Quedé perpleja al escuchar sus palabras, no sé describir con exactitud lo que sintió mi corazón en tan breves momentos, al principio no podía creerlo ¡no es cierto! Repetía mi subconsciente una y otra vez en mi interior.
- La conoces, alguien que estudiaba contigo – mencionó mi madre.
En mi mente se produjo un recuento de personas conocidas en mi vida de estudiante en el liceo, al descartarse la posibilidad de que fuera mi dulce e ingrata flor, brotó en mí un pánico al salir de mi boca el nombre de mi sensual morena.
No respondió con palabras, simplemente asintió, quedé de piedra, en mi no podía creer esa noticia… ¿también estás embarazada?
Al quedarme sola en la habitación de mi hermano continúe tecleando, mi conciencia no reaccionaba, mis sentimientos hacía ti no se despertaban, estaba tan impresionada que no sabía con exactitud que clase de reacción tener.
- ¡Ella se lo buscó! – mencioné.
- ¡La junta con la que andaba es la culpable! – recordé.
- ¡Ya nada se puede hacer! – lamenté.
¿Por qué por mis mejillas se deslizan estas lágrimas? Pensé que no me dolería, que de ti ya me había olvidado, pero no es así, me duele tanto el corazón… ¡Debo evitar que me vean llorar!, es tan difícil admitirlo, que ahora si no tengo ninguna clase de oportunidad contigo, que todas las fantasías que creé en lo más profundo de mi mente jamás se verán hechas realidad.
Y en tu vientre moreno se está formando la vida de una hermosa criatura… no siento odio al saber que es de tu novio pero… me hubiera encantado que ese hijo tuyo, fruto de tu ser fuera mío, pero imposible, aquel sueño sólo es eso, sólo un espejismo y una ilusión hiriente.
¿Por qué ingrata razón te imagino con él? Al quedarme sola no puedo dejar de ver las proyecciones en mi cabeza de aquella concepción, con cada detalle, escucho los gemidos muy cerca de mi oído y te veo con las piernas entrelazadas a su cintura, en un vaivén incontrolado y lleno de lujuria, jamás pensé que aborrecería tanto una escena sexual imaginada por mí… ¡¿No pensaste en mí nunca más morena mía?!
Llorar es una opción, pero no la escogeré, la lágrima que se formó en mi corazón, brotó con dolor de mi ojo derecho y descendió por mi mejilla es la única que pienso brindarte, al caer en mis piernas sentí como aquella lágrima estaba cargada de sentimiento. Debo ser una estúpida, de seguro tú debes de estar feliz porque tendrás el hijo de tu amado, o quizás no sea así yo que sé… pero de algo estoy segura… tú gozaste con aquel hombre y te desvaneciste en su cuerpo mientras yo pensaba en ti y me mantenía atada a viles recuerdos contigo.
Admito, fue mi culpa, es mi culpa que ésta noticia me duela tanto, ya que yo soy la que está enamorada, yo soy la que está triste.
¿Por qué te abandone? ¿Por qué te dejé a su merced? Fui una cobarde al no ir a decirte cuanto te amaba, pensé, creí que tú siempre estarías ahí, que nunca te moverías y que esperarías pacientemente a que mi obstinado corazón se dignara a confesarse… ¡la estupidez más grande!
Una idea infantil que ha brotado en mi desde hace tiempo vuelve aparecer pero de abstracta forma, trabajar duro para formar un hogar para ti, y ahora encargarme de un niño que no es mío… que ilusa y que tonta… de seguro que tú ni te acuerdas de mí bella morena y yo… velando por el futuro del ser que crece en el interior de tu bendecido cuerpo.
Hoy no llueve, como quisiera que lo hiciera, ya que la lluvia es la única que comprende mi dolor, en instantes de soledad ella se llevó mis lágrimas disfrazadas con sus gotas, en momentos así no sé que es lo que pasa por mi mente.
Pensé que en esta nueva etapa conseguiría apaciguar mi dolor de alguna u otra forma, pero me siento tan cansada, ya no quiero ilusionarme más, sería una estupidez volver a tropezar otra vez con la piedra repetitiva de enamorarme sola al igual como me pasó contigo, de ser así, mi corazón se encogería aún más al enterarme de otro embarazo.
Me desilusionó de mi, no soy lo suficientemente fuerte como para evitar entristecerme con esto, callo lo que siento para no mostrarme débil, pero soy débil al no poder soltarlo, me he vuelto insensible con el tiempo, hay cosas que ya ni me afectan ¿Acaso la desilusión por parte de una chica me afectará por siempre?
De cabellos largos, cinturas reducidas, rubias, con rizos… y pare usted de contar, aquel es el mundo nuevo en el que estoy sumergida, pero los benditos libros siguen siendo mi coraza.
- Eres muy callada.
¿Y como no serlo? Si al mostrar la verdadera faceta de mi ser termino siendo cruelmente lastimada, y lo peor de todo… sin que ellas mismas lo sepan.
No quisiera ser hombre pues me encanta ser mujer pero… en instantes como estos, cuando no puedes hacer nada y te sientes impotente eso es lo único que pasa por tu cabeza. Si el chico te dejara gritando a los cuatro vientos que ese bastardo no es suyo de seguro llorarías y te ahogarías en desdicha, entonces yo te ofrecería mi ayuda y abriría de nuevo las puertas de mi marchitado corazón. Criaría a un niño que no es mío pero que al fin y al cabo es tuyo, mi amada morena. Trabajaría para que nunca les faltara nada y te daría todo el cariño que ese hombre es incapaz de darte…
Insensatos pensamientos, no sé porque es imposible no imaginar tanto, quisiera olvidarme de éste asunto tan rápido como sea posible, pero te grabaste en mi fuerte niña, hasta en estos momentos donde batallo cada día para mantenerme aquí yo tenía la ilusión de algún día no muy lejano ir hasta ti y decirte cuanto te amaba. Soñé con que me aceptaras y que mi corazón revolotearía de alegría… pura insensatez.
¿Cuál será mi karma? ¿Qué hice en mi vida pasada que ahora tengo que aprenderla en esta? Seguramente debí de lastimar sin medida a alguna mujer, ya que me es difícil conocer a una sin terminar amarrada y sufriendo… es un ciclo que al parecer carece de contador y pretende volverse infinito… no lo permitiré, nunca más.
Me siento más tranquila, ciertamente me he desahogado, tengo bastante tiempo para dedicarlo a reflexionar un poco, el dolor en un momento dado llega a convertirse en algo no tan malo, es así como un compañero que te abofetea y te hace reaccionar… la soledad también es buena, te hace ver como eres en realidad, por este lado creo que fui muy condescendiente contigo… y ahora que lo pienso eres igual que tu amiguita, aquella por la que me cambiaste ¿recuerdas? Terminaste metida en la misma fosa que ella, me pregunto si ella estará contigo en estos meses de tu embarazo, ya que no recuerdo que tú hayas estado en los suyo… bueno, total, que seas feliz con tu vida, tu hombre y tu metida de pata… pero lejos de mí por favor.