varias parejas que no le daban aquello que buscaban. Hombres o mujeres daba igual, ninguno podía satisfacerlo realmente; no de aquella forma que el realmente necesitaba, no como él quería.

  Desde que te alejaste de mi ladoQuise olvidarme de tiPero la daga de tu sombra brilla en mi corazón

Quema como el sol es mi vida un desierto

  

Dolía como jamás se lo había imaginado. Aquel dolor que sintió esa noche se instaló en su corazón para no abandonarlo.

 

Se sentía desolado, incomprendido, débil. Sabía que no podría seguir así demasiado tiempo; todos aquellos amantes de una noche no podían hacerlo sentir vivo. Cada día que pasaba aquella enfermedad se extendía con más velocidad, rompiendo en trozos su alma.

 

Ya no era un joven alegre y vital como antes, su vida ahora simplemente se destruía a pasos agigantados.

 

El reloj marcó las nueve, y supo que ya era hora de intentar olvidar…una vez más…

  Alma vuelve a mí por favorAntes de que sea tarde yTenga que rendirme al dolorSálvame no quiero caerSolo tus caricias pueden rescatar

El sueño de ayer, otra vez

  

Con golpes firmes anunció su llegada, viendo cómo un joven le abría la puerta.

Su físico ya no importaba, después de todo luego de esa noche no lo volvería a ver, y, lo más posible, no se acordaría tampoco.

 

Se abrió paso en la elegante habitación, alumbrada tenuemente por algunas velas. El aroma a vainilla y canela invadió sus sentidos mientras aquella criatura a la que antes no había prestado atención se paraba a su lado. No pudo dejar pasar tan asombrosa visión, y dudó unos momentos en lo que estaba a punto de hacer.

 

Aquel chico no tendría más de dieciséis años, y era hermoso, como un ángel… ese niño que tenía adelante era su nuevo Arjé. Así como lo era Severus antes…ahora lo era él.

Porque supo en ese instante que todas las personas eran simplemente imitaciones baratas de aquella belleza. Era la representación de la perfección.

  Todas las cosas siguen dando vueltasSin encontrar su lugarEs que tu ausencia es toda una sentenciaY hay desolación, desesperación

Nada tiene sentido

  

Hermosos ojos grises, rostro tierno, labios carnosos y rojos. El cabello plateado le llegaba hasta la cintura, formando delicados rizos en las puntas. Su cuerpo era digno de un dios griego, sin embargo tenía cierto aire de fragilidad que lo volvía irresistible. La piel parecía de porcelana, de la más fina porcelana, y el brillo en aquellos ojos de metal se comparaba con cristal líquido.

 

Bien, debió admitirlo, esta vez Ron se había esforzado en conseguirle aquel chico, peo aún así no podía dejar de pensar en Severus…su Severus… porque Harry lo sabía, Severus era suyo y no de Sirius, jamás sería de Sirius.

 

Más allá de que al ir a la casa que estos compartían y viera las muestras de cariño que se daban, estaba seguro de que el amor que le tenía a su padrino su ex profesor no era demasiado, y, en poco tiempo, lo volcaría a él.

 

Pero en este momento debía hacerle caso a su cuerpo y no tanto a su corazón. Volteó bruscamente hacia el joven a su lado, asustándolo y haciéndole dar un pequeño salto. El rubio lo miró con ojos asustados, y Harry le dirigió una sonrisa tranquilizante.

 

“¿Cómo te llamas?” preguntó curioso, “Draco…Draco Malfoy…” respondió el más chico con voz temerosa y dulce. “¿El hijo de Lucius Malfoy?” el rubio simplemente se limitó a asentir. Si, esta vez Ron se había esforzado… “¿Cuántos años tenés?” no tenía idea de por qué hacía las preguntas, pero este chico sí le interesaba “quince” los ojos del morocho se abrieron y una sonrisa depredadora apareció en su rostro. Su amigo lo conocía, y lo conocía muy bien. Ron sabía que a Harry le gustaban los chicos más jóvenes que él, pero esto era…perfecto, él tenía veintisiete y Draco quince, eso estaba muy bien. Además era el hijo del mejor amigo de Severus, era dulce, era joven, era delicado, era lindo, la mayoría de esas cosas que el hombre nunca fue ni sería. Si, era perfecto. ¿Qué más podía pedir para darle celos? Absolutamente nada.

 

Pero había algo… aquello que no está bien… aquello que te dice que no es la persona que amas…que no es la persona que te va a hacer feliz… que simplemente estás buscando vengarte de tu dolor, descargar tu furia contra otro, porque jamás podrías hacerlo sufrir a él.

  Alma vuelve a mí por favorAntes de que sea tarde yTenga que rendirme al dolorSálvame no quiero caerSolo tus caricias pueden rescatar

El sueño de ayer, otra vez

  

Sacudió la cabeza varias veces para borrar aquellos pensamientos. Estaba perdiendo tiempo mientras el chico a su lado temblaba ligeramente. Se acercó a aquel que lo esperaba expectante, sin saber exactamente para qué estaba allí, lo tomó de la nuca y lo beso fieramente, lastimando sus labios, castigándolos.

 

Poco a poco fue arrancándole la ropa, sin cuidado, sin tener en cuenta que era la primera vez de aquel chico, sin precaución de no asustarlo. El pequeño tiembla bajo su cuerpo, sin saber el momento en el que lo despachó en la cama, como uno más de sus juguetes. “No voy a hacerte daño” susurra en el oído que después lame, provocando un primer gemido de aquella virgen boca.

 

Lo tiene completamente desnudo, y no deja de temblar, pero no le importa, no tiene ganas de lidiar con un tonto niño asustadizo. Lame aquel torso suave y pálido que tiene frente a sus ojos…suave y pálido, como el de Severus. Al llegar este pensamiento muerde la piel junto al ombligo, lastimándolo y arrancando un quejido de dolor. Volvió a subir por aquel pecho perfecto y lo besó en los labios, disculpándose.

 

Con un simple hechizo se deshizo de su ropa, y se acomodó entre las piernas del rubio, quien lo miraba aterrado por lo que estaba a punto de pasar. Harry lo miró a los ojos, sintiendo como el miedo de su primera vez invadía su cuerpo, aquella primera vez con Severus, en la que el hombre no tuvo el más mínimo cuidado con su cuerpo. Aquella primera vez en la que tomó su virginidad pensando simplemente en su propio placer. Aquella primera vez en la que él se le ofreció pensando ser correspondido en sentimientos. Aquella primera vez en que perdió todas las ilusiones, en la que deseó jamás haberle dicho, pero en la que se enamoró más aún de lo que ya estaba de su profesor.

 

Algunas lágrimas cristalinas cayeron de los ojos grises, mientras susurraba “no… por favor…” con voz queda.

 

Bajó de aquel cuerpo aún sin dueño, y besó al joven en la frente. “Lo siento…” murmuró mientras lo abrazaba, sintiendo los espasmos de un repentino llanto azotando aquel delicado cuerpo. Espasmos que él había provocado.

  Sin ti los milagros no sirvenNi la resignaciónSin ti la vida no tiene

Ninguna razón

  

“Ron no te lo dijo, ¿verdad?” preguntó, sintiendo como el joven negaba con la cabeza aún contra su pecho, “¿por qué viniste entonces?” necesitaba saber qué hacía alguien tan especial como él esperándolo en una habitación de un hotel… el más joven se encogió de hombros, pero luego de unos segundos se decidió a explicar “simplemente recibí una nota con esta dirección, la mandó mi padrino, me decía que me preparara para una noche especial. Simplemente pensé que era por mi cumpleaños… y no se quien sea Ron”.

 

Harry había comenzado a regalarle caricias en el cabello, era suave al acto, como la seda… como el pelo de Severus… y ahí estaba otra vez… comparándolo con el hombre que jamás sería suyo. No le sorprendió la razón por la cual Draco estaba allí, simplemente sabía cuales eran los trucos de Ron, y, de no haber sido de esa manera, el rubio jamás hubiera. Pero luego, su mente se detuvo en otra cosa de las que el chico acababa de decir “…pensé que era por mi cumpleaños…”. Lo tomó del mentón y le levanto el rostro para darle un beso sueva y dulce en los labios “Feliz cumpleaños” le dijo luego.

 

Los dos sabían que ese era el comienzo de una nueva relación, una hermosa relación.

  Alma vuelve a mí por favorAntes de que sea tarde yTenga que rendirme al dolorSálvame no quiero caerSolo tus caricias pueden rescatar

El sueño de ayer, otra vez

  

Ahora simplemente debían aceptar aquel sentimiento que nacía en su interior, y que prometía quedarse por un buen tiempo, el necesario, tal vez toda la vida…o tal vez un par de años…no importaba mucho, no ahora, solo deseban sentir con intensidad.

Notas finales:

el Arjé es aquello que los filósosfos toman como el principio del cual se originó el mundo y todas las cosas que esxisten.

 

gracias por leer.


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