La situación ya se estaba saliendo de control. ¿Cuántas veces había hablado con Seiya?
Le había dicho, primero de manera discreta, después a los gritos, que era gay. Luego, viendo que “no le caía la ficha”, le había explicado que estaba enamorado de el… Obviamente había sido rechazado, ya se lo veía venir, pero no era eso lo que molestaba al Dragón hasta el desquicio…era la idea de que su exhibicionista amigo no se diera por aludido, que no entendiera lo que generaba, la manera en que le movía el piso…¡¿Cómo era eso posible?! Si hasta el cavernícola de Ikki había dejado de pasearse por ahí como dios lo había traído al mundo, al siguiente segundo de enterarse de los gustos sexuales de su hermano de batallas…
Entonces era, en consecuencia de esta acumulación de situaciones que Shyriu, comenzaba a pensar que estaría totalmente justificado si de pronto un día perdiese los estribos… y le arrancase la ropa con los dientes al Pegaso, ignorando cualquier queja u oposición…
Claro que por momentos, cuando la oleada de hormonas disminuía, y la calentura dejaba de aguijonearlo, recuperaba su cordura y se planteaba que no había excusa alguna para violar a nadie… Aunque las ganas obviamente no le faltaban…
Pobre Shyriu, comenzaba a pensar que se iba a volver loco, cuando una tarde, bueno finalmente perdió el juicio… y sonara gracioso pero para nuestros pobres protagonistas no lo fue mucho que digamos…
Hacia y a un par de semanas que el chico de cabellos largos y negros venia masticando la idea de irse un tiempo rumbo a los cinco picos, dado que el agua fría de la ducha ya no le servia de mucho, estaba considerando seriamente quedarse unos días bajo el agua de la cascada de Rozan…
Estaba en eso, armando sus valijas, cuando el objeto de sus afectos apareció en la puerta de su habitación.
Mojado, empapado (hagamos énfasis en esto ultimo) con su short de baño bien pegado al cuerpo por el agua, y la amplia musculatura brillosa a causa de la misma.
-Shyriu ¿ya te vas? Yo justo te venia a buscar para ir a la pile- se quejo Seiya con su cara de borrego triste.
-Si Seiya ya me voy, pero solo por unas semanas – Mintió, pensando que sino podía sacar esa imagen de su mente no iba a poder regresar nunca… o sea, estaba hasta las manos…
- Bueno, espero que te la pases bien allá…- le dijo con los mejores deseos de un amigo hacia otro- Te voy a extrañar un montón Shyriu- soltó, con sus mejores intenciones de un burro desubicado hacia un dragón en época de celo…
Shyriu bufo, quería mucho a Seiya, pero últimamente cualquier cosa que este decía o hacia le sacaba de quicio, y no quería irse de allí peleado con su amigo, así que se limito a simplemente eso, a largar ese intento de suspiro frustrado…
-¿Te pasa algo?- pregunto de pronto el chico de cabellos castaños, bajando de la luna de valencia en la que vivía casi siempre…
-No Seiya, no me pasa nada- contesto con un tono de voz calmado mientras metía su ropa dentro del bolso a fuerza de puñetazos…
Su amigo se acerco hasta la cama donde el caballero del dragón acomodaba las últimas prendas.
-¿Estas seguro?- volvió a preguntar, mientras dejaba que una de sus manos quitara el pelo que cubría la cara del otro muchacho
- Seiya…- dijo de pronto, al borde de perder los estribos- ¿Cómo puede ser que me preguntes eso?- hizo la mano del otro a un lado
-¿Perdón?- acoto el otro, sin entender nada, como siempre- me preocupo por vos ¿acaso vas a decirme que no puedo?- y puso las manos en la cintura, en jarra, como si tuviera la razón…
-Mira, Sey solo quiero irme, dejemos las cosas así antes de que – hablo mientras trataba de calmarse, cerrando el bolso, amagando a levantarlo para irse
-¿Antes de qué Shyriu?- le detuvo poniéndole una mano sobre el hombro.
Fue en ese momento en que el dragón sintió que comenzaba a perder el control…
Con la clama que le caracterizaba evaporada, dio un fuerte empujón a Seiya que cayo sobre el colchón de su cama de una sola plaza, y ni tiempo le dio de rebotar sobre el mismo que ya se había echado sobre su compañero de batallas
Mas desconcertado que de costumbre los ojos del castaño se abrieron desmesuradamente al sentir todo el peso del formado cuerpo de Shyriu sobre si
-Shyriu que suc- iba a preguntar cuando sus palabras se vieron atrapadas en su boca por la del morocho, que ni lento ni perezoso se dio a recorrerla, con deseo, con un hambre inusitada, pero sin desesperarse. Sus manos se dieron a recorrer el cuerpo bronceado, ahora mojado y atrapado bajo si. En eso noto la forma en que Seiya se retorcía, tratando de zafar de esa situación. Libero sus labios y observo su cara, el gesto asustado en ella.
Se sintió como la peor basura que jamás pisara el suelo de ese planeta.
Se levanto de la cama, sin decir palabra, tomo sus cosas y se fue de su habitación dejando a Pegaso sobre su cama al borde de un ataque de histeria, de llanto, de todo lo que a uno le puede atacar en un momento así. El muchacho escucho como los pasos del libriano se alejaban, como la puerta de la mansión se azotaba… y las voces de sus confundidos amigos que no atinaban ni a despedirse del dragón ni a preguntarle nada sobre su regreso o sobre el gesto en su rostro…
Seiya se quedo en la habitación del pelilargo, mirando el techo con la mirada perdida, tratando de entender que había sido lo que había pasado… Shun apareció de pronto en la puerta del cuarto.
_Seiya ¿que paso?- Pregunto y entro, para luego sentarse en el borde de la cama- Shyriu se fue sin decir nada, ni cuando volvía ni un hasta luego, además tenia una cara, parecía haber visto un fantasma- comento distraído Andrómeda hasta que poso los ojos en la cara del castaño, surcos húmedos de lagrimas recorrían sus mejillas. – Sey ¿Qué paso?- exigió esta ves el chico de cabellos verdes, preocupado por lo extraño de toda la situación.
Seiya se sentó en el borde de la cama, y paso a explicarle a su amigo lo que había sucedido.
-Sos un idiota Seiya- le echo en cara su amigo cuando termino de contarle todo- ¿como podes ser así con el? Esta bien que no puedas corresponderle, pero deberías ubicarte- le recrimino sin darle tiempo a acotar nada
-Shun ¿de que me estas hablando? ¿Corresponderle que?- casi grito Pegaso tratando de entender
– Después de todas las veces que te lo explico ¿vos nunca caíste en la cuenta?- Shun que pensaba que lo que Shyriu había echo estaba mal comenzaba a considerar que dada la situación Seiya corría con suerte de haber salido tan bien librado…porque si hubiera sido el habría sido peor
A esta pregunta el muchacho no contesto nada. Se quedo pensando, en todas las veces que el y su amigo habían hablado, en esa casa siempre llena de gente, los indeseables oyentes hacían acotaciones o las mas de las veces se reían, y él queriendo no ver lo obvio se había dicho a si mismo que esas charlas eran tomadas de pelo de su amigo…
Sin decir nada Seiya se levanto de esa cama y se fue a su habitación.
Ciertamente que tenia mucho que pensar…
Salio de su habitación recién al día siguiente, con mochila al hombro, pasaporte y los escasos ahorros que le quedaban de su último trabajo.
Los caballeros de bronce y la diosa le miraron sin decir nada. Con lo malo que era Shun para guardar secretos, dos cosas eran seguras: la primera, que toda la casa se había enterado, y la segunda y que todo el mundo comprobaba con pesar día a día; que Seiya era un idiota, en consecuencia todos estaban sin lugar a dudas del lado de Shyriu. Incluso el propio Seiya.
Sin decir palabra lo vieron bajar las escaleras, y dirigirse sin escalas hacia la puerta.
-Seiya –le llamo el ruso.
El castaño se dio vuelta al oír su nombre
-El vuelo de Shyriu pasa primero por Shangay, recién después va hacia la provincia de
Guangxi
-Gracias Hyoga- fue todo lo dijo el muchacho antes de irse de la mansión.
El viaje fue largo y tedioso, pero eso había sido algo bueno, porque tuvo más tiempo para pensar. Pensar en como disculparse, pensar en que decir, o mejor aun pensar que hacer…porque al ponny le gustaba mas actuar que decir, se le daba mejor…
No que por eso cerrara la boca, pero bueno…
Cuando llego a los cinco viejos picos pudo sentir un terrible vacío en el estomago, y contra lo que algunos podrían pensar, no era hambre, eran puros nervios.
Subir esa bendita pendiente fue una tortura pero cuando finalmente llego a la casa del viejo maestro cual fue su sorpresa al ver a Shunrei y al anciano tomando mate los dos solos.
-¿Y Shyriu?- preguntaron Shunrei y Seiya al unísono.
-Todavía no vino- contestaron la chica y el maestro, también al mismo tiempo.
-¿Pero que haces acá Seiya?- pregunto extrañada la muchacha
Como es lógico, el caballero del Pegaso se vio en la necesidad de relatar lo sucedido, muy contra su voluntad, pero bueno cuando termino de explicar todo, ya había anochecido y el pelilargo no daba señales de vida. La hermana de Shyriu preparo una cama para el invitado sorpresa y para la media noche todos estaban durmiendo. Al menos eso parecía, pero la verdad es que Seiya no podía pegar un ojo.
Antes de acostarse había hablado con el anciano y eso en lugar de tranquilizarlo lo había dejado mas inquieto… No tenia sentido haber ido hasta ahí solo para pedirle disculpas, era obvio para todos menos para el mismo que sentía algo mas que amistad por el caballero del dragón. La pregunta no iba por el lado de que seria ese sentimiento, sino más bien de cómo explicar que no había sido capas de admitirlo, ni de verlo, sino hasta ese momento y que por culpa de él casi se va todo al cuerno, si es que no se había ido ya.
Después de dar insomnes vueltas en la cama decidió levantarse y salir a caminar un poco… recién había salido de la casa cuando escucho voces, e instintivamente se escondió tras lo primero que encontró. Desde su refugio vio a Shyriu y sintió que el alma le daba un vuelco, discutía acaloradamente con Shunrei.
-Shyriu, cálmate- le rogaba la chica tironeándole de la manga de su traje mao- No seas así de terco, es obvio que ni el sabe lo que siente.
-Eso no es cierto- dijo de pronto Seiya saliendo detrás de la casa- Perdón si los asuste, no era mi intención espiarlos solo quería salir a tomar aire
-Esta bien Seiya, yo ya me iba a dormir- dijo la chica saliendo de en medio a la velocidad de la luz
-Perdón- atinaron a decir los dos al mismo tiempo, Seiya y Shyriu, se miraron como solo dos tontos enamorados podrían hacerlo, con cara de tontos, obvio.
-Shyriu, vos sabes que no soy muy bueno hablando- farfullo el castaño con algo de dificultad, mientras acortaba la distancia entre ambos- pero lo que yo quería decirte es que…- y sin decir nada mas tomo la mano de su amigo, le beso la palma, la llevo hasta su pecho, la apretó contra su corazón, luego contra su mejilla cerrando los ojos.
Bajo la mirada atenta del Dragón, volvió a besarle la palma, solo que esta ves tomo su mano entre las suyas, y desde el lugar donde había depositado el beso, con la punta de su lengua fue dibujando una fina línea, que termino en el dedo medio de la mano del morocho, dedo que luego se perdió dentro de la boca de Pegaso. Sin decir una palabra, el caballero de cabellos negros puso su mano en la nuca de su amigo, la distancia entre ellos se acorto, y en el momento exacto en que Seiya dejo de jugar con ese dedo en su boca sus labios se encontraron. Se besaron con calor, con deseo, sus lenguas se encontraron de una manera desenfrenada algo brusca, atolondrada. Repetidas veces sus rostros cambiaron de posición, buscando amoldarse mejor, buscando devorarse aun más si es que acaso aquello era posible, dejando húmedas las comisuras de sus labios, sus dedos se hundían en sus respectivas cabelleras, aferrandose sin dañarse, pero sin intenciones de dejarse ir…Antes de poder darse cuenta de quien había empezado sus manos se habían colado por debajo de la ropa, buscaban ese calor que se sentía tan nítidamente por sobre las prendas, y que sus manos se desesperaban por palpar mas de cerca…los quejidos y los jadeos no se hicieron de rogar, pero se veían ahogados por el ruido de la cascada de Rozan. Sin pensarlo demasiado se habían arrodillado en el pasto que crecía circundando la casa del maestro, luchaban por quitarse las remeras mutuamente, lamiendo cada tramo de piel que iba quedando al descubierto. Tendieron las remeras sobre la grama y se acostaron encima de las mismas, para continuar acariciándose a gusto. Shyriu de sentó con su amigo a ahorcajadas sobre el, desde allí se dedico a lamer sus tetillas, a mordisquearle, mientras sus manos recorrían su espalda, haciendo que se arqueara de placer, dejándole la piel como de gallina, causando que su cuerpo se estremeciera…
De pronto Seiya atrapo las manos del dragon, y obligándolo a recostarse sobre el lecho improvisado, comenzó a devolver las caricias prodigadas. Su boca fue bajando, dejando un rastro humedo por la piel del atletico cuerpo de su amigo, piel que habia visto tantas veces al descubierto, que ahora le llamaba, le pedia, le rogaba que le lamiera, que le besara...
Desabrocho el cinturon de los pantalones de ambos sin siquiera mirar, entretenido qomo estaba en lamer el ombligo del muchacho de largos cabellos oscuros... Con algo de brusquedad le bajo los pantalones, haciendo que el dennin le raspase las caderas... arrastrando tambien su ropa interior...Un gemido escapo de los labios del muchacho al sentir la lengua de su compañero de batallas prodigandole humedos lambetones a su intimidad... y se le arqueo la espalda al sentir como su amigo se ufanaba en prodigarle placer, metiendolo por completo en su boca, para succionarlo lentamente y de manera casi torturante. De pronto Seiya se detubo... ante la mira intrigada de su amigo se puso de pie y tras quitarse una sola zapatilla, saco una de sus piernas fuera del pantalon haciendo lo mismo con los boxer...
Se sento nuevamente a horcajadas de su amigo, si es que aun podian seguir llamandose asi dado lo que estaban haciendo, volvieron a besarse mientras que frotaban de manera algo desesperante sus miembros el uno con el otro... De pronto Seiya sintio algo sobresaltado la invasion de un dedo humedo en su intimidad trasera... Echo la cabeza hacia atras, ahogando un gemido, a la ves que Shyriu aprovechaba la oportunidad para besar su cuello, mientras seguia jugando en su interior...
De pronto otro dedo se sumo al anterior, arrancando un gemido mas intenso de labios del castaño que se vio acallado por la boca de su amante y por el ruido del agua que caia cercana a ellos.
-Si - jadeo Pegaso- si vas a meterme algo mas hazlo ahora- hablo con la voz rota por la excitacion.
Sin perder mas tiempo el dragon hurgo en los bolsillos de su pantalon y saco un profilactico, y bajo la mirada atenta de su jadeante amigo se lo coloco. Con cuidado, con mucho cuidado se introdujo en el interior de su amigo, arrancando un gemido de los labios de ambos al sentir que hacia tope dentro de el. Volvieron a besarse mientras daba a comienzo el vaiven de sus cuerpos, ahogando gemidos, resoplando de placer el uno en la boca del otro.
Con una mescla de dolor y placer febriles Seiya hacia lo posible por moverse al ritmo de su pelilargo amigo, jadeando, sintiendose cada ves mas agitado, mas alterado, descubriendo un intenso goze al lograr que el miembro de Shyriu rozara cierto lugar, arrancandole guturales gemidos, cual si fuera un intrumento musical... Shyriu en cambio se sentia desfallercer de placer, deseando venirse y al mismo tiempor seguir alli por siempre, para siempre, abrazandole asi, sintiendole jadear...
-Shyriu- gimio Seiya de pronto mordiendose levemente los labios- yo... ah Shyriu yo... Yo te amo...- exhalo el castaño para luego venirse entre medio de los dos... Shyriu tambien se corrio, y mientras los estremcimientos del orgasmo aun recorrian su cuerpo le susurro algo al oido a su amante:
-Yo tambien te amo Seiya- le mordio el lobulo de la oreja- y amo que seas el unico que me hace perder el control...
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