14° Que no te lleven al baile...
Severus tenia bien claro a quien quería llevar al baile, pero la daba pena, y un poco de remordimiento hacerlo. Al día siguiente, la víspera de Halloween no le quedo mas remedio que armarse de valor e ir a invitar a esa persona tan especial. La acecho en la biblioteca, que aquella persona solía frecuentar, y ahí lo invito. El se mostró un poco de todo: sorprendido, halagado, apenado, pero acepto. Quedaron de verse la noche siguiente al quince para las nueve, para llegar a tiempo a la fiesta de Slughorn.
Durante la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, mientras sus compañeros evitaban como podían el ataque de una legión de insectos ápteros Severus, cómodamente sentado al lado del profesor, le pregunto si podría dejarse ver en la fiesta de Halloween del profesor de pociones.
-Esta bien.- contesto este, entretenido en hacer un encantamiento reprochador al espejo de Dumbledore- Si no tengo algo mas importante que hacer iré.
Así pues, no tenia ningún pendiente. Black y Potter también asistirían, pero desde aquella noche lo habían evitado, por lo que no sabia a quien llevarían, pero o mucho se equivocaba o Black se llevaría la sorpresa mas jodida de su vida, muajajaja!!!
El día de las calabacitas lo paso rechazando, aun, a las ilusas e ilusos que querían ir al baile con el. La ultima clase no se dio para que los alumnos pudieran prepararse para el banquete general, pero la elite, los miembros del Club de las Eminencias y sus invitados, que también eran eminencias por el solo hecho de estar invitados, se engalanaron y se dirigieron al despacho del profesor Slughorn.
Severus se lavo la carita con jabón asepxia, se peino con gel L'Oreal y se vistió con su tunica de gala negra, y al salir de su dormitorio se topo con una desagradable sorpresa enfundada en una tunica roja y que le sonreía tendiéndole el brazo. Bufó: debió de haberse imaginado que el hecho de que Lucius no lo hubiera molestado con que lo llevara al baile se debía a que el platinado daba por hecho que el seria su pareja.
-¿Nos vamos Sev?
-Ya te he dicho que no me digas Sev, eso solo va para mis amigos.
-¿¡Y yo que soy?!- reclamo escandalizado Lucius.
Severus se encogió de hombros: no quería decirle palabras ofensivas, pero Lucius lo cogio de la tunica y con voz chillona le dijo:
-¡No voy a tolerar que me trates así! ¡Y menos antes de ir a un baile!
-Yo no voy al baile contigo.
-¡Queee!!!- chillo Lucius al borde de la histeria.
-Yo no voy contigo: dime, ¿alguna vez te propuse que fuéramos? ¿Te lo di a entender? No verdad, entonces no me salgas con esta.
-¡Severus Snape, si no me llevas al baile cortamos!- lo amenazo.
Severus alzo el rostro al cielo y agradecio: Dios existía y ayudaba a aquellos que se lo pedían de corazón. El alivio que se pinto en su cara lo hizo verse luminoso.
-Perfecto.- contesto el chico que embelleció. - Hasta aquí llegamos Lucius. Fue... bonito conocerte.- le estrecho la mano al estupefacto rubio que creía vivir una pesadilla.
-¡No!- grito y cayo de rodillas jalando la tunica de Severus- ¡No, por favor, espera, no puedes hacerme esto, durante semanas he estado presumiendo que tu les dabas calabazas a todos porque solo tenias ojos para mi! ¡Les he dicho a mis íntimos que esta noche te me declararías! ¡No puedes dejarme así!
-Por supuesto que puedo Malfoy.- contesto Snape malvadillo- Ten un poco de dignidad y levantarte. Igualmente puedes ir al baile sin mi, gracias al dinero de tu padre eres una eminencia por ti mismo.- y arrebatando el ruedo de su tunica de las manitas temblorosas de Malfoy salio, tarareando alegremente rumbo a la sala común de Gryffindor.
Pero en la puerta se encontró con otra desagradable sorpresa: esta enfundada en un vestido de noche verde esmeralda que resaltaba esos ojazos que tenia su primer amor.
-¡Seeev!!! - Lily Evans se abalanzó sobre el con la gracia de un arriete, haciéndolo caer de espaldas con ella sobre el.- Sev, que detallista, no hubieras venido por mi, después de todo no somos novios.- la chica se sonrojo y le hecho ojitos- ¿Te gusta mi vestido? Petunia se puso mas verde que el cuando mama me lo compro.
-Te ves bellísima Lily.- le dijo con sinceridad Severus. Y estuvo tentado de ir con ella en vez de con la victima de su retorcida venganza.
-Vámonos entonces Sev, el viejo Slug no para de hablar del invitado misterioso que tendrá, ¿quien crees que sea?
-Ni idea- contesto insinceramente el chico, y soltando la mano de su amiga le dijo- Adelántate, yo voy a ir con mi pareja.
La chica se quedo parpadeando con sus bien maquillados ojos.
-¿Tu... pareja? ¿Sales con alguien?
-No, no salgo con el, pero es mi pareja esta noche. De baile.- se encogió de hombros- Sabes que no bailo bien y el tampoco, y supongo que así no haremos el ridículo.
-¿Entonces tu... no vas... a venir conmigo?- la pelirroja se apretaba las manitas y parecía a punto de llorar- Yo creía que... no invitabas a los otros porque iríamos, ya sabes, antes siempre íbamos juntos a las fiestas de Slug...
-Bueno, si, supongo que debí avisarte, lo siento. Igual podemos bailar una pieza.- añadió con una radiante sonrisa.
En ese preciso instante Black y Potter salían: el primero acompañado de una chica exuberante y con fama de fácil y el segundo con... ¡Gilderoy Lockhart!
-Vaya vaya, Pipipote y Gillipollas.- se burlo Snape.-Son novios, se quieren...
-¡Vete al cuerno Snivellus!- le grito James furioso, mirando alternativamente a Lily y a él. Snape se dio cuenta (con lo inteligente que era) del modo en que James Potter miraba a Lily Evans y le cogio la mano, besándosela con galantería.
-Te prometo que bailaremos una pieza.
-Ehh, vale Sev.- Lily también miraba extrañada al tonto y radiante rubio del brazo del capitán del equipo.- Vaya James, yo creía que irías solo al baile.
-¡Yo quería ir solo!- protesto tratando de liberar la mano de Lockhart, que se la asía como un ave de presa- ¡pero este... tipo... - mas forcejeo- es... muy... insistente!!!
-¡Jum!- dijo Gilderoy- Soy la victima de un complot que lord Voldemort tiene en Hogwarts.
Todos los presentes se que quedaron viendo como quien ve cerdos voladores: ese tio le ganaba en descabellado a Xeno Lovegood, el chifladito de Ravenclaw. La chica exuberante rió como tonta.
-¿Quien es tu pareja Canuto?- le pregunto Snape malicioso- ¿Una eminencia intelectual, tal vez?
Sirius no pudo hacer mas que verlo feo.
-Que pésimo gusto tienes, Black. Hay quien no sabe valorar lo que tiene hasta que lo ve perdido.- le dijo.
Black iba a contestarle algo injurioso seguramente, pero la repentina aparición de Remus Lupin, deslumbrante en su tunica de gala color ocre con bordados de oro (que resaltaba su color de pelo y ojos) los dejo boquiabiertos.
-Hola chicos.- saludo a sus amigos, con una sonrisa demasiado calmadita- Hola Severus. Mejor nos vamos, ya van a dar las siete.
Sirius, que desde el momento de su aparición se había quedado con la boca exageradamente abierta pareció volver en si. Soltando a la barbie artificial cogio del brazo a Remus.
-¡Lunático, no puedes ir con el!- grito.
-¿Porque no?- repuso este molesto y quitando la mano de su amigo- Este es un colegio libre, Canuto, y puedo ir con quien me de la gana, como no tengo novio ni nada... - aquella indirecta fue tan sutil que hasta Potter la capto.
-Exacto Lupin.- Snape le tendió el brazo y Remus se agarro de él.
-¡Lunático, por favor, espera, no vayas con Snivellus, es malvado y solo te quiere utilizar!
Remus lo volteo a ver exasperado.
-¿Sirius tomaste poción bocazas?- le pregunto y Severus se desternillo de risa.
-No, pero...
-Entonces deja de decir sandeces y apúrate a llevar a tu novia al baile.
-¡Esta no es mi novia!- exclamo Sirius.
-¿Entonces que soy? - chillo la chica.
-Tu eres una... chamacona.- termino con ademán despectivo Black- ¡Pero tu Lunático eres mi... mejor amigo!!!
-¡Oye, yo creía que yo era tu mejor amigo!- protesto James viéndolo con malas pulgas.
-¡Cállate James!- lo urgió Sirius y hecho a correr tras la pareja que avanzaba muy juntita camino al baile- ¡Remus, por favor, no vayas con el, ven conmigo!
-¿No crees que es un poco tarde para pedírmelo?- le espeto con frialdad Remus deteniéndose y viéndolo con sus ambarinos ojos centelleando. - Y ahora, por favor, déjame disfrutar de mi cita.
-Si Black, piérdete.- le sugirió Snape.
-¡Snape cabrón, retorcido... - miraba a Remus con desesperación: jamás habría esperado una venganza tan certera de parte del chico que embelleció- deja en paz a Remus!
-¿Te molesto Remus?
-Para nada Severus. En cambio tu si me molestas Sirius. Busca otra chamacona y a esa llévatela a la fiesta y quien sabe a que otros lados.
-Si Sirius, puedes ir con tu prima, si te quedas sin opciones. Bellatrix siempre ha dicho que le gustaría practicar el sado contigo.
Sirius se quedo con la bocaabierta. Pero reacciono para advertir:
-Snape, te advierto, si le haces a Remus... si te vengas con el...
-¿Venganza? - pregunto Lupin alzando una ceja y mirándolos a ambos, que se veían con odio jarocho - ¿Venganza de que?
-Que te cuente Canuto.
-¡Nooo!- exclamo este sudando frío- ¡Pero no vayas con el Remus, solo se quiere vengar en ti de algo...
-¡Oh, por las barbas de Merlín, quieres callarte de una vez! Yo bien se que Snivellus no me lleva al baile por lo guapo que soy sino para joderos, - lo miro de reojo como diciéndole "si, lo se."- y por lo visto no pudo hacer una cosa que los molestara mas. Pero por lo menos el me tiene en cuenta y me invita a fiestas, y es atento, no como tu!!!- termino gritándole algo descompuesto.
Snape miraba la escena divertido: ya no mas faltaba que empezaran como el profesor Grindelwald y el profesor Dumbledore a hecharse en cara hasta quien se tiro un pedo en el club de bordado de la tía abuela Bathy.
Sirius se quedo abriendo y cerrando la boca sin articular palabra. Remus se recompuso muy digno, y apretando el brazo de Severus comenzó a caminar. Antes de doblar el recodo se volteo y miro malignamente a Black mientras hacia como que palmeaba el generoso trasero de Lupin.
-Lamento esa escenita.- le dijo el ojiambarino cuando ya casi llegaban al despacho de Slughorn- Aunque sospecho que a ti no te desagradó.
-Eres un chico listo Remus. Por eso me gustas.- le cogio la mano.
-¡Oh, si tu también vas a empezar a burlarte mejor me regreso a la sala común!- declaro este, abochornado. La belleza de Severus debía de hacerlo alucinar porque de nuevo creía escuchar como una melodía que nada tenia que ver con la música que salía de la fiesta.
Continuara...