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Imagine me without you por Ryu_chan

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Notas del fanfic:

Vale, nunca me imaginé haciendo un fics de Naruto y menos un songfics xD espero les guste, va con todo mi amor a las fanaticas del sasunaru

Notas del capitulo:

Ubicado después de la derrota de Orochimaru e Itachi.

Una recomendación, escuchen la canción de Luis Fonsi "Imaginame sin ti" que me inspiró a hacer este relato ^^

 

La noche había tomado presa toda Konoha. Pocos aldeanos se veían por los alrededores, logrando que las calles lucieran vacías y fúnebres. El puesto de ramen tenía varios clientes, por lo que la actividad se desarrollaba con rapidez. Los ninjas saltaban de techo en techo, vigilando el perímetro. Todo parecía ir normal, incluso, la aldea que antes hubiese pertenecido al famoso e inexistente clan Uchiha estaba en completa calma.

 

Una mera ilusión.

 

-Maldición- masculló por lo bajo, cuando el vaso con agua que llevaba rato sosteniendo se le resbaló de las manos. Con parsimonia, recogió cada uno de los trozos de vidrio que se habían esparcido por el suelo. Se había vuelto torpe y todo por él.

 

Cuando terminó de limpiar el pequeño desastre y de ordenar los platos que había usado, se retiró de la cocina. La enorme casa parecía sola; con él se había ido toda esa alegría y luz que tuvo en un entonces. Se sentó fuera, en el oscuro patio y, admirando el cielo, lo recordó nuevamente.

 

-Naruto...

Mientras brillen las estrellas

Y los ríos corran hacia el mar

Hasta el día en que tú vuelvas

Sé que no te dejaré de amar

 

 

-"¡Sasuke, teme! ¡Espérame!"- Naruto llevaba un buen rato persiguiéndolo y, cuando por fin alcanzó al de ojos negros, éste sólo le dirigió una fría mueca.

 

-"Te dije que no me siguieras, dobe"- dijo, entre molesto y cansado.

 

-"¡¿Cómo no querías que te siguiera?! ¡Si cuando Chouji recordó tu traición a la aldea no hiciste más que levantarte y salir sin dar explicaciones!"- sus mejillas sonrojadas por el ajetreo parecían volver de a poco a su natural bronceado. Naruto era idiota, en verdad que sí.

 

-"No tengo porque aguantarlos- su fría voz sorprendió al rubio, quien abrió sus ojos extrañado-. No pienso estar con ellos más tiempo, Naruto. No soy precisamente de su agrado"- Naruto estuvo a punto de replicar, lo supo antes de que abriera la boca en son de protesta, pero se le adelantó y, en un movimiento rápido, capturó sus labios.

 

-"Sasuke..."- Naruto gimió entre sus labios, queriendo seguir con la charla. Él, cansado, dio un empujón al otro.

 

-"Ya basta, Naruto. Me voy"- murmuró, ya harto de seguir con esa estúpida discusión.

 

-"¡Pero Sasuke! ¡Son tus amigos!"

 

-"Yo no tengo amigos"- contradijo.

 

-"¡Sasuke...!"- el rubio era persistente...

 

-"Molesta a otro, ¿quieres? No estoy de humor para soportar sus chillidos"

 

Toda conversación murió con sus palabras, frías, monótonas, indiferentes. Naruto quedó de pie a sólo unos centímetros de su cuerpo. Lo miró y no le importó ver el semblante abatido, los cabellos tapándole el rostro y sus manos en puño. Se dio media vuelta y siguió su camino.

 

Si escucharas mi lamento

Si me vieras volverías,

Ya he pagado un alto precio

Por el mal que yo te hacía

 

"Naruto... vuelve" sus manos, temblorosas como las hojas de los árboles al ser azotadas por los vientos friolentos, se ciñeron a su rostro, reteniendo las suaves lágrimas que bajaban de sus ojos. Dolía, dolía aquella soledad.

 

Soy culpable ya lo sé

Y estoy arrepentido, te pido

 

Pero más dolía, el sentirse como un idiota "como un Dobe" sonrió, irónico. Una suave brisa congeló las tibias gotas de agua que surcaban sus mejillas y recordó, a su pesar, que Naruto lo hubiese reñido por estar afuera con ese tiempo. Nieve, ya estaban en diciembre y aún él no volvía.

 

"Nunca pensé que lo extrañaría tanto... nunca pensé que me dejaría..." Y ahora, sólo el arrepentimiento se podía palpar por cada poro de su piel.

 

Imagíname sin ti,

Y regresarás a mi

Sabes que sin tu amor,

nada soy

Que no podré sobrevivir

Imagíname sin ti

Cuando mires mi retrato

Si algo en ti, queda de mí

Regresa por favor,

Imagíname sin ti

 

Estrujó su pecho con dolor, se sentía vacío, solitario... sin una luz que iluminase sus días. Los recuerdos volvieron a su mente, las imágenes de aquellos días de batalla, su triunfo sobre Orochimaru, la derrota de Itachi... la respuesta de Naruto a su traición...

 

-"Vuelve, Sasuke"- la mano tendida hacia su persona, la sonrisa abarcando gran parte de su cara y la intensa mirada de parte de ese par de pequeños trozos de cielo. Nunca supo que fue lo que le atrajo a tomar su mano con fuerza e impulsarse del suelo. La sonrisa zorruna, tan típica de Naruto, pronto abarcó su faz y él sonrió, sonrió por primera vez en mucho tiempo...

 

-Maldita sea, Naruto. ¿Por qué me haces tanta falta?

 

Sus palabras murieron en el aire y el eco de ellas pronto se desvaneció. Hacía mucho frío y ya gotas de agua comenzaban a caer del cielo, así que no pudo menos que levantarse y entrar en la no tan cálida sala. Su mirada se posó en cada objeto apreciando por primera vez su valor. El pequeño reloj en forma de zorro que le había regalado a Naruto por su cumpleaños dieciocho y que graciosamente, tenía unos ojos tan azules como los del propio dueño; también estaba la colección de chapitas que el rubio solía sacar de los refrescos; el televisor en el que habían visto numerosas cantidades de películas; y por sobre todo, el largo sofá que se extendía uno metros al frente. Las imágenes de un pasado que añoraba pasaron por su mente con lentitud, rememorando cada momento que habían pasado sentados allí...

 

-"Sasuke... Sasuke... ¡Sasuke!"- gemía Naruto con fogosidad deleitando los oídos de su amante. Su cuerpo, largo y fibroso, se extendía por el sofá, encajando perfectamente. Todo su ser temblaba de deseo que sólo podía menguar dando fuertes y profundo arañazos a la blanca y suave piel de la espalda de su peli negro.

 

-"Naruto..."- susurró, dando una última estocada que le llevó al final. Naruto, observando a duras penas por sus ojos entrecerrados la expresión llena de deseo de su amado, también llegó al orgasmo, bañando su vientre y parte del de Sasuke del blanco y viscoso semen.

 

Sus respiraciones eran una sola, desenfrenadas en un principio, calmas al final. Sasuke aprovechó la tranquilidad que pareció sumergir al rubio para levantarse e ir dispuesto a lavarse. Una mano en su rodilla le detuvo. Alzó una ceja, mirando inquisitivamente el rostro adormilado del otro, quien, como una ligera sonrisa, le jaló hacia el.

 

-"Quédate conmigo"- pidió, en un ronroneo mientras se estiraba, importándole poco que Sasuke estuviera al pendiente de cada uno de sus movimientos.

 

-"Tengo que asearme, Dobe"- gruñó, dejándose guiar por la mano de Naruto hasta estar de nuevo encima suyo, siendo abrazado con fuerza-."Dobe... Naruto, en verdad debo ir al ba..."

 

-"Te amo, Sasuke"

 

Se ha borrado mi sonrisa

Y la lluvia no ha cesado,

Si supieras como duele

El no tenerte aquí a mi lado

 

Miró por sobre su hombro y, con pesar, observó como la suave lluvia se había convertido en una tormenta que parecía ir para rato. Sin pensarlo dos veces, se acostó en el mueble e inhaló fuerte... No...su olor ya había desaparecido. Ese fino pero apetecible olor a primavera ya no impregnaba ningún lugar de su casa. Era como si él nunca hubiese estado verdaderamente allí.

 

Su atención pronto estuvo sobre la foto que se habían tomado hacía años atrás, cuando apenas iniciaban su etapa como genins. Salían Sakura, Kakashi, Naruto y él. Tomó la foto entre sus manos y no pudo evitar pensar en su maestro. Lo había defraudado y el resultado de aquello fue su negativa a que ejerciera de Jounin, un doloroso castigo que Naruto intentó disolver, pero todo intento quedó en eso. Oh, también Sakura, la chica que desde que recordaba había estado enamorada de él... y después de Naruto. Tenía su temperamento y era excesivamente chillona, pero era buena y de seguro, ella hubiese sido una gran madre para los hijos del rubio; eso, claro, si no hubiese aparecido él. No la dejó llegar a su corazón y evitó que su otro amor floreciera. Quizás había nacido únicamente para lastimar.

 

Y por más que sonase mal, no le importaba. Él era feliz con Naruto. Que tarde se dio cuenta de aquello, y ahora, tenía que pagar con esa terrible soledad.

 

-Naruto... Necesito verte sonreír de nuevo. Tu risa me es tan importante como mi vida misma. Sin ella no sé que hacer...

 

Soy culpable ya lo sé

Y estoy arrepentido

 

-Naruto... Dobe... regresa. Ya es suficiente. Ya lo sé. Ya lo sé- murmuró, sintiendo las lágrimas caer por su rostro. Ya era demasiado, no lo aguantaba.

 

Imagíname sin ti,

Y regresarás a mí

Sabes que sin tu amor,

nada soy

Que no podré sobrevivir

Imagíname sin ti

Cuando mires mi retrato

Si algo en ti, queda de mí

Regresa por favor,

Imagíname sin ti...

 

El típico sonido que hacía el timbre de la casa se dejó oír por todo el recinto, Sasuke hundió la cabeza más aún si podía entre sus brazos. No quería ver a nadie. Sólo quería a Naruto de vuelta, sólo eso.

 

No tardó en incorporarse cuando se dio cuenta que nadie le visitaba. Todos los de la aldea lo odiaban por haberse vendido a Orochimaru. Sakura, Kakashi, Tsunade, Shiba, Shino; en fin, todos. Se limpió la cara con pesar sin dejarse de preguntar quien demonios estaría bajo aquella lluvia. El recorrido por el estrecho pasillo lo hizo pensando en su zorrito de nueve colas. En su sonrisa. En sus ojos. En su todo. No se detuvo a abrir la puerta, pensaba correr aunque fuese a gritos a quien osase irlo a molestar. Todo gesto quedó petrificado cuando, frente a sus narices, una cálida sonrisa se extendía mientras los rubios cabellos dejaban caer gotas de agua por su rostro bronceado y lleno de rasguños. Boqueó, realmente no podía hablar. Era un sueño, tenía que serlo.

 

-Naruto...- murmuró, al fin, después de segundos de estupefacción. Sus miradas se cruzaron y no pudo detenerlas; gotas de agua salada enmarcaron sus mejillas mientras su mano tapaba su boca, ahogando los suaves sollozos. No podía ser cierto.

 

-Sasuke, teme- regañó el rubio, entrando sin permiso mientras sus manos iban directo al rostro pálido del de ojos azabaches. Sus dedos se encargaron de limpiar el rastro de las lágrimas sin dejar de sonreír con cariño al que aún amaba con toda su alma-. Te extrañé tanto... pensé que moriría sin ti- confesó, besando sus mejillas con calidez.

 

-Maldición, Naruto- masculló-. ¿Dónde has estado? ¿Dónde te pudiste haber metido durante más de medio año? Y, ¿por qué? ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué te fuiste sin avisar?- eran tantas preguntas las que tenía que hacer, pero los suaves labios de Naruto, posándose en los suyos, llenos de calor, lograron que toda pregunta muriera en su garganta mientras respondía el beso con ansiedad, desespero y rabia.

 

Lo llevó hasta la sala y lo recostó en el sofá con menos brusquedad de la que hubiese querido utilizar. Sus ojos se encontraron de nuevo y, de pronto, todas las preguntas fueron contestadas sin necesidad de habladurías y demases. Sasuke, cariñosamente, acarició el mojado cabello de su único amor. Lo tenía enfrente, al fin, después de tanto tiempo... de tantas súplicas, al fin Naruto volvía a iluminar sus días grises.

 

Y la palabra escapó de sus labios como si hace mucho se hubiese dado cuenta de aquello. Y en cierta parte era cierto.

 

-Te amo, Naruto.

 

-Tardaste mucho en descubrirlo, Teme- rió y, acercando sus rostros, rozó sus labios amorosamente. Ambos sonrieron.

 

Era el comienzo de una dulce relación y el fin de una amarga soledad.

Notas finales: Lemon? quiz´s debió haber, pero espero les haya gustado. Eran las dos de la mañana y ahora son las tres y no he dormidoo nadaaaa! xD asi que comentarios, los acepto con mucho gusto ^^

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