FINGIR
Finjo que no te busco porqué te deseo, finjo cuando estamos juntos que no me importa cuando te vas, finjo que no me duelen las noches en que estás ausente.
¿Desde cuándo comencé a hacerlo?, soy un aprendiz que tiene un excelente maestro en el arte de mentir; sin embargo, toda esa muralla se cae cuando me abrazas... estoy a tu merced, me doblegas y utilizas, y yo, como un muñeco carente de voluntad lo permito, ¿cómo tienes semejante poder sobre mí?
El moreno yacía desnudo, mirando el techo, cubriendo su cintura con una sábana roja sangre.
-Otra vez te has ido sin despedirte.
Fingir que se me olvidó que tengo un corazón, ¿es demasiado pedir que te quedes?... un vacío que no soy capaz de llenar, un sentimiento que me corroe por dentro, me carcome las heridas que has dejado... ¿cómo fue que te llegué a querer?, cómo te quiero tanto si me olvido de mí mismo, y si esto no es más que costumbre, una maligna costumbre, un arte oscuro que me llenan de rencores y bajos deseos... ¿cómo un abrazo tuyo puede conmoverme?
No atarse a nadie para impedir que te lastimen es una actitud cobarde.
Fingir que somos pequeñas aves, que sus alitas chocan y rechazan el inocente contacto, derritiendo el hielo, encendiendo el fuego, robando la ilusión.
Quema, la nieve quema, los sueños se entrelazan, como hilillos que pierden fuerza, que roban virtudes.
El mundo sigue girando, los hechos cambian, se mimetizan y caen, cual pétalos buscando su cielo, cual reino por conquistar, cual montaña por escalar, por obstáculo que saltar... saltar al abismo de mi soledad, porqué aunque estamos juntos, me siento solo... porqué para ti no soy nada más que un juguete, una propiedad que puedes disponer cuando plazcas, un amante de tu larga y extensa lista de conquistas... no eres capaz de entregarte a nadie, pero conmigo, siento que eres como con ningún otro... es una pequeña corazonada, y sigo esperando a que entres por esa puerta, que me digas esas mágicas palabras... "me quedaré", te recibiría con los brazos abiertos, te abrazaría como si no hubiera mañana más que el hoy, el presente, el futuro que se arma con las ilusiones, las esperanzas... fue tanto pedirte que te quedaras, creo que sí, debería aprender a no soñar con imposibles, o de que simplemente te tengo en estos momentos en que te considero mío... no lloraré por alguien al cual sólo veo en ocasiones, al cual no soy nada más que un cuerpo... nunca más, lo haré, pero, ¿por qué no puedo dejar de sentir este dolor?...
Una puerta se abre... los ojos se cierran fingiendo dormir, como un castigo, una pequeña metira piadosa.
-Quédate, son mis vanos pensamientos...
-¿Puedo quedarme?
-Sólo será una noche- finjo que escucharlo.
-Una noche que podría ser eterna...
Me abrazas y abro mis ojos sorprendido por el gesto... me dejo sumergir por el perfume que desprende tu cuerpo, tus cabellos rubios platinados.
-"Quiero dejar de fingir"- pienso y unimos nuestros labios en un beso desesperado y sin pensar en el mañana, sólo era una noche más, una donde eras completamente mío, aunque después traspases el umbral de la puerta y no sea yo quien te siga...
fin...