Draco se apareció en la dirección que le había mandado Harry vía lechuza. No tenia intenciones de hacerlo, es mas estaba furioso consigo mismo por estar acudiendo a ese llamado. Siempre lo hacia.
A veces se preguntaba si amar a alguien no te volvía en realidad estúpido, porque hay que decirlo la sensación de estar enamorado era fantástico. A él le encantaba. Pero al parecer el precio parecía ser convertirte en el “perrito faldero” del aquel quien era tu amor. En este caso Harry. Estaba seguro que si el le decía “salta”, Draco preguntaría ¿Qué tan alto?
Y eh ahí la cuestión de la pelea con Potter. Que sentía que él ponía todo de su parte para hacer que las cosas funcionasen pero Harry no lo hacia.
Cuando estaban en Hogwarts todo era más fácil, se veían con frecuencia a la noche y siempre encontraban la manera para robarle minutos al tiempo entre clases. Lo hacían disimuladamente, después de todo ellos se odiaban a los ojos del mundo. Oh! Y como olvidar que allá fuera se desarrollaba una guerra y los Malfoy eran una apuesta segura a la hora de decir de qué bando estaban. Así que todo se hacia mas fácil si mantenían su relación vedada a los ojos de los demás.
Pero el tiempo paso y grandes decisiones se tomaron.
Harry se hizo Auror, como lo había sido su padre. Se convirtió en lo que todos esperaban de él.
Draco, también.
Tomo una decisión que le costo muchas amistades, muchos odios, muchos discriminaciones.
Se hizo Auror.
Le costo la familia, le costo algunos amigos, le costo muchos prejuicios, le costo su fortuna.
Lo abandono todo, no por Harry, sino por él mismo.
Cursar la carrera se le hizo un infierno al principio, burlas, bromas en clases, rechazos de algunos profesores, bueno básicamente el mundo estaba en contra de su decisión. Pero si ellos eran testarudos, él lo era más. Así que siguió. Y con el tiempo se hizo más fácil.
Poco a poco se gano el voto de confianza de algunos compañeros y maestros. Hasta Granger se hizo una especie de amiga, después de todo los dos habían descubierto el mutuo amor por la perfección en todo, sobre todo a la hora de estudiar.
La ex comadreja era punto y aparte, se trataban con cordialidad para no atraer problema, era lo último que necesitaba, así que simplemente decidieron ignorarse.
El verdadero problema era Harry.
El moreno había sido testigo una infinidad de veces de las jugadas y bromas pesadas de las que fue victimas y nunca hizo nada para pararlas. Nunca detuvo a alguien que abusara de él, no que no pudiera defenderse solo, es solo que el sentimiento era como….desinterés…esa era el meollo del asunto.
Harry nunca hizo nada para demostrarle que para él su relación iba en serio.
Nunca menciono esas dos palabras que todos los estúpidos enamorados desean oír. Todos los estúpidos enamorados como él mismo.
Draco si lo hizo, una vez.
Después de hacer el amor, la noche que tomo la decisión de abandonar todo para convertirse en Auror, se sentía tan vulnerable, tan falto de cariño, tan…. Tan niño….tan malditamente empequeñecido por lo que vendría a continuación la mañana siguiente que se entrego aquella noche sin medidas ni reservas. Dio todo, y obtuvo caricias que le quemaron la piel, besos que le quitaron el aliento, palabras que lo reconfortaron. Por eso se animo a decirlo.
Pero no tuvo respuestas a cambio, solo un estrecho abrazo. Había ocultado su rostro en el cuello de Harry y se había puesto toda su fuerza de voluntad en retener las lágrimas que quemaban sus ojos.
Lo soporto, incluso eso.
Pero ya no daba más. No podía obligarlo a decir algo que quizás no sentía. No podía seguir siendo el secreto oscuro en la vida de Harry. No podía seguir un día mas viendo como toda la academia le mandaba besos, obsequios, indirectas y muy directas cosas; palabras y formas declarando su eterno amor al gryffindor y que este sonriera y hasta coqueteara un poco con el o la persona de turno.
Ya no más.
Le partía el corazón su decisión y su lado masoquista le exigía correr a los brazos del moreno. Pero todavía le quedaba un poco de amor propio.
Pero al parecer no el suficiente por que a la primera lechuza que le llegaba del gryffindor citándolo en el gimnasio mas grande de la academia, ahí iba el a hacerse presente.
Quizás este fuera la última vez que le diera la oportunidad de hablar y luego… bueno luego seria lo que Merlín quisiese.
Y ahí estaba el moreno en medio del gimnasio con toda la academia rodeándolo, incluido profesores.
Harry se encontraba al centro, colorado como un tomate y con una sonrisa tonta que delataba claramente su incomodidad con ser el centro de atención.
Cuando lo vio llegar sus ojos parecieron tornarse anhelantes y luego se convirtieron en pura decisión.
Se aclaro la garganta para que su voz sonara fuerte y clara, se subió a una pequeña tarima que había a su lado y comenzó.
_Bueno en primer lugar les agradezco a todos que pudieran venir, en segundo al director y los profesores por brindarme este tiempo para hacer esto, y en tercero a mis amigos por que después de contarles el motivo me ayudaron sin condiciones.
A medida que hablaba Draco noto que el moreno perecía ir perdiendo su timidez y ganar confianza. Draco estaba impactado.
¿Que hacían todos ahí?,¿ no era acaso que iban a hablar solo ellos? Quizás se equivoco. Pensó que al gryffindor le había dolido tanto como a él la separación y por eso es que lo había citado para hablar.
La verdad es que era un iluso.
Se dio media vuelta para salir de allí.
Pero Harry retomo la palabra. Y ellas lo dejaron clavado al piso.
_No quiero hacer esto largo pero el único motivo que me llevo a hacer esto se esta yendo en ese preciso momento
Todos se habían volteado a ver quien era el que estaba saliendo del lugar. Oh casualidad! Era él. Se sintió bastante incomodo.
_Lo que quiero decir es que, se que soy despistado, que soy desordenado, bastante vago, y también indeciso. Pero el hecho es que yo siempre eh anhelado tener una vida normal, y mi vida es de todo menos eso- no pudo evitar decir lo ultimo en un ligero tono sarcástico, pero tenían que comprender que nunca había hecho nada por el estilo antes, él odiaba ser el centro de atención, y ahora por propia voluntad lo estaba siendo. Pero es que Draco lo valía, él valía cualquier cosa.- De niño nunca tuve amigos y cuando llegue al mundo mágico los encontré, nunca tuve alguien a quien admirar y eso también me dio el mundo mágico, al igual que me hizo conocer un montón de cosas de mis padres y me dio la oportunidad de una carrera, algo que realmente me gusta. Pero también me dio una responsabilidad, una que pienso llevar a cabo con bien por que quiero poder volver a los brazos de la gente que quiero cuando todo esto termine.
Tomo una bocanada de aire y continúo, lo que seguía no era fácil, pero ya estaba ahí y lo más importante, Draco estaba ahí.
_Pero lo mas importante que me dio el mundo mágico es al amor de mi vida- todos contuvieron la respiración y los que no lo hicieron dejaron ir leves exclamaciones, Harry tenia a todos cautivados- esa persona nunca me pidió nada a cambio y siempre me dio todo, quizás por eso lo di por sentado, pensé que siempre iba a estar para mi…y me equivoque, él se canso de mi- una segunda exclamación se hizo escuchar en el lugar. Eso lo puso mas nervioso de lo que estaba pero continuo- bueno yo se que no siempre te demuestro lo importante que sos para mi pero tenes que creerme cuando digo que te necesito. Lo lamento, lamento todo, si te lastime con mi indiferencia, si acepte los coqueteos de otros te aseguro que solo fueron tonteos, lamento si esperabas algo que yo no te di, si pensaste que me avergonzaba de vos. Por Merlín! Claro que no!
Dios! Todo se le hacia tan difícil, tenia las palabras atoradas en la boca. Tantas que quería decir y tantos sentimientos que le impedían hacerlo.
No quería perderlo.
_Draco Malfoy- todo el mundo se volteo otra vez a verlo pero esta ves solo podía ver los ojos de Harry que lo miraban fijamente- Te amo, y lamento en el alma no haberlo dicho antes, no quiero perderte, por Merlín que no!!! Sos mi vida y no se que voy a hacer si no me das otra oportunidad.
Draco no podía decir nada, no podía moverse, no podía pensar. Es mas no podía hacer nada salvo escuchar esas palabras tan deseadas, tan esperadas una y otra vez en su cabeza.
Lo había dicho, finalmente Harry lo había dicho, Dios! sentía que su estúpido corazón se derretía en su pecho.
Harry tomo aire nuevamente. Draco no se había movido. Sabía que recuperarlo no iba a ser fácil y se alegro de haber preparado un plan B por si acaso.
_Bueno, yo Draco, yo se que perdonarme no va a ser fácil pero yo…. Merlín! Yo, por favor quiero que escuches todo y después me des una respuesta…. Dios! ¿Porque con vos todo es tan difícil amor?- dijo con una pequeña sonrisa
Harry agito su varita y parlantes se colocaron en el escenario y en cada esquina de gimnasio, apareció un micrófono y guardo su varita en su bolsillo y cerro los ojos.
Con un movimiento de mano música empezó a sonar en el lugar. Se concentro y figuras de líneas de diversos colores iban siguiendo el son que le marcaba la música, vibraban y se movían por todo el gimnasio envolviendo a todos los que estaban allí.
Harry empezó a cantar.
Cada blanco de mi mente
Se vuelve color con verte
Y el deseo de tenerte
Es más fuerte, es más fuerte
Sólo quiero que me lleves
De tu mano por la senda
Y atravesar el bosque
Que divide nuestras vidas
Cuando la voz de Harry se hizo presente en el lugar pequeñas luces, como luciérnagas, iban cambiando de color y resplandecían más cuando el moreno le imprimía mas fuerza a sus palabras y se apagaban cuando este dejaba de cantar.
Harry abrió los ojos y solo pudo mirar al rubio, sabía que el gimnasio estaba lleno de sus emociones. Hermione le había enseñado un truco para poderlas convertir en aquello que su mente desease.
Harry lo único que quería hacerle ver al sly era lo que sentía por el. Como él y solo él era capaz de crear un mundo perfecto, un mundo mágico; incluso más mágico que aquel en el cual vivían, solo para ellos. Quería mostrarle como le hacia sentir, como lograba de alguna forma hacerle olvidar todo; la guerra; los exámenes; los horarios; todo aquello importante que se volvían en cosas inútiles en su compañía.
Lo amaba. No Dios, eso ya no era suficiente, lo adoraba, vivía por y para él. Y al parecer Draco no lo sabia, quizás él no se lo había demostrado. Pero Harry nunca fue muy dado a la hora de mostrar afecto, nunca tuvo de quien aprender a hacerlo y las grandes muestras en público no eran lo suyo.
Pero si eso era lo que necesitaba para demostrarle lo importante que era en su vida, él era capaz de hacer ese mismo espectáculo frente al mismísimo Valdemort. Aunque francamente esperaba no tener que llegar hasta esos extremos.
Hay tantas cosas que me gustan hoy de ti…
Me enamora que me hables con tu boca
Me enamora que me eleves hasta el cielo
Me enamora que de mi sea tu alma soñadora
Esperanza de mis ojos
Sin ti mi vida no tiene sentido
Sin ti mi vida es como un remolino
De cenizas que se van oh oh oh oh
Volando con el viento…
Merlín! Amaba tantas cosas de Draco que si las enumerabas todas no sabía cuando acabaría y lo más probable es que se olvidara algunas
Amaba su inteligencia, él tenia una curiosidad innata y parecía querer saber de todo, el como y el porque de lo que pasaba a su alrededor.
Amaba su forma lógica de ver las cosas. Cuando Harry sentía que todo lo abrumaba, ahí estaba el rubio poniendo paños fríos a la situación, separando en partes el problema y ayudándolo a llegar a las posibles soluciones de estos.
Amaba que tomara el café con cinco cucharadas de azúcar porque no le gustaba el sabor del café y que lo tomara cuando tenía que desvelarse para estudiar. Si otra fuera la situación el rubio tomaba té de té a la mañana, té de boldo después del almuerzo, capuchino a la tarde, té de boldo nuevamente después de la cena y té de tilo antes de ir a la cama. Harry no entendía por que aquello pero él se limitaba a amarlo.
Amaba cuando giraba su lápiz entre los dedos cuando estaba concentrado estudiando y que moviera los labios mientras leía algún libro mientras parecía estar en su propia burbuja individual.
Amaba el fuego en esos ojos mercurio cuando estaba excitado. Y su cuerpo ligeramente húmedo por el sudor cuando hacían el amor.
Amaba el sabor de sus labios, el olor de su pelo, lo amaba cuando se enojaba y cuando reía, amaba hasta el suelo por donde caminaba!!
Y eso era lo que le asustaba.
Que el sentimiento era tan intenso, tan abrumador que se le iba de las manos y a él le gustaba tener el control de las cosas, su vida ya era un caos en si misma y por eso le agradaba poder manejar ciertos aspectos de ella.
Pero cuando Draco le dijo que terminaban el mundo se le vino a pedazos.
Estaba desesperado y recurrió a sus amigos. No sabia que más hacer porque Harry no quería perder a la única persona que amaba. Tenía miedo que estos le rechazaran pero en el fondo tenia la certeza que no le fallaría. Habían pasado por mucho juntos y esperaba que le ayudaran una vez mas. Que le dijeran que hacer para tenerlo de vuelta.
Y se llevo una sorpresa, Hermione le hizo entender de la forma injusta que había tratado a Draco y Ron que hasta ese momento se había mantenido al margen le dio una idea.
Una idea que poco a poco tomo forma y que tras meditar brevemente en si lo haría decidió que sí, para él era una humillación publica, para Ron algo de lo que reír por mucho tiempo, para Hermione la única forma de recuperarlo.
Así que movió cielo, mar y tierra para hacerla realidad.
Y ahora que estaba ahí, viendo directamente esos ojos que tanto amaba llenarse de emoción por sus palabras, no pudo dejar de sentir que todo había valido la pena.
Yo no sé si te merezco
Sólo sé que aún deseo
Que le des luz a mi vida
En los días venideros
Léeme muy bien los labios
Te lo digo bien despacio
Por el resto de mis días
Quiero ser tu compañía
Nunca se espero esto de Harry. Por Dios! Su cuerpo temblaba de emoción. Todo era perfecto, la letra de la canción, la magia que envolvía el gimnasio, lo hechizantes ojos del moreno, todo.
Nadie nunca había hecho algo así por él.
No podía coordinar dos pensamientos coherentes salvo que amaba con locura a Harry. A él le hubiese bastado que el gry le dijera simplemente que le amaba, pero esto, esto superaba cualquier cosa que jamás hubiese soñado
¡Claro que le dejaría pasar le resto de su vida a su lado! Es mas, probablemente le hiciera un hechizo vinculante o de sogas que unieran sus muñecas o bueno no sabia, quizás lo raptase del mundo.
No pudo evitar reír alegremente por lo desvariado de sus pensamientos.
Pero estaba tan feliz, tan completo. No importaba ya nada, salvo el moreno que tenia enfrente. Si antes lo amaba ahora era…. Bueno mas…no encontraba palabras pero él suponía que eso pasaba cuando amas tanto que cualquier cosa que se ha inventado no basta para describir lo que sientes.
Hay tantas cosas que me gustan hoy de ti…
Me enamora que me hables con tu boca
Me enamora que me eleves hasta el cielo
Me enamora que de mi sea tu alma soñadora
Esperanza de mis ojos
Sin ti mi vida no tiene sentido
Sin ti mi vida es como un remolino
De cenizas que se van
Me enamora que me hables con tu boca
Me enamora que me eleves hasta el cielo
Me enamora que de mi sea tu alma soñadora
Esperanza de mis ojos
Sin ti mi vida no tiene sentido
Sin ti mi vida es como un remolino
De cenizas que se van oh oh oh oh
Volando con el viento…
Las últimas notas vibraron en el gimnasio y toda aquella magia se desvaneció poco a poco Harry avanzo a través del gentío hasta Draco y todos contuvieron el aliento expectante a lo que pudiera pasar a continuación.
Cuando el moreno finalmente llego a su objetivo se detuvo mordiéndose las ganas de besarlo en ese mismo instante. No recordaba un momento en que se viera tan hermoso como ahora. Con los ojos brillantes, las mejillas sonrosadas, el pelo ligeramente desarreglado, mordiendo suavemente su labio inferior, parado ahí esperando por él.
_Draco, por favor si me das una oportunidad yo te juro amor que voy a hacer lo que me pidas, lo que quieras incluso presentarme con una falda ante Valdemort y con un cartel que diga que te amo
Draco no pudo evitar lanzar una ligera carcajada al imaginárselo porque estaba seguro que Harry era capaz.
_Potter me encantaría verlo, pero si lo haces es muy probable que el mismísimo Lord te mande a la sala psiquiátrica de San Mugo y entonces ¿Quién nos salvaría?
_Entonces eso quiere decir que estoy perdonado.
_Entonces Harry eso quiere decir que no entiendo porque tardas tanto tiempo en besarme
Como si fuese un imperius Harry lo beso ahí mismo.
Lo beso como si fuera la última vez. Lo beso todavía con el recuerdo del miedo de la posibilidad de perderlo y de la alegría de no haberlo hecho. Lo beso robándole el aliento y olvidándose de todo y todos.
Nada más importaba, solo ellos dos.
Por que se amaban