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Amor pirata por maxi anime

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Sentía un fuerte dolor en mi abdomen y este estaba comenzando a subir a mi pecho, tenia problemas para respirar y comencé a tener ardores en todo el cuerpo, cada día que pasaba mi agonía era peor, según algunos de los expertos de medicina en el barco no tenia muchas esperanzas de supervivencia, pero yo no quería morir, no quería abandonar a mi hermano, no quería...Ante mis ojos veía el semanas pasar, por culpa de mi descuido, nos estábamos salteando varios poblados, varios lugar para robar…pero no se podía, no se podía hacer nada, a pesar que teníamos muchos medicamentos por el ultimo robo, yo los estaba usando a la mayoría. Ya no podía siquiera abrir los ojos ni mantenerme despierto, lloraba gran parte del día, en especial a la hora de dormir y a la de cambiarme las vendas, mi dolor era uno como pocos, podía sentir que cada día que pasaba era cada ves mas pesado, mas largo y mas…difícil de soportar, cada día que pasaba se hacia peor.

Ante mis ojos veía entrar y salir gente, todos los chicos de los diferentes grupos estaban ahí, me pasaban a ver y hasta me daban aliento. Mi hermano, mi único y fiel hermano menor se quedaba a  mi lado, me abrazaba y entre llantos me pedía que no muriera, pero para mi ver sus ojos ya me era muy devastador. Me sentía muerto en vida, pero lo único que me hacia mantenerme firme para seguir vivo, además de mi hermano, era Tezuka, quien constantemente me miraba, se echaba la culpa por hacerme ir a semejante misión, una muy peligrosa, se encargaba de todo, no estaba dispuesto a perderme, no importase lo difícil que fuera mantenerme.

Tezuka me saco las vendas como todos los días, ya era mucho dolor para mi soportar aquello, ni siquiera podía soportar que me quitaran las vendas, menos ver que cada día que pasaba el hueco en mi cuerpo se hacia mas grande.

-Eso esta infectado, necesita que lo cure un experto- dijo Yukimura mirándome desde la puerta.

-No podemos bajar a tierra firme en el estado en que esta- dijo Tezuka con enfado.

-Necesita que se lo cure- dijo Yukimura mirándome como si me fuera a morir.

-No…quiero…morir- dijo intentando continuar respirando, el dolor de mi pecho era cada ves mas fuerte.

-No vas a morir- Me dijo Tezuka tomándome la mano con fuerza- Tranquilo, no te vas a morir

-No…soporto…el...dolor- dije mientras mi pecho me ardía muy fuerte.

-Debe de haber algo para solucionar esto- comenzó a pensar Tezuka- Si pisamos tierra firme es muy posible nos agarren, pero en el peor de los casos Syusuke puede morir.

-Espera…donde estamos- dijo Seiichi entrando a la habitación y sacando mapas- Estamos al norte del océano…pasamos ya por Kantou…Kanagawa…tenemos que entrar primero por el mar de Tanao…este nos desviaría y llevaría a la isla del norte…

-¿Dónde quieres llegar?- preguntó Tezuka mirando confundido.

- Al oeste de la isla donde me crié, Kanagawa, esta el mar de Tanao, un mar muy tranquilo, siguiendo este mar hacia el norte llegaríamos hasta la isla de Tanao, es una isla muy pequeña, en ella habita un sabio el cual es un curandero, el fue quien me curo a mi hace muchos años, quizás el pueda curara a Syusuke, es una isla escondida donde hay mucha vegetación, muy espesa por cierto, pero lamentablemente tenemos que ir en bote…si tomamos ese mar con este barco seremos vistos por la guardia del norte, eso es muy peligroso, pero es la única forma que el pueda sobrevivir ¿Qué dices?

-No sacrificare la vida de Syusuke solo porque creas el curandero lo cure.

-No creo, se que el lo puede curar, confía en mi, te lo aseguro- dijo mostrando la isla en el mapa- Si no hacemos esto ahora, ten por seguro morirá, no hoy, no mañana, pero cada día se debilita mas, cada día sufre mas, tienes dos opciones, la primera, le ahorras el dolor y lo matas e incluso déjalo así sufrirá mas cada día hasta morir o lo llevamos al curandero y que este lo cure.

-No sacrificare a Syusuke, pero no confió en la magia negra.

-Tendrás que confiar, esto es así Tezuka, si no actuamos ya, morirá- dijo mirando con una mueca de  miedo, que hasta a mi me hizo estremecer.

-Hagámoslo- dijo Tezuka mirando decidido.

-Nos iremos de noche, Sanada conoce el lugar perfectamente, iremos solo los cuatro, que nadie se entere, ni su hermano- luego de dicho ello, salio disparado de la habitación.

Tezuka me introdujo en la boca un tubo muy largo y me lo metió hasta el fondo de la garganta- con esto respiraras mejor- me dijo mientras jugaba con mi cabello- pronto te sentirás mejor.

La noche llego después de muchas horas de intenso dolor, entre Tezuka y Sanada me llevaron a uno de los botes y me recostaron en el, luego entraron junto con Yukimura y nos adentramos al mar, mire mientras el bote bajaba, Akasawa estaba mirando bajar el bote y dijo algo de que no se moverían de allí hasta que llegáramos.

Los movimientos de las aguas eran muy suaves, casi me arrullaban mientras Tezuka y Sanada remaban, en un momento, creo, que sentí una de las manos de mi capitán pasando por mi cabeza y acariciándome, algo muy tierno que me hizo sentir mucho mejor, por unos pocos instantes, pero fueron muy pocos, para cuando me di cuenta el dolor de mi cuerpo, ya no era entre mi pecho o mi abdomen, era entre ambos, todo el tronco me dolía como si me estuvieran azotando, pero yo sabia bien que ese dolor pronto cesaría, si era cierto lo del curandero.

Aun no salía el sol, pero una niebla muy densa nos rodeo, Tezuka y Sanada seguían remando recto, Yukimura miraba hacia el frente, intentando encontrar algo en el horizonte, yo…lo único que podía hace era mirar hacia arriba, hacia el alto cielo, que se encontraba repleto de nubles y oscuro, con la pocas luz que aun podía ver comencé a ver en las nubes formas de cosas, no se si eso estaba bien, oí decir a Sanada que estaba delirando. 

Cuando el sol salio llegamos a una isla, pude ver que estaba llena de vegetación hasta la punta mas alta en ella, que era un volcán, del cual un humo muy denso salía, comenzamos una larga caminata después que nos bajamos, yo entre los brazos de Tezuka, ya que por alguna razón los brazos de Sanada quedaron muy cansado para poder llevar mi peso con el, Yukimura iba delante de nosotros mostrándonos el camino durante el claro. Podía escuchar a los pájaros, ver flores de mil colores, los árboles estaban llenos de un verde muy vivo y colorido, un verde que en mi pueblo…no existía por la avaricia ya que todas las tierras que alguna ves tuvieron árboles, fueron desmontadas por la familia Atobe para sembrar cultivos y criar ganado.

Entre la oscuridad de la selva y la poca luz que entraba por las hojas de los árboles, pudimos ver una cabaña de barro y paja, entramos en ella y vimos a un hombre de unos ochenta años haciendo un ritual alrededor de una gran olla de agua hirviendo.

-Sabría que vendrían- dijo el anciano- hace dos lunas los espíritus me lo dijeron.

-Sabio- dijo Yukimura poniéndose de rodillas- nuestro compañero fue herido por una escopeta…esta muriendo, el no quiere morir.

El anciano se me acerco y me hecho con una hoja un agua muy fría, que se sintió bien al tocar mi piel- Tienes un corazón noble, viviste una vida con desdichas, no quieres abandonar a lo único que tienes en este vida, pero buscas tu felicidad- dijo mientras me rociaba mas agua- tu has vivido en la riqueza, pero lo mejor que has adquirido son tus valores muchacho, eres muy bueno, la vida en el futuro te premiara.

-Por favor haga algo- dijo Tezuka mostrándose desesperado.

-No desesperes, veo que tu has sufrido muchas perdidas y decepciones, veo que buscas tu felicidad, tu también eres muy buen chico, la vida te recompensara muy bien- el anciano, con solo moverse un poco llego hasta donde estaba la olla con agua, la vertió sobre el lodo que estaba a un lado y dijo- recuesta a tu amigo aquí primero.

Tezuka obedeció con temor y me metió dentro del fango, cada ves me hundía mas hasta que llego a tapar todo mi cuello, el anciano me saco el tubo de la garganta y luego lleno con un polvo gris un gran hoja y la esparció sobre mi cabeza, estornude como pude, aun sentía mucho dolor. Tezuka con la manga de su camisa me limpio la nariz mientas veía como el hombre comenzaba a bailar teniendo en sus manos lo que parecía la mitad de un coco.

Después de media hora de ver ese extraño baile, el anciano tomo la mitad de coco y dijo- Sácalo del lodo y ponlo sobre aquella mesa- Tezuka obedeció son saber que era lo que pasaba, yo estaba muy atemorizado, temía que algo que me diera el anciano me hiciera peor. El anciano me quito las vendas y sobre mis heridas esparció lo que tenia dentro el coco, seguido me roció agua que sacaba de un manantial que había allí…Pasaron lagunas horas, el hombre hizo mil y un cosas, cada una me daba mas miedo que las anteriores, hasta que con su mano la acerco a mi herida y saco un bulto rojizo seguido lo hecho al fuego, lo que produzco una gran llama de siete colores distintos.

Luego de hacer eso ultimo dijo- ahora ya he terminado, te aconsejo duermas todo lo que resta del día y el día siguiente, tus heridas sanaran pronto, ya no corres peligro y el dolor con el pasar de los días disminuirá hasta desaparecer totalmente.

-Gracias- le agradeció Seiichi haciendo una reverencia.

-Pero…- dijo levantando un dedo- Tu tienes la capacidad para engendrad muchacho, pero solo podrás quedar embarazado una ves en tu vida, el tiempo correrá de aquí  hasta dentro de…- tomo polvo y lo hecho al fuego, una llama azul se hizo- Tienes dos meses…después de eso, tu cuerpo no podrás procrear nunca jamás, ya pueden irse, los espíritus dicen que la tropa de Shiraishi esta a dos días de distancia de su barco.

 -¡¿quien es Shiraishi?!- dijo sorprendido- hey puedo hablar y ya no me duele- dije sorprendido.

-No te esfuerces- me dijo Tezuka levantándome de la mesa.

-Una ultima cosa, no te debes apresurar, el amor de tu vida llegara justo a tiempo, el esta muy cerca de ti, solo que no te has dado cuenta aun, ni el…pero el mar hace sus cosas- dijo sonriendo.

Nos fuimos de la isla en cuento pudimos, Tezuka saco de uno de los árboles una flor y me la dio, yo la tome en mis manos con cuidado, creo que se a quien se refería el anciano. Regresamos al barco bien entrada la noche, más o menos era media noche cuando logramos llegar a los camarotes, el barco parecía haberse parado en el tiempo mientras no estuvimos, pero no estoy seguro.

Me recosté con lentitud sobre la cama, el dolor en si estaba disminuyendo, pero al menos ya no tenía fiebre y podía respirar con tranquilidad. Tezuka se recostó junto a mi y me abrazo con la excusa de que hacia algo de frió, no se porque, pero de forma rápida me cobije en su pecho, me hundí dentro de el y me quede dormido por el resto de la noche, una noche mágica ya que me sentía dentro de un lugar muy calido.

Al día siguiente me desperté dentro del pecho de Tezuka, el estaba despierto leyendo un libro, mire hacia un costado y pude ver una tasa de té humeante sobre la mesa de luz, mire el libro y sin darme cuenta comencé a leer en vos alta- El cielo estaba asombrándome, se estaba creando una tormenta inigualable.

-Veo ya estas despierto Syusuke- me dijo mientras seguía viendo su libro.

-Si.

-Veo ya estas mejor.

-Si, al menos ya no me duele el pecho y puedo respirar bien- afirme mirándolo a los ojos.

Tezuka dejo su libro sobre la mesa y luego me dio la taza de té con algunas galletas que apenas comencé a ver- toma, hace días que no estas comiendo, no quiero que estés débil.

-Gracias- agradecí tomando con ambas manos la taza.

-El curandero dijo que durmieras todo el día de hoy, no quiero verte levantado ni haciendo esfuerzos- me dijo mientras se levantaba- iré a avisar que hoy nada de visitas, hoy quiero que descanses- salio lentamente de la habitación.

Me quede mirando la taza y las galletas, estaba siendo muy bueno conmigo últimamente, no sabia si era porque el sentía algo por mi o solo se sentía culpable por lo que paso, lo cierto era que desde el incidente el ya no me trataba como la primera ves, me trataba con un poco mas de cariño, quizás estaba mas paciente, decidí que quería saber lo que pasara, así que lo desobedecería un pequeño rato, hasta que el me dijera la verdad. Después de tomar mi pequeño desayuno me levante de la cama y salí de la habitación, tenia deceso de ver a mi hermano y a Eiji, de quien me hice muy buen amigo desde el primer día que lo conocí.

 Camine sin destino fijo hasta ir a la proa donde estaban la mayoría a ese hora de la mañana mirando el mar y hablando entre todos, acercándome mas me percate que mi hermano estaba sentado en uno de los mástiles, al parecer llorando, me le acerque y le dije- ¿Qué pasa Ototo? ¿Por qué llorar?

-Aniki…estas, estas- dijo emocionado y de un momento a otro salto a abrazarme- esta muy asustado, cuando Tezuka-kun dijo que no entrara a verte creí que ya estabas muerto ¿estas bien?

-Estaba, ese abrazo me dolió- le dijo mientras le revolvía el pelo- Tezuka-kun quiere que descanse, por eso no quería que nadie me moleste, pero tu puedes ir cuando quieras no tienes que pedir permiso ni nada- estaba feliz de ver a mi hermano y abrazarlo, sentirlo cerca mió, había estado varios días sin poder tocarlo, hablarle y hasta verle, para mi ello era ya un dolor mayor, quería mucho a mi hermano y no soportaba estar lejos de el.

-Fuji Syusuke- dijo Tezuka agarrándome de sorpresa- ¿Qué haces levantado? Te ordene que te quedaras en cama, Yuuta-kun, llévalo a mi camarote y asegúrate que descanse profundamente, que se duerma mejor.

-Si señor- dijo Yuuta haciendo una pose que hacían los militares.

-FUJIKO- dijo cierto pelirrojo saltando sobre mi.

-Kikumaru bájate de ahí- dijo Tezuka con enojo- Llévenlo a la cama y que duerma, no quiero verlo dando vueltas por el barco aun no estas bien.

-Si señor- dijeron Eiji y Yuuta comenzado a llevarme con lentitud hasta la habitación donde dormía.

Me aburría estar en la habitación y charlar con mi hermano y Eiji, así que decidid hacer algo, una cosa que sabia hacer bien era jugar con cartas, Eiji tenia cartas, así que le dije que fuera por ellas y reclutara a un grupo que quisiera jugar cartas, en un segundo la habitación estuvo con algunos de los sanguinarios y con los de mi grupo, Yuuta era el único de los estafadores allí, pero no quería jugar, prefería estar recostado a mi lado viendo jugar.

-Tienes un cinco Yagyuu- dijo el chico de los sanguinarios que llamaban el estafador.

-No Nioh, ve a pescar- dijo un chico de lentes muy gruesos.

-Esto no va nada bien- dijo un chico que estaba junto a Inui- veamos, probabilidad de…si me arriesgo, Inui, tienes un ocho de espadas.

-Si Yanagi, toma- dijo Inui- Dame el siete de corazones- dijo haciendo el intercambio.

-AAAA…. ¿alguien tiene una reina?- dijo el chico de cabello revuelto llamado Kirihara.

-No- dijeron todos, aunque yo reí.

-No puede ser…- dijo un chico que masticaba tabaco- esto esta difícil.

-Dilo por ti- dijo un chico moreno.

-Cállense Marui y Jackal- pidió Kirihara- esto esta difícil- saco un cigarro de su bolsillo.

Yuuta se lo saco bien lo prendió, no quería que nada me lastimara- no es lugar para fumar- dijo tirando el cigarro al suelo.

-Como quieras- dijo Kirihara no muy de acuerdo- Bien ya esta.

-¿Quién se arriesga?- dije mirando a todos.

-Yo si- dijo Nioh mirándome.

-Yo no- dijo el de lentes.

-No- dijeron Inui y el chico de ojos cerrados.

-Nya tengo mala mano- dijo Eiji mirándome con desilusión.

-No- dijeron el resto mirando con desilusión las cartas que tenían en sus manos.

-Yo si- dijo Akaya mirándome- esta la gano, la arme bien.

-Muy bien, ¿Qué tienen?- dije mirándolos.

- Full- dijo Nioh.

-Poker- dijo Akaya. Triunfante, como adorare ver su cara…

-Escalera real- dijo triunfante, Akaya me miro abriendo sus ojos de par en par, al parecer era la primera vez que tenia una mano así.

Muchas monedas de oro llegaron a mi, de pronto me imagine siendo un rey con tantas monedas- ¿jugamos otra ves?- pregunte mirando a todos.

-Claro- dijo Nioh- reparte.

-Estoy sin un centavo, voy a ver que hacer- dijo Yagyuu caminado saliendo de la habitación.

-Voy contigo- dijo el que llamaban Jackal- ¿vienes Bunta?- pregunto mirando a su compañero sonriéndole, la verdad desde mi punto de vista ambos tenían una linda relación.

-Voy- dijo levantándose- se me acabo el tabaco.

-Veamos sin tengo mas posibilidades ahora- dijeron Inui y su amigo al mismo tiempo, por lo que rieron.

-Yanagi- dijo Akaya y de inmediato se sentó al lado de el.

-Hermano tengo sueño- me dijo Yuuta al oído.

-¿Seguro no quieres jugar?

-No- dijo abrazándome.

-Muy bien duerme, are lo posible porque nadie te despierte- le aseguro revolviéndole el pelo- tu cierra tus ojos.

Comienzo de nuevo el juego, Yuuta se recostó abrazándome y en un segundo se durmió,  pero la paz no duro mucho, Sanada y Tezuka entraron al cuarto y le dijeron a todos que se fueran menos Yuuta, quien estaba dormido, cosa que se hizo en un segundo, Sanada se fue tras sus chicos para castigarlos mientras Tezuka entro y se quedo mirándome.

-Ahora has caso y duerme como el- me dijo- De aquí no me muevo hasta asegurarme que te hallas dormido.

Cerré mis ojos y me abrase a Yuuta, mire de reojo a Tezuka, estaba allí parado como un general militar, mirándome enojado, pero cuándo cerré mis ojos escuche unos latidos azotarse, mire asustado y me levante.

-Tranquilo- me dijo Tezuka.

-Quiero ver que pasa- dije saliendo de la habitación y con ayuda de mi fuerte oído pude llegar a una habitación de donde provenía unos gemidos de dolor seguidos de los latigazos. Entre a la habitación y vi a Sanada con una espada, golpeando un montón de maderas.

-Es su forma de calmar su furia- dijo Tezuka entrando detrás de mi- el es algo compulsivo, golpearía a su tropa si no lo hace para calmar su furia o para sacarse algo de tensión y de paso mantener una tradición familiar.

-Todos mis antepasados fueron grandes samuráis, mi familia tenia incluso un dojo- dijo Sanada apuntándome con la espada- es un arte dominar una espada.

-Perdón, pensé golpeabas a…

-Son desobedientes, les gusta no hacer lo que deben y muchas veces no les importa si eso afecta a alguien o no, pero no sirve de nada golpearlos, es mejor hacerlos dar vueltas por el barco, cierto Tezuka, lo que si los golpeo cuando un robo no se logra bien, cuando perdemos, es decir nunca los he golpeado.

-Valla- dije sorprendido.

-Vamos, tienes que dormir, todavía no estas nada recuperado- me dijo Tezuka levantándome en sus brazos- tienes que estar bien para mañana, vamos a ir a un mercado negro, es hora de cambiar algunas cosas por otras, vamos a vender y conseguir dinero de otra manera…que no sea jugando con cartas.

-Gracias por todo Tezuka- dije mirándolo detenidamente, desde mi punto de vista era bastante atractivo.

-No es nada- dijo abriendo la puerta del cuarto para recostarme después junto a mi hermano y luego recostarse el para asegurarse que no escapara ni nada parecido, o al menos esa fue su excusa esta ves para abrazarme para dormir.

 

 

 

Continuara

Notas finales:

Muchas gracias por los Rewiebs, espero les guste, tuve que modificarlo mas de una ves, de lo contenta que estaba, dejen rewiebs si es que pueden

Nos vemos.


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