Caminó entre la oscuridad de la noche, solo iluminado por algunas luces prendidas, su paso era firme, masculino, el otro recargado aun sobre aquel fuerte árbol no reparo en la presencia que se acercaba lentamente, rebusco entre su pantalón buscando unos cigarrillos, saco la cajetilla, tomo un cigarro que coloco entre sus labios, percatándose de que no traía un encendedor para prenderlo.
Soltó un bufido molesto por no poder disfrutar de sus pocas adicciones, lo saco de sus labios y lo dejo entre sus dedos, miro al frente encontrando aquella mirada tan perturbadora para el.
- ¿Fuego? – mostró un encendedor y el fuego de el ilumino un poco el rostro de ambos, Marcus miró al extraño entre sorprendido y extasiado, sonrió y puso de nueva cuenta el cigarrillo entre sus labios, el sujeto misterioso prendió fuego a aquel cigarrillo tapando entre sus manos el fuego para que no se disipara en aquel viento que estaba arreciando.
- Así que…. ¿Está buscando inversionistas?- trato que la preguntara sonara lo mas arbitraria posible, es decir, no dándole importancia, Marcus tomo la mano de el extraño entre la suya para prender su cigarrillo, una fuerte electricidad recorrió el cuerpo del dueño del encendedor, tembló un poco pero trato de contenerse quitando rápidamente el encendedor en cuanto el cigarrillo prendió
Marcus se dio cuenta de la acción del hombre, sonrió para sus adentros y de nuevo esa mirada desafiante se poso en su rostro, quería descubrir todo de aquel personaje tan misterioso, estaba arrebatado entre tanta distancia y frialdad, quería adentrarse en aquella coraza que le rodeaba.
- ¿Un periodista esta interesado en invertir? – la pregunta fue obviamente sarcástica y directa, Marcus se creía el ganador de aquel encuentro de miradas seductoras y desafiantes a la vez.
-¿Periodista?, ¿Dónde? – Aquel sujeto respondió entre burlas placenteras para el mismo, su mirada oscura le miraba sin sentimiento alguno, con apatía y tranquilidad, podía ser un sujeto mentiroso si realmente lo quería.
El cabello de Marcus se mecía con el viento frió y sus ojos grises se iluminaron como si fueran los de un gato bajo la oscuridad de esa, especialmente, negra noche.
- Si no es periodista que es lo que quiere – la pregunta directa sin afán nada más de que obtener respuesta, descoloco a ambos, se miraron profundamente, explorando sus almas, mirando al otro, desnudándose.
- Ya le dije, invertir, creo que sería una buena inversión… para ambos – sus dedos dentro del bolsillo del pantalón, no dejaban de moverse, ciertamente aquella persona le había impresionado mucho más de lo que el creía.
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Aún no podía creer que esa persona frente a el fuera el escritor que cautivo su corazón con tan bella obra, ciertamente Intense Romansu cambio su forma de pensar respecto al amor que puedes sentir.
- Entonces tú me hablas – con una mirada seria y el cigarrillo en sus dedos, se despidió haciendo una leve reverencia, sin dejar de mirar de pies a cabeza a su interlocutor, lo seducía, lo quería conquistar sin siquiera darse cuenta, era un poder de atracción que ambos sentían, que iba mas allá del deseo o el amor.
- Mañana… - con esa última palabra cerraron un pacto sin decirlo del todo.
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Se encontraba de nuevo viendo hacia el cielo por esa gran ventana, un mechón negro de cabello le cubría un poco la cara, dándole un toque de misterio y oscuridad muy propio de el.
Marcus se alejo perdiéndose entre la oscuridad de la negra noche, sus cabellos largos y azules volaban entre el viento que arreciaba y parecía querer tumbar todo a su paso.
- Bien – hablo a la oscuridad, sabiendo que esta era una extraña amiga que solo le escuchaba sin comentar nada más – ya quiero saberlo todo de ti – estaba seducido, le sedujo una novela y le sedujo la persona que la había escrito.
El destino de ambos; Marcus y Leonardo, ya estaba escrito ese era el momento, el ahora les dictaba que debían estar juntos, el después quizás les separara pero por el momento eso no importaba.
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