-No me gustan los hombres, lo siento- dijo Shyriu levantandose de la mesa de aquel bar gay, dejando a su interlocutor boquiabierto. El muchacho de ojos color verde y cabellos leoninos no entendia que sucedia ¿habia dicho algo desubicado acaso?
Hyoga que habia visto la escena siguio al dragon que a paso decidido habia salido a la calle y ahora prendia un cigarillo rumbo dios sabe donde.
-¡Shyriu ¿a donde vas?!- grito el rubio tras sus pasos
-¿Por qué lo rechazaste asi?- le interrogo al alcanzarlo, caminando entre su amigo y la pared.
Pero el pelilargo no contesto y comenzo a doblar la esquina. Hyoga aun esperaba una respuesta. Y le llego; el muchacho de china le arrincono repentinamente contra la pared, alli donde la calle doblaba solo habia un callejon sin salida.
Los ojos color del tiempo de Shyriu parecian humedos, el cigarillo cayo al piso, el dueño exhalo el humo lentamente.
-Lo que dije es verdad, no me gustan los hombres
Hyoga no comprendia que sucedia.
-¿Pero y entonces, nosotros... es decir yo que soy? ¡¿no soy un hombre acaso?!-
Los labios del moreno se movieron, pero no para hablar sino para posarse sobre los de su comañero de batallas, y ocasional amante...
- No me gustan los hombres, me gustas tu Hyoga, es tu cuerpo el que deseo, es tu olor el que me enloquece....no quiero ni necesito que me busques un compañero...- su rostro se hundio en los cabellos del rubio, haciendole cosquillas con su respiracion. Lentamente se aparto de él, dio unos pasos, le miro a los ojos - solo hay una persona aqui para mi- dijo mirandolo y tras darse vuelta se alejo a paso tranquilo, dejando a Hyoga anonadado...
Los dias que siguieron se dieron de una manera extraña para el rubio. Desde aquella "conversacion" con su amigo no habian vuelto a encontrarse a solas, y no porque el dragon no le buscase, sino porque él le huia. Antes sabia a que atenerse, solo era sexo, pero ahora... no sabia que hacer. Aveces descubria a Shyriu escondido en alguna parte de la casa, simplemente observandolo, ¿observandolo a él?, ¿pero por qué? ¿acaso le gustaba tanto a Shyriu?
Una tarde, en que Hyoga leia un libro sentado bajo la sombra de un arbol, y el ya tipico cosmos del dragon se hizo presente, el rubio sintio que esa era la gota que revalsaba el vaso... Disimuladamente levanto unas pequeñas piedrecillas y en menos de dos segundos y con una velocidad vertiginosa el dragon se vio golpeado por los certeros disparos del cisne. Por supuesto que eso no se quedaria asi... Dio a comienso una veloz carrera entre ambos guerreros, una suerte de corre que te alcanzo, en la que ambos aprobechavan qualquier descuido del otro para atacarle con bellotas, piedritas o lo que hubiera al alcanse de la mano...
En un momento dado, Hyoga trastabillo de la manera más tonta, se le habia enredado un pie en la manguera que usaba Saori para regar el jardin...Shyriu aparecio veloz a su lado, le sonrio, como si hubiera ganado aquella extraña contienda. El moreno le tendio la mano, para ayudarlo a ponerse de pie, y el muchacho de Siberia tomo la oportunidad pero para tirar de él y arrojarle al suelo, movimiento mal calculado, ¿o acaso sí era aquello lo que quería?... Shyriu termino sobre él. Las mejillas de ambos coloradas, como si fueran dos niños, como si nada antes de aquello hubiera tenido lugar entre los dos... La cercania, el olor de las mutuas respiraciones, el latir de los corazones agitados por la carrera... las bocas quisieron acercarse, era tan diminuta y tan enorme la distancia que las separaba!!! Una voz se oyo lejos reclamando la presencia de ambos...Rapida reaccion, poniendo distancia entre ambos con velocidad. Una leve mirada de reojo y las mejillas vuelven a ser rojas de rubor. Una extraña caminata hacia la casa, puro silencio, acompañado por incomodidad, pero... ambos sonrien...
La cena se da con tranquilidad y todos en al mesa hablan, bueno, casi todos... menos dos caballeros que se miran de reojo y al hallar la mirada del otro sobre si mismo la quitan como si quemara...
El manto de la noche cae por completo y poco a poco todos se retiran a dormir... otra vez todos menos dos caballeros...
Se cruzaron en el viejo invernadero, sin siquiera planearlo, pero tan exacto fue el encuentro que casi se diria que estubo friamente calculado... los dioses; el destino quizas; o simplemente su propio deseo de verse...
-Hola- rompio el rubio el silencio
-Hola- contesto Shyriu sonriendo, se acerco lentamente. Hyoga permitio el acercamiento cauteloso de su compañero, y se aproximo a él a su ves...
La distancia era poca y la tension podia cortarse con facilidad, sin necesidad siquiera de un cuchillo...
Quizas fuera por el calor tropical del invernaculo, o quizas fuera la mutua lascivia lo que ponia a sus cuerpos a transpirar...
-Quisiera hablar contigo- pidio el moreno, su compañero asintio.
- ¿Quieres ir a otro lugar?- pregunto notando tanto la transpiracion del ruso como la propia. El cisne negó, mordiendose los labios, y Shyriu sintio un escalofrio recorriendo su columna vertebral...el muchacho de Siberia se acerco lentamente...
-Yo ... -titubeo un segundo- yo no sé, si podre corresponderte, pero ...- se abrazo a su amigo, su enamorado- pero al menos quisiera intentarlo...
Sus miradas se buscaron, quedaron mirandose fijamente.
-Yo tampoco quise quedarme con la duda, no quiero tener que decir, que no sé que pudo suceder...- tomo su rostro entre sus manos, apoyo su frente transpirada contra la suya...
-Wo ai nii- susurro Shyriu cerrando los ojos. Se disponia a seguir hablando en su lengua natal, pero la boca del ruso sobre la suya le hizo callar...
Se arrodillaron lentamente sobre el suelo del invernadero mientras sus bocas buscaban profundizar el encuentro y sus manos se deslizaban por el cuerpo del otro, buscando entrar en contacto con la piel transpirada del otro. Tanteando sobre el piso del invernadero hallaron un trozo de genero y de a poco fueron recostandose sobre el mismo...
-Siento que mi corazon quiere salirse de mi pecho- susuro Hyoga mientras se quitaba la remera.- como si fuera la primera ves...
-¿Lo recuerdas?- pregunto Shyriu con picardia- Me engatusaste, diciendome que deseabas agradecerme que te salvara del cubo de hielo de Camus.
-....- Hyoga le miraba con travesura recordando aquella ocasion, ahora lejana...
-Pero esta si es una suerte de primera ves para nosotros...-su boca calló para dejar un rastro de besos humedos por el cuelllo del rubio.
-¿Por qué? -pregunto cerrando los ojos el cisne.
-Seria la primera ves que hagamos el amor- le contesto el dragon al cisne que enrojecio...
-Es cierto...- dijo Hyoga y atrapando la boca de su amante, comenzo a arremangarle la camiseta de mangas largas que traia...
Beso su pecho, su abdomen, le prodigo calidos besos, humedas lamidas, suaves mordiscos...
Shyriu gimio de placer, esa boca sabia eloquecerle como ninguna lo haria jamas...Hyoga le oblig a ponerse en cuatro sobre él, su enrepierna quedo frente al rostro del rubio que le desabrocho el pantalon con falsa calma, porque se moria de ganas de tenerle en su boca...
Finalmente saco el miembro de su amante de aquella prision de tela y con ansias se dispuso a devorarlo, acariciarlo, lamerlo, hacerle entrar y salir de su boca con sumo deleite para ambos...Shyriu gemia y hacia un terrible esfuerzo por no dejar que sus caderas hicieran lo que más se les antojaba, moverse desaforadamente...Pronto pudo sentir como el placer se iba incrementando, su respiracion se agitaba aun más, de su garganta surgian masculinos gemidos... de un momento a otro se vendria...
-Hyyogaa me veng- ahhhh - sin poder evitarlo acabo intensamente en la boca de su amante, jadeando y gimiendo de placer...y el rubio bebio con satisfacion el semen del caballero del dragon...
-Eres un cochino- dijo el moreno echandose sobre el ruso, buscando su boca para besarlo intensamente demostrandole asi todo lo que sentia por él.
-Más cochino seras tu- le retruco Hyoga sacando fuera su propio miembro totalmente erguido que pedia a gritos que su amante le prestara algo de atencion...
Shyriu sonrio con una mescla de lascivia y amor y sin tardansa se lanzo sobre el pene de Hyoga para comensar a lamerlo y succionarlo... arrancandole a su dueño verdaderas exclamaciones de placer. Los dedos del ruso se hundian en la cabellera del moreno mientras este seguia hundiendo el mienmbro de Hyoga en su boca con verdadero placer y gula...comenso a dejarlo entrar y salir a velocidad vertiginosa cada ves más rapido, haciendo que el rubio empesara a respirar entrecortadamente...
-Dio... dioses Shhhh....ooooooohhhhh, ¡dioses!- exclamo el muchacho de Siberia arqueando la esplada mientras se venia y su ojos se cerraban con fuerza sintiendo como el dragon succionaba toda su semilla, algo que nunca habia echo antes y por eso mismo era más placentero que nada en el mundo...
Han pasado un par de años de todo esto, Hyoga y Shyriu viven juntos, en un lindo apartamento en la cuidad de Tokyo. Una mañana de sabado Hyoga se levanta con un extraño interrogante para su pareja.
-Era mentira ¿no?- pregunto apenas entro en la cocina con sus pantuflas de conejito
-¿Era mentira que?- interrogo el moreno a su ves sentado en la mesa desayunando
-Eso de que no te gustaban los hombres....- se sento frente a él, apoyo sus codos sobre la mesa y su rostro sobre sus manos.
-Me temo que sí- confeso el dragon, siempre sincero, aunque algo preocupado por su vida- pero tambien podriamos decir que sí
-¿Por qué?- interrogo nuevamente el rubio, esta ves con mirada asesina...
-Por que en ese momento no tenia ojos para nadie más que para ti
La mirada de cisne se dulcifico y hasta le sonrio.
-Ademas, pobre de ti- agrego tomandole la mano- despues de que me engañaran asi no sabrias que otra cosa hacer para convencerme de que tu sí me serias fiel...¿no?- se levanto y le dio la vuelta a la mesa
-Sí- refunfuño entre dientes Shyriu- maldito Ikki...
-Pero gracias a ti eso quedo atras- le abrazo desde atras- volvamos a la cama...- susurro sugerente.
Y se amaron como nunca lo habian hecho dos personas antes, con algo más que deseo, llenos de afecto el uno por el otro, buscando demostrar en cada caricia y cada gesto ese profundo amor, tan profundo que casi no habian podido verlo, hasta esa noche en que Shyriu lo descubrio, y le confeso a su amigo que no le gustaban los hombres...^-^
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