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¿Las coincidencias existen? por kimee_de_capricornio

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Notas del capitulo:

Disculpen lo tarde... no tenía el fic guardado en mi pc, el dispositivo en que estaba lo tenia prestado ^^UU... punto de vista del copo... espero sea de su agrado...

 

 

 

¿¿¡¡Yo dije eso...!!??. Esa es la pregunta que se formó en mi mente...debe pensar que soy un fácil o algo por el estilo, cuando la realidad es que no estoy acostumbrado a actuar de esta manera. Normalmente soy un... témpano de hielo, un hombre que con tan solo una gélida mirada podía destruir las esperanzas de cualquier persona que lograra acercarse un poco.

 

Pero este muchacho me incita a actuar de una forma diferente. Sólo lo he visto (hasta ahora) aquella vez en el metro y no pude evita quedarme impresionado. Fue como si un rayo me hubiese caido encima... un rayo no, suena exagerado; ese no es el concepto indicado. ¿Un flechazo...?. Si, tambien suena exagerado, pero era eso, estoy seguro. Increible pero cierto... ¡Me enamoré a primera vista de un extraño!. Al principio sólo pensaba dedicarle una de mis clásicas miradas frías para espantarlo de una vez por todas. Sin embargo, todos mis propósitos se vinieron abajo al enfocar mi vista en aquellas espectaculares turquesas. No pude evitar que una traidora sonrisa se reflejara en mi rostro, y él la correspondió, regalándome una seductora sonrisa, la cual hizo que ese "órgano traidor" llamado corazón empezara a latir desbocadamente en ese fugaz momento.

 

La lógica es el proceso de reflejo del mundo objetivo en la consciencia de los hombres. Se basa en lo racional, lo concreto... ¿Qué pasa cuando quieres seguir tus impulsos sin prestar atención a esta?. Supe que sí desistía, iba a lamentarme por no haber cedido por primera vez en mi vida a mis impulsos.

 

--- Tus deseos son órdenes, guapo --- me contestó con un deje seductor, dándome un breve beso en los labios.

 

Abandonamos el local, tal cual par de crios traviesos que tenían la adrenalina a millón. Porque eso era, la excitación de hacer algo que revolucionaría lo que soy hasta este momento. Abordamos un taxi, mientras nos comíamos a besos sin importarnos nada más.

 

--- Mi departamento está cerca --- me decía entre besos --- ¿Quieres...ir?

 

Era ahora o nunca. La oportunidad perfecta para negarme, y arrepentirme por el resto de mi vida. O aceptar, siguiendo los dictámenes de mi corazón... el pareció notar mi vacilación.

 

--- Sí no estás seguro, yo...

--- Si --- Me decidí por la segunda opción.

 

Llegamos a una zona de la ciudad que no conocía. El taxi se detuvo en lo que era un edificio antigüo, que contaba con evidentes huellas que delataban sus años, pero el cual mantenía constante con el paso del tiempo. Milo pagó el taxi (el no permitió que yo lo hiciera), nos bajamos de este. De su bolsillo extrajo un manojo de llaves y entramos al edificio. Tomamos el ascensor, y una vez dentro nos besamos y toqueteamos ansiosos...

 

--- Te... deseo --- Murmuraba Milo entre jadeos, mientras yo me atrevía a deslizar una de mis manos por debajo de su playera. Dioses, se sentía tan bien...

-- Yo... ahhh... también --- Entre gemidos apenas lograba articular palabra. Mi capacidad de formular una frase coherente se estaba haciendo casi nula.

 

Prácticamente estaba fusionado con la pared del ascensor, y él me besaba como si no hubiera un mañana. Algunos botones de mi camisa estaban desabrochados, mi cinturón iba por el mismo camino, mientras yo hacia intentos poco exitosos por desabrochar el suyo... este era uno de esos momentos en que desearías no tener ni un astíbo de torpeza en estas lides. Devoraba mi boca con pasión, con ansias, lujuria, reverencia... me sentí a punto de estallar en esos instantes. El timbre del ascensor nos indica que ya llegamos a su piso.

 

Salímos del aparato, y tomados de la mano entramos. Era un lugar pequeño, aunque muy acogedor... no era el típico  departamento de soltero en el que hay cosas desperdigadas por todas partes. No pude reparar en nada más cuando me rodeó entre sus brazos y me besó por unos esacasos momentos...

 

--- Si quieses parar, no me negaré --- me dijo con un semblante muy serio --- yo estoy muy seguro de mis actos.

--- Yo no quiero parar. Sé lo que quiero.

--- No creía poder detenerme...

 

Lo besé, deteniendo su perorata. No sé cúantos pasos dimos pero terminamos sobre una mesa. El estaba encima de mí... De verdad no podía creer que iba a dar un paso tan importante con alguien, quien a pesar de conocerlo durante escasos momentos, me importaba de verdad. En otro momento de mi vida, la idea me hubiese espantado, pro con este hombre me siento como si fuese otra persona. Mi vida sobria y aburrida estaba a un instante de dar un... efímero giro de 360º, pero no me importaba. Sólo deseaba vivir el momento... mí momento.

 

--- No creo tener fuerzas para llegar a la habitación... --- me comentó con respiración jadeante.

--- Yo tampoco...

 

Sobre aquella mesa, nos besamos de forma lenta, que después se volvió más intensa. Dejó mi cuello para depositar ligeros besos en este. No pude evitar gemir de placer a causa de las sensaciones. Mi camisa estaba prácticamente desabrochada, pero con un solo movimiento ya estaba en el suelo. Ni corto ni perezoso, empecé a subirle la playera. Sin embargo, el me facilitó la tarea terminando de quitarsela para arrojarla junto a mi camisa... me quedé extasiado por un momento al admirar aquel torso bronceado tan bien trabajado, ese marcado abdomen...

 

--- ¿Te gusta lo que ves? --- inquirió coquetamente.

 

Aún embobado por la maravillosa vista, asentí, incapaz de pronunciar palabra alguna que pudiera arruinar ese mágico momento.

 

--- Pues a mi si me gusta lo que veo --- añadió, seductor.

 

Daba ligeros besos en mi cuello, hasta llegar a mi pecho y entretenerse con mis tetillas en un instante que se me hizo eterno, mientras me contorsionaba del placer, suplicando por más, pero él parecía tomarse su tiempo. Cubrió de besos mi abdomen hasta llegar a cierta parte de mi cuerpo que requería mayor atención. Mi cinturón estaba desabrochado, al igual que el boton de mis jeans; sólo faltaba mi cremallera en la que ya estaba trabajando. Facilité su tarea, inclinándome para que aquella prenda se deslizara de mi cuerpo, mientras trataba de quitarme los zapatos... Terminó siendo arrojada en alguna parte del piso, junto con mis calcetines... mi erección era notoria, apenas cubierta por el ajustado boxer celeste, y sin aún quitarme esa prenda que se me hacía incómoda, depositó ligeros besos en esa zona. En ese momento, sentí que mis piernas se volvían gelatina, mientras él recorría la parte interna de mis muslos con sus manos. Protesté cuando abandonó su tarea, mientras se terminaba de deshacer de sus jeans negros y de sus boxers del mismo color, al igual que de sus tenis y medias...ahí estaba, extasiándome con el panorama de su cuerpo desnudo; sin duda, un regalo de los Dioses. Levanté un poco mis caderas en silenciosa súplica por deshacerme de la única prenda que se interponía entre nosotros. Milo me complació, quitándomela por completo... sopló la punta de mi miembro y me estremecí a causa de las sensaciones que estaba sintiéndo.

 

--- Milo... por favor...

 

El accedió, engullendo mi sexo excitado y comenzó a succionar a la vez que yo movía mis caderas. Coloqué mis manos sobre su cabeza, dictando el ritmo que llevarían sus movimientos...gemía y jadeaba con absoluto abandono hasta que culminé en su boca con un sonoro gemido. El tragó mi esencia por completo, y dejó mi sexo tranquilo para levantar mis piernas y apoyarlas en sus hombros... deslizaba su lengua en mi entrada para empezar a dilatarla. Un dedo entraba en mi estrecho interior, al principio sentí dolor, por lo que emití un quejido de protesta y me tensé un poco...

 

--- Relájate... ya pasará... --- me susurró, tranquilizador.

 

Movía su dígito en forma circular para seguir dilatando mi entrada y terminé relajándome... un segundo dígito lo acompañaba. Moví mis caderas en señal de aceptación, después entro un tercer dígito. Esperó a que me relajara por completo... estos salieron de mi interior y bajaba mis piernas de sus hombros, sosteniéndolas antes de que tocaran la fría superficie de la mesa. Se inclinó un poco hacia mi, besándome en los labios, mientras con delicadeza, su miembro entraba dentro de mi entrada, ya lo suficientemente dilatada... esperó tranquilo unos instantes hasta acoplarse en mi interior. Arqueé mi cuerpo a causa del placer que estaba sintiendo. Milo se movió suavemente, para después hacerlo con más profundidad...  tomó con una de sus manos mi sexo, que de nuevo estaba totalmente excitado para frotarlo al ritmo de sus estocadas que cada vez eran mas profundas, hasta que llegamos al clímax al unísono: Me descargué en su mano y el dejó su tibia esencia dentro de mi. Cayó sobre mi pecho con la respiración entrecortada, jadeante y sudoroso, al igual que yo...

 

--- Eso fue.... Genial --- decía mi ahora amante con la voz entrecortada mirándome fijamente con sus arrebatadoras turquesas, para después salir de mi interior.

 

Nunca me había sentido de esta forma... este cosquilleo extraño que ocurría cada vez que miraba sus ojos... ¿Esto es lo que llaman amor?

 

--- ¿Estás... arrepentido? --- el pareció malinterpretar mi silencio.

--- Nunca había hecho algo como esto... --- le confesé --- liarme con alguien a las pocas horas de conocerlo. Pero contigo fue... diferente. No, no me arrepiento de nada.

--- Nunca dejé de pensar en ti desde aquella vez en el metro --- me comentó con una sonrisa --- juro que llegué a pasearme muchas veces por las líneas del metro con la esperanza de verte...

 

No supe como contestar a eso. También me enamoré a primera vista... todavía me pregunto como fue posible.

 

--- Sé que sonará descabellado... pero yo también me enamoré de ti... --- le contesté.

--- ¿Quieres ser mi pareja?...

 

Continuará...

Notas finales:

¿Que responderá el copo?....

Lo sabrán en el próximo capi,  el cual será el final de esta historia ^^

Saludos..!!!


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