Rosas Azules por cutecrazy_tokiohotel

En la casa yace un chico pelinegro con un mandil blanco atado a su cintura, quien arregla la casa, hasta que la madre regrese de trabajar.

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El pequeño se encuentra en la cocina, cuando su madre llega de trabajar cansada de trabajar, y con los víveres de la casa en brazos.

-Bill…Bill…-la rubia mujer, cansada de estar llamando a su hijo, grita por última vez su nombre- BILL KAULITZ TRÜMPER, ¿donde demonios te has metido?-

De la puerta de la cocina, sale el chico pelinegro hacia la sala, donde su madre reposa su fatigado cuerpo en un mullido sofá- lo siento madre, no la vi venir, ¿quiere que le ayude con los víveres?- toma las bolsas sin esperar respuesta alguna – la veo muy cansada- deja las bolsas sobre la mesa de la cocina y habla desde la misma- ¿Cómo le fue en el trabajo?-

-si lo estoy, gracias- contesta a regañadientes Simone- me fue bien, aunque hoy los clientes se la pasaron quejándose de cualquier cosa, no los soportaba; hasta hicieron que les gritara de todo, hasta de lo que se iban a morir, después me citaron a una reunión con el comité de la empresa. Temí por mi empleo, pero no fue así. Me llamaron para felicitarme por tenerles paciencia por tanto tiempo, ya que éstos se la pasaban quejándose todo el tiempo, nunca con nada quedaban satisfechos y además de eso, me propusieron ponerle nueva imagen a una loción, les dije que lo pensaría y mañana les llevaría mi idea-  suspira de cansancio

-yo le ayudo, podría…-sube su dedo índice sobre sus labios a manera de pensar- …podría utilizar una rosa azul, con el tallo blanco y en las orillas de los pétalos brillantina blanca-

-te has vuelto loco- levanta su cuerpo con la ayuda de sus manos en forma de puño- esa rosas no existen-

-por eso, el color de las rosas sería llamativo, muchos querrán tenerlo- responde el chico con una expresión de entusiasmo en su rostro- el color psicodélico estaría agradable, ¿porqué no?-

-porque no me parece, ¡y ya!

-la veo muy tensa, ¿quiere que le de un masaje?- se sitúa atrás de la mujer, posando sus manos sobre sus hombros

-no estoy tensa, solo me duelen los pies. Todo el día subía y bajaba escaleras, porque en buen momento se les ocurrió arreglar los ascensores-  bufa la mujer

-está bien, le masajearé los pies- se sitúa frente a ella, apoyándose en sus rodillas y sentándose sobre sus talones.

-ouch…ay…-quejidos provenían de la madre causados por los masajes- ¿y tu hermano?- al fin preguntó

-salió con sus amigos, dijo que no tardaba- dijo el moreno mientras seguía con los masajes y su mirada hacia abajo- si que está muy cansada. Déjeme darle un masaje aquí- refiriéndose a una zona en particular- dicen que es para el beneficio de sus riñones y esta zona del talón,  para tonificar el…-hace una pequeña pausa- el sexo- en el moreno, solo se reflejaba una sonrisa y felicidad en su rostro

-que cosas dices, esas son habladurías que dice la gente- retira su pie del contacto de las manos de su hijo- en lugar de decir tonterías, mira, mejor tráeme mis pantuflas

-si- dice el moreno, levantándose de donde estaba y dirigiéndose a la habitación de su madre- ¿las afelpadas o las de piel?- grita desde la habitación

-las que sean- de igual manera le contesta- no te dijo a donde iba?

-¿quién?- dijo el moreno, apenas entrando a la sala

-pues quien más, tu hermano- afirmó un poco molesta su madre, por lo torpe que fue su hijo con la pregunta- tu hermano nunca avisa a donde va ni a que hora regresa

-permítame- se pone de cuclillas delante de su madre para colocarle las pantuflas- le pondré las pantuflas

-gracias- primeramente introduce un pie en las afelpadas pantuflas, seguido del otro

-disculpe mi torpés, ya recordé donde mi dijo que iba-

-a donde fue?- cuestionó la rubia mujer, un tanto molesta por lo olvidadizo que es su hijo

-a una fiesta, y que no lo esperáramos, que no sabría a que hora regresaba- dice poniéndose de pie y adentrándose a la cocina- le preparo algo de comer?

-no. Pero que tu hermano no te invitó a la fiesta?- interrogó la mujer

-si, pero no quise ir, porque sabría que usted se molestaría si no hacía los deberes de la casa- dice un tanto nervioso el chico

 -quisiera ver, tan solo un día, que fueras como tu hermano, que aprendieras un poco de él- el tono de Simone, es un tanto preocupada por su hijo menor-

-no, porque sé que a usted no le gustaría ver la manera en que me divierto, se molestaría y me castigaría, y lo que menos quiero, es verla molesta- dice convencido el menor

-no sé cual sea la manera en que te diviertes, solo quiero que salgas de todos esos gustitos tuyos que me están volviendo loca- sube un poco el tono de su voz

-yo no tengo la culpa de ser así, y no sé porque le tomas importancia a lo que dice la gente- grita molesto el chico

-te he dicho que no me tutees- alza la mano con la intención de golpear a si hijo

-anda, atrévete a golpearme, y cuando vengan mis amigos les diré que mi propia madre me pegó por que se avergüenza de su propio hijo- grita enfadado y con rabia el moreno