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Be my Coffee's Sugar-cup por Eris De Fyeth

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Notas del fanfic:

HOLA!

xD jaja, wao diran mis musas.. que vaga esta niña! con otro fanfics y no ha terminado el primero!!...
bueno la sideas lamentablemente me llegan cada 2 segundos, y no las puedo dejar pasar, ademas esta es mi forma de no aburrirme ._.

en fin, a lo que interesa!
este fanfic será corto, de capitulos cortos y de una trama muy rara y azucarada xD... la verdad a mi me encanto la idea y la inspiracion me llego de una imagen que pondré luego...
dedicada a las amantes del sasunaru, posiblemente linkee este fic a la serie "Sugar" que lanzaré la proxima semana (la que viene, no la que entra... xD)

en fin.. ahí tienen mas datos de los que debi darles!! xD

Notas del capitulo:

X3 uuuh que mala...
estoy atiborrando esta pagina con mis creaciones... pero eso es bueno, ¿no?

ustedes ya luego me dicen...
disfruten esta nueva creacion!, creo que no hay nada que no haya dicho ya en las notas del fic...
ah bueno si, esto: EMPALAGUENSE CON ESTE FIC!!

va a estar dulce y tierno... advertencias: mucha ternura sensualidad, ingenuidad y demases xD jaja

Disowner:
        =__= naru y sasu son propiedad del kishi... la idea del fic es mia pero uso sus personajes para que ustedes imaginen sus gloriosos cuerpos y rostros, y para yo no tener que inventar algun nombre extraño, de lo contrario sería original... xD

Clearances:

blahblah - narracion normal...
blahblah - narracion pasada o recuerdos...
- blahblah - dialogossss : D
-.-.- - cambios de tiempo/lugar/escena/etc...
(N/R:) - notas de ren, osea io para decir alguna aclaracion/comentario o estupidez/anecdota, estupida y muy mia xD

bien... sin nada mas... n_n disfruten ese primer capitulo!!

Capitulo 1.- 1er edulcorante: Tus miradas.

 Unos ojos ónice no pudieron evitar enfocarse en cierto cuerpo que pasaba por las calles, transitadas por muy pocas personas (por no decir ninguna)
Sus pasos justamente frente la fachada de aquella tienda. Iba concentrado en un pequeño pedazo de papel que parecía ser un fragmento del periódico.  

Le vio doblar la esquina de aquella tienda, ¿iría a la puerta trasera?... era lo más probable. 

Media hora transcurrió luego de eso… el rubio no volvió sobre sus pasos, frente a la tienda.   


-.-.-  


Se encontraba sentado. Secando unas tazas tranquilamente, el día ameritaba una salida que le despejara la mente, era una tarde tranquila, no como las demás, donde los clientes no le dejaban ni respirar con calma, fue allí donde volvió a su realidad… se encontraba en el trabajo.
Maldecía entre dientes haber querido trabajar en el verano, además ya tendría que renunciar, porque era obvio que no trabajaría medio tiempo, el pago era una miseria.     

Soltó un suspiro cómplice de sus pensamientos, cosa que no pasó desapercibida por los oídos de una pelirosa de medidas generosas y figura envidiable, blusa negra de tirantes y una falda a las rodillas bajo un delantal que decía “Dream’s”…  

- sasuke-kun, ¿Por qué tan pensativo?
La chica realmente no sabía que era la intimidad psicológica.
- no es nada sakura-san, pensaba en cuando tuviera que renunciar…
- ¿renunciar has dicho? ¡Pero sasuke-kun! Este trabajo… ¿no era tu soporte para la universidad?
- hai sakura-san, pero no puedo darme el lujo de tener un trabajo de medio tiempo y estudiar, seria mucha presión y no daría todo mi desempeño en el trabajo…
- que gracioso…
- ¿Qué es gracioso?
El chico, de cabellos negros hasta las orejas y algo más abajo, rasgos finos, tez blanca, camiseta verde claro sin mangas dejando sus fornidos brazos al descubierto y sus pantalones de caqui anchos con artos bolsillos desperdigados por el pantalón crema, bajo el mismo delantal que llevaba la chica de muy corto y extraño pelo rosa, se dignó a anticipar su oración.
- en la mañana vino un chico… era extraño... muy tímido, pidió el horario de medio tiempo, pero ya tenemos el personal… el anuncio que tenia era bastante viejo… es de hace unos tres meses, pero aun así le dije que estaría en espera… imagino que si te vas le daríamos tu horario a el… y… tendríamos que contratar a esa otra chica que pidió empleo hace unas semanas…
Su voz salía calmada, veía el mismo punto que el pelinegro, el ocaso que comenzaba su esplendor, perdiéndose entre los altos edificios que orgullosamente se erguían tapando la costa y el puerto…
- prácticamente me está echando sakura-san…
- ¡oh no, no!
Se adelantó a interrumpirle la chica…
- enserio no era mi intención, solo pensaba en voz alta sobre lo que haría si te vas, lo cual seria lamentable… tus batidos y lates son pedidos exclusivos de la mayoría de los clientes, pero estaba sopesando las posibilidades… eres una joya para el café, pero como tienes la necesidad de asistir a tus clases y este trabajo no te daría el tiempo de encargarte de los posibles deberes que te asignen… eso era en lo que pensaba… niño, ¿crees que no te necesito aquí? Aparte de que ¡eres una monada y atraes bastante clientas!
Esto último lo dijo halándole cariñosamente un moflete, al tiempo que el joven de nombre sasuke, se sonrojaba sobremanera.  

Pronto unos clientes llegaron a la parte exterior del local y sakura le hizo un ademán a sasuke para que fuera a atenderles.  

Era cierto que no quería dejarle ir, pero la chica, ella misma, sabia bien lo difícil que era sostener un trabajo de medio tiempo y la colegiatura al mismo tiempo… recordaba como noches sin dormir hacía tareas y proyectos, y como iba a las bibliotecas 24/7 para alquilar por sumas exuberantes los libros que solo necesitaría para dos clases… eso y los pagos del semestre, la hacían trabajar de medio tiempo en dos trabajos… era agotador, y se propuso a que nadie más pasara por eso, y ese es el motivo por el cual comprendía tan bien la situación de su pupilo favorito… ese chico tan apuesto era solo 3 años menor que ella, que llego ese verano a pedirle la jornada completa y que comenzó con buen pie desde ese momento, robándole el corazón… pero el trabajo y el amor era una mezcla fatídica, tanto como el azúcar y la sal o el vinagre y el agua, cosas que nunca, jamás de los jamases congeniarían de manera concordante… o eso creía ella…
Pronto sasuke quedó desocupado de nuevo… fue rápido, pensó la chica, pero justo sasuke iba con el ultimo pedido vio como lo entretenían… había más chicas que chicos en el grupo que estaba atendiendo al ultimo y estas le estaban coqueteando como la mayoría de las chicas que por allí pasaban…  

Vio como sasuke les pasaba la cuenta y de sus labios se entornaban unas palabras que no pudo verificar… solo que entró muy frustrado nuevamente al local… decidió darle una nueva tarea mientras ella terminaba de atender a los clientes, ya era bastante acoso para un día… primero con el problema de la universidad, para la cual solo faltaban 3 semanas y esto tensaba al pelinegro y segundo, ya eran tres veces ese día en que había visto esa cara frustrada del chico sasuke al pasar cerca de ella, si seguía así colapsaría y diría cosas muy hirientes a las clientas… se lo merecían pero al fin y al cabo, eran fuente de ingresos…  

- sasuke, termina de colocar las tazas en el destilador, yo tomaré las cuentas y te dejaré la propina en el locker…
Anunció la chica viendo al pelinegro quien asintió y delineó con los labios un “gracias” que más bien era un grito de auxilio… la pelirosa era muy comprensiva…  

La vio salir de la puerta, y las chicas colocaban mala cara y veían hacia el… el volteó rápidamente y se puso a cargar tazas, demostrando que estaba ocupado como para ir por su pago…
Esto incomodó un poco a las chicas quienes dejaron la propina mínima, disgustadas porque la atención no fue 100% del apuesto pelinegro, aun así era propina bien recibida…   


-.-.-   


La noche calló sobre el local y el mismo pelinegro ahora colgaba su delantal, otro pelinegro entraba por la puerta trasera tomando su lugar.
Como el café era un puesto las veinticuatro horas debían cambiar de turno constantemente, pero el turno del moreno ocupaba los 5 días de la semana desde las 10 a.m. hasta las 10 p.m. un intensivo que él mismo pidió al momento de ingresar.
La chica pelirosa era la encargada general del local, pero también necesitaba descansar, así que dejo en su lugar a un chico de cabellos anaranjados y alborotados, un pariente suyo a lo mejor.  

Ambos tomaron caminos diferentes desde la primera esquina del local, pero se despidieron sonrientes… Mas el pelinegro se ensimismó en el mar de problemas que le avecinaban con cada minuto que pasaba, tan ensimismado estaba que no vio al chico con quien tropezó justo al doblar la esquina. El chico que no estaba caminando, sino recargado en la pared, tambaleó y cayó al suelo, al contrario de sasuke quien seguía de pie…
- lo lamento en serio… no te noté discúlpame… 
El moreno de piel pálida extendía su mano cubierta por un guante de cuero hacia el chico que cayó en la oscuridad de la calle. Distinguía sus pantalones de mezclilla angostos y su gabardina naranja, contrastando un blanco a un lado y encima de esta… parte de una bufanda quizás…  

Su mano fue recibida por una fría y tostada mano, suave y casi frágil, le agarró delicadamente, casi como una chica… de no ser por el cuerpo y lo duro que cayó hubiera pensado en ese momento que era una chica, más las sorpresas no terminaban… cuando lo alzó totalmente la bufanda de muchacho caía elegantemente hacia el suelo, pero el chico la detuvo en sus manos, mas en lo que caía sasuke pudo apreciar los rojizos labios, la tez canela tenue, el sonrojo sobre esas mejillas marcadas a lo que fueran bigotes tiernos, y sus ojos… dos pedazos de mar cristalino, de cielo mañanero… auroras en las orbes de un extraño rubio… Cabello dorado, brilloso y alborotado que había visto esa misma mañana…  

Era perfecto…
Tan bello…
Pensó el pelinegro. Enseguida vio como el chico de piel canela se colocaba la bufanda, ocultando ese hermoso rojizo en sus mofletes, sellando esas piezas de zafiro con sus parpados y echando a correr en dirección contraria a donde estaba ahora…  

El desvió su cuerpo hacia el… pero ya había desaparecido de su vista.
Un fantasma.  

No podía ser… pero fue algo digno de ver. Cuando vio esos ojos, se estremeció desmedidamente, pero había pensado que era resultado del frío otoñal que se avecinaba… amenazaba también sus vacaciones y su paz, o la que disfrutaba en esos momentos.  

Pero no era tiempo para ponerse a cavilar en ese chico de singulares ojos cerúleos, la noche avanzaba y era hora de marchar. Mas lo que el chico de cabellos pardos no sabía era que esos mismos orbes añil le observaban, aun con un sonroje… ya le había visto.   


-.-.-  


Normalmente, no se hubiera extrañado de la actitud que tuvo el chico la otra noche… llegado a su casa pensó mucho en esos ojos azules vivaces, pero no con la importancia que ameritaban.  

Eran unos ojos comunes ¡¡y a cualquiera se le veía con ellos!!
Por ejemplo, su jefa, Sakura Nesuminara (N/R: ¬_¬ si, le cambie el apellido, para que la odien menos…), tiene los ojos verde olivo muy brillantes, aunque están cansados y cargados de experiencia.
También conocía muchas chicas de ojos azules, verdes, grises, marrones hermosos… claro ninguna le interesaba, todas eran una horda de regaladas e igualadas ordinarias… ¡feh! Un asco total…  

Sí, como leen, a él, Sasuke Uchiha, le dan asco la mayoría de las mujeres, no por ser mujeres, sino por el nivel en que se rebajan, como se dan literalmente a los brazos de cualquier chico bien parecido.
Para el todas las chicas y algunos chicos eran iguales, y este pensamiento lo había llevado a ser un completo, chico de 19 años, antisocial y retraído, por no decir tímido pero orgulloso y digno a la vez. Claro, no se daría el lujo de dejar ser pisoteado solo porque sí.  


-.-.- 


Pasó su níveo brazo para secar las tiernas gotas de sudor que bajaban por su sien llegando a rodajas hasta su cuello. Ese viernes le tocaba limpiar todo el local y se encontraba trapeando (N/R: mopando, swapeando, fregando, ustedes elijan cual les acomoda) el suelo de la cocina.  

Su algo extenso cabello lo tenía atado en una cola alta, esta se extendía hasta llegar al nivel de sus orejas y le recogía el flequillo que horas atrás obstruía rebeldemente la vista superior del pelinegro. Hermosa escena digna de inmortalizar con una fotografía.  

Terminada su labor limpio y guardó todo utensilio de limpieza que había empleado en su labor y optó por hacerse un moccachino frapé, amaba esa bebida, y una vez aprendió a hacerla, no faltaba una noche de sábado en la que no se relajara en el sofá amplio de su apartamento a agasajarse con un vaso colmado de esta bebida y un buen libro: El Alquimista, que leía en esa temporada, luego disfrutaría alguno de su autor favorito, Edgar Allan Poe.  

De solo planear en su mente la placentera noche que tendría al día siguiente su mente viajaba, y más porque ya se había encargado de preparar la bebida y la degustaba con calma…  

Andaba en sus pensamientos, tan ensimismado y ajeno al ambiente que no llegó a oír como llamaban unos clientes con el fin de ser atendidos.  

Demonios.
Dejó rápidamente su bebida en una recóndita esquina en el local para ir a atender a los clientes recién llegados.  

Un trío de chicos, al menos no eran chicas, suspiró y fue lo más amable posible.
Escudriñó sus caras…  

Un pelinegro muy callado o más bien absorto, otro de rebeldes cabellos marrones y ojos verdes con sonrisa peculiar, quien miraba y animaba al último… Un rubio. Aquel chico rubio con el que se había tropezado y el que había visto por la calle… sus ojos azules se encontraban viendo a la ventana, aun no lo había notado, el chico de recios cabellos marrones pidió por todos, postres suaves para ellos y para el rubio, un gran contenido de azúcar… o sea el postre con más azúcar, flan de nata de sabores y jarabe.  

En lo personal nunca había sido amante de los dulces ni de lo empalagoso, todas sus bebidas eran al natural, con o sin su azúcar así le gustaban las cosas a el.  

Pero ese chico rubio era su contraste, su bebida fue una malteada especial extra dulce y su postre aquella nata tan azucarada, más aquel sirope de miel y frambuesas tan dulce. De solo pensar que se comería algo así y no moriría en el intento lo hacia admirarlo.  

Los demás pidieron cosas simples, como rollos de canela, que eran dulces pero no se comparaban con el pedido del rubio. Sin embargo el moreno que estaba indiferente a todo pidió un capuccino frío con poca azúcar y su respectivo rollo de canela.  

Algo razonable.
Terminó en buen tiempo y los sirvió con gracia, dejándolos pronto encima de la mesa en la que se encontraban los chicos hablando.  

Aproximándose, su mirada chocó con la incesante del oji-azul, quien se vio ligeramente sorprendido cuando su fría mirada negra estuvo en contacto con los orbes del rubio.
Los tres dieron las gracias, el rubio algo más bajito y levemente sonrojado, mientras el se retiraba.  

Era algo raro. Sintió su piel, nuevamente, estremecer al chocar con ese infinito mar turquesa que eran los ojos de ese chico tan intrigante.
Se sentó en una de las sillas de la barra, estaba de perfil a la mesa de los chicos y volvía a tomar su frapé mientras realizaba la suma de las cosas que pidió el grupo en una servilleta.  

Se entretuvo mucho rato y estaba tan metido en sus asuntos que no supo cuando el grupo guardo silencio, pero rápidamente les echó una mirada  

Estaban todos cabizbajos, pero de un momento a otro la cabeza dorada se alzó con una enorme y endiabladamente tierna sonrisa tímida.  

Dijo algo… su dulce voz resonó en el vacío local…
- Todo estará bien’ttebayo…  

Justamente eso salio de sus labios y como un sorbo luego fue escuchado, sacando a sasuke de su retahíla de pensamientos.
Ante el comentario del chico los demás cambiaron de tema y siguieron sonriendo de seguido.  

Poco después el rubio se levantó, lo miró de reojo pero cuando estuvo más cerca mantuvo su mirada fija en el. Se acercaba y con intenciones de hablarle.  

Pero ni una palabra salió de sus rojizos y carnosos labios, su objetivo era asomarse a la barra que estaba tras el moreno, y tomar una cuchara pequeña más una bolsita individual de azúcar.
Hecho esto le dio una mirada fugaz a sasuke y se retiró.  

Sasuke se quedó sorprendido… el chico tembló al pasarle por el lado, y dentro del local no hacia frío… ¿estaría temeroso? O ¿tal vez nervioso?
Quien sabe.  

Lo que si fue que su jefa llegó sacándolo de sus pensamientos, llamándole insistentemente, tanto que hasta los chicos de la mesa voltearon a verle pero para esto, el ya estaba de espaldas, cruzando la cocina.  

“sasuke…”  


-.-.- 


- ¿Qué sucede sakura-san?
- ¿hay clientes?
- hai. Ahora mismo hay una mesa ocupada y antes vinieron una pareja y dos personas más a retirar unos pedidos y a comprar café… creo que uno era oficinista porque vino a la hora del desayuno a pedir varios encargos de café expreso muy cargado…
- jaa… ya veo. ¿no has tenido problemas? ¿Hiciste la limpieza?
- hai y no, ningún problema hasta ahora…  

En eso se escuchó una vocecita fuera de la oficina.  

- mejor me voy.
- hai… y ¡sasuke! – Lo interceptó antes de que girara la perilla – cuando despaches hablaremos de tus planes sobre el periodo universitario…
- jaa…
Para ese entonces el moreno ya había abierto la puerta, y se encontraba en el rango de vista de cierta personita que se aproximó enseguida a la mesa.  

El chico pronto estuvo frente a ellos nuevamente pasándoles cuenta, enseguida dejando la pequeña libreta para que los consumidores dejaran el monto.
Justo cuando se daba vuelta para irse, un par de chicas entraron, se sentaron en la mesa continua a la de ellos y sasuke dio un pequeño suspiro… “De nuevo a esto…” pensó con resignación mientras atendía a las chicas pero sin desviar la mirada de cierto rubio justo al lado de ellos, donde una interesante conversación era sostenida.  

- Naruto ¡ni se te ocurra pagar tú!
De reojo notó como la carpeta para la cuenta le era quitada de las manos al rubio quien quedo perplejo ante esto pero no objeto, solo sacó 5 dólares y los colocó cerca del chico. Parece que el rubio no era de muchas palabras.
- siempre es lo mismo contigo…
Volvió a hablar el chico de pelos rabiosos mientras tomaba los 5 dólares y completaba el lo faltante.  

En ese justo momento las chicas habían terminado de incordiarlo con piropos y pedidos sugestivos, pero que iban al punto de lo que querían.  

- ¿puedo retirar la cuenta?
Preguntó amablemente con una sonrisa. Una que no les había dado a las chicas que se quedaron boquiabiertas al ver esa sonrisa para con los chicos pero para con ellas no.
- hai, gracias.
Eso lo dijeron el chico de cabellos rebeldes y el callado, el rubio lo vio y sonrió levemente, vaya que esa sonrisa perlada era de envidiarse, aun siendo un pequeño mohín de alegría, y aunque fuera fingida en el fondo, cautivaría hasta al creador de las películas “Saw”. 

Al fin tomó la carta con el pago y se dirigió a depositarlo en la caja, cuando al pasar cuenta se dio cuenta que había 5 dólares de más, justo la cantidad que el rubio había puesto, parece que no estuvo atento a cuando sus amigos pagaron todo lo otro.
Vaya.  

Tomó la mitad de los 5 dólares como propina propia y la otra mitad la depositó en la caja de propina colectiva. Era lo justo ¿no?
Además nada se comparaba a la preciosa voz que había oído de esos labios, solo por dos pequeñas veces… y ese nombre como de un ángel…  

Naruto…  


-.-.-  


Justo una semana había pasado y el término de sus vacaciones se aproximaba para su desgracia.
Hace una semana el moreno había acordado meditar seriamente su renuncia, de modo que las cosas quedaron en que no lo haría sino que trabajaría en un horario especial, los sábados de 3 de la tarde a 10 de la noche. Eso le daba tiempo de trabajar media jornada y acumular lo suficiente al mes para mantenerse con vida en su apartamento, demo… los gastos de universidad serían un punto y aparte.
También movería su día de lectura y meditación a los domingos por la noche, en caso de no tener nada pendiente.  

La otra opción era trabajar de medio tiempo en jornada de sustituto, o sea, cada vez que faltase alguien, el presentarse y cumplir con el puesto. Claro que esta opción sería siempre y cuando haya alguien que esté trabajando de medio tiempo también o en su defecto en jornada completa.  

Muchas cosas en que pensar. Pero tendría que pensarlo bien… las ofertas eran tentadoras, y sakura no le hizo una rebaja significante a su sueldo, por lo que la trataba como pan de dios, pero eso no quitaba el echo de que no serían los mismos ingresos que siempre… eso lo tenía bien en claro.  


-.-.-  


Se apresuraba por llegar a su lugar de trabajo, primero entraría a la oficina de sakura y le daría su respuesta, esperaba no equivocarse con lo que iba a hacer.  

Estuvo pronto frente a la oficina y como no oyó voces supuso que sakura estaría leyendo así que no dudó en abrir pero grande fue su sorpresa al ver a un chico en la oficina, haciendo una reverencia ante una seria sakura… sobre todo, el chico era rubio.  

- oh sasuke…
Al oír este nombre el chico de rubios cabellos se sorprendió y se incorporó viéndolo, llevaba una chaqueta en cuero crema con naranja y unos pantalones crema en caqui, sumados a unos tenis blancos que hacían juego con su bufanda siempre blanca…  

El mayor por su parte llevaba una chaqueta negra en cuero, con peluche en el cuello y debajo de esta una camisa mangas cortas azul a rayas blancas, su pantalón de jeans negro y sus zapatos de cuero negro también… ese día no llevaba su cola, solo el cabello suelto con aquel flequillo impidiendo la vista de uno de esos penetrantes ojos ónice.  

- que bueno que llegas… ¿ya tienes tu respuesta?
Le dijo sakura sacándolo de sus ensoñaciones…
- Si, sakura-san… yo… tomaré la jornada de medio tiempo…  

Esto lo dijo seco, viendo de reojo al chico que aun no le despegaba esos atentos orbes azules, como escudriñándolo, tratando de ver más allá en el… parecía que tuviera rayos X azules… 

- vaya naruto estas de suerte… podrás tomar la jornada completa que dejó bacante sasuke… aunque no estoy muy de acuerdo con esa decisión, ya hablaremos de eso…  

El rubio ahora miró a la chica de cabellos rosa y le sonrió enormemente, el moreno estuvo perplejo con este gesto… su sonrisa sincera… era una joya hermosa brotando de pétalos rojos en forma de labios... toda una escena…  

- Gracias Nesuminara-sama!
Dijo con esa voz angelical, mientras en un acto muy de el llevo su diestra a su nuca y la rascaba ligeramente… así, con esa sonrisa, esas marquitas curveadas en sus mejillas, sus ojos cerrados, un leve sonrojo… era un ángel…  
- ¿Cuándo comienzo?
Preguntó el rubio bajando su mano y viendo a sakura, esta buscó en un cajón de su despacho una bolsa transparente que contenía lo que parecía ser un delantal con el logo y nombre del café…

- Desde la próxima semana… ¿no te molesta modificar tu horario entonces, sasuke?
- no hay problema…
Dijo a secas… el no era chico de muchas palabras, fue entonces cuando sakura le indico que fuera a trabajar normalmente mientras seguía hablando con Naruto.  

“desde ahora lo veré todos los días en la tarde… a mi pequeño ángel…”  

Tsuzuku!!
(continuará)

Notas finales: : D yay...
otro fic que deberé continuar... mas razones de ustede spara matarme y menos aburrimiento para mi!

saben... los otros dias vi sex&the city... y... sin comentarios...
así mismo estoy con este primer capitulo xDDD jajaja
pero de seguro ustedes tendran comentarios!! claro!! asi que yo estaria agradecida de que me los hicieran saber!!

: D pasen buenas y nos vemos en un proximo... loq sea! xD
se despide...

~•Golden Reinassance... €ris•~

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