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El ángel negro por Angel del Diablo

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Notas del capitulo: Gomen... me retrasé mucho... pero aunque este capi se me quedó algo corto... iré haciendolos más largos.. gracias por su paciencia y sin mas... el capi!!

-Me quedo aquí. Me quedo con Sasuke. –el aludido se quedó quieto. No mostró en su rostro, el alivio que sintió cuando supo que Naruto no se iría. Itachi enfureció. En un instante volvió a abrazar a Naruto. Miró a su hermano y dijo:

-Dime, ¿te ha sido asignado? –el rubio no sabía a que se refería, pero el menor de los Uchiha si. Ante su silencio, Itachi besó a Naruto en la mejilla y dijo:

-en ese caso, será para mi. –Sasuke supo que se lo llevaría, por lo que se abalanzó sobre ellos cuando Itachi desplegó las alas y comenzó a batirlas.

-¡Sasuke! –fue lo último que el rubio dijo, y lo último que vio antes de que las plumas los envolvieran fue a Sasuke corriendo hacia ellos. El moreno cayó al suelo. Gritó desesperado el nombre de su protegido. Golpeó con los puños el suelo, con rabia. Pero enseguida se puso a pensar: tenía que encontrarlos pronto o Naruto… estaría en peligro.

Salió de la casa y voló hasta el restaurante en busca de Kakashi. Este estaba ayudando a Iruka a cerrar el susodicho restaurante. Entró sin llamar ni saludar, agarró por los hombros al angel y gritó:

-¡Mi hermano se ha llevado a Naruto! ¿Cómo puedo encontrarles? –Kakashi se quedó pensando un momento... después se lo ocurrió algo.   Naruto temblaba, tumbado en una cama. Tenía las muñecas atadas y los ojos vendados. En cuanto las alas del moreno los envolvieron, Naruto empezó a marearse, tanto, que se desmayó. Cuando volvió en si, ya estaba en la posición en la que ahora se encontraba. Oía hablar a Itachi, pero también a otro chico:

-Oye, Itachi.. ¿de donde sale este?

-¿A que es muy hermoso? Pero no lo tengo aquí por eso, si no porque es una pieza muy importante para mi plan.

-¿Tu plan?

-Paciencia, Deidara, paciencia, pronto te lo contaré, pero antes necesito que me dejes a solas con el pequeño. –Naruto no oyó nada más y supo que el tal Deidara se había ido. Entonces sintió que la cama cedía ante el peso de alguien que se sentaba junto a él.

Itachi susurró en su oído:

-No temas, después de esto, nos unirá un vínculo tan fuerte que solo me pertenecerás a mí. –Naruto no entendió a que se refería, pero se estremeció ante esa idea. Pensó en Sasuke. Quizás él… Como si Itachi le hubiera leído el pensamiento, le dijo:

-No te hagas ilusiones, mi hermano es una persona que solo se preocupa de si mismo. Así que no va a venir a por ti. –las lágrimas del rubio rodaron por sus mejillas, a pesar de la venda de los ojos. Y aumentaron cuando el moreno comenzó a desabrocharle la camisa del pijama.

-Sasuke –susurró entre lágrimas.   Sasuke había seguido todas las indicaciones de Kakashi:

 

----------------FLASH BACK----------------

 

-Bueno, lo primero es que te calmes –Sasuke lo golpeó en la cabeza con el puño.

-Esta bien –susurró Kakashi, con un chichón en la cabeza y cascaditas en los ojos.

-Ve a su casa, y concentrarte. Debes irte como lo hicieron ellos

-Pero odio viajar así.

–interrumpió el moreno. El otro lo ignoró

-Creo que, como no habrán ido muy lejos, podrás encontrarlo fácilmente. Suerte, Sasuke.

 

   ----------------FIN FLASH BACK----------------

 

Ya en la casa de Naruto pensó en la primera vez que lo vio, bajo él, y como se había sentido cuando por primera vez sintió el calor de su cuerpo. Antes de irse, a su mente acudió la imagen del rubio mirándolo con aquellos ojos de cielo que tenía. Con este pensamiento desapareció de la habitación, rodeado de plumas. Apareció frente a una casa. Era grande pero no parecía habitada. Salvo por una habitación, tenuemente iluminada. Cuando miró en esa dirección, su corazón dio un vuelco y tuvo el presentimiento de que el rubio estaba allí. Se elevó en el aire y se acercó a esa habitación. A través del cristal pudo ver a su hermano sobre Naruto, ambos en una cama. La sangre del angel negro comenzó a hervir de ira y sin pensar un plan, atravesó la ventana y entró en la habitación.   Naruto, al oír el estrépito, se sobresaltó. No sabía que había pasado, pero lo agradeció porque gracias a esto Itachi se separó de él. Tras irse Deidara, el moreno se había dedicado exclusivamente a acariciar su cuerpo y besarlo. Por suerte no en los labios, ya que él quería que su primer beso fuera para… intentó no pensar en el moreno de ojos negros que le había robado el corazón para tratar de concentrarse en la pelea que se estaba llevando a cabo. Pero el rubio no consiguió averiguar ni quien peleaba contra Itachi ni quien iba ganando.

De pronto tras un golpe (posiblemente un puñetazo) y un estruendo (posiblemente de alguien cayendo al suelo) todo quedó en silencio. Luego se oyeron los pasos de alguien acercándose a Naruto. Este se encogió, hecho un ovillo. No quería volver a sentir las manos de aquel tipo. Pero no fue eso lo que pasó, sino algo diferente: unas manos se acercaron a su rostro y le quitaron la venda de los ojos. Después desataron sus muñecas. Cuando los ojos azules del menor se acostumbraron a la luz, vio el rostro de su salvador, que era también el rostro de su amor: Sasuke. Este lo cogió y lo sentó en su regazo.

-¿Estás bien? –el otro no respondió. Solo se abrazó a él. El moreno lo tomó en brazos y salieron volando por la ventana. Como Sasuke no sabía donde estaban, le susurró al rubio:

-voy a desplazarme a mucha velocidad y puede que te marees. Cierra los ojos y agarrate muy fuerte. –Naruto se pegó más a él y ocultó contra su hombro el rostro, cerrando los ojos fuertemente. Sintió que estaban viajando de la misma manera que había hecho antes con Itachi, por lo que volvió a desmayarse.   Cuando abrió los ojos, estaba en su cuarto, sentado en el regazo de Sasuke, en la cama. Aunque aun estaba un poco desorientado, se dio cuenta de que la cama estaba puesta lejos de la ventana y todo en silencio. Alzó el rostro, y Sasuke reaccionó deprisa ente este movimiento:

-¿Ya estas mejor?

-¿Cuánto llevo…?

-Tranquilo, muy poco. Me pasé por el restaurante. Iruka estaba preocupado. Después vine aquí.

-Ya. –Naruto estaba inquieto. Sasuke lo percibió.

-Naruto... te noto… extraño.

-No es nada.

-Quiero darte las gracias por haberme elegido a mí. Y siento no haberte dicho nada.

-¿Cómo me encontraste?

-Bueno, creo que nos une un vínculo…

-¿Por qué fuiste a por mi? –la pregunta no le gustó a Sasuke.

-¿A que te refieres?

-¿Por qué te arriesgaste por mi… si yo solo soy…?

-Porque para mi eres muy importante.

-¡No! Eso no puede ser. Porque yo estoy... maldito. –mientras decía esto, se desabrochó la camisa (que previamente Sasuke había abrochado) y le enseñó la marca de su vientre.

-Mira, esto simboliza mi maldición, igual que estas horribles marcas en la cara. –se cogió las mejillas y trató de arañárselas, casi llorando, pero el moreno le cogió las manos y le susurró:

-No me importa. Para mi eres una criatura única. Y no me importa lo que digan los demás. –Naruto no pudo más, se abrazó a él por el cuello y lo besó en los labios. Aunque lo rechazara, quería entregarle su primer beso. Pero Sasuke lo correspondió, pues él también había querido probar los labios del otro desde que se habían conocido. “Este fue mi primer beso… Sasuke, siempre será tuyo”

–pensó el rubio cuando se separaron, aunque no lo dijo en voz alta. El otro se quedó quieto, tenso. Naruto lo notó pero no supo porque.

-¿Qué pasa, Sasuke? ¿Hice algo malo? –el otro siguió igual. Lo que le atormentaba era que había recordado lo que Kakashi le había dicho: “si consigues que en una semana, al chico no le pase nada, podrás ser libre de ir a donde quieras”. Había recordado que sólo tenía una semana y después, ¿tendría que decirle adiós? Ante este pensamiento abrazó posesivamente a Naruto, consiguiendo que se asustara.

-¿Sasuke? –de golpe, este se separó de él y se levantó de la cama. Se acercó a la ventana y sin mirarlo, le dijo:

-deberías, dormir. Ha sido una noche larga. –abrió la ventana, dispuesto a irse. Naruto se agarró a él por detrás y susurro:

-no me dejes solo. El otro no supo porque, pero solo con esas palabras, consiguió convencerlo para que se quedara. Él no necesitaba dormir, por lo que se quedó junto al rubio hasta que se durmió. Por suerte lo hizo pronto. Así pudo salir de la casa para poder pensar…. No debía encariñarse con el chico, después de todo no estaría mucho tiempo con él. Aunque tras besarlo… le costaría más dejarle. Aunque… si se iba ahora… no tendría que despedirse. Volvió a entrar y lo miró un momento, después lo besó en los labios, apenas un roce y susurró:

-Adiós, Naruto. Perdóname. –Luego salió por la ventana y se elevó en el aire. Miró de nuevo la casa y a su mente llegó la imagen del rubio, durmiendo, creyendo que él estaba aún cerca, velando su sueño. Dudó un instante. No sabía que hacer… la noche avanzaba… y él seguía allí, dudando…  

Continuará…   

Notas finales: bueno... espero que les haya gustado... y por favor dejen sus reviews con cualquier cosa que se les ocurra (me hacen feliz^^) hasta el proximo capi!!!

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