PROPIEDAD PRIVADA
Te veo dormir a lado mío, tu respiración esta tan calma y tu faz muestra una tranquilidad única. Mi corazón late de alegría, me gusta tenerte así, a mi lado, me encanta tu aroma que parece llenar mis pulmones y todo mi ser; tu piel contra la mía, tus hermosos cabellos rubios sobre la almohada me regalan de ti una vista… increíble, maravillosa; tal vez no sepa como definirlo pero lo que si se es que haces saltar mi corazón de felicidad, de ternura, de amor, de excitación. Si, tu sola imagen me excita de un modo impresionante; deseo tenerte de nuevo, volver a impregnarme de tu olor y dejar el mío en ti, besarte, abrazarte y estar nuevamente dentro de ti y marcarte como mío una vez más.
Para que sepan todos que tu me perteneces.
Con sangre de mis venas te marcare la frente
Para que te respeten aun con la mirada
Y sepan que tú eres mi propiedad privada.
- Naruto – susurro en tu oído ya posicionándome encima de ti. Eres mío, solo mío y voy a marcarte de nuevo, y cuantas veces sea necesario, para asegurarme de ello. Dejar mi marca en ti y asegurarme de que nunca, jamás, nadie te toque. Eres mío, me perteneces en cuerpo y alma, tengo tu corazón así como tu tienes el mío.
Que no se atreva nadie a mirarte con ansias
Y que conserven todos respetable distancia
Porque mi pobre alma se retuerce de celos
Y no quiero que nadie respire de tu aliento.
- Sasuke – me respondes y entre abres tus hermosas orbes azules, tan hermosos como un cielo azul lleno de estrellas, eres precioso. Te beso casi castamente y después más vorazmente para pasar luego a tu cuello y remarcar mis huellas en ti.
- Espera… mmh – suspiras – tengo… que ir… a recoger a Gaara… es una misión – y apoyas tus manos en mis hombros tratando de alejarme.
- No me importa – te observo con un deseo y pasión a flor de piel, además de celos, si siento celos cada vez que te acercas a alguien que no sea yo, ya no tengo problemas en admitirlo pero si en controlarlos, pero claro…
- ¿estas celoso? – preguntas risueño.
- Claro que no - … no lo admitiré abiertamente y menos frente a ti.
- Si, si lo estas ¿verdad?
- Usuratonkashi – y vuelvo a besarte.
Por que siendo tu dueño no me importa mas nada
Que verte solo mío, mi propiedad privada
Que verte solo mío, mi propiedad privada.
El cuarto empieza a llenarse de tus gemidos y gritos, lo se, fue muy rápido; ya estoy embistiendo dentro de ti, pero lo hice para acompañarte y no dejarte a solas con ese “mapache sin cejas” que se bien que te tiene ganas.
- Ahhh… Naruto – eres tan estrecho, estoy a punto de acabar y se que tu también, ya estamos cerca.
- Ahh… Sas… Sasuke… te amo.
En un grito me corro en tu interior y tú en medio de ambos, permanecemos un momento así hasta que lentamente voy abandonando tu interior.
Veo mi esencia escurrirse de tu entrada. Te he marcado de nuevo y siento en mi corazón la plenitud, la satisfacción y la felicidad.
- te amo teme
- eso esta claro dobe – te respondo haciendo que infles tus mejillas a modo de berrinche – yo también te amo Naruto – te susurro en secreto antes de besarte.
- Tengo que irme – me dices alejándote de mi con intención de ir al baño.
- ¿a donde? – como si no supiera.
- Ya lo sabes, tengo una misión, iré a recoger a Gaara.
- Mmm, vamos entonces – mi miras extrañado, después de todo no es secreto que yo no pueda ver ni en pintura al “mapache sin cejas” – nos bañaremos juntos.
- Esta bien, Sasuke – y me sonríes.
Para que sepan todos que tu me perteneces.
Con sangre de mis venas te marcare la frente
Para que te respeten aun con la mirada
Y sepan que tú eres mi propiedad privada.
Que no se atreva nadie a mirarte con ansias
Y que conserven todos respetable distancia
Porque mi pobre alma se retuerce de celos
Y no quiero que nadie respire de tu aliento.
Por que siendo tu dueño no me importa mas nada
Que verte solo mío, mi propiedad privada
Que verte solo mío, mi propiedad privada.
Nos dirigimos hacia la puerta de Konoha, se que no muestro nada de expresión en mi rostro, hasta ahora, que lo veo ahí parado junto a sus hermanos; estas a punto de correr a su encuentro, como siempre, pero apreso una de tus manos y te halo hacia mi, inmediatamente de sostengo por la cintura y ahí frente a todo el mundo – especialmente frente a esos intrusos y si, gratuitamente para Gaara – te doy un voraz beso, el cual te sorprende pero aceptas muy sonrojado.
Cuando nos separamos te encojes apenado por lo que hice y parece que vas a empezar a reclamarme pero el pelirrojo se te acerca como si lo anterior no hubiese pasado y te saluda como si nada, al parecer no le sorprendió lo que hice, y es ahí cuando caigo en cuenta que ya lo había entendido ¿desde cuando? No lo se, aunque tampoco me interesa. Pero me siento satisfecho de que todos hayan podido entender – y si, me refiero a sus hermanos y demás que vieron lo que hice, ja se quedaron con la boca abierta – que tu eres mi propiedad privada.
FIN
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