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Rozen Kreuz por Sacred Angel

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Capitulo II.- Entre “fantasmas”

El reloj principal de la sala dio las 12:00 y un aura invadió la mansión, y al parecer el primero en sentirla había sido el peli naranja, pues una extraña sed lo había despertado.

Lavi entonces se dirigió a la cocina, un poco soñoliento mientras se tallaba los ojos en el camino.

--ahuum (bostezo) que sueño

Habiendo entrado a la habitación, y tratando de no cerrar los ojos (Project: ¡mas bien, el ojo!, ¿no?, si el otro lo tiene parchado), comenzó a buscar un vaso, y sin darse cuenta alguien le entregó uno (Project: XD, jajaja, ¡a que los dioses!)

--Aquí tienes

--¿eh? (medio dormido) gracias—tomó el vaso y se dirigió al refrigerador, el cual estaba a su derecha, al abrirlo agarró el garrafón que en la puerta encontró y se sirvió agua, y mientras bebía se dio la vuelta hacia la entrada de la cocina; segundos después notó en aquella oscuridad a dos ojos observándolo, el chico abrió los ojos enormemente (Project: ¡y dale con LOS OJOS!) y soltó el vaso, quebrándose este en pedacitos.

--¡/.O! ¿Aaah?—instantes después los ojos desaparecieron rápidamente como rayos

Después de lo ocurrido el peli naranja caminó con cuidado hacia su habitación, (paso a paso), mirando a su alrededor lo más que podía (Project: ¡todavía que hay oscuridad, y ve a medias, no manches, que mala!) (DF: ¡ya cierra el hocico o mejor tú cuenta la historia!) (Project: ¡bueno, así si me callo: P!)

Al llegar a la puerta de su habitación rápidamente, en cuanto tocó la perilla aquellos ojos lo volvieron a mirar, esta vez estaban demasiado cerca de los suyos. Con un pequeño susto cayó de espaldas por las escaleras, pero por suerte siempre llevaba su martillo consigo, así que al hacerlo crecer un poco se apoyó de él para así “volar” hacia el frente, donde estaban los escalones principales. Lo único que se oía, prueba de que no se estaba volviendo loco, eran las macabras risas de aquél escurridizo enemigo. Y minutos después parte de los destrozos que ambos (Lavi y el “fantasma”, según como lo había visto el peli naranja) estaban creando en todo el primer piso de la mansión.

Arriba, en el segundo piso después de unos segundos se sintió un gran temblor, cosa que despertó a Allen y a Lenalee. Ambos salieron de sus respectivas habitaciones y la primera que se dio cuenta del desastre fue la china, el peliblanco lo hizo cuando un trofeo le dio en la cara, consiguiendo que se le salieran las lágrimas (DF: ¡pobechito Allen, lo siento U.U!)

--¡O.O X (, Ouch!—cuando hacia el frente (por que de ahí venía el objeto) vio que Lavi estaba a punto de golpear con el martillo uno de los jarrones de la entrada (pues ahí se encontraba parado el mentado “fantasma”) (Project: ¡che fantasma!, ¿y por que con “”?) (DF: ya lo sabrán nn). La chica solo se cubrió los ojos para evitar ver el futuro desastre.

--¡Lavi, detente!—ese grito hizo que extrañamente el tiempo alrededor de los tres se detuviera por un minuto, lo que les dio tiempo para correr y agarrar los objetos que caerían después.

--¿o.o como le hiciste?—decía sorprendido el peli naranja

--¡no lo se o.o!—le dio al peli naranja el jarrón para que lo colocara de nuevo en la entrada, pues había conseguido aventarlo al momento en que el aire del martillo hizo contacto.

Cuando fue a colocarlo quedó de espalda a la china y al peliblanco, por lo que no vio que dos de las espadas de las dos armaduras que había en la mansión se dirigieron hacia el, el peliblanco no pudo evitar que avanzaran puesto que el escudo que formaba el aura que tenía la mansión se lo había impedido lanzándolo hacia la pared donde se encontraba la cocina y dejándolo inconsciente.

--¡Lavi, cuidado!—al momento en que iba a correr la barrera lo desvió.

Las espadas sujetaron al peli naranja de los hombros, por suerte sólo lo habían dejado colgado de las ropas. La chica corrió a con Allen, pero la barrera misma hizo que evitara bajar hasta el último escalón. Cuando Lavi abrió los ojos notó que se encontraba adherido a la puerta como un papel.

Afuera de la mansión, Kanda y Thoma intentaron abrir las puertas (pues habían sentido el temblor, causado por el martillo de Lavi) pero estas habían sido selladas por el aura. Lavi y la china gritaron con tal de despertar al peliblanco, ya que una tercera espada estaba a punto de atacarlo, por suerte el grito de ambos hizo que la barrera se deshiciera y Kanda al escuchar tan fuerte grito preparó a Mugen y se lanzó hacia la puerta (golpeándola con su hombro izquierdo) la cual se abrió sola, el Japonés entró patinando y justo a tiempo para detener la espada con Mugen.

--¡Yuu-chan, entraste a tiempo!—decía un peli naranja aún colgado pero sin perder las energías. El japonés estaba tan concentrado en retener la espada que ni tiempo le dio para molestarse.

Las espadas no habían sido el único peligro que la “embrujada” mansión les había puesto ya que después de unos minutitos de descanso las cosas empezaron a empeorar. Pasado el silencio, y después de liberar a Lavi de las espadas, Kanda sintió una extraña fuerza (gracias a la ayuda del tatuaje) a su alrededor, mientras volteaba con la mirada a todas partes y descubría que los objetos comenzaban a temblar como si fueran a cobrar vida.

--¡Rápido, llévenselo de aquí y suban al segundo piso!—les decía, manteniendo su brazo derecho listo en Mugen para desenvainarla. Ambos chicos hicieron caso y entre los dos cargaron al peliblanco y subieron los escalones, de ahí entraron a la habitación de este y cerraron la puerta. Afuera, en el primer piso el verdadero reto para Kanda había comenzado…

Las cuatro espadas juntas se dirigieron hacia el japonés, el cual se encontraba justo en el centro de la mansión y con sus dos espadas cruzadas frente a si. Cuando las otras cuatro hicieron contacto movió las espadas hacia delante de tal forma que hizo una fuerte ráfaga de viento que las mandó a volar e insertarse en las puertas principales.

No conforme con eso la mansión quiso mas, por lo que justo como lo había sospechado el chico, todos los objetos se despegaron de las paredes y se lanzaron contra él; esta vez se abrazó a si mismo y comenzó a dar vuelta como remolino, aventando todo lo que lo tocaba. Al final todo quedó hecho añicos en la roja alfombra. El japonés guardó sus espadas e instantes después Lenalee y Lavi bajaron para ver como se encontraba.

--¡Kanda!, ¿estás bien?—mencionaban ambos corriendo a su lado. El chico sólo se limitó a hacer una pregunta, que dejó sorprendidos a los dos.

--¿Cómo está él?—lucía serio, manteniendo su fría postura.

--O.O

--¡E-está bien, sólo fue un golpe en la cabeza! Nunca se había preocupado por él, o.o

--él está bien, necesita descansar—comentaba tranquila la china.

Sin embargo, su preocupación no quedó resuelta solo con eso, así que se dirigió a la sala y se sentó, cruzándose de brazos; los otros dos le siguieron, pues notaron su intranquilidad.

--¿Qué ocurrió aquí dentro hace horas?—los chicos le comentaron todo de la manera mas breve posible, y llegaron a la conclusión de que se quedaría dentro vigilando la sala (con eso de que Lavi vio un fantasma el japonés sin creerle mucho, de todos modos quiso cerciorarse de que todo estuviera en orden, XD!!)

CONTINUARÁ…


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