Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Si Snape hubiera conocido el jabón Asepxia... por nezalxuchitl

[Reviews - 212]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: ¡Sev se ha convertido en un esplendoroso cisne! Pero las consecuencias de su nueva belleza no se hacen esperar.
 

3°  El cisne.

 

   Durante su tercer año en el colegio Severus fue cambiando, mas de lo que muchos podían creer: James Potter lavó sus lentes con un hechizo vanishe al verlo volver de las vacaciones de Navidad: su cara ya no brillaba e incluso su pelo había mejorado.

Cuando volvio de las vacaciones de Semana Santa sus propios compañeros de Slytherin se acercaron intrigados a preguntarle que se habia puesto.

 

El niño les contesto con un gruñido: ni muerto admitiría que su mejora se debía a un invento no mágico. El pequeño Sev había cambiado, si, pero ningún cambio era mas profundo a medio milímetro bajo su piel ( el rango de ataque de Asepxia TM). Seguía siendo el mismo niño inteligente, hosco, malhumorado y amante de las artes oscuras. La única diferencia era que ahora su pelo se veía saludable y sedoso, y su cutis era envidiable: ¡hasta la enfermera del colegio la señorita Pomfrey le preguntó que se había puesto! (no se lo dijo, muajaja!)

 

Los cambios en su look fueron tan radicales que al tomar el expreso de Hogwarts para pasar las vacaciones de verano varios chicos y chicas de todas las casas lo invitaron a sentarse con él, pero el los rechazo a todos con un gruñido, y viéndolos feo paso de largo hasta el ultimo vagón, su vagón. Puso sus maletas en el asiento contiguo y saco un avanzadísimo libro de magia tenebrosa.

 

-Ehhh... - la puerta se corrió y dejo asomar una tímida cabeza pelirroja- ¿Sev, te importa si me siento contigo?

 

Severus gruñó y se encogió de hombros, escudándose tras su enorme ejemplar de "Beauty in Darkness vol. I" Lily se sentó enfrente y se acomodó el pelo. Olía a perfume y la boca le brillaba sospechosamente.

 

-Ehhh ¿Sev?

 

-Grr.- el jovencito le dio a entender que la atendía.

 

-Sev, este año terminaron Cameron, Chase, Foreman y House; asi que el próximo año habrá cuatro puestos vacantes en el equipo de quidditch de Gryffindor y... - Severus había levantado sus ojos negros y brillantes sobre su texto y parecía preguntarle ¿a que tanto cuento? - y... me preguntaba... si este verano... podrías practicar conmigo.- termino tan roja como su pelo.

 

Severus bajó el libro y lo dejo cerrado sobre su regazo. ¿Porque Lily se mostraba tan súbitamente tímida? La Lily que el conocía habría llegado gritando de gusto, lanzándosele al cuello y gritandole cosas como ¡Sev tienes que practicar conmigo este verano aunque maldito lo que te importa el quidditch!

La niña interpreto mal su mirada.

 

-Claro que si no puedes...- termino con desaliento.

 

-¿Cuando te he negado un favor yo a ti?- le pregunto con una sonrisa deslumbrante, producto de la pasta dental marca Colgate.

 

-¡Si! ¡Severus estoy tan emocionada!- la pelirroja se le lanzo al cuello y lo besuqueó.

 

Los besos de la niña siempre le habian dado escalofríos, pero nunca tan intensos como esta vez. Quiso besarla en respuesta pero la imagen de ella desternillándose de risa casi un año antes lo hizo ponerse serio y tieso: Severus era muy rencoroso. Ella debió notarlo porque lo soltó y empezó a barbotear datos, peticiones, planes un buen rato, hasta que el sonrió con fastidio y le dijo:

 

-No entiendo como te emociona tanto un estupido juego.

 

-¡Un estupido juego!- grito ella indignada, parándose y dando una patada a una araña- ¡Un estupido juego! ¡Si es el mejor juego del mundo! ¡Tan emocionante y excitante, y los jugadores son súper populares!

 

-Es verdad Evans: los jugadores somos dioses.- declaro la jactanciosa voz de James Potter, metiéndose, como siempre, donde no lo llamaban.

 

Los rostros de sus amigotes siempre detrás suyo hicieron a Severus ponerse en guardia: recordaba lo ocurrido el año anterior, y esta vez iba a vengarse.

 

-Vaya Potter, tienes el ego tan inflado que podrías volar sin escoba.- le espeto Lily y cogio el libro de Severus para escudarse tras el, al revés.

 

-¡Pero yo soy capaz de volar! -señalo- No como Quejicus; la unica vez que se ha despegado del suelo fue una vez que ingirió una cantidad ingente de frijoles pasados.

 

Sirius Black le rió la gracia a carcajadas. Severus se puso rojo y le apunto con la varita oculta en el bolsillo de la tunica: era el momento de saber si su nuevo hechizo funcionaba o no. "Levicorpus" pensó y de inmediato James Potter quedo colgado del aire por el tobillo izquierdo. Los gritos de espanto de sus compinches se vieron acallados por los pitidos del tren, que llegaba a destino.

 

-¡Que le has hecho a James!- bramó Sirius apuntando con su varita a Severus.

 

-¡No le ha hecho nada!- lo defendió Lily- Ni siquiera ha abierto la boca.

 

-A lo mejor a Potter el ego se le ha ido de la cabezota a las patas, y ese es el resultado.- se burlo de James pataleando en el aire, con los calzoncillos de corazoncitos a la vista.

 

-¡A mi no me engañas bola de grasa!

 

-¿Te faltan gafas, Black?- pregunto señalando su terso y envidiable cutis.

 

Black se sonrojo e intento hacer un embrujo. Pero Severus fue mas rápido, y sin despegar los labios repitió su hechizo y dejo al mejor amigo de Potter mostrando los calzones a su lado, de estrellitas. Pettigrew salio disparado, chillando como un poseído al ver a sus dos ídolos y protectores ahi colgados. Lupin se mantuvo cerca, con cara de asustado, aunque tal vez solo fuera su palidez habitual. Miraba alternativamente a Snape y a sus amigos, dudando. No habia habido ningun conjuro, pero...

 

Los empleados de la estación gritaban y abrian los compartimientos. Uno bajito y rechoncho abrio el ultimo y dijo:

 

-¡Sapos peludos!- al ver a los dos chicos pataleando y berreando con los calzones al aire-¿Que a pasado aqui?- pregunto frunciendo el seño.

 

-La teoría mas exitosa es que Potter y Black han sufrido una inversion del ego; y ahora finalmente tienen el organo con el que piensan en la parte superior.-dijo Severus con una radiante sonrisa en la boca y su maleta en una mano.- Compermiso.- y salió empujando a los flotantes Gryffindors. Lily salio detras de el muy impactada.

 

Su fea madre lo esperaba con los brazos abiertos, y al verlo tan guapillo se le fue encima a besos y abrazos, pero ni eso pudo borrar la sonrisa de satisfacción de su rostro.

 

                                                         *

 

 

Lily Evans fue a practicar con el todo tres dias a la semana. Jugaban el uno contra la otra, y luego de que ella le cayera encima accidentalmente por vigésima vez (siendo, como era, una gran jugadora de quidditch) Severus se dio cuenta de que ella le estaba coqueteando. Un año antes, dos años antes, diez años antes habria dado cualquier cosa por que ella le coqueteara. Lo habia ambicionado un montón de tiempo, pero ahora que sucedía, descubrió que ya no le importaba tanto, ni le hacia tan feliz. Algo se habia roto y perdido el dia que su madre descubrió el jabón Asepxia. Incluso le parecía que la actitud de Lily era frívola, algo que nunca creyó encontrar en su amiga.

 

Pero no era la única. Montones de niñas muggles lo seguían cada que iba al supermercado a aprovisionarse de sus productos de higiene. El descubrimiento del shampoo Head&Shoulders convirtió su pelo en una masa negra, lustrosa, limpia, brillante, con cuerpo y elasticidad. El jabón Asepxia lo había convertido en un chico normal; el shampoo Head&Shoulders lo habia convertido en un modelo: en la opinion general ya no era flacucho sino delgado, ya no era desgarbado sino con su propio estilo de la moda, ya no era largirucho sino alto; su nariz ya no era ganchuda, sino elegante.

Snape se daba cuenta y se sentía feliz: ahora todos esos que lo habian llamado Cara de Sebo 2, mantecas y todo lo demas se tragarían sus palabras: ¡ahora era hermoso!

 

Sin embargo, estaba lejos de sospechar que la belleza también puede ser una maldición.

 

Al volver al castillo para cursar el cuarto año de estudios mágicos pudo notar claramente ser el centro de atención en el tren, y no le gusto nada.

Prefería pasar desapercibido, ser como una oscura sombra de maldad al acecho, y no un acosado ídolo escolar... pensándolo bien quizás aquellos Gryffindors merecían compasión... ¡no no no! A ellos les gustaba, a el no.

 

Cuando avanzo por el gran comedor haciendo girar cabezas junto el entrecejo y los paso olímpicamente por alto y se sento en su lugar de siempre, casi al final de la mesa, entre otros dos chicos X. Sin embargo, Lucius Malfoy, el compañero que no se habia metido por el por ser inteligente pero que tampoco habia buscado su amistad a causa de su fealdad, arrojo sin miramientos al chico sentado a la derecha de Severus y se sento en su lugar.

 

-Hola Severus, luces muy bien. - le dijo con una sonrisita.

 

-Si, ya me habia dado cuenta.- le contesto secamente Severus: aquella sonrisita de Lucius destilaba hipocresía.

 

-Si, claro. ¿Sabias que el viejo profesor Abberty por fin se retiró?

 

-¿Se retiro?- repitio asombrado Severus: el profesor de Transformaciones llevaba siglos en su puesto.

 

-Si, no era de sorprenderse, creo que tiene 120 años... - dijo Malfoy poniendo los ojos en blanco- ... era un viejo terco, no queria dejar el puesto a nadie que no considerara digno de él.

 

-¿Y a quien eligió?

 

-A una tal Minerva McGonagall. Es de sangre limpia, pero es muy joven: mi padre dice que se graduó hace apenas cinco años.

 

Severus miro a la mesa de profesores y vio a dos encapuchados sentados a ambos lados del asiento del director, que charlaba animadamente con el ministro de magia en la entrada. Lo despidió y avanzo radiante, con la cabeza muy en alto, su pelo rojizo ondeando al aire: siscaba tener a un director de ochenta años que lucia como si tuviera 20. En fin. Cosas de la magia y del elixir de la Eterna Juventud.

 

Palmeo los hombros de sus dos profesores encapuchados y luego se dirigio al colegio con los brazos muy extendidos como si quisiera abrazarlos a todos:

 

-¡Bienvenidos una vez mas al colegio Hogwarts de Magia y Hechiceria! ¡A los que son nuevos les digo: baratijas! ¡A los que no son nuevos les digo: papanatas! Y ahora, ¡a mover bigote!- y alzando su tenedor en alto dio por comenzado el banquete.

 

Los deliciosos platillos aparecieron en todas las mesas, pero Severus no quitaba el ojo de encima de la mesa de profesores: el encapuchado a la derecha parecía reñirle al director, que sin quitar la deslumbrante sonrisa (parecía que se la habían atornillado) le contestaba mesuradamente.

 

-¿No vas a servirte, Snape?- le pregunto Malfoy junto - El jamón endiablado huele exquisito.

 

Snape se sirvió, aunque le parecía que los ojos grises de Malfoy lo miraban del mismo modo que un hambriento un pedazo de pan o un avaro una moneda. Comió jamón del diablo y pastel de chocolate, y fulmino con la mirada a todos los que repitieron el postre: ¡el ya quería conocer a los nuevos profesores!

 

Continuara...

Notas finales: ¡Proximo capitulo, se presenta a los nuevos profesores! ¿Quienes seran? Muajajaja! Eso y mas en el proximo capitulo, nos leemos el VIERNES!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).