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Mi juego favorito por minako_usagi

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Notas del capitulo:

 

 

Caca. Simplemente eso u.u'

 

 Yo sé que no es justo, pero no puedo evitarlo. Es algo que no puedo manejar.

Cuando pienso en ello me da risa. Es irónico.

Las personas para mi no tenían más valor que un triste títere abandonado por su dueño. Las usaba, las manejaba a mi antojo y luego las desechaba sin siquiera pestañar. Y sin embargo no puedo controlarme a mí mismo.

Lo haré breve, si buscan una introducción de mi persona en cortas y simples palabras diré: Hola, soy una mierda.

¿Por qué?

Porque me enamoré. Se preguntaran que tiene de malo aquello. Bueno, allí es donde comienza todo. Me enamoré de alguien a quien hice mucho, mucho daño.

Ahora me arrepiento. Ahora pago las consecuencias.

  Siempre creí que el amor era para los idiotas, para la gente débil que buscaba algo a lo que aferrarse para darle sentido a su vida vacía. Poco sabía que, en realidad, el único idiota con una vida patéticamente vacía era yo. Bueno, yo era joven y estúpido. No que ahora sea la excepción pero, entienden mi punto ¿verdad?

Imagínenlo así: padres con dinero, único hijo, amigos hijos de padres con igual -o más- cantidad de dinero en sus cuentas bancarias, colegio prestigioso; futuro asegurado. Ninguna elección.   

 Suena como la típica novela donde el niño rico se enamora de la niña pobre. Ojala todo se remitiera a eso. La vida no es tan simple como en las novelas.

 

Estábamos en la bendita fiesta de bienvenida. Lamentablemente el no asistir no era una opción a la cual podía recurrir. No cuando eres del grupo de los "populares".

 No recuerdo muy bien el porque, pero nos alejamos de toda aquella multitud danzante. Yo estaba apoyado contra el marco de la puerta, sentía mi cabeza dar vueltas y vueltas y vueltas sin parar. Un amigo puso su mano en mi hombro, abrí los ojos mirándolo fijo, una sonrisa malévola en sus labios. Por un momento sentí miedo de aquel gesto, sabía que no podía ser nada bueno, gruñí quitando su mano, ante el brusco movimiento sentí nauseas.

 

"Tengo un plan"

 

Y con esas tres palabras es que mi peor pesadilla comenzó.

 

¿El plan?

 

"Fácil. Hacerle creer a Shinya que estás enamorado de él"

 

Para él era fácil y divertido, para mí era un absoluto absurdo desagradable.  

"Estás loco"

Llegué a murmurar intentando sonar coherente, lamentablemente mis reflejos me traicionaron, pues me tambaleé al intentar salir de aquel lugar.

 

"Vamos Die, es como coger con un trapo"

Ante aquel comentario todos rieron, excepto yo, claro. A mí no me hacía ninguna gracia. Quizás si otro hubiese estado en mi lugar yo  hubiera sido el primero en reír. Pero no. A mí me encomendaban el trabajo sucio. Yo era el que debía seducir a Shinya.

Shinya nunca me hizo nada malo, pero yo era "Die", y él era un patético idiota del cual todos se burlaban por su aspecto mórbido y demasiado femenino. Tampoco él ayudaba a la causa, nunca hablaba y se dejaba maltratar como si eso no le importase.

"Ni por todo el dinero del mundo"

Arrugué la nariz en desagrado, caminé intentando olvidar que alguna vez mis amigos me dijeron aquello, pero al parecer ellos ya habían tomado una decisión y darles la espalda no era la respuesta que esperaban.

"Die, creo que te olvidas que sabemos demasiado sobre ti, tanto como si fuésemos uno"

Parpadeé indignado unas cuantas veces, la sangre me hervía por dentro. Caminé como pude hacia él, mantuvimos las miradas por unos instantes hasta que suspiré derrotado. No estaba dispuesto a arriesgar mi reputación.

"Hijo de puta"

Murmuré y él rió victorioso.

Salí fuera, ahí estaba Shinya. Mientras me acercaba sentía un remolino en mi estómago. Mentalizándome con que solo sería como besar a un perro callejero puse una mano en su hombro.  

En esos momentos, quizás hasta besar a un perro callejero me resultaba más placentero.

 

"Shinya"

 

Pronuncié su nombre. Su cuerpo dio un giro de 180º, sus ojos se abrieron en sorpresa, su rostro lucía más pálido de lo normal, supongo que no esperaba verme allí, o tal vez estaba asustado. Tampoco me interesaba, yo solo quería terminar con lo que me habían encomendado.

"¿Por qué estás aquí?"

Por unos segundos más me miró fijo.

"Como si te importara"

  Juro que me contuve de golpearlo, en cambio lo sujeté y lo besé con furia. Cerré los ojos con fuerza, mis entrañas se revolvían, sabía que no podía hacerlo. Me separé no pudiendo más, fingí una sonrisa y me alejé lo más pronto posible que pude.

  Mientras vomitaba en el baño podía sentir las carcajadas de mis amigos a lo lejos. Los odie, tanto que un fuerte instinto asesino se apoderó de mí. Pero lamentablemente no tenía las fuerzas suficientes como para llevarlo a cabo.

Por días quise olvidar lo sucedido, intentaba convencerme a mí mismo de que solo había sido una terrible pesadilla. Además de estúpido era idiota. Por supuesto que mis amigos no me lo permitieron, no me dieron ni darían ese placer. Ellos querían más.

Así fue como luego de una semana de ignorar a Shinya lo acorralé contra los casilleros y lo besé robándole todo el aire que sus pulmones contenían.  

Después de varias semanas de hacer lo mismo ya estaba inmunizado, no sentía tanto asco.

Besando lentamente su cuello, acariciando sus manos levemente murmuré en su piel.

"Shinya"

Por algún motivo su nombre sonaba distinto en mi lengua.

Me aparté un poco, lo miré fijo. Yo sabía que el intuía lo que vendría a continuación, pude sentir su nerviosismo.

"Quiero hacerlo"

Él asintió con efusividad. Yo sonreí. Muy pronto todo acabaría.

  Fuimos a un hotel, al más barato, no estaba dispuesto a pagar una fortuna por alguien como Shinya. Por un hombre. Mientras yo "pagaba" por la habitación, él esperaba por mí en la habitación. En realidad estaba haciendo tiempo hasta que los estúpidos que se hacían llamar mis amigos llegaran al lugar. Entré a la habitación, él estaba en la cama, me acerqué a él lentamente, acaricié su rostro y le sugerí que tomase un baño primero. Por supuesto que él hizo caso. Esperé unos segundos hasta que escuché el ruido de la ducha. Corrí hacia la puerta y los hice entrar. Conteniendo la risa instalaron la cámara rápidamente. Yo estaba muy molesto, realmente no quería hacer aquello, pero... tenía un honor que defender.

Al salir Shinya del baño yo ya estaba en la cama esperando por él. Todo estaba arreglado. Nada podía salir mal. El único pensamiento que cruzaba por mi mente era "es la última vez, es la última vez" Alcé la mirada, me encontré con sus brillosos ojos. Sonreí, sin embargo algo en mi pecho se contrajo. Era la primera vez que lo observaba detenidamente: sus cejas, la forma de sus ojos, su fina nariz, sus bien contorneados labios, su frágil cuerpo. Empujé esos pensamientos a un lado.

"No tengas miedo"

  Lo alenté a que se acercara y como un cachorro bien amaestrado obedeció, después de todo él si estaba enamorado de mí. Lo tomé de los brazos y lo acomodé en la cama. Nos miramos por unos instantes; "ahora o nunca" pensé. Lo besé, él respondió con timidez, levanté mis manos y acaricié su rostro. Me aseguré de no moverme demasiado, se suponía que mi rostro no debía ser visible. Continué con el maldito show. Sentí asco, pero era distinto a los casos  anteriores. Creo que en esos momentos sentí asco de mí mismo. Unos minutos más pasaron y yo estaba dentro de Shinya, moviéndome ferozmente.

Sentí el temblar de su cuerpo, sabía que era su primera vez pero no me pudo importar menos. Yo solo quería que acabara. Solo eso.

Al terminar nos despedimos con un beso suave y cada uno regresó a su casa.

 Al día siguiente el plan estaba terminado. Todo el maldito colegio empapelado con fotos de Shinya en diferentes poses con otro hombre, al cual no se le veía el rostro, ¿quién sospecharía de mí? Por supuesto que nadie.

Esperamos en una esquina a que él se hiciera presente. Mi corazón latía con fuerza. No sabía el motivo o tal vez prefería ignorarlo.

"¡Miren! Ahí está"

Señaló uno de mis amigos. Miré fijamente la figura de Shinya. Vi como su pecho se alzaba debido a su agitada respiración. Yo podía sentir el pánico correr pos sus venas. Mis amigos reían a más no poder, y yo, yo también lo hice.

La máscara de la hipocresía adornaba mi rostro. Shinya me miraba suplicante y yo en vez de salvarlo me acerqué y lo golpeé tan fuerte como pude.

Lo corrieron del colegio, sosteniendo que su conducta inmoral dañaba el prestigio del establecimiento y que eso era algo que no podían tolerar. Pura mierda. Los muy jodidos hicieron a sus padres pagar para no ser involucrados y que Shinya fuese el único perjudicado.

Ya ven, así de corrupto es este mundo. Porque basuras como nosotros lo contaminan.

Pues, allí es cuando me di cuenta.

Cuando me di cuenta de que yo había caído en mi propia trampa.

Me había enamorado de Shinya y no había vuelta atrás.

Y aunque sabía que era en vano, mejor dicho que no tenía ningún derecho ni siquiera de anhelarlo, lo busqué, lo busqué hasta el cansancio. Quería pedirle perdón.

Eso y algo más.

Mi sorpresa fue grande al enterarme del paradero de Shinya. En realidad, del trabajo que desempañaba.

Acompañante.

Un amargo sabor recorrió mi garganta.

Jamás me sentí tan devastado.

Era mi culpa. Lo sabía.

Aún así, aquí estoy ahora. Sentado, esperando por él. Una botella de vino no parece suficiente pero, por más tentador que suene, quiero estar sobrio. Quiero... ¡diablos! Tan solo quiero ver su rostro, sentir su voz, una vez más, tan solo una vez más.

Siento el ruido de la puerta al abrirse y cerrarse respectivamente. Unos cuantos pasos y luego se detiene. Puedo sentir su mirada. Sé que está examinando la habitación. Mis emociones se desbordan pero las puedo controlar.

 "Señor usted me ha solicitado y aquí estoy. Mi nombre es Shinya. Un placer"

Ante esas palabras mi pecho se contrae. ¿Cuántos más oirán las mismas palabras una y otra vez? ¡Que idiota soy! Pero no puedo evitar que los celos me invadan. Él se inclina en señal de respeto y yo aprovecho esos instantes para levantarme.

 "Shinya"

Murmuro, su nombre sabiendo a memorias lejanas. Un sabor amargo a la vez de dulce en mi lengua. Levanta su cabeza, me mira fijo. Y puedo distinguir su expresión. Me reconoce. Yo lo sé. ¿Por qué? Porque sus ojos me miran igual que aquella vez.

"¿Die?"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 Perdón si este capítulo los decepcionó.

 

Espero que el próximo no se tan así.

 

De todas formas, cualquier comentario es bienvenido.

Hasta la próxima.

 

n_____________n!


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