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Otra Vez... por AthenaExclamation67

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Notas del fanfic:

Fic para recordar el cumpleaños de Ikki

 

Otra Vez

By AthenaExclamation67

 

Otra vez había llegado ese día, ese día en el que mi madre me trajo al mundo. Se suponía que debía estar pletórico, lleno de felicidad, pero todo lo contrario, ya estaba cansado, mejor dicho, harto de los intentos que hacían mis amigos para sorprenderme.

Yo siempre me preguntaba... ¿No podrían limitarse a felicitarme? Pues parece que no, ellos preferían quemarse la cabeza buscando un modo de sorprenderme. A mi me bastaba con tenerlos a todos a mi lado, pero no, les gustaba realizar imposibles, y al final... lo consiguieron.

 

Viernes, 8 Agosto (justo una semana antes)

 

Empieza la olimpiada en Beijing, pero también empieza la odisea particular de todos los años de nuestros muchachos.

Reunión súper, mega importantísima en la mansión, Shion y Saori están decididos a sorprender de una buena vez a Ikki.

  • - ¡De este año no pasa! - golpeaba la mesa Shion renegando ante la atenta mirada de todos.

Habían convocado a todos en reunión extraordinaria a excepción de Ikki obviamente para organizar el plan.

Hablaron durante horas, tratando de confeccionar la sorpresa lo mejor posible para tratar de lograr su propósito.

Desde las guerras, todos habían podido relajarse, no olvidaban a quien tenían a su cargo, siempre estaban pendientes, alerta por si sucedía algo en contra de su diosa.

  • - Bien, solo falta la táctica de distracción, y creemos que sabemos cual es a la perfección. Eso, debemos agradecérselo a Shun, puesto que nos ha sido de gran ayuda.

Shun sonrió travieso, más incluso. Se podía decir que sus ojos reflejaban una picardía que no le era muy conocida, picardía de la que sólo Seiya era conocedor ya que pasaban juntos noche y día.

  • - Hyoga... - habló Saori - tú te llevarás a Ikki de paseo.
  • - ¡YOOOOOOOOOOO! - exclamó -no, no. Ni hablar de eso. ¿por qué debería hacerlo? - añadió.

Shion se levanto y camino hasta él poniendo cada una de sus manos en uno de los brazos de la silla donde se encontraba.

  • - ¡Por que a ti te gusta! - interrumpió Death Mask dejando a Shion con la palabra en la boca - no te quejes más, deberías agradecernos que te organicemos ese rato a solas con él - añadió llegando hasta Hyoga.

Shion lo miró, realmente Mask no era el rey de la paciencia, era bien sabido por todos, pero Shion sonrió encantado, ellos al fin habían podido confesarse su amor en la fiesta de cumpleaños del cangrejo, así que deseaban organizarle algo parecido al pollo para ver si de una vez eran capaces de confesarse sus sentimientos.

  • - ¡Justamente! - acotó llevando una de sus manos a la cintura de Mask.

Hyoga los miraba atónito, no podía creer lo que estaba oyendo.

  • - Pero... Pero - balbuceaba Hyoga.
  • - Vamos Hyoga - dijo Saori - solo tienes que decirle que te acompañe para comprarle su regalo. Invéntate algo, le dices que no podías decidirte y que preferías que lo escogiera él... ¿Sí?

En ese instante, Hyoga empalideció, pero no le quedó otra que aceptarlo, parecía que los papeles ya estaban adjudicados y no le dejaron otra opción.

La reunión terminó y cada uno de ellos se marchó con sus quehaceres bien claros, justo al contrario que Hyoga que se llevó las manos a la cabeza y pensó...

  • - Dioses... ¿Tan transparente soy?

 

Los días, pasaron más rápido de lo que imaginaron y llegó el día esperado. Todo estaba perfectamente organizado menos los nervios de Hyoga.

 

Viernes, 15 Agosto (el día H)

 

Once de la mañana e Ikki sin salir de su cuarto.

Shun, estaba decidido a ser el primero en felicitarle ya que en su pequeña cabecita, tenia la firme convicción de que al año siguiente, ya no podría hacerlo.

Corrió hasta la habitación de su hermano y la aporreó varias veces para que Ikki salga. Al no escuchar ningún ruido, entra y se va derechito hasta el bulto que permanece quieto bajo las sábanas.

  • - ¡¡¡ FELICIDADES!!! - gritó airándose sobre Ikki y lo abrazó.
  • - Shun... Shun... ¡Ya! - contestó tratando de contener la euforia de su hermano.
  • - Venga, vístete. Tienes que venir a abrir todos nuestros regalos - dijo Shun con una gran sonrisa - te espero abajo - añadió y se marchó casi tan rápido como había llegado.

Ikki se aseo y bajo a desayunar, siendo felicitado y agasajado con regalos por todos sus amigos salvo Hyoga que aún permanecía en su cuarto muerto por los nervios.

Al rato, llegaron los caballeros dorados que hicieron lo mismo. Ejecutaron el plan a la perfección. Así que lo felicitaron y le entregaron sus regalos.

  • - Ikki... ¿Dónde está Hyoga? - preguntó Camus en un momento dado.

Ikki frunció el ceño mostrándose algo disgustado.

  • - El pato todavía no ha bajado. No se a que espera, se le va a juntar el desayuno con la cena - respondió muy molesto.

Todos rieron ante la rabieta de Ikki, estaba más que claro que Hyoga le gustaba, pero ninguno de los dos había sido capaz de dar el primer paso.

Mask, en un momento de distracción, aprovecho para escabullirse a los dormitorios y llegó hasta el de Hyoga.

Abrió la puerta y pudo verlo sentado en la cama, pensativo. Pensativo hasta que lo vio y se asustó al oír el tono de las palabras que le dirigió.

  • - ¿Se puede saber que haces? - dijo Mask.
  • - E... - trató de responderle pero Mask le interrumpió.
  • - ¡No era una pregunta! - exclamó - ya estás bajando al salón y le felicitas - decía - ¿Acaso quieres que piense que no le importas? - añadió y se volvió al salón del cual pensó que ni se habían percatado que se había marchado, excepto Shion que siempre lo tenía vigilado.

Al minuto, bajo Hyoga y todos inevitablemente se quedaron mirándolo. Lo felicitó como correspondía aunque temeroso por la mirada que Ikki le estaba regalando al estrechar su mano. Una mirada que le dio miedo ya que parecía estar muy enfadado.

  • - ¡Bueno! - dijo Saori - ¿supongo que os quedareis a comer?

Todos sin excepción asintieron encantados, más por el hecho de que el plan estaba funcionando que por la invitación.

 

Durante la comida, charlaron animados mientras veían como Ikki y Hyoga se miraban cuando creían que no eran observados.

Terminaron y se fueron al salón para acabar de tomar el café tranquilamente relajados.

Cuando ya estaban todos sentados, Ikki se levantó y se fue hasta el baño.

  • - Vamos Hyoga... ¡Ahora! - dijo Shion.

Hyoga entendió, se fue hasta la puerta del baño y esperó a que Ikki saliera del baño. Cosa que no tardó en suceder y que cuando ocurrió, se asombró al ver a Hyoga esperando apoyado en la pared.

  • - ¿Qué quieres? - preguntó impulsivamente al verle.
  • - Yo... Quería proponerte algo - dijo sorprendiendo a Ikki - no encontré un regalo adecuado y me gustaría que me acompañaras a comprarlo.

Ikki lo miró extrañado, pero en el fondo, no le pareció mala idea, al fin podría estar a solas con el pato sin que fueran molestados.

Ambos regresaron al salón y le comunicaron a los demás su decisión de salir un rato, viendo como los invitados se mostraban enfadados.

  • - Joder Ikki - dijo Mask - ¿Ahora vais a marcharos? - añadió mintiendo descaradamente.
  • - Pues sí. Además, vosotros debéis estar a punto de marcharos... ¿no? - respondió.

Mask solo asintió para no echar la fiesta a perder, se limitó a seguir mostrando enfado como el resto mientras los muchachos salían por la puerta.

  • - ¿A dónde vas? - preguntó Ikki al ver a Hyoga que no caminaba en la misma dirección que él - mi coche está por allí - añadió señalando.
  • - Iremos en el mío - contestó sin dejar opciones para protestar.

A Hyoga le perdían los nervios cuando estaba a solas con Ikki, siempre metía la pata. Tan pronto se quedaba mudo como que hablaba cosas sin ningún sentido. Estaba decidido a que eso no se repetiría, que este, no sería el caso. No estropearía la tarde por uno de sus arrebatos.

Desde la ventana, los vieron subir al coche de Hyoga y empezaron a organizarlo todo, completamente convencido de que esta vez sí habían logrado su propósito para sorprender a Ikki.

  • - Y... ¿Dónde piensas llevarme? - preguntó Ikki sonriendo.
  • - Al centro comercial - contestó tajante poniéndose muy nervioso por esa sonrisa tan bonita.

Hyoga estaba muy tenso, la mirada de Ikki sobre su cuerpo mientras conducía le intimidaba, pero a la vez, también le gustaba, pero sus ojos mirando fijo a los suyos era algo que le dejaba sin aire.

El resto del trayecto, lo hicieron en silencio, mirándose el uno al otro cuando el otro no lo miraba.

  • - Llegamos - dijo Hyoga.
  • - Sí - acotó Ikki - ¿Qué tenías pensado? Iremos a alguna tienda en especial - preguntó tratando de romper el enorme muro que los separaba.
  • - Pues ahora que lo mencionas... Deberíamos ir a aquella tienda - dijo estirando del brazo a Ikki para que fuera con él provocando una sonrisa en él.

Hyoga, empezó a mostrarle varias, mejor dicho, muchas chaquetas. No dejaba de hablar, solo hacía que explicarle chorradas tratando de calmar sus nervios sin lograrlo.

Inconscientemente, empezó a probarse él las chaquetas mientras Ikki lo miraba. Disfrutaba con la vista del pato probándose las chaquetas que se suponía eran su reglo de cumpleaños.

Los primeros 30 minutos, Ikki se lo pasaba realmente bien, los siguientes 30 en los que Hyoga dejo de probarse chaquetas y continuó con los zapatos, se limitaba a imaginarse que era él el que se los ponía, haciéndole cosquillitas en los pies. Pero cuando Hyoga pasó de los zapatos a la ropa, empezó a perder los nervios.

Le tocaba ir de tienda en tienda con las bolsas de las cosas que Hyoga compraba. Ya se había comprado una chaqueta de jean, dos pares de zapatos y un cinturón. Y la cosa no pintaba mejor, la montaña de ropa que Hyoga llevaba cuando entró al probador era inmensa.

Salió de él con unos jeans y una camisa negra...

  • - ¿Qué tal estoy? - preguntó.
  • - Te queda bien - contestó hastiado viendo como Hyoga volvía a entrar al probador para continuar probándose cosas.

Ikki se desesperó, miró la esfera de su reloj para poder ver la hora y alucinó.

  • - Tres horas... Tres horas levo viendo como se prueba ropa y zapatos, ya estoy harto, me largo - pensaba muy ofuscado.

Se levantó y dejo las bolsas que cargaba en el sofá donde estaba esperando, cogió las llaves del coche de la chaqueta de Hyoga y se marchó muy enfadado.

  • - ¡Y encima llueve a cantaros! - exclamó al salir de la tienda.

Ikki llegó hasta el coche, se subió y puso rumbo a la mansión sin avisar o dejar algún recado para Hyoga cuando descubriera que se había marchado.

Hyoga, volvió a salir del probador ya con su ropa puesta y se extrañó al no ver a Ikki. Se fue hasta las bolsas y miró a su alrededor tratando de localizarlo cosa que no logró. Se fue entonces hasta la caja donde pregunto para ver si sabían algo, más no logró averiguar nada.

Cogió entonces su chaqueta y se marcho, empezó a buscarle por todas las tiendas mientras su cuerpo se mojaba por el chaparrón que estaba cayendo, pero se desesperó al no encontrarle, estaba empezando a ponerse muy nervioso por no encontrarlo y se preocupó. En una última acción desesperada, se le ocurrió irse hasta su coche por si Ikki había ido al baño y al regresar a la tienda no lo encontró.

Cuando llegó al lugar donde había aparcado, aún se preocupó mucho más, su coche no estaba y por reflejo, se llevó las manos a sus bolsillos para buscar las llaves sin éxito.

Su cuerpo tembló, quizás alguien se las había robado y también su coche, se desesperó mucho más y decidió regresar a la mansión para avisar a todos de lo sucedido. Se resguardo de la lluvia en una estación de autobuses y esperó a que pasara un taxi que lo llevará hasta su casa completamente mojado.

 

Por su lado, Ikki llegó a la mansión, estacionó el coche de Hyoga y se fue hasta la entrada corriendo donde lo encontró todo a oscuras, sin una luz que iluminara su interior.

Entró algo extrañado, incapaz de imaginar lo que podía haber pasado y empezó a buscar a los habitantes de la casa cuando...

  • - ¡¡¡SORPRESAAAAAA!!! - Gritaron AL verle aparecer por la sala.

Ikki se asustó y luego se sorprendió, ya pensaba que estarían todos en sus casas.

  • - Pero... ¿Qué hacéis todos aquí?
  • - Pues bien... - dijo Shion - queríamos organizarte la fiesta y sorprenderte. Y parece que lo logramos... ¿no?

Ikki los miró a todos nuevamente con sus inmensas sonrisas y respondió...

  • - La verdad que sí. Si contestara que no os estaría engañando - contestó.

Shion lo agarró del brazo y tras tirar de él, la fiesta comenzó. La música sonaba por cada rincón y todos se alegraron por lo que acababa de pasar. Por fin habían conseguido sorprender a Ikki.

  • - Un momento - dijo Camus - ¿Dónde está Hyoga?

Ikki cambió el gesto de su cara, frunció el ceño y gruño antes de contestar.

  • - Tú discípulo, pasó de mí, prefirió probarse toda clase de cosas sin acordarse de que yo estaba ahí. Me cansé y me marché, de todos modos, creo que yo no le hacía ninguna falta.

En ese momento, fueron los invitados los que se sorprendieron, se asombraron al conocer los motivos por los que Hyoga no había llegado, aunque Ikki se había pasado, seguramente Hyoga había metido la pata hasta el fondo.

De todos modos, siguieron la fiesta esperando que Hyoga no tardara demasiado.

 

Unos 30 minutos de celebración habían pasado desde que Ikki llegó a la mansión cuando el taxi que había tomado Hyoga paró en frente de la gran reja de la mansión. Pagó y salió del taxi, cubrió ligeramente su cabeza para no mojarse más y corrió hasta la entrada solo deteniéndose por un segundo al ver su coche allí. Eso le enfureció, tiró la chaqueta al suelo y entró empapado a la mansión llegando hasta la sala dónde se encontraba la fiesta.

  • - ¡HYOGA! - exclamó Mask.

Este ni lo escuchó y se dirigió hasta Ikki.

  • - ¡ERES UN IMBECIL! - le gritó propinándole una bofetada.
  • - ¡OYE! - contestó Ikki frotándose la cara rabiando - Yo no soy el que ha pasado de mi toda la tarde. Si necesitabas alguien para que te llevara las bolsas, haber llamado a otro - gritaba ante la incredulidad de los invitados que casi no podían creer lo que estaba pasando.
  • - ¡ESTABA VOLVIENDOME LOCO POR QUE NO TE ENCONTRABA! - le gritó sonrojado y dándole un empujón para poder pasar y llegar corriendo a su habitación dónde se encerró.

Miraron a Ikki, la atención de todos se centro en él esperando una reacción. Reacción que no se hizo esperar cuando vieron a Ikki correr subiendo las escaleras pasados dos segundos desde que Hyoga le dio el empujón.

  • - ¡ABRE PATO! - gritaba zarandeando el pomo de la puerta.

Hyoga ni lo escuchó, lo ignoró mientras se desnudaba y tras ponerse un pantalón deportivo se fue hasta el baño para coger una toalla y así poder secar sus cabellos rubios.

Ikki enfureció, forzó el picaporte una vez más y consiguió entrar sin encontrar a Hyoga...

  • - ¿Dónde te has metido? - exclamó sobresaltando a Hyoga.

Este salió del baño olvidando que se encontraba medio desnudo y se fue directo hasta Ikki.

  • - ¿Qué problema tienes? - preguntó muy enfadado plantándose frente a él.
  • - ¡Mi problema eres tú! - contestó Ikki dejándolo boquiabierto sin dejar de mirar su torso desnudo por el cual resbalaban unas gotas de agua traviesas que caían desde sus cabellos.

Ikki inspiró fuerte viendo como Hyoga se sonrojaba por momentos y le dijo lo que sentía olvidándose de todo.

  • - Hyoga... - dijo dudando un segundo - No sé si te gusto, si me odias... Pero la culpa fue mía, no volveré jamás a cometer ese error - acabó de decirle desviando sus ojos al suelo, esperando una reacción que no llegó antes de que acabara de convencerse a si mismo que no estaba en un error, que a Hyoga le gustaba igual que a él.

Ikki se giró y se encamino lenta y dolorosamente hacia la puerta de la habitación que permanecía abierta ya que Ikki nunca la cerró dejando que los invitados escucharan parte de la conversación antes de que decidieran dejar de escuchar y que solucionaran las cosas del modo que ellos creyeran mejor.

Hyoga al fin reaccionó, justo a tiempo para llegar e interponerse entre la puerta e Ikki. La cerró y sin pensarlo dos veces dejando de un lado los nervios y haciendo lo que realmente deseaba.

  • - I... Ikki... - susurró rojo como un tomate sin ser capaz de articular las palabras.

Pero sonrió, sonrió y se lanzo a los brazos del que amaba que lo abrazó gratamente sorprendido sin poder evitar que sus cuerpos se precipitaran al suelo.

Ikki protegió el cuerpo de Hyoga en la caída con sus brazos para que no golpeara con el suelo, dejando que cayera encima del suyo cuando impactaron con él.

Hyoga lo miró, sus ojos pararon en los de Ikki y tras morder su labio inferior le besó. Dejó que sus labios se unieran lentamente a los de Ikki demostrándole con ese tímido roce todo su amor.

  • - E... ¿Esto responde a tus dudas? - preguntó sonrojándose al separar sus labios.

Ikki se incorporó con una sonrisa inmensa en los labios, lo suficiente para poder rodar sobre el cuerpo de Hyoga y quedar sobre él. Recorrió con sus ojos cada milímetro de su precioso rostro y tras enarcar una ceja preguntó...

  • - Hyoga... ¿Qué te pasó? Estuviste toda la tarde ignorándome, eso me dolió...
  • - Ikki... Yo... Estaba tan nervioso que ni se que dije, deseaba estar mucho contigo - le explicaba incorporándose sobre sus manos y sentándose después sobre el suelo quedando a menos de un metro de Ikki - pero creo que lo estropee todo, actué como un tonto - añadía apenado dándole la espalda a Ikki que lo escuchaba muy atento - al final ni te compre tú regalo de cumpleaños - terminó.

Ikki se deslizó por la alfombra quedando de rodillas frente a Hyoga.

  • - No seas tonto - dijo tomando su mentón para poder verlo a los ojos.

Hyoga se sonrojó más de lo que estaba, esa mirada de Ikki sobre su cuerpo, sobre su piel que tanto le gustaba provocaba que sus nervios estuvieran a flor de piel.

  • - Me encanta cuando te sonrojas Hyoga, no puedo dejar de mirarte cuando estás así, coloradito como un tomate - le susurró antes de volver a besarle.

Lentamente, Hyoga se relajó, disfrutó mucho de aquel deseado beso, aquel que tanto había esperado y que finalmente llegó.

  • - De verdad Ikki... - dijo con la voz entrecortada por la agitación - siento no haberte regalado nada.
  • - No te preocupes - lo tranquilizó rodeando su cintura con sus brazos uniendo sus cuerpos - tú eres el mejor regalo que jamás me han dado...

 

 

- Fin -


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