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Destino por Kanashimi Amai

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Notas del fanfic:

Mi primer FANFIC de todas a todas... la verdad estoy acostumbrada a hacer mis propias historias con personajes que yo misma he creado... pero esta pareja siempre me ha gustado (más porque los vi más unidos en xxxHolic kei) Ahora bien... tengo otros fanfic que estoy realizando... y también fics originales... así que espero sigan leyéndolos!


Cuídense y Diviértanse!


Espero con ansias sus reviews!


Bye bye

Notas del capitulo:

Pueden pasarse por aki!

www.metroflog.com/seme-uke

Es un metro que he creado con sólo yaoi y shonen ai!

Si desean contactarme les dejo mi correo:

kuroneko@live.com.mx

 

~ ‘Deseos Ocultos' ~

 

>> ...

El paisaje era hermoso. Los pétalos de cerezo caían alrededor... el chico se encontraba realmente admirado por aquella hermosura.

 

-Haruka-san... -dijo aún con algo de duda al girarse y ver a la persona que le había tocado el hombro... ‘En verdad se parecen tanto' pensaba

-Así es... -su sonrisa amable surgió al ver al ojiazul identificarlo

 

Hacía tiempo que soñaba con él...

 

¿Por qué él?

 

Eso aún no lo comprendía... pero se había convertido en algo tan común... como esos pétalos que caían en plena estación. Haruka se había convertido en su confesor... en alguien a quien podía contarle sus dudas y saber que de sus labios brotaría alguna solución. Pero aquello, aquella persona le incomodaba a veces, ya que pareciera que estuviera con su nieto... se parecían demasiado... pero el trato que les daba a cada uno era diferente.

 

-Veo que ya te llevas mejor con Shizuka...

-Decir llevarnos mejor sería mentirle... sólo estoy con él porque Yuuko lo desea así... es por trabajo -bajó aquella mirada que era acompañada de agonía o algo cercano a ella

-¿Seguro es sólo eso? -expulsó un poco de humo por la boca hacia el frente- ¿Ya no es tanto, verdad?

-¿Eh? -preguntó Watanuki, se había quedado pensando en la pregunta anterior a esa

-Los acosos por parte de los espíritus

-Ahora que lo dice es verdad...

 

Por su mente sólo pasaba aquel tonto y necio. Desde que estaban juntos ya habían disminuido aquellas perturbaciones e invasiones hacia su persona.

 

-En verdad... Shizuka es un buen chico... sólo es algo tímido... siempre lo ha sido...

-¡¿Tímido él?! -su sobresalto no podía ser mayor al escuchar aquellas palabras, como siempre dejó salir su quejumbrosa personalidad- ‘Cocina esto', ‘Has esto', ‘Eres un IDIOTA'... -suspiró fuertemente y se contuvo un poco, sólo un poco- Yo no creo que sea tímido -y siguió haciendo aquellas poses extrañas, sólo dignas de él

 

Una pequeña risita burlona escapó de Haruka. Watanuki lo miró y paró aquel alboroto que estaba armando como de costumbre...

 

-Haruka-san -dijo quejumbrosamente- No se burle...

-Es que es algo gracioso -decía aún entre risas- En verdad Shizuka no ha cambiado, siempre ha sido así... es la forma en la que él demuestra su afecto

-¿Afecto? Llama afecto a que siempre me esté mandoneando, abusando, burlándose...

-Jajajaja -salió nuevamente de él- Lo siento, lo siento... Te diré algo... Será como un secreto... Talvez eres la persona que más quiere y por eso te trata así...

-¿Quererme? -eso sí le había sorprendido pero profundamente le había agradado la idea- Eso jamás... Ese tonto sólo piensa en sí mismo

-¿Seguro? -dijo Haruka al irarlo directamente a esos ojos azules... puso su mano derecha debajo del ojo del mismo lado- Yo no creo que pienses eso de él...

 

Watanuki estaba avergonzado. Sabía que Doumeki no era así y aquella prueba estaba en su ojo.

 

-De todos modos él es así... -dijo en defensa

-Mmm... veo que no quieres darte cuenta. Bueno aún así pronto sucederá...

-¿A qué se refiere?

-S·E·C·R·E·T·O

 

¿Qué pasaba?

 

Watanuki no comprendía para nada las palabras que de su boca surgían. Doumeki, ese tonto antisocial, de verdad le gustaba pero no podía permitirse tal atracción por tres razones: primero eran hombres, segundo tenía a Himawari quien supuestamente le gustaba y tercero, pensando la más importante, era su rival. Un rival autoimpuesto por cierto.

 

-Bueno creo que pronto amanecerá... hoy te la pasarás bien y no te preocupes por esas cosas -como si él le leyera la mente- Pronto muchas de ellas se despejarán

...<<

 

Abrió los ojos con calma, nuevamente había soñado con el abuelo de Doumeki. Puso su mano sobre la frente. De verdad no entendía aquellas últimas palabras. Se sonrojó, al tratándose de imaginar una posible respuesta. Cubrió aquel rostro que se había tornado de un blanco fino a un rojo intenso, como un tomate.

 

 

-¡Buenos días!

 

Aquella dulce voz era eco en él... la chica lo miró con la sonrisa de oreja a oreja, esa sonrisa tan inocente y cautivadora de siempre. Ambos se encontraban en el pasillo, dirigiéndose al aula.

 

-Buenos días, Himawari-chaaannn~

 

La melodiosa voz de Watanuki no ocultaba la felicidad que la joven de largas coletas le daba.

 

-Doumeki-kun, buenos días -él había llegado detrás de Watanuki

-Buenos -contestó con aquella voz tosca de siempre

 

Esa voz detrás... le hacía reaccionar ahora de forma extraña, lo común era que se voltease y le dijese algo para molestarlo... No sabía si era por el sueño o por lo que se había imaginado esa mañana pero ahora se encontraba callado y sin dar vuelta a verlo, le ignoraba totalmente, como si fuera un espíritu. Que va, ni a ellos los ignoraba de esa manera. La chica se encontraba algo extrañada con Doumeki, ¿qué le pasaba a Watanuki? Él no es así... pensaban.

 

-Bueno Himawari-chan -una sonrisa fingida con aquellos ojos ocultos bajo los párpados salió- Tengo algo que hacer

-Hey -Doumeki le puso la mano sobre el hombro, quería saber que le pasaba, aunque Watanuki no pareciera interesado en contarle, ya que jaló el hombro hacia delante dejando la mano de Shizuka al aire

-Nos vemos -y salió disparado de aquel lugar

 

Su mirada aún permanecía baja y ruborizado, le había tocado. No podía permitirse que él lo viera así ¿Qué pensaría ella? ¡¿Qué pensaría ÉL?!

Ninguno de los dos sabía la razón exacta, pero sí, así era, Watanuki actuaba más extraño de lo normal.

 

-Mmm... me pregunto qué le pasará

 

Decía la chica mientras pensaba en voz alta llevándose un dedo debajo del labio inferior. Doumeki por su parte, le había escuchado, pero no podía apartar su mirada de aquel pasillo por el cual se había escabullido el ojiazul. Aunque había sido extraño... le pareció ver a Himawari directamente, cuando en realidad lo que estaba frente a él, y se interponía entre esa chica, era la espalda de Watanuki.

 

 

-¿Los has visto?

-No -contestó la chica

 

Himawari y Doumeki se la habían pasado buscando a Watanuki por todo el lugar.

 

-¿Por qué saldría tan rápido?

-No sé... -dijo el joven a la de cabellos largos

-Tampoco quiso comer con nosotros en el receso ¿Le estará pasando algo?

-Ese idiota -decía entredientes mientras ambos salían ya del Instituto- ¿Qué está pasando? -pensaba

 

 

-¡Ahhh!

 

Gritaba Watanuki a mitad de la calle mientras dejaba caer la maleta y con sus manos se revolvía los cabellos negros.

 

-Todo esto es por culpa de Haruka-san... En qué estaría pensando al decirme eso... 

 

‘... la persona que más quiere...'

 

Se sonrojó nuevamente. Bajó la mirada y recogió la maleta. Estaba dispuesto a olvidar aquella conversación, no había pasado y ¡Ya! Eso es todo. Se iría como siempre  ala tienda y seguiría las órdenes de Yuuko. Haría uno que otro mandado de su extrovertida jefa y ya muy entrada la noche, después de hacerles la cena, regresaría a su casa para descansar. El día siguiente sería igual de rutinario... es verdad... no pasaba nada. No había de nada de que preocuparse.

 

-Ya llegué...

-Watanuki, Watanuki... -salieron Maru y Moru a recibirlo mientras decían a coro su nombre- La ama no está -dijo Maru y continuó Moru- Pero te dejó un recado

-¿Un recado?

-Sí... un recado -dijeron las pequeñas al mirarlo con aquella alegría impregnada en esas caras. Fue momentáneo pero su rostro se tornó serio, imitando así a su creadora- "Tres días fuera... cuando regrese  quiero Sake..." Eso dijo, eso dijo -continuaron con esa alegría única en ellas mientras saltaban tomadas de la mano

-Ah, ya veo. También fue Mokona...

-Sí -confirmaron al unísono

 

Sólo tardó unos minutos adentro. Limpió unas cosas que tenía pendientes y se despidió de las niñas para ir a su casa. Tendría tres días libres, nada de Yuuko y nada de ir con Doumeki a tareas que lo pondrían en peligro. Nada de nada... completa paz para él solo. Se podía notar como aquellos momentos lo hacían tan feliz, caminaba tarareando una canción.

Llegó a su departamento. Dio un profundo suspiro a la par que cerraba los ojos. Metió las llaves y entró. Su mirada aún permanecía baja cuando cerró desde adentro.

 

-¿Qué te pasa?

 

Sus ojos se abrieron sorpresivamente al escuchar aquella voz gruesa y profunda a un costado de él. Estaba parado junto a la ventana, las cortinas se mecían por el viento y le cubrían por segundos. Hubo un rato de profundo silencio, Watanuki esperaba que aquello sólo fuera producto de su imaginación... o un delirio...

 

-Te pregunté algo... contesta -no, el cosmos no estaba a su favor

-¿Cómo entraste? -preguntó Watanuki con algo de tensión en la voz, poco a poco empezaba a sudar frío y preocupado. Trataba, inútilmente, de evadir cualquier pregunta y verlo

-¿Por qué no contestas? -preguntó seriamente, más de lo normal

-¿Qué pasa? -dijo evadiendo la mirada, asentó la maleta cerca de la puerta y caminó en dirección contraria a donde su ‘amigo' estaba

 

Doumeki sabía que algo sucedía, sus pasos y el tono de voz le delataban. No le gritaba, no le miraba, lo evitaba... sólo decía frases cortantes y evasivas.

 

-No sé a qué te refieres... -continuaba diciendo mientras su mirada perdida permanecía en aquel piso

 

Doumeki lo jaló de la muñeca y lo empujó contra la pared. No había salida, sólo podía mirarle o mirar a un lado donde un brazo le evitaba la posibilidad de salir. Su muñeca era forzada a estar pegada, a aquella pared, por la mano de Shizuka.

 

-¿Qué te pasa? -formuló aquella pregunta, pero le costaba trabajo el siquiera pronunciarla. Sus respiraciones estaban tan cerca...

 

Miró a un lado, fuera de aquella prisión. Verlo a los ojos sería un acto suicida. Doumeki mordió su labio inferior y la mano, con la que se apoyaba a la pared, fue a dar un fuerte golpe sobre esta misma, junto al rostro del ojiazul, quien abrió los ojos aterrados.

 

-¿Por qué no me lo quieres decir? -decía y luego acercó sus labios a sus oídos para murmurarle- ¿Por qué me has estado evitando?

 

Watanuki giró el rostro hacia adentro. Podía sentir la respiración de Doumeki en su cuello. Juntó su rostro a su mejilla, de tal manera que su nariz le rozó. Doumeki quitó aquella mano, con la que momentos antes había desquitado su furia, y la depositó en el suave rostro del otro para luego elevarle el mentó y besarle. Kimihiro correspondió aquel beso... Fue sino hasta que se separaron cuando el ojidorado le soltó la muñeca para así tomarlo de la cintura y continuar aquel beso. Watanuki le rodeó el cuello y casi elevando un poco el cuerpo puedo quedar a la altura de sus ya codiciosos labios. No sabía porque aquello le era tan placentero. Sentía como si desde antes lo hubiera necesitado... Sus lenguas se unían entre sí, intercambiando constantemente saliva y miradas que sólo hacían ruborizarse y desearse aún más.

Doumeki separó sus labios y empezó a besarle la mejilla, la mandíbula, el cuello... Watanuki miraba aquel techo... perdido entre desbordantes sensaciones. Sus labios estaban entreabierto, como esperando otro invasión en ellos. Doumeki le empezó a desabotonar la camisa, mirar aquel pecho era un gusto, que hasta ahora, sólo él gozaba.

Shizuka le deslizó la camisa hacia fuera, mientras continuaba besándole ahora los hombros y las tetillas, dejándole calada la piel entre pequeños mordiscos.

 

-Dou me ki

 

Watanuki agachó el rostro hacia Doumeki, dejando caer su cuerpo en el piso apoyado en la pared. De verdad estaba ido... sensaciones placenteras... ¿querer? De verdad le quería... Haruka se lo había dicho, pero no le creía, o talvez, no deseaba hacerlo. Era su enemigo, a él le gustaba Himawari... ¿no? Demonios ¿qué estaba haciendo?

Doumeki se dejó caer con el cuerpo del otro, mientras este permanecía hundido en sus pensamientos. Miró con dulzura aquella bragueta y puso en ella suavemente sus manos. La deslizó suavemente...

 

‘... la persona que más quiere...'

 

-Haruka-san

 

Musitó Watanuki, lo que hizo que el otro se detuviera en el intento de colar sus manos.

 

-Lo siento -dijo separándose la ver la mirada perdida el ojiazul

 

Al parecer había sido muy pronto pero él ya no lo resistía, quería estar con él. Deseaba tenerlo entre sus brazos poder percibir el perfume natural que emanaba de su cuerpo... aquel que sólo los espíritus olían. Talvez sin darse cuenta se había enamorado... enamorado de aquel chico que le gritaba y le cocinaba. Aquel que se preocupaba por los demás... aquel con quien compartía algo más que tiempo, un destino.

Doumeki giró a un lado, aún hincado, sus ojos dorados permanecían fijos a aquel piso debajo de él. Fueron minutos tan fugaces y eternos. Doumeki disponía salir cuando sintió aquella mano tocarle... detenerle.

 

-Espera -murmuró el pelinegro

 

Y diciendo eso le jaló para que cayera en sus brazos... aquellos brazos tan ansiados.

 

-¿Por qué? ¿Por qué te gusta jugar conmigo? ¿Por qué así? ¿Tan divertido es molestarme?

 

Decía al punto de quebrarse la voz. Watanuki quería saber si aquello que sentía era correspondido o sí, por el contrario, era sólo un juego de la vida. Shizuka no contestaba, permanecía en silencio con visiones de él mismo abrazándose... las emociones de Watanuki estaban cambiando... totalmente al grado de verse. Doumeki giró para abrazarlo, tenerlo con él.

 

-¿Es eso? ¿Por qué no me contestas? ¿Por qué lo callas? -su voz se ahogaba en un llanto mientras golpeaba aquel pecho- ¡¿Por qué no respondes Shizuka IDIOTA?! -explotó el llanto y golpeó el piso

-Me gustas -dijo oprimiéndole más a su pecho, el joven le había llamado por su nombre- Me gustas Kimihiro

 

Su rostro se oculto en ese hombro desnudo persiguiéndole con aquellas palabras... con aquella frase que tanto ansiaba decirle.

 

-Me gustas, me gustas, degustas

 

Tan insistentes y provocativas para el pelinegro. Watanuki giró el rostro y le besó debajo de la oreja, el otro giró para contemplarlo, le estaba correspondiendo... le estaba besando... alo que sólo en sueños pasaba. Un beso depositó a aquel en el cuello mientras permanecía aún en su hombro. Luego un beso en los labios, tan deseados y necesarios. Shizuka se incorporó estando sentado y le apartó los lentes, dejándolos a un costado. Le tomo el rostro entre las manos y lo besó con suavidad las mejillas, los labios, escurriendo aquella boca sobre su cuello y su pecho. Deslizó sus dedos entre las costillas del ojiazul y lentamente le quitó los pantalones llevándose consigo la ropa interior. Un mar de sensaciones llegaba, confundiendo y mezclando imágenes del pelinegro frente a él, con esos ojos cristalizados y mejillas ruborizadas contemplándole, e imágenes de él mirándole.

Doumeki sonrió como nunca se le hubiera visto, era tan cautivadora y custodiada por ese témpano de ojos, que ahora se suavizaban al mirar  al ojiazul. Bajó las manos hasta el costado de los muslos, que habían sido descubiertos de toda ropa, y los elevó, flexionando así las rodillas de Watanuki, y separó ambas piernas.

Kimihiro desabotonó con algo de torpeza la camisa del otro y la dejó a un costado. Miró aquel pecho, tan delgado... era algo que podía continuar observando de no ser por la mirada que Doumeki irradiaba, era más bella de lo normal. Le bajó el cierre de los pantalones y se los quitó con cautela, mientras sus manos acariciaban a la par aquella cintura que estaba quedando desnuda.

Sus cuerpos estaban desprotegidos de telas... telas que se interponían a sus deseos. Doumeki puso sus manos sobre el aparato y lo acarició, cosa que hizo que Watanuki se erizara, separando así un poco su cuerpo de aquella pared. El ojiazul lo rodeó con los brazos para juntar nuevamente sus lenguas. Se separaron para mirarse y fue cuando Doumeki lo empujó un poco hacia atrás... tocó nuevamente su sexo y empezó a masturbarlo. Watanuki sentía aquellas caricias tan fuertes, tan necesarias. Su cuerpo se elevó, Doumeki lo estaba levantado desde las nalgas. Poco a poco le fue soltando las piernas para dejarlo de pie, apoyado levemente sobre esa pared.

 

-Te he necesitado todo este tiempo... siempre te he deseado

 

Le decía Doumeki, para luego dejarse caer lentamente a aquellos pies, a su paso podía observar cada tejido de su piel... de ese cuerpo. Embelesarle con aquella boca y lengua, con aquellas succiones. Watanuki se retorcía de placer, mientras trataba inútilmente de enterrar sus dedos en aquel muro de apoyo. Kimihiro puso los dedos sobre la cabeza del otro, cubriéndolos con los cabellos revueltos. Lo pegaba más a su sexo, deseaba más atención en él. Lamidas, succiones, mordidas... aquellas acciones producto de la reprensión... Doumeki le daba todo cuanto deseaba. Quería ser poseído por aquel cuerpo y aquel otro quería poseerlo ya. Y lo que hasta ahora, eran apetencias fruto de la convivencia frecuente, podían realizarse.

 

-S-Shi zu ka

 

Decía Watanuki perdido en aquella abundancia de gozos... mientras el otro ejercía más acción sobre él. Para Doumeki aquella palabra le hacía desearlo aún más... Watanuki gimió retorciendo curveando la espalda, a su vez que oprimía el rostro del otro hacia él. La boca de Doumeki se apoderaba de ese líquido, sacó el sexo de la boca y le empezó a lamer la ingle. Las vibraciones no se hicieron esperar y Kimihiro cayó sentado al piso. Abrió las piernas y dejó que el otro contemplara aquella bella pose. El sudor recorriendo su cuerpo, su boca entreabierta y los ojos perdidos rodeados por un rubor que le hacía desearlo más. ‘Realmente hermoso' pensaba el ojidorado.

 

-P-Piensas dejarlo así...

 

Había pronunciado con algo de dificultad al respirar. De verdad deseaba ser uno con el otro, deseaba sentir su cuero estremecerse, su cuerpo ser poseído. Doumeki se lamió un dedo, dos, tres... se le acercó y el chico cerró los ojos. Luego los abrió, lo miró con algo de dolor, y los volvió a cerrar. Sentía como le penetraba con aquellos dedos, uno por uno se colaban en su entrada. Intentaba gritar inútilmente, ya que sus gemidos eran ahogados en paladares ajenos.

 

-E-Espera -dijo con algo de dificultad el ojiazul

 

Watanuki lo separó con una mano, el otro creyó por un momento que el joven había cambiado de parecer. En ese momento sintió como aquella lengua le recorría el abdomen. Empezó a lamerle su sexo, succionándolo ahora para sí. Doumeki tomó aquella cabeza cubierta de cabellos negros y la empezó a mover con ritmo, poco a poco su sexo se empezaba a erguir.

Watanuki volvió a su pose anterior, con aquellas rodillas flexionadas y piernas abiertas. Doumeki metió lentamente su aparato en aquella entrada, Kimihiro le rodeó con sus piernas y brazos. Las envestidas eran lentas pero poco a poco fueron cobrando fuerza y potencia, a cada leve salida del sexo continuaba un a envestida mayor. Gemidos, bullicio que pudo haber sido escuchado, pero que le valía poco o nada a ambos. Watanuki se retorcía más hasta que encorvó nuevamente la espalda y expulsó ese líquido perseguida por el líquido del ojidorado en su interior. Sacó lentamente y con cuidado su genital para luego cargarlo y posarlo entre las sábanas... lo cubrió con besos, uniendo sus bocas y abrazándolas entre más deseos. Cansancio, esa era la palabra que describiría a ambos... mientras debajo de esas sábanas se escabullían del mundo. Mientras ambos se ocultaban en un mundo creado sólo para ellos, besos y abrazos.

Sus ojos azules se ocultaron bajo esas cortinas blancas que tenía por párpados. Doumeki lo contemplaba jugando con sus cabellos negros, confundidos fácilmente con aquella noche que les rodeaba. Sólo bajo la luna se podía ver ese ser más bello a su lado, entre sus brazos.

 

>>...

-Así que te ama...

-Haruka-san -decía Watanuki con su rostro ruborizado

-Me alegro que Shizuka esté destino a estar contigo... sé que los sentimientos que te tiene son correspondidos...

<<...

 

-Te amo... -musitó mientras continuaba contemplándole, la luna lo hacía verse más exquisito

-Yo igual... -Watanuki tomó su mano, que hasta esos momentos le recorría el rostro con dulzura... depositó un suave beso en esos dedos y lo miró en todo su ser... -Te amo Shizuka

 

Shizuka lo cubrió nuevamente con sus labios... nunca lo dejaría apartarse de su lado, era lo más preciado que tenía. Compartían un vínculo y un destino.

Notas finales:

Espero sus reviews!

Bye bye


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