Capitulo 5
Levanto lentamente la cabeza, solo para volver a ver el aparatito que tenía en la mano derecha, un temido aparatito que desde ese día estaba confirmado seria su peor pesadilla.
Una prueba de embarazo.
Con un pequeño y diminuto símbolo positivo.
Se limpio las lágrimas del rostro y algo torpe se levanto, sabía a donde iría por una respuestas… y rápido.
Todo el camino estuvo con una mano en donde el suponía estaría su hijo. Quería una explicación de Tsunade y un pequeño favorcito. El “favorcito” definiría su vida amorosa de una forma importante. Llego a su casa, saludando a sus padres y su hermano que por alguna extraña e inexplicable razón no estaba ahí. Su hermano era un flojo, a pesar de que trabajaba dando platicas de superación personal, siempre estaba metido en su casa, a ese paso llegaría a sacerdote.
Subió los cuatro pisos correspondientes y antes de abrir la puerta del despacho de su abuela suspiro e intento contener las lágrimas que amenazaban por salir. Al final puso una cara seria, bastante para el rostro del Uzumaki.
Entro al despacho, viendo la imagen de su abuela tomando café y viendo unos papeles con Shizune a un lado diciéndole que estaba todo mal. Pero a la matriarca no le importo y siguió haciendo su trabajo, hasta que ambas notaron la escrutadora mirada en el rostro del rubio. Después de un frio saludo prosiguió a sentarse y pedirle a Shizune un rato a solas con su abuela, la cual se extraño.
-Dime, ¿Qué pasa Naruto?-dijo la mujer retirando los finos lentes y conectando la mirada azulina con la miel.
-¿Por qué nunca me dijiste que era fértil?-dijo serio, la mujer se tenso con la pregunta, después de unos segundos se paro frente a la ventana que daba al jardín y parte de la ciudad, suspiro y hablo sin mirar al rubio.
-La familia Namikaze lleva varias generaciones de donceles, Naruto. Tu padre fue uno de ellos.-el rubio quedo sorprendido ante la respuesta y la mayor continuo.- pero… si descubriste eso… ¿quiere decir que…?-los ojos de la matriarca se iluminaron y el rostro del menor se tranquilizo.
-Hai dattebayo. -después de un corto abrazo y felicitaciones llego el cuestionario: ¿Cuándo te diste cuenta? ¿Cuándo se lo dirás a tus padres? ¿Cuánto llevas? ¿Cómo te enteraste? ¿Sufriste síntomas? Y la mas temina… ¿Es de Gaara, verdad?
-Yo… yo… no se.-la rubia le miro extrañado.
-Haz estado con más hombres además de Gaara.-no, no era una pregunta, era una afirmación.
-Hai, antes de recuperar la memoria, bueno... yo tenia una relación con otro hombre dattebayo. Gaara lo sabe. Pero no tengo idea de cuanto tiene el bebe dattebayo. Por eso vine con una de las medicas más reconocidas mundialmente.
-Vamos a mi consultorio, Naru.-ambos se pararon para ir a la puerta que estaba a lado izquierdo, el consultorio de la famosísima Dra. Tsunade Namikaze.
Sentó a Naruto en la mesita mientras preparaba las maquinas y se lavaba las manos. Cuando hubo terminado pidió a Naruto se retirara la camisa y se acostara. Y así lo hizo.
Después del terrible escalofrió que todo su cuerpo recorrió cuando su “obaachan” puso el gel en su cálida piel, volteo a ver el monitor. Apenas y se veía una semillita -según el y su extraña imaginación- una semillita que era su hijo. Su corazón palpito mas fuerte de lo normal y en su cara se formo una gran sonrisa.
-Esto… esto es increíble’ttebayo.
-Al parecer tiene como tres semanas Naru, apenas y se puede ver. ¿Entonces… de quien es?
-No lo se, Tsunade obaachan.-el rostro del rubio se abatió.
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Un taxi se detuvo frente a la casa y con algo de sospecha se asomo para ver si acaso era cierto. De ahí bajo el rubio, con los ojos aguados y rojos por el llanto. El se acerco a pagarle al taxista quien rápidamente se fue y enseguida el ojiazul se abrazo a el.
Paso media hora, Naruto se encontraba sentado en el sillón, Gaara intentaba saber que había pasado mas el menor solo le miraba con tristeza, como si quisiera hablar y al mismo tiempo no. El pelirrojo estaba en el sillón individual y Naruto en el de tres personas. De la nada el Uzumaki se levanto para luego sentarse a horcajadas sobre las piernas de Gaara, quien le miro extrañado.
-Solo… solo esta vez… onegai.-dijo para luego besar al pelirrojo fogosamente.
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Básicamente solo fue una noche de diferencia entre los dos, ¿Cómo diablos iba a saber?.
-Nee, obaachan.-la mujer le miro atentamente, como sabiendo lo que le iba a preguntar.-¿No hay alguna forma de… tu sabes… saber quién es el padre?
-Mmm, hay una. Es algo larga y tarda mucho en hacerse. Pero lo podemos intentar. Primero sacaremos un poco de el liquido en donde crece el bebe, aunque no lo creas tiene ADN, tendré que probar mi nueva máquina.-dijo señalando una gran máquina azul rey.- Descompone todo menos es ADN, luego hare una prueba… pero necesito que me traigas el ADN de ambos posibles candidatos.
-¡¡Pan comido dattebayo!!-dijo levantando el puño.-¡¡De veras!!-y la mujer le vio con un cariño insuperable y una sonrisa.
Casi una semana después…
Estaba ahí, sentado. Con las manos entrelazadas y los dedos pulgares moviéndose desenfrenadamente. Había conseguido el ADN de ambos posibles padres. El de Gaara fue fácil. Simplemente le arranco un pelo, el pelirrojo se extraño pero lo dejo pasar. El de Sasuke, por otro lado, había sido una odisea. Estuvo todo el fin de semana buscando entre sus ropas y pertenencias algún indicio de sangre, pelo o lo que fuera que le mostrara el acido desoxirribonucleico del chico. Sin mucho resultado positivo. Lo siguiente fue intentar entrar a la casa, claro, sin que el estuviera dentro. Otro fallido intento. Al final termino pidiéndole a Sakura que hiciera que le tomaran sangre. Y la chica, siendo tan amiga de este, no lo dudo dos veces.
Y ahí estaba ahora. Esperando los estresantes resultados.
Su abuela salió del consultorio. Naruto inmediatamente se paro para recibirlos entre sus manos. Estaba decidido. Era obvio que amaba amas a Sasuke que a nadie mas, pero si el bebe era de Gaara… no era algo ético ir con la persona que amas embarazado de otro.
La mujer se sentó frente al impaciente chico. Le estiro un hoja con lo que parecía ser el ADN de Gaara. Noto una línea que subía y bajaba irregularmente. Luego le dio la de Sasuke, con otra línea igual solo que con diferentes subidas y bajadas. Al final y con una lentitud que parecía sorprendente le paso la del bebe. Ahora solo quedaba ver si tenia los altibajos de Gaara o los de Sasuke para saber quien era el padre.
Tokio, Japon. 11:45am
Sasuke caminaba como cualquier otro día, haciendo las compras. Llevaba dos bolsas de plástico en cada mano. Ya faltaba solo una cuadra para llegar a su departamento. Después de llegar al piso 10 metió la llave en una obviamente forzada cerradura. Hace algunos días lo había visto, seguramente alguien que había intentado abrir la puerta, que idiota. Desde que supo que su hermano había regresado a la ciudad se compro una chapa mejor, con mas seguros y todo lo que encontró.
A pero claro, no conto con el factor “Itachi esta en casa”.
Consultorio de la Doctora Tsunade Namikaze
-Esto… esto, es.-balbuceo el menor con la mano en el abdomen bajo y otra en la boca.
-Si, Naruto. De el es el bebe.-dijo la abuela con una sonrisa.-Yo se que lo amas mas, cuando hablas de el tu cara se ilumina, cosa que no pasa cuando hablas de Gaara…
-Tsunade obaachan… necesito, tengo que…
-Ve, ve y díselo, Naruto.
-¿Crees que se enoje mucho dattebayo?-pregunto el rubio tomando la chapa de la puerta.
-Sinceramente, Naruto. Yo creo que Gaara ya no te ama como antes, tal vez como amigo. Pero para mis ojos su relación acabo desde que el conoció a Sai.
-¿Sai?
-Si, si. Es un compañero del trabajo. Siempre hablaba de el cuando estaba con nosotros. Asi que, ve…
Lo siguiente que sintió fueron los brazos de su nieto estrechándola con fuerza y una ráfaga de viento cruzar toda la mansión, mientras recordaba que con Minato había sido prácticamente lo mismo.
Bueno, algo asi.
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Entro sigilosamente al cuarto de su hijo. Este estaba acostado viendo la televisión, al parecer alguna comedia por que reia hasta no poder parar. La mujer sonrió cariñosamente mientras su hijo, aun con los espasmos de la risa, se sentó en la cama para verle. La prominente barriguita se asomo de entre su pijama.
-Minato…
-¿Si oka san?-dijo el adolecente de apenas 18 años, con su sonrisa infantil y sus ojos azules.
-¿Estas seguro de que quieres tener este bebe?-el semblante divertido del chico cambio a uno totalmente serio.
-Si, Oka san. No se quien es el padre, pero no podría con la culpa. Además… creo que me estoy encariñando con este pequeño bulto.-dijo frotando su pancita.
-Mina…
-----Fin FB----
Dos años después se caso con Kushina, la cual, aunque sabia de la condición de Minato y de su anterior hijo, -el cual dio en adopción por asuntos legales- decidió casarse y un par de años después nació Nagato.
En algún lugar de Tokio
-Deidara.-menciono el pelirrojo para después darse un abrazo por demás amistoso con el pelirubio.
-Nagato. Hum. Hace mucho que no te veía.-dijo dedicándole media sonrisa.-¿Sin resentimientos, verdad?
-Claro que no. No es mi culpa que Itachi te prefiriera a ti.-dijo sonriendo sinceramente el chico. Mientras ambos tomaban asiento y pedían lo que seria su comida el dia de hoy.
-¿Entonces, que planea el loco de Itachi? Hum-dijo mientras comía una bolita de dango.
-Algo malo en contra de Naruto, estoy seguro.-dijo este repitiendo la acción.
-Ya veo. ¿Cómo quieres que lo convenza?
-El te sigue amando, estoy casi seguro. -apretó los puños bajo la mesa.- Solo dile que esta mal, que no tiene por que hacer eso. No quiero que mi hermano sufra mas de lo que ya sufre el pobre.
-¿Por qué?
-El… bueno. Tenia una relación con Sasuke. -Deidara casi se atraganta con el dango, el te y su propia saliva al escuchar eso.
-Creo… creo tener una idea de por que le odia tanto.
-¿Y bien?-dijo el otro apoyando los codos sobre la mesa.
-Creo que seria mejor evitar el tema, Nagato kun…
Departamento de Sasuke
-¿Itachi? ¿¡Que diablos haces aquí?! ¡¿Cómo entraste?!
-Viste a Nagato.-dijo sin inmutarse de las anteriores preguntas.-Y el te conto “la verdad”, ehh. Todo eso era cierto Sasuke, pero le falto un detalle.-se volteo lentamente, con el cabello grisáceo atado en una cola y los ojos negros, clavados en la inmóvil figura de Sasuke.
-Vete.
-Siempre me agrado tu hospitalidad, Sasuke. Pero si quieres que tu “amado” Naruto, no sufra… deberías escucharme.-el azabache estuvo a punto de gritarle que si no se iba en ese momento llamaría a la policía, pero se reprimió al escuchar el nombre de Naruto.-Bueno, en fin… te vengo a decir algo, otouto.
Residencia Sabaku
-Lo entiendo.
-¿Qué?-decia Naruto con los ojos como plato.
-Entiendo que ya no me ames.- decía el pelirrojo con su impasible cara.
-¿No te vas a poner a gritar sandeces?-el mayor levanto una ceja, bueno, su “ceja”.
-No, a mi… bueno… me..-sus mejillas se tornaban de un carmín intenso.- me gusta alguien mas.
-¿Entonces… todo bien dattebayo?
-Todo bien.
-Sabes, fue mas fácil de lo que pensé. -decia mientras ponía sus manos en su nuca y comenzaba a caminar hacia la salida.- Ire a buscar a Sasuke.
-Si…
Tomo el carro color negro. El que recordaba como suyo. Realmente Tsunade tenia razón, Gaara no le amaba. Se tomo su abdomen bajo y comenzó a acariciarlo, mientras ponía una gran sonrisa en su rostro.
-Vamos bebe. Vamos por tu papá.
Decidió buscarlo en su apartamento, pero conociéndolo no estaría ahí. Seguramente en alguna comida con sus amigos, asi que comenzó a buscarlo, sin resultado alguno.
Casi después de dos horas se le ocurrió entrar a la cafetería de debajo del departamento que solian compartir. Emocionado vio que ahí estaba Sasuke. Por el vidrio Naruto le saludo algo torpe. Sasuke le miro indiferente y dejando una buena cantidad de dinero en la mesa salió encontrándose con los ojos azules de Naruto… mirándole fijamente y con ese brillito que el reconocía como “amor” sus piernas flaquearon pero su rostro siguió impasible.
“Me hicieron daño, Sasuke”
-Hola…-dijo tímidamente Naruto. El otro fingió su mirada mas fría. Naruto lentamente puso su mano en la fría mejilla del Uchiha, para luego –con ambas- tomarlo ligeramente de los hombros. Y por un momento estuvo tentado a no hacerle caso a su hermano.
“Por eso es mejor que ya no estés, veas, convivas, hables y demás con Naruto, lo olvidaras. Claro, a menos que quieras que sufra.”
-Sasuke, necesito decirte algo. Que es muy, muy importante dattebayo.-dijo viendo a los ojos del mayor mientras sus manos tomaban fuertemente los hombros del azabache frente a el.
-Hnm. No me importa, Naruto. Entiende que no te quiero volver a ver cerca.-a pesar de que las palabras se atoraran en su garganta, los brazos del Uzumaki le soltaron lentamente y el mayor continuo con su camino.
“Hate me today…”
-Sasuke... –el pelinegro miro detuvo su camino al escuchar su nombre.- Le dije a Gaara que ya no le amaba… te… te amo a ti.
-Lamento no poder corresponder tus sentimientos, Uzumaki.-dijo frio mientras su cara se contraía con sufrimiento.
- ¿Qué?...-los brazos que anteriormente intentaron alcanzar a Sasuke, cayeron dramáticamente a lado de su cuerpo.
“Hate me tomorrow…”
-Yo… yo ya no te amo. Alejate de mi. Me das asco.-el pelinegro cerro los ojos con pesar, sentimiento, culpa e incluso un odio hacia si mismo… pero le amaba y solo quería su bien. Por el contrario Naruto simplemente abrió los ojos, sintió como su corazón se congelaba y su estomago se hacia estragos, de sus ojos nuevas lagrimas cayeron y de su boca nuevos sollozos salieron.
-No… Sasuke, yo… yo te amo.-los puños del pelinegro se cerraron fuertemente, estaba preparado, lo diría, sin importar el sufrimiento que sentiría después, todo por el bien de la persona que amaba mas que a su vida misma.
“Hate me so you can finally see what’s good for you”
-Vete, Naruto. Odiame… como yo te odio.