22° Calaveritas de azucar.
Mientras tanto, el fiel pipiPotter, metido en un aprieto por su amigo a secas Sirius Black enumeraba todos los nombres de dulces habidos y por haber frente a la gargola que custodiaba la entrada al despacho del director.
-¡Malvaviscos cubiertos de chocolate! ¡Huevos KinderTM! ¡Negg relleno de gelatina!- enumeraba y la gargola ya hasta tenia cara de hastio.- ¡Malditos thundercats, porque ninguno es! - despotrico James aventando su capa invisible del coraje.
Peter sugirió timidamente:
-¿Calaveritas de azucar?
-¡Loteria!- les contesto la gargola dejandoles libre el paso.
-Calaveritas de azucar, ¿Qué es eso? - le pregunto James.
-Es un dulce tipico mexicano.
-Ah, vale. Cubramonos con la capa y vayamos en busca de la aventura Colagusano!
-¡Si Cornamenta!- contesto con mucho entusiasmo el rata y entraron, mapa del merodeador en mano, se guiaron hasta penetrar en el despacho, pero una vez ahí perdieron toda orientación: no se veia ninguna pared y el dormitorio, el sitio donde en el mapa se veia al director y al profesor estrechamente unidos y zangoloteándose como maracas era inaccesible.
-Estan bailando el baile maldito.- dijo James - Tal vez haya algo en ese baile que impide ser interrumpido.
-Creo que oigo algo.- dijo Peter.
Los dos chicos se callaron y aguzaron oreja: Colagusano tenia razon, sonaban suspiros, jadeos, gemidos y un incesante rechinar de muelles.
-¿Qué sera eso? - pregunto Cornamenta a su amigo - ¿Estaran bailando sobre la cama?
Unos pujidos y unos susurros que sonaban como a "Mas Albus mas" hicieron que la neuronita astuta de Pettigrew diera de maromas y comprendiera que pasaba del otro lado de la puerta y que era el "baile maldito". Un intenso rubor subio a sus mejillas gordinflonas.
-James, creo que hariamos mejor en irnos.
-¿Qué te pasa? ¿Tienes miedo? ¡Un Griffindor ha de ser valiente!
-Es preferible estar vivo a ser valiente. -reflexiono Peter - Vamonos James, no podemos entrar y ellos estan a punto de terminar - esos "no pares, no pares" de Grindelwald eran inconfundibles - y si el mojigato nos pilla espiandolos estamos fritos: no va dejar de nosotros ni un dedito.
James parecio reflexionarlo mientras unos susurros ahogados de "me vengo, me vengo" rompian el silencio.
-Anda, vámonos ya, por favor.- suplico Colagusano- ¡Mira, podemos intentar entrar en la torre de las chicas para hacerle una bromita a tu mejor amiga Lily Evans!
-¡Si, esa es una excelente idea! ¡Eres un genio Colagusano! - exclamo James y jalando con el salio justo a tiempo, pues cuando el frufru de sus tunicas aun se alcanzaba a oir Gellert abrio una puerta secreta y se asomo, usando solo una indecente batita de noche color malva.
-Me parecio oir a alguien amor.- dijo en voz alta mientras escrutaba los dormidos retratos.
-Abran sido los retratos mi vida.- replico la voz de Albus.
-Jum.- gruño el rubio, pero regreso a los calidos brazos de su amante. Aun se sentia traicionado y la ausencia del anillo nupcial no habia sido aclarada, pero las costumbres son difíciles de romper, y ellos llevaban mas de sesenta años follando todas las noches.
*
A la mañana siguiente lo primero que vieron Dumbledore y Grindelwald al salir de su despacho fue a Sirius Black muy sentado ahí, llevando atado y amordazado a Reremus Lulupin, y al verlos salir se paro de un brinco y dijo:
-¡Yo desflore a este chico y por consiguiente debo casarme con el!
Dumbledore temio por la vida del chico Black, admitiendo ahí haber cometido inmoralidades violadoras. Miro con susto a Grindelwald, pero el mago, en vez de convertirlo en sapo dijo con gesto fastidiado:
-Mira muchachito: me importa un comino quien fuera el primero en follarse a este zorrito frances, pero ya sean tu o Severus Snape uno de los dos se casa con el porque es un peligro para todas las esposas virtuosas, este pequeño y desamparado uke robamaridos, que los tienta al mal con su falsa docilidad y su traserito sabroso.
Dumbledore, que no podia dejar de notar con suspicacia como su amado hablaba acertadamente de los encantos de este y otros chicos intervino:
-Me parece que el señorito Lupin es quien debe decidir con quien quiere casarse. Señor Black, si fuera tan amable de desamordazarlo para que se manifieste.
-Oh, ni falta hace.- dijo Sirius feliz como unas pascuas- El se quiere casar conmigo. - lo levanto como un fardo y Remus asentia vigorosamente.
-Bueno, entonces, ¡a casarse!- grito señalando con un dedo el camino mas breve hacia el gran comedor- ¡Nada de inmoralidades! San Mithra llegara a las ocho para bendecir su union y espera que sean generosos con él y con su ayudante, un imitador de Elvis gordo, porque uno flaco podria incitar al mal meneando su pelvis y no quiero que la menor impudicia manche este himeneo.
-Muy bien profesor.- contesto Sirius- ¿Puedo vestir a Remus con traje de novia?
-Si, pero blanco no porque ya no es puro. Que sea color amarillito, le ira divino con su color de ojos.
Sirius se relamio los bigotes y dejo en libertad a Remus para irse a rasurar: ni modo que se casara con barbas como de fugado de Azkaban. Pero ahora fue Remus quien lo persiguió.
-Sirius, este... yo no tengo... mis padres no tienen... para pagar un vestido de bodas. De hecho no tienen para pagar una boda.- termino muy avergonzado.
-¿Y eso que?- le contesto Sirius con un gesto encantador - Es una ridiculez eso de que el padre de la novia tenga que pagar por la boda. Yo pagare por todo y aun gastandome toda la fortuna de mi harpia madre me saldria barato por uno solo de tus besos.
Remus sintio que se derretia, era cierto, Sirius era asquerosamente rico ademas de increíblemente inteligente y terriblemente guapo. Pero...
-Pero dudo que tu madre te de su bendicion para casarte con un sangre sucia, ya no digamos un hombre lobo...
-Mira Remus Black:- empezo cogiendolo por los hombros y sangoloteandolo un poco- la vieja Walburga puede coger sus maldiciones y meterselas por donde le quepan. Siempre he creido que mi padre me tuvo mpreg, eso o me adoptaron. Aunque me deshereden aun tengo mi fideicomiso y soy el heredero del tio Alphard, asi que no vuelvas a hablar de dinero. ¿Vale? Ahora ve a ponerte el maravilloso vestido de novio que encontraras bajo mi cama... solo que habras de teñirlo de amarillo clarito para no incordiar la loco de Grindelwald.
-¡Oh, Sirius, eres un sueño! - le dijo Remus abrazandolo.
-Ya lo sabia.- contesto Sirius sonriendo con brillo en el colmillo - Por eso es por lo que no tolero a esa pesadilla exmantecosa.
-¡No habes asi de Severus! Es una bellisima persona. Y antes de que empieces de celoso compulsivo como Grindelwald, no, Snivellus es mi amigo y deberia de ser el tuyo...
-¡El dia en que los cerdos vuelen! - grito Sirius y en ese preciso instante Xenophilus Lovegod paso gritando:
-¡He conseguido que los cerdos vuelen, he conseguido que los cerdos vuelen!- y se alejo con su piara voladora.
-Ok, eso no significa nada. Anda, veta a cambiar, y cuando estes listo me mandas avisar con James para entrar yo a cambiarme.- dijo para no ver a la novia antes de la boda porque eso, es bien sabido, es de mala suerte.
Remus se fue corriendo, y sus nalgas se balanceaban tentadoras bajo la tunica: vaya que se daban a notar "las tres". Sirius se quedo feliz de la vida, chiflando y cantando hasta que un ratito despues James llego muy sonriente.
-¡Ya me han dicho la buena nueva, amigo! - lo felicito- ¿Sabes? Ya no estoy enojado contigo por quitarme la mejor amistad y darsela a Remus: ahora que tengo a mi mejor amiga Lily Evans comprendo por que dijiste que Remus era tu mejor amigo: ¡debes de quererlo tanto como yo a Lily! Y aunque yo te quiero de a madres, ¡no se compara a lo que siento por ella!
Sirius, con un ojito temblandole, le explico:
-Este, James, tu y yo somos mejores amigos. A Remus y a Lily los queremos, como amantes, respectivamente. Yo solo dije que Remus era mi mejor amigo porque no queria admitir que lo amaba...
James se le quedo viendo como si acabara de enunciar de nuevo las cinco excepciones elementales de la magia.
*
La boda fue preciosa y Severus aplaudio a rabiar cuando, luego de que los novios pronunciaran sus votos el imitador de Elvis canto algunas canciones. Gellert se seco un par de lagrimitas cuando la feliz pareja se dio su primer beso como marido y marida, y hecho una mirada rencorosa a Albus y a su dedo vacio.
El pobre director no habia podido encontrar al señor Yao para recuperar su anillo de bodas, y aun cuando Gellert no habia dicho ni media palabra seguramente se habia dado cuenta, y su silencio lo mataba de nervios.
Durante la recepcion Severus fue a felicitar a Remus, y fingiendo darle un besito en la mejilla le dijo:
-Ya es hora.
-¡¿Qué dijiste cara grasienta?!- salto Sirius, todo celoso.
-Nada, Black, nada que te importe. Es algo entre Lunatico y yo.- lo abrazo y fingiendo tambien darle un besito añadio- ¿y tu como sabes que de verdad fuiste el primero, Canuto? ¿Cómo sabes si tu apodo no deberia ser Cornamenta?
Sirius se sulfuro pero antes de que contestara algua groseria Remus lo jalo para que brindaran. El director y los profesores se acercaron a compartir el primer brindis con los novios y el resto del alumnado los imitaron. Snape vio con satisfacción como esa persona especial se tomaba, de manos de Remus, la copa con filtro de amor que el mismo habia preparado.
Inconciente aun de sus poderes sobrehumanos de seduccion, su herencia sirena, Severus los utilizo sin conocerlos. El jovencito no se daba cuenta, pero innatamente los activaba al estar cerca de alguien que le gustaba o a quien queria conquistar. La capacidad de cada persona de resistir los encantos sirenios del chico iba en directa proporcion con la fuerza de su mente. Severus se exforzaba en atraer a su persona especial, por lo que todos sus poderes de seduccion se activaron a su maxima potencia.
Todos los que estaban cerca del chico que embellecio notaron de pronto lo bellisimo que era, y una especie de musiquita irreal y encantadora sonaba en sus mentes, y todos sentian simpatia por Snape, ganas de quererlo: Severus se encaminaba directo e hipnotico sobre el objeto de sus afectos, mirando como sus ojos grandes se dilataban de placer al verlo, como dejaba su copa vacia (ya se habia bebido el filtro de amor) y abria los brazos para recibirlo, con una sonrisa radiante... todo era tan perfecto que no podia durar.
Con la gracia de un arriete James Potter se le lanzo encima gritando:
-¡Severus, te amo!!!
Severus cayo al suelo soltando una palabrota, con Potter encima. El pobre Cornamenta, al ser el de mente mas debil en los alrededores era el que peor podia resisitir los encantos de Snape, ademas, por ir a felicitar a sus amigos estaba peligrosamente cerca de Snape, asi que lo unico que supo fue que campanitas repicaban en su cerebro y solo tenia ojos para Snivellus, el ser mas bello sobre la faz de la tierra.
Su pobre "mejor amiga" Lily Evans solo se quedo mirando con la boca abierta como el prospecto a novio se le declaraba a gritos a su amor fallido.
-¡Snivellus, vida mia, te adoro, dame un besito con tu boca de gato!
-¡Alejate demente!- le grito Snape rechazandolo con un hechizo y creando en torno suyo una burbuja protectora: si ese tarado lo besaba delante de Grindelwald iba a meterlo en problemas.
-¡Snape, mi amor! - James se lanzaba contra la burbuja con los labios fruncidos y rebotaba, y volvia a intentar, y rebotaba.
Snape estaba desesperado, veia como el objeto de sus amores palidecia y ponia cara triste. Snape sospechaba que no se daba cuenta de la belleza que poseia y se creia fea para el. Severus tenia ganas de gritar de lo desesperado que estaba y el imbecil de Potter seguia gritandole que por el se moria y despues le bajaba la luna y las estrellas. Dando una patada en el suelo estallo:
-¡Potter cuando quiera que me digas exabruptos te dare la pocion bocazas!
-¡Dame lo que quieras vida mia, pero damelo ya!
Con el ojo desorbitado Snape le apunto con su varita y lo desmayo.
-Alguien llevese a ese loco a la enfermeria.- dijo mirandolo como si quisiera fulminarlo con la ira de su mirada.
Lily, llena de pena, se acerco a aparecer una camilla. Tenia los ojos humedos y la cara roja y parecia a punto de llorar. Snape sintio pena por ella y quiso ir a consolarla, pero ella le dijo:
-¡Alejate! Yo lo llevare, aunque no me quiera, como tampoco tu me quisiste.- y rompiendo a llorar salio a la carrera llevando a su inconciente Potter flotando delante de ella.
Snape sintio un vuelquito en el corazon y tuvo el impulso de ir tras su amiga. Pero importaba mas el amor. Tenia que actuar pronto con su amada para que el filtro de amor que le habia dado tuviera optimos efectos. Se paso la manita por el pelo para acomodarselo y se fue por ella.
*
Continuara...