Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Light & Shadow por Yilldum

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 1: Llegada



El ambiente es frío, debo envolverme con los brazos para obtener algo de calor. Camino lentamente, ya que la oscuridad me impide ver más allá de mis propios pies. Puedo escuchar algo, no estoy seguro de lo que es pero decido seguirlo, poco a poco el sonido me llega con más claridad, parece el llanto de alguien… quizá de un niño. Trato de enfocar mis sentidos para no equivocar la dirección, avanzo un poco más y ahí está: Efectivamente se trata de un niño, su cabello es negro (aunque puede que la falta de luz me de esa impresión), esta sentado abrazando sus piernas fuertemente y sin duda es el origen del llanto que llamó mi atención.
Me acerco despacio para no asustarlo y me arrollo para estar a su altura.

- ¿Qué te ocurre? – Le pregunto con la voz más amable que puedo lograr.

Pasa algo de tiempo pero no recibo respuesta, quizá solo deba dejarlo solo, pero hay algo que me atrae así que no puedo ignorarlo.

-¿Te lastimaste? O ¿acaso estás perdido?

De nuevo la misma respuesta: el silencio. Alargo mi mano derecha para tocar su cabeza (puede que así reaccione), pero cuando estoy a unos milímetros se desvanece. ¡Qué rayos pasa aquí!




-Jess levántate, estamos a punto de llegar – es la voz de mi padre llamándome. “levántate”, eso significa que…

Abro lentamente los ojos, debo cubrirlos un poco con la mano para protegerlos de la luz (después de todo es cierto, solo estaba soñando, pero que sueño extraño).
El avión está aterrizando, parece que pase la mayor parte del viaje dormido. Pronto comenzará una nueva etapa en mi vida, aunque seguramente no habrá muchos cambios, la vida es bastante monótona a los 17, o al menos mi vida lo es.

Mi padre es médico, hace unos meses decidió aceptar la oferta de jefe de hospital en una pequeña ciudad (¿o debería llamarle pueblo?) rodeada de montañas y alejada de la civilización. El clima es mayormente frío aunque dicen que en ocasiones sale el sol. Aquí debo terminar la preparatoria, no hay mucho de donde elegir ya que solo hay una.



Después de recoger las maletas nos dirigimos en busca de un taxi, para llegar a nuestro destino es necesario un viaje de alrededor de 2 horas en auto. El recorrido es tranquilo, me limito a ver por la ventanilla, todo es verde aquí, muchos árboles y vegetación variada. El día es soleado, pero es del tipo de sol que no calienta.
Finalmente llegamos, bajamos las cosas del taxi y nos quedamos parados frente a la casa, es totalmente de madera (supongo que para conservar el calor), hay un pequeño jardín antes de la puerta de entrada y espacio suficiente para colocar dos coches.

-y bien, ¿entramos? – me pregunta mi padre después de estudiar un poco mi rostro.

Me encojo de hombros (no hay muchas alternativas a su pregunta, ¿o si?), recojo mis cosas y decido dar el primer paso. Adentro es más agradable de lo que esperaba, se podría decir que es rústicamente hogareño. La casa ya tiene todo lo necesario: cocina, comedor, sala con chimenea, un estudio para mi padre y un pequeño baño en la parte de abajo. En el siguiente piso están las habitaciones y un baño más grande que debemos compartir. Una de las habitaciones está acondicionada para que sea mi lugar de trabajo, con escritorio, una computadora y dos libreros parcialmente ocupados (mi padre se encargó de mandar la mayoría de nuestras cosas por adelantado y se dio una escapada unas semanas antes para dejar todo en orden).


El resto del día paso rápidamente mientras nos instalábamos, fuimos a una tienda cercana para obtener lo que nos faltaba (incluyendo la comida, ya que la cocina estaba vacía). Ahora estoy ocupado preparando la cena, decido cocinar algo sencillo, spaghetti con carne estará bien.

-Huele bien – dice mi padre a mis espaldas – ¿necesitas que te ayude?

-Casi termino – agradezco su ofrecimiento, pero la verdad es que no es muy bueno con las labores domésticas – pero puedes colocar los platos

-De acuerdo – me responde mientras se dirige al gabinete que los contiene.


Sirvo la comida y nos sentamos a la mesa. No somos de muchas palabras, por lo que la cena pasa en silencio. Al terminar me ayuda a recoger los platos.

-Déjalos, yo los lavo – me ofrece mientras se remanga la camisa.

-Esta bien

-Así que mañana es el gran día, eh – comienza el bombardeo de preguntas mientras lava los platos.

-Pues sí, mañana comienza tu trabajo

-Me refiero a tu primer día de clases aquí

-Oh eso, no es la gran cosa. Todas las escuelas son iguales

-A veces quisiera que no fueras tan cerrado

-Es la verdad, no creo que pase algo extraordinario

-Quizá consigas novia


Ahí está de nuevo, la consternación paternal por mi falta de interés en las chicas. En realidad no es que no me interesen, pero hay mejores cosas en que fijar la atención.

Mi silencio lo desconcierta así que dice algo más a modo de disculpa

-Sabes que no quiero presionarte, pero creo que algo de vida social podría gustarte

-Lo tomaré en cuenta – es momento de escapar – Voy a mi cuarto, estoy algo cansado y no quiero quedarme dormido mañana.

-Que descanses

Subo a mi habitación lo más rápido que puedo antes de que decida continuar con la charla. Cambio a mi ropa de dormir (pants y una sudadera) y me tiro en la cama boca arriba. Vida social, una novia… puede que lo intente.
El sueño está venciéndome así que preparo el despertador y me tapo con las cobijas.


De nuevo estoy en un lugar oscuro y frío, se puede escuchar el mismo llanto y por segunda vez me dirijo hacia él. Frente a mi hay una puerta medio abierta que deja pasar algo de luz del otro lado, el llanto suena más fuerte (¿acaso él esta ahí dentro?). Empujo la puerta, mientras se mueve emite un sonido bastante desagradable, como si se estuviera quejando por mi intromisión. Por unos segundo puedo ver el otro lado, parece una cocina, frente a mi hay una mujer que me da la espalda y a sus pies esta el mismo niño. Intento gritar algo pero no me salen las palabras. La habitación comienza a llenarse de una luz cada vez más brillante, por lo que me impide seguir viendo. Debo girar la cara y cerrar los ojos.

Cuando al fin puedo abrirlos, todo ha desaparecido y en su lugar esta mi habitación iluminada un poco por la luz que pasa por la ventana. Volteo a ver el reloj, falta media hora para que suene, pero no tiene caso intentar volver a dormir así que me levanto y me preparo para el día que me espera.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).