Como era de esperarse, cuando el resto de miembros se fueron enterando, cada uno reaccionó de forma distinta, algunos más comprensivos que otros, pero todos preocupados por el estado en que se encontraba el rubio, y buscaron soluciones para salir del apuro sin mayores consecuencias, aunque sabían que nada en esta vida es de a gratis, estaba claro que si podían bajar el precio al máximo, lo harían.
-Tengo buenas noticias
- ¿en serio, qué has logrado? -preguntó esperanzado uno de los miembros de la organización
-Bien, descubrí la ubicación de la guarida de ANBU de raíz -contestó serio
-y ¿eso cómo?
-Por un contacto, -respondió simplemente -pero por ciertas razones no les puedo decir quien es, sólo que es de fiar
-eso espero, por tu bien Itachi
-claro, no se preocupe líder
-bien, entonces con eso, les podemos voltear su trampa, perfecto
-y los vamos a masacrar -se escuchó una de las tantas voces en el lugar mientras sonreía sádicamente
-sí, claro, pero cálmate Hidan
-déjalo, después de todo, debemos mostrarles que nadie se mete con el Akatsuki
-así se habla, chicos, manos a la obra.
Y en la instalación secreta con Naru -estoy aburrido, aquí no hay nada que hacer ¿siempre es así?
-No siempre, para probarnos y quedarse sólo con los más fuertes debemos participar en duelos a muerte, pero como eres un caso especial seguro que tú no tienes que participar
-sí, es lo más probable, supongo, pero aun si tuviese que hacerlo, ganaría -se señaló un poco presuntuoso -tengo la certeza de ello por que soy muy fuerte
-tal vez, y muy raro, me recuerdas a mi hermano
- ¿hermano? ¿Tienes un hermano? -cuestionó entre curioso y extrañado -¿Y dónde está?
-murió
-vaya, es una tristeza
-eso creo, fue como hace más de un mes, y desde entonces ya no siento nada
-pero es imposible no sentir realmente nada, ¿estás seguro?
-sí
-¿segurísimo?
-sí
-Quince minutos después...-
-¿de veras? -El pelinegro lanzó un suspiro cansado -a mí me parece que eso fue un gesto de fastidio lo cual quiere decir que sí puedes sentir algo
-tal vez tengas razón, creo que estando contigo como que algo quiere despertar, pero no sé que sea
-lo importante es que tu corazón aun puede sentir algo, aunque sea muy pequeñito, eso ya es algo
-supongo que sí, gracias, creo
-no hay por qué, soy bueno fastidiando a las personas, a veces es divertido -el otro se le quedó viendo con extrañeza principalmente por la respuesta, sin embargo le hizo pensar en porqué le había dado las gracias.
De vuelta con los Akatsuki
-¿ya lo tienen todo listo? -preguntó el líder
-Claro que sí
-Deidara -lo observó fijamente, volviendo a cuestionarlo con la mirada
- ¿yo qué? -brincó el aludido
-dime ¿ya tienes todo?
-con esto bastara, ¿Cuál es el problema?
-Deberías llevar más, por si acaso -agregó Sasori -si te falta no te quejes ni pidas ayuda ¿eh?
-eso ya lo sé, no soy un niño pequeño
-de hecho los más jóvenes van más preparados que tú -volvió a hablar el líder -así que no es cuestión de edad
-claro, lo que diga pero con esto me basta y me sobra
-bueno, allá tú.
El lugar donde se encontraba el pequeño era en una instalación de alta seguridad, y si los ANBU sospechaban que algo estaba mal, pues seguro que redoblaban la seguridad, por ello, un grupo fue a reunirse en el sitio indicado, y otro a infiltrarse en el lugar, para poder sacar sano y salvo a su querido Naru-chan, aun así era un plan muy arriesgado, y si los cachaban podrían perder la última oportunidad de rescate que tenían, para disminuir las sospechas al mínimo, los que se presentaron fueron todos miembros oficiales, y los más jóvenes se dirigieron a liberar a su querido Naruto, y es que ellos ni confiaban en los raptores ni querían quedar bajo el yugo de nadie ajeno, quien sabe que era lo que pensaban obtener de ellos con este sucio plan, y eso les causaba ira, y ganas de matar a alguien.
Estaban esperando, habían llegado antes de la hora programada por minutos, y a pesar de que en realidad no había pasado mucho tiempo, sentían que había pasado una eternidad, nunca antes se habían sentido tan nerviosos, tal vez por que nunca antes habían tenido tanto en juego, nada tan personal, y es que la idea de perder al rubio era dura, tanto tiempo, esfuerzo y cariño no se podían menospreciar.
Habían llegado a la guarida enemiga, estaban evaluando las posibilidades, para ello Zetsu realizó su campo de vigilancia, pudiendo así observar cuantos vigías había, dónde y que tan alerta, en base a eso hicieron el plan, primero Gaara los cegó con arena, y luego los otros pudieron atacar dejando así a los guardias fuera de combate, el mayor se quedo fuera vigilando, dado que en cuanto quisiera se podría trasladar al lugar rápidamente, éste no les gustó, era demasiado lúgubre y frío, todo lo opuesto a su querido kitsune, no pudieron evitar preguntarse si estaría bien, tal vez se sentía solo, triste y/o aburrido.
Después de esperar un rato, llegaron los ANBU, no parecían sospechar nada, lo que no hacía que los nervios se esfumaran del todo, las negociaciones comenzaron.