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Silly God Disco por HisaI

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Capítulo uno.

-Si no corres más rápido te dejaré…!!!!-grité algo histérico. Aquel día, se iniciaba el segundo semestre de clases, y yo, estaba menos retrasado que de costumbre, pocos metros, más atrás, mi amigo, compañero de clases, y por ese entonces novio de un mes, intentaba seguirme el paso, pero apenas podía mantener la respiración regular.
-Akira!... no seas así… espérame-dijo, con su dulce y suave voz de niño…
-Corre!!!... o la maestra nos regañara bien feo por esto…-baje un poco mi velocidad, y cuando el ya me hubo dado alcance, lo cogí de la mano, obligándolo a correr a mi ritmo…

Finalmente, y tras la carrera de más de 20 minutos que hicimos desde mi casa, llegamos justo antes de que el timbre sonara, anunciando el comienzo del tormentoso periodo de clases.

-Este, es un nuevo record!... se rajaron, amigos!-un chico pelinegro nos habló desde el fondo del salón, y junto a el, una cabellera castaña se alborotó con algo de gracia-ves Kou-chan… te dije que llegarían. Uke-Kun nunca dejaría que su querido Akira llegara atrasado en su primer día de clases y quedara fichado con la profesora nueva. Me debes dinero!!!...
-Claro, claro… lo que quieras…-refunfuñó nuestro amigo y delegado de clases, takashima Kouyou, mientras le daba un pequeño beso en la mejilla a su novio.

Con pasó algo tambaleante, nos acercamos hasta donde ellos estaban, saludándolos de buena gana, y cayendo pesadamente en dos asientos contiguos. Recién en ese momento, noté, que aun tenía cogido a Yutaka de la mano. Contacto casi imposible durante las vacaciones de verano y todo el resto de tiempo que llevábamos juntos.

-Está bien que estemos en un colegio solo de hombres, y que las relaciones del tipo homo, ya no sean la gran cosa… pero, por favor… ¡¡disimulen un poco!!!-el castaño sonrojado, nos regañó coléricamente. Era del tipo de personas que se escandalizaba ante cualquier cosa.
-¡¡Uruha!!... lo dices como si estuvieran teniendo sexo frente a nosotros!...no seas exagerado, solo están tomados de la mano, eso es muy normal… nosotros lo hacemos todo el tiempo…
-¿Uruha?-lo interrumpí. ¿Que rayos era eso de Uruha?, jamás había escuchado aquello.
-¡¡¡ Te dije que no me llamaras así!!!... ¡no se escucha bien!- el castaño se sonrojó por completo, y le dio un ligero golpe en la cabeza al pelinegro..
-no es eso…-intenté disculparme. Tal vez había sonado un poco grosero- es sólo que quiero saber de donde salió eso…
- es su nickname!!!-gritó alborotado Yuu, con una sonrisa radiante en su rostro-es algo que está muy de moda, y se ocupa mucho en el MSN xD. El mío es Aoi

Yutaka y yo nos miramos consternados. MSN. Ese era el nombre del enemigo numero uno en casa. Mi hermana mayor, se había vuelto adicta a ese programa de chat, monopolizando por completo el computador de la casa, y dejándome sin el acceso a internet que necesitaba para realizar una parte de la tarea de vacaciones.

-Entonces… ¿puedo llamarte Aoi?-parecía que a yutaka le había encantado la idea.
-Claro!... tu también deberías tener un Nickname, y hacerte una cuenta en Hotmail!!, si quieres yo te ayudo- y ambos pasaron gran parte del día intentando ingeniárselas para darle una nueva identidad a mi novio.

El día pasó monótono y lento, no hubo nada nuevo que valga la pena recordar.

Por la tarde, y tras el club de futbol al que los cuatro asistíamos, emprendimos el viaje de regreso a casa. Casi no quedaba luz de día, y cuando notamos, que los chicos de los nickname se quedaron muy atrás, preferimos no detenernos ni mirar sobre nuestros hombros.

-¿Acaso no les da vergüenza hacer ese tipo de cosas en la calle?-preguntó algo contrariado Yutaka.
-no lo creo…-conteste simplemente-ellos han estado mucho tiempo emparejados, y aunque “Uruha” se demuestra siempre serio, en realidad se derrite cuando está con “Aoi”-aquellos nombres, sonaban vacíos y ajenos, pero, ellos habían pedido que los llamáramos de ese modo, aunque “Uruha” lo hiciera más por que “Aoi” insistiera- no es algo que realmente les incomode… eso de demostrar abiertamente lo que sienten.

Caminamos en silencio un par de metros. Aquellas palabras, habían logrado lo que quería. A pesar de llamarnos novios, y de estar juntos por más de un mes, YUtaka, aun no me dejaba besarlo como dios manda (es sólo un expresión… dios nunca quiso que nos besáramos realmente). No se que era con exactitud. Demasiado tímido, pensé los primeros días. Monja de claustro, pensé, las semanas venideras. Ni siquiera un contacto superficial de nuestros labios. NADA!!!... NADA QUE SE ASEMEJARA A UN MALDITO BESO!!!!... ¿era demasiado pedir?... y luego esos dos, iban y se besaban frente a nosotros, haciéndome notar aun más la necesidad física que me aquejaba en aquel momento.

Pero… debía tener paciencia… estaba seguro que en algún momento, mi espera valdría la pena.

Llegamos a la esquina en la que debíamos separarnos, y aunque suene extraño, Yutaka me abrazó un momento, y tras un rápido movimiento, sus labios se apretaron contra los míos, para que un par de segundos después, el saliera corriendo despavorido en dirección a su casa. Pensé en seguirlo, pero algo me decía, que debía dejarlo solo.

El día siguiente, fue una caja de sorpresas.

Llegué temprano al colegio, cosa rara en mí, y al entrar, vi que Mi novio escribía en el pizarrón la fecha del día. Aquella semana, le tocaba encargarse de las tareas del salón, y a sabiendas de ello, decidí levantarme con las gallinas, y darle una sorpresa. Con sumo cuidado entré, sin emitir sonido alguno, y cuando ya me encontraba justo detrás de el, lo abracé por la cintura, y besé con cuidado su cuello. Su cuerpo se giró violentamente, y sin haberlo planeado siquiera, lo tenía acorralado contra el pizarrón.

-¡Tonto!... me asustaste…-dijo mientras me miraba a los ojos- no vuelvas a hacer algo así

Sin duda alguna, su tono de voz era sensual y pausado, muy diferente al que siempre utilizaba cuando estábamos a solas, sus brazos pasaron sobre mis hombros y me abrazaron por el cuello, acercándome un poco más a su cuerpo, sus labios se posaron sobre una de mis mejillas, y con suavidad, dibujó un pequeño camino de besos, que llegaron hasta mis labios ansiosos de el. Sin las dudas del día anterior, profundicé el beso, logrando que el respondiera a esa caricia más intensa. Sin que me lo esperara en lo más mínimo, Yutaka, rompió el beso, y con dificultad, tomó un poco de aire.

-es la primera vez…-dijo, y miró el suelo con vergüenza- jamás había besado a alguien…
-¿Acaso estuvo mal?-pregunta estúpida pero eficaz cuando se trata de chicos que actúan como chicas asustadas. No es que tuviera mucha experiencia, pero, sabía perfectamente que piezas debía jugar.
-claro que no… todo lo contrario.-respondió tímido como era. Realmente lo adoraba, me encantaba cada cosa que hacía, sus gestos y sus palabras me cautivaban al limite de la locura, y su rostro sonrojado, me lanzaba en el profundo abismo del delirio.

Lo besé una vez más, calmado y tranquilo. Después de aquel contacto tan desesperado, las ansias de mi cuerpo habían disminuido por completo, pareciera como si aquella caricia, fuera el oasis en medio de un desierto. Lo solté con cuidado, y lo ayudé con los demás deberes. Ya poco faltaba para que las clases comenzaran, y los pasillos del colegio, empezaban a llenarse de caras sonrientes y de las conversaciones animadas de los que empezaban la jornada con ánimo.

-Hola chicos!!!... ¿Cómo están?.-preguntó el hiperventilado “Aoi”, mientras se sentaba en su pupitre y arreglaba un poco la corbata de su uniforme de verano.
-Bien…-respondimos al mismo tiempo, Yutaka y yo, viendo las segundas intenciones en los ojos del pelinegro. Pero preferimos omitir cualquier tipo de comentario, sin duda alguna ellos dos nos habían visto el día anterior.
-Es cierto…-suspiró “Aoi”, tal vez un poco desilusionado-ten esto…-extendió un pequeño trozo de papel hasta mi novio con un solo kanji escrito en el
-“Kai”-leyó en voz alta, Yutaka… entendiendo lo que aquello significaba- Muchas gracias…

Entonces “Kai”, “Aoi” y yo, analizamos un poco la vida y la inmortalidad de varios crustáceos, antes que nuestro querido y siempre bien ponderado “Uruha”, hiciera su aparición.

-Tendremos un compañero nuevo…-dijo mientras corría hasta su asiento, justo a tras de su novio, e indicaba los pasos a seguir, justo cuando la maestra entrara.

-Chicos, tenemos un compañero nuevo, su nombre es, Matsumoto Takanori. Adelante. Pasa.- la dulce y femenina voz de la profesora, sonó en nuestros oídos, como si de una extraña canción se tratara

Un chico de baja estatura y menudo, apariencia cuidada y trabajada apareció frente a nosotros, sus pasos lentos y algo temerosos, indicaban que algo extraño pasaba con el. Sus ojos, exquisitamente marrones, apagados y sin vida, parecían los de un zombie que clama por un poco de vida absurda y patética.

-Soy Matsumoto Takanori. Es un placer conocerlos.- hizo una pequeña reverencia frente a la clase, y todos contestaron con pequeños gestos de la cabeza. Rápidamente, la clase se llenó de cuchicheos de todo tipo, la llegada del nuevo integrante del curso, no había pasado desapercibido para nadie.
Finalmente, el petizo, terminó sentado en el ultimó lugar de la cuarta fila al lado de la ventana. Justamente, detrás de mi, y al lado de “Uruha”. Como sea, el niño, no molestó para nada aquel primer día, pasó los recesos solo, y a la hora de almuerzo, parecía no tener nada que comer.

-El chico nuevo no trajo nada…-comentó “Kai”, antes de que abandonáramos el salón, para poder ir al patio a ubicarnos bajo nuestro árbol favorito.
-Tienes razón…y tampoco nadie se ha ofrecido para enseñarle el colegio.-apuntó el buen “Aoi” que acababa de volver de la cafetería, con un sándwich de huevo bajo su brazo.
-Matsumoto-san…-la voz de “Kai”, sonó suave y melodiosa, logrando que los ojos del recién llegado, se fijaran en nosotros- ¿quisieras comer con nosotros?

Matsumoto-san, nos miró algo sorprendido. …ramos los primeros en hablarle, pensé que tal vez, no se lo esperaba.

-me encantaría, pero… no tengo nada para comer…-sonrió con simpatía para nosotros.
-No te preocupes, nosotros podemos convidarte un poco…- nos miró a todos, esperando que lo apoyáramos, pero ninguna parecía muy feliz de tener que desprenderse de lo poco que habíamos llevado para comer- verdad que no hay problemas-una vena comenzó a palpitarle en la sien derecha, cosa que indicaba, que el siempre tranquilo y bondadoso “Kai” estaba a punto de zarandearnos con crueldad.
-Claro… por supuesto que no tenemos problemas en darle algo de comer-dijimos maquinalmente.

Y así, el chico nuevo y extraño de la clase, se hizo parte de nuestro pequeño grupo.

~Fin capítulo uno~
Notas finales:

espero que fuera de su agrado este primer capitulo!

 

por favor dejen reviews!! -O- sean comentarios buenos o malos, todo me ayudara a mejorar!


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