Tras de la lluvia el sol y nunca me sentí mejor
No se lo que paso que el mundo de color cambio
Y es que tú apareciste así
Sin saber, te has metido en mí
Estaba en total oscuridad, ¿Es que acaso estaba muerto? Duo sonrió, no, solo tenia los ojos cerrados, en un instante muchas imágenes llegaron a su mente: la batalla, cuando llego Quatre, Heero, ¿Pero por que aun seguía dormido? Volvió a sonreír
-Nota mental Duo: nunca ir en contra de los médicos- Pensó, y es que ayer que se entero que Quatre estaba mal, intento llegar con el, pero entre tres enfermeros lo detuvieron y lo sedaron, y apenas estaba despertando. Sonrió, nuevamente aquella mascara cubría sus verdaderos sentimientos.
Abrió lentamente los ojos y tras acostumbrarse a la luz de aquella habitación, se dio cuenta que no estaba solo, en un rincón apartado estaba Heero, de pie, recargado en la pared con los brazos cruzados, observándolo, Duo se movió incómodamente, no podía soportar esa mirada, como si pudiese leer sus pensamientos
-Hola Heero-Duo sonrió agitando su mano, tenia que hacer algo para que lo dejara de observar de aquella manera.
Heero se sentía aliviado por que Duo estuviera bien y consciente, se acerco a él, había tenido tiempo suficiente como para pensar, analizar y volver a pensar en lo que sentía por aquel trenzado, llegando a la conclusión de que lo amaba, que no podría vivir sin él, tenia que decírselo.
-Arruinaste la misión baka- Las palabras de Heero fueron frías, no eran las palabras que tenia que decir pero su cerebro y boca no coordinaron, las palabras salieron por si mismas, Duo parpadeo un par de veces y después sonrió de manera triste, claro, tenia que ser una alucinación el Heero que sonrió cuando fue a rescatarlo y ahora se encontraba de frente con la realidad- Arruinaste el trabajo de meses, ¿Acaso no tienes nada en esa cosa que llamas cabeza? –Heero se ordenaba a si mismo callar, pero al parecer eso no sucedería, al contrario su voz se hacia cada vez mas fuerte, casi convirtiéndola en gritos- Por tu culpa dos de los gundams quedaron destruidos, ¿Sabes que eso nos da desventaja? ¿Acaso no piensas? Pero que digo si Duo Maxwell odia pensar, o mejor dicho no sabe hacerlo, por tu culpa Quatre esta aquí, por que el…
-Basta Heero- Duo grito deteniendo los reclamos del otro, en sus ojos se podían ver lagrimas- Yo tuve toda la culpa ¿Crees que no lo se? ¿Crees que no me duele saber que mi amigo esta en este maldito hospital? Yo ya me siento suficientemente culpable como para escuchar tus reclamos, así que vete de aquí.- Al final Duo no hablaba, gritaba
¿Cómo habían terminado así? Se supone que Heero iba a corresponder los sentimientos del de ojos violetas, por primera vez Heero lo había arruinado todo. Se acerco aun más a Duo
-Te dije que te fueras, ¡Lárgate!- Duo grito con mas fuerza, si solo le iba a reclamar, no lo quería cerca, además que conocía la mente retorcida de Heero y tal vez estaba pensando en asesinarlo por lo que había hecho.
-Perdón…- Susurro Heero que por primera vez logro que corazón, cerebro y boca se coordinaran
Duo se quedo estático, ¿Heero disculpándose? De seguro estaba otra vez inconsciente y este era un sueño. -¿Qué dijiste?
-Perdóname… yo… no… no quise gritarte…- ¿Cómo seguir? Simplemente no podía, no existía plan o estrategia alguna que lo ayudara para decirlo, jamás podría decirle a Duo que lo amaba.
De manera inesperada Heero tomo la mano de Duo y la llevo hasta su pecho- Esto siento por ti
Duo cerró los ojos, sintiendo los latidos del corazón de Heero, eran rápidos eran violentos, como si su corazón se fuera a salir en cualquier instante, eran como los suyos cuando el estaba cerca, abrió los ojos sonriendo, tomo la mano y la llevo a su corazón (el de Duo), que latía de igual forma, Heero no pudo evitar sonreír y la distancia que los separaba se hizo nula cuando sus labios se unieron en un tierno beso que expresaba lo que sentían, realmente las palabras sobraban en aquel momento en que se habían declarado su amor con el corazón, mas aun, con el alma misma.
-Te amo- Heero por fin dijo aquellas palabras, se le escaparon sin pensar
-Yo también Heero, te amo- Duo susurro antes de besar a Heero, sintiéndose la persona más feliz que pudiese existir.
Tanto pensar en ti ya me ha hecho decidir
Me cuesta mucho pero, te lo voy a decir
Y es que yo, ya no puedo mas
Ya no importa lo que vaya a pasar
Quatre se encuentra sentado en el pasto frente a un lago cristalino, todo es muy tranquilo, simplemente observa el agua cristalina, y algunas hojas que pasea sobre su superficie, sonríe, sabe perfectamente que aquello no existe, sabe que se encerró a si mismo en su mente, pero no le importa, aquí adentro no molesta a nadie y nadie lo puede lastimar.
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Han pasado dos meses desde que Quatre llego a su casa, no tenia caso tenerlo en el hospital si físicamente estaba bien, el único que podía sacarlo de ese ensimismamiento, era el mismo… Tal vez Trowa ayudaría, pero el se había ido “quien sabe a donde” el día que Quatre salio del hospital, lo habían buscado por todas partes todo había sido inútil inútil.
Duo se quedaba todas las tardes a su lado platicando con él, contándole de Heero, bueno cuando este no estaba a su lado, Heero solía ser un poco posesivo con el de ojos violetas, pero a este le gustaba que fuera así, Heero le leía alguna que otra tarde, por petición de Duo o aunque en el fondo lo hacia con gusto, al fin y al cabo a Quatre lo consideraba uno de sus amigos.
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Quatre escucha la voz de Heero leyéndole, le gusta escuchar a sus amigos, y por eso sabe que están bien, pero hace tiempo, demasiado, que no escucha la voz de…
-No la escuchas por que él no quiere saber de ti, Trowa se fue por que le resultaste inútil- Quatre volteo para encontrarse con su propia imagen, pero con una expresión llena de maldad y de odio, esa era la voz que había escuchado, le daba un poco de miedo, pero sabia que no le podría hacer nada, aquella imagen era producto de su mente y por lo tanto no tenia ningún poder sobre el.
-Lo se… es solo que…- Quatre se callo observando el lago en silencio, estaba allí para no pensar y eso era lo que haría.
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Trowa llego a un pequeño departamento, donde vivía desde hace algunas semanas, después de vagar por diferentes lugares.
-Vaya hasta que por fin te encuentro- Escucho una voz entre la oscuridad de su vivienda.
-Wufei, ¿Qué haces aquí?- Trowa dijo de manera tranquila encendiendo la luz.
- Solo vine a ver por que habías huido-Wufei sonrió sardónicamente
-Eso es algo que no te importa
Wufei sonrió aun mas- Tienes razón, no me importa… Llamémoslo simple curiosidad, me gustaría saber, por que, si te interesa tanto Quatre, ya no estas con el-Lo observo algunos segundos, Trowa bajo la mirada unos segundos, Wufei estaba logrando lo que se proponía que el de cabellos castaños regresara- Por que te interesa ¿No es así?-El silencio de Trowa le dio la respuesta-Entonces ¿Por qué te escondes? ¿Por qué huyes?
-No entiendes…- Trowa por fin hablo- No soporto verlo así, se que es mi culpa, y no hice nada por evitarlo
-Como quieras- Wufei se aproximo a la puerta- Solo piensa como se sentirá Winner cuando despierte y no estés a su lado- Sin esperar respuesta salio de aquel lugar
Solamente tu me puedes destruir o salvar
Dos palabras bastaran
Te podría esperar hasta que se evapore todo el mar
Pero tú no dices más
-Buenas noches Q-chan, me voy a dormir antes que Heero venga por mi- Duo sonrió sonrojado-Hasta mañana-Beso la frente de Quatre
Trowa entro sigilosamente por la ventana, no quería que los demás lo vieran y que escuchar sus reclamos, sobretodo los de Duo. Al entrar se quedo estático, frente a el, como un ángel, estaba Quatre, con sus ojos cerrados, dormido en un sueño que parecía eterno…
El castaño se sentó en la orilla de la cama-Hola Quatre, ya estoy de regreso- Susurro acariciando el cabello rubio de Quatre- Perdóname por dejarte solo, yo… yo no sabia que hacer, pero ahora no me voy a separar de ti, por que…- Sonrió de manera dulce- Por que te amo Q-chan- Se acerco para besarlo, pero un instante antes se detuvo, lo besaría cuando despertara, cuando el otro sintiera lo que él sentía en aquel momento, así que simplemente se acostó a su y lo abrazo sintiendo el suave calor del otro cuerpo.
Un chico de mirada negra observo estas acciones desde la puerta sonriendo, definitivamente tenia que conseguir trabajo de cupido, pensó para si mismo, sintiéndose sarcástico.
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Quatre escucho cada una de las palabras de Trowa, no necesitaba estar mas en ese lugar, quería regresar en ese mismo instante
-No lo hagas- Se escucho una voz
Pero Quatre solo sonrió, era hora de despertar.
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-Vamos Heero, después de despedirnos de Quatre, me vas a invitar un megahelado-Decía Duo mientras jalaba a Heero a la habitación de Quatre.
Heero solo se limito a esbozar una diminuta sonrisa, amaba demasiado al trenzado como para negarle algo, además, ¿Por qué negarlo? Su vida había adquirido sentido desde que el y Duo eran pareja.
Duo se paro en seco al abrir la puerta y encontrar a Trowa durmiendo a lado de Quatre, iba a dar un grito de alegría, cuando unos labios capturaron los suyos, dejándose guiar hacia fuera
-Vamonos ellos están bien- Dijo Heero mientras, de la mano conducía a Duo en busca de su helado.
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Quatre abrió lentamente los ojos, de inmediato reconoció el lugar: su habitación, al sentir cierto peso sobre su cintura se encontró con el brazo de Trowa que lo abrazaba suavemente, se libero de él tratando de no despertarlo y se sentó un momento. ¿Cuánto llevaba en esa cama?
-¿Piensas irte?-La voz de Trowa interrumpió sus pensamientos, cuando giro su cabeza encontró a Trowa sentado, el rubio se alabanzo sobre el en un abrazo que fue correspondido, sin poder evitarlo Trowa se acero a su rostro y lo beso de manera tierna al principio y apasionada después demostrándole todos los sentimientos que le provocaba su sola presencia
-Yo también te amo-Murmuro Quatre al separarse
-¿Me escuchaste?
-Cada palabra
Trowa lo volvió a besar su corazón latía con fuerza y lo hizo aun mas al escuchar la propuesta del rubio
-Podríamos terminar lo que dejamos pendiente aquella noche- Pidió sonrojado Quatre, Trowa sonrió, nunca podría negarse a tal petición.
No se si estuvo bien decirte toda la verdad
Tal vez así lo entiendas y lo sepas valorar
Y es que tú apareciste así
Sin saber, te has metido en mí
Es una tarde fresca, de un día muy bonito
-Duo baja de ahí, y dame la cámara- Quatre le gritaba a Duo que estaba trepado en un árbol
-No, yo quiero tomar la foto, He-chan ayúdame- Grito Duo sin intención de obedecer
A lo lejos Trowa y Heero solo observan, y es que un día de campo, al final, se había vuelvo una batalla campal entre Duo y Quatre por la posesión de la cámara, ¿No podían simplemente ponerla en el maldito tripìe y dejarla en automático? ¡No claro que no! Alguno de los dos tenía que ganar, y esto iba para largo
-Hasta que pude encontrarlos- La voz de Wufei desvió la atención de los dos observadores hacia el- ¿Qué se supone que hacen esos dos?- Dijo mientras señalaba el árbol donde se encontraba Duo
-Cosas de fotografías-Simplemente contesto Heero
-Hace mucho que no te veíamos-Comento Trowa-Aun no entiendo porque te fuiste
-No pensaba escuchar todas las noches su escándalo-Wufei comenzó a reír sin parar al ver que ambos chicos se sonrojaban levemente- Que gracioso
-Tú tienes buena compañía en tu departamento ¿No?-Dijo Heero con una sonrisa maliciosa. En ese mismo instante Wufei se quedo callado ¿Cómo es que sabía? Sus mejillas se volvieron carmesí pero un ruido lo distrajo ¿risas? Pero si los que por lo regulan reían estaban lejos ¡Eran Yuy y Barton! Sonrió sus amigos habían cambiado mucho- Bueno voy por esos dos.
Heero y Trowa observa como Wufei se trepa al árbol y trata de atrapar a Duo, que escapa con gran habilidad, se observan con una gota en la nuca, definitivamente Wufei tenia un estilo muy particular para solucionar las cosas.
Dos horas después….
-¿Listos?-Wufei esta acomodando la cámara, después de programarla se pone en medio de las dos parejas, amabas abrazadas. Se escucha el clic de la cámara. Duo no deja de sonreír, cuando hizo esa última misión sabia que no tenia nada que perder, y eso fue cierto, no perdió nada, al contrario, lo gano todo…
FIN
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