Deseo gritarlo!, no se hace cuanto, la verdad es que ya perdí la cuenta de los meses, días y horas en que desesperado intento decirte, gritarte lo que siento.¿Qué cuando empezó este sentimiento? No se, ¿Cómo empezó? No lo se, ¿Cómo me percate de el?...
Un día “eso” ya estaba ahí, en mi corazón, presente, creciendo, aumentando, quemándome por dentro...y yo solo lo sentí, me di cuenta que cuando te veía “eso” parecía moverse, me hacia cosquillas, me hacia sentirme extrañamente bien…
Pero cuando te marchabas la tristeza se hacia presente, “eso” hacia que me sintiera mal, agotado, triste, con ganas de ir tras de ti…
Lo mas extraño es que cuando alguno de tus amigos se acercaba a ti “eso” hacia mi sangre arder, me enojaba, me molestaban todas esas chiquillas que llegaban a coquetearte, y mas me molestaba que tus correspondieras a sus coqueteos, tal vez no con esa intención, tal vez ni siquiera eras conciente de que lo hacías… ¿o si?, pero les sonreías, esa sonrisa que nunca me dedicabas, ni me dedicarías a mi.
Y era en esos momentos cuando me decía que tu no eras el indicado, que solo eras un idiota mas, que no valías la pena, que no valías mi atención y no valías (aunque estuvieran ahí por ti) las lagrimas que cubrían mi rostro a momentos…
¿Estoy llorando?, ¡no! Solo son un par de lagrimas, no puede ser considerado llanto…esta bien, lo acepto, estoy llorando y no solo por fuera, mi corazón también llora, porque “eso” que vive ahora en él lo lastima, lo daña, y me duele… ¡para por favor! Ya no quiero sufrir, ¿acaso no he sufrido suficiente toda mi vida?, ya no quiero sufrir mas, y menos por ti…
Te dedico una mirada de desprecio después de limpiarme las lágrimas, mi mirada es gélida y trato de cargar en ella todo el odio y el desprecio…no, no es odio ni desprecio, es…es…frustración, por tenerte tan cerca y a la vez estar tan lejos de ti.
Mal momento elegí para observarte con la mirada mas cruel que tengo, pues en ese instante haz levantado la vista y tu ojos dorados han chocado con mi mirada azul llena de resentimiento (aparentado)…no estoy seguro pero parece que tu mirar ha cambiado un poco, de una forma casi imperceptible, ¿será verdad o lo he imaginado?, no lo se, pero no puedo quedarme a comprobarlo.
Maldición hace tanto que ya no distingo la verdad y la fantasía….fantasías en donde tu siempre estas presente, en donde te beso con pasión, te toco con ternura, te observo con amor y siendo correspondido te hago mío, cuántas veces me he perdido en mi mundo de fantasía, donde ya solo existes tu, donde puedo tenerte, un mundo donde tu también me…
Camino con paso firme, pues el receso esta apunto de terminar, voy concentrado en mis pensamientos, me alejo con paso rápido, no quiero seguir observando a tus amigos que son tan afortunados de poder tenerte cerca.
Me dirijo al salón de clases, mis pies me guían solos hacia mi destino, no miro por donde voy, solo camino, inmerso en mis pensamientos que están dedicados solamente a ti, escucho mi nombre, lejos, se escucha muy lejos…unos pasos, parece que alguien viene corriendo y me llama, aun no atino a salir completamente de mis pensamientos, parezco estar en un trance, y de repente tu estas ahí, frente a mi, con esos hermosos y expresivos ojos color miel, en los cuales podría perderme y no me importaría, estas ahí frente a mi con esa pose tuya, arrogante, tan parecida a mi y a la vez tan diferente.
- ¿Kaiba que ocurre? - Preguntas y noto un dejo de preocupación en tu voz
-¿Qué ocurre de que? - Es lo único que atino a responder, con otra pregunta, pues aun no asimilo por que me seguiste y el tenerte tan cerca, no voy a negarlo, me pone muy nervioso.
-Algo te ocurre, así que dime de una vez que es
Tu voz sigue oyéndose preocupada, pero también hay decisión y mando en cada una de las palabras que brotan de tus labios…tus labios, estando tan cerca puedo observarlos bien, son fascinantes, apetecibles…no respondo a tu pregunta y solo me dedico a observar tus labios, esos que quiero probar y deleitarme con ellos siempre
-¡Ya basta! Háblame
- Me empujas a la pared y posas tus manos en mis hombros, ese solo y simple contacto me hace estremecer
-¿Por qué/? - Tu voz se quebró y no has terminado de formular tu pregunta, tu voz es diferente se escucho… triste
-¿Por qué, que? - Respondo una vez mas con una pregunta y trato de que mi voz suene lo más tranquila posible
-¿Por qué me miraste así? Dices con la voz cada vez más triste, perdiendo con cada segundo que pasa tu pose segura y arrogante, bajando tu rostro, escondiéndolo de mi vista
-Yo…no… - No logro articular respuesta, acaso te diste cuenta, acaso no imagine que tu mirada cambio solo un poco, acaso…
-Te acepto todo, tus insultos, tus frases despectivas y hasta que me digas perro, pero… pero no vuelvas a verme así Kaiba...porque duele…
-¿De que hablas? - Es lo que atino a preguntar, tu ojos que ahora me observan se encuentran vidriosos, lagrimas amenazan con brotar de ellos
-Dime, ¿Qué he hecho para que me odies de esa manera y con tal intensidad?
Diciendo esto sueltas mis hombros y te dejas caer de rodillas, débil e indefenso, es como te veo en este momento, y me dejo caer a la altura a la que te encuentras, ahora se bien lo que es “eso”, es amor y sin mas te abrazo, trato de que este abrazo te muestre todo lo que siento por ti, todo lo que oculto, todo lo que te amo, pero hay ocasiones en ue un hecho no dice mas que mil palabras y esta es una de ellas, aunque se que en este momento no necesito mil, sino solo tres para por fin terminar con esto
-Te amo Joey - Murmuro cerca de tu oído, tus sollozos que se hicieron presentes desde que te abrace cesan de repente, me miras con ojos llenos de sorpresa, aun con lagrimas en ellos.
Estas atónito y no haces nada mas que observarme y yo trato de darte una explicación
-Yo/ No he podido terminar mi frase, tus brazos rodean mi cuello y tus labios aprisionan los míos, me entrego a ese beso sincero, puedo sentir las lágrimas en tus mejillas mojando mi rostro, pero no es importante, pues en este momento me doy cuenta, tus labios saben igual que como lo imagine, son tan suaves y tersos como se ven a lo lejos.
Lejos, así es como te he visto siempre, no puedo asimilar que ahora te tengo entre mis brazos y que nos estemos besando.
Fue un beso tierno, amable, lleno de amor, nos separamos lentamente, como si no quisiéramos hacerlo, yo no quiero, pero es necesario
-Seto, ¿tu no me odias? - Preguntas tan inocentemente con tus mejillas rosadas y tus ojitos aun llorosos y no puedo creer que mi nombre suene tan bien en tus labios
-Jamás podría odiarte cachorro, es solo que no soporto verte lejos de mi, y menos con todos esos amigos tuyos y esas chiquillas coqueteándote, además de que hasta hace solo unos instantes todo era tan confuso
Mi voz suena tranquila, lo mas que puedo pero tu te has dado cuenta
- ¿Celoso?
- no creo - Es lo que contesto, aunque yo se que si, son celos, celos de aquellos que se acercan demasiado a ti, de aquellos que te tocan y de esas que en ocasiones se han robado algún beso de tus hermosos labios
-Yo también te amo
Me abrazas y esas palabras me han desubicado completamente, no las asimilo ¿acaso acabas de decir que me quieres? ¿Qué me correspondes? ¿Qué me amas? Y ahora soy yo quien te ve con ojos de sorpresa y te alejo un poco de mi, pero sin romper el abrazo
-¿Tu me/?
-¡YO TE AMO! Me interrumpes, te beso de nuevo, pero ahora mas apasionadamente y te abrazo a mi con mas fuerza, mientras tu te aferras a mi.Nos levantamos, la campana ha sonado y las personas se aproximan a entrar a clases,
-Creo que ya no tengo ganas de entrar, se me ocurre algo mejor que hacer - Me dices con aun voz que parece ser inocente, pero no puedes ocultar la sensualidad tras ellas, veo como te sonrojas, no hay nadie en el pasillo, salimos al patio (jamás desaprovecharía esa oportunidad de estar contigo), vemos a tus amigos a los cuales les dices que debes arreglar un asunto conmigo y que los veras mas tarde, parecen preocupados, pero tu los tranquilizas
Todos están en clases, tu y yo en cambio, nos encontramos bajo un grande y frondoso árbol, en el jardín que se encuentra desierto, el lugar donde nos encontramos es muy privado, nos abrazamos intercalando besos y caricias a momentos, en silencio buscamos recuperar todo el tiempo que no hemos estados juntos, aunque hay mucho tiempo por delante.
Te beso una vez mas y de repente te subes a mi aumentando la intensidad de los besos, me sorprendo pero me agrada, sigamos y veamos que resulta, pues ahora se que me correspondes y que me amas al igual que yo a ti, por lo tanto esta bien.
¿¿¿¿Fin????