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Oscura tentación por deyaniradarcy

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Notas del capitulo:

oa!!^^ bueno aki esta el 1º cap de este fic, reitero que esta historia se dara de una manera lenta, kiero decir q deseo trabajar bien con la personalidad de cada personaje, y aun mas con la de yami cosa q se m complica un poco por ser un personaje al cual nunca le preste muxa atencion ^^U bueno dare lo mejor de mi y espero q les guste^^

tambien agradesco los hermosos comentarios q m dejaron^^ y bueno este es el comienzo de una historia llena de enredos y amargura, espero q les guste^^

 

Capitulo1

Inocente mirada

 

Se había anunciado una fiesta en la mansión de Kaiba,  y en contra de todo pronostico, aquel chico se comporto muy amablemente cuando nos invito a asistir, había algo raro en el, pero preferí pensar que aquello solo se debía a que después de todo lo vivido en estos últimos meses había logrado cambiarlo un poco.

 

Mi Aibou se ve muy feliz, al igual que Tea, aunque Tristan y Joey no dejan de quejarse diciendo, no, más bien, exagerando que se acerca el fin del mundo o que aquel engreído le echaría veneno a la comida o algo asi, todos sabíamos que solo estaban bromeando, pero igualmente Tea le dio un golpe en la cabeza a ambos, y después Joey dijo algo y todos comenzaron a reírse, pero yo no podía hacerlo ya que estaba más concentrado en mirar las acciones de mis amigos que de lo que hablaban, era en estos momentos cuando me sentía muy feliz por mi elección, porque si bien pude haber vuelto a mi época, la amistad que había entre nosotros fue más fuerte, no negare que extraño a mis viejos amigos y que a veces me pongo muy nostálgico, pero se que debo vivir con ello, y el estar junto a mis amigos de esta época me es un gran alivio para ese malestar.

 

Las clases pasan rápidamente, y me sorprende la facilidad que tengo para aprender aquellas materias, claro que si me hablan de moda o de música comprenderán de inmediato que aun no me acostumbro por completo a este tiempo, pero espero que al pasar los años pueda adaptarme mejor.

 

 

Mientras veo como mi Aibou tiene un duelo con Joey y le veo sonreír de esa manera me hace revivir todo lo sucedido en este último tiempo. Aun recuerdo aquel ultimo duelo que tuve con Yugi, él iba a ganar y debía hacerlo, pero en ese instante cuando tenia que hacer su ultima jugada, comenzó a llorar y me pidió que me quedara a su lado, que yo era una persona muy importante en su vida, aquella tristeza reflejada en las ventanas de su alma, realmente me conmovió, y fue en ese momento en que pensé las cosas más detenidamente, ya había recuperado mi pasado y sabia todo lo que sucedería y si bien el antiguo Egipto era la época a la que pertenecía, lo batallado al lado de mis amigos, junto  Yugi me hizo darme cuenta de que a pesar de no pertenecer a este lugar, había formado un lazo muy especial con estas personas, que este también podía ser mi hogar, y después de aquel pensamiento Yugi se retiro del duelo, y comenzó a llorar con desesperación y yo sin poder evitarlo me acerque a el y le susurre que no me iría, el solo recordar la hermosa sonrisa que me dedico en aquel instante hace que un agradable calor recorra mi cuerpo, a pesar de todo Yugi es uno de mis mejores amigos.

 

--¡ah! no puede ser-se quejo Joey cuando estaba perdiendo aquel duelo.

--recuerda lo que te dije aquella vez-le susurró aquel tricolor sonriéndole ampliamente a su amigo.

--mejor ríndete Yug ya sabes que Joey nunca aprende nada y no creo que esta sea la excepción-dijo aquel castaño ganándose una mirada llena de destellos rencorosos por parte de aquel rubio.

--recuerda que soy el tercer mejor duelista, Tris-dijo con orgullo inflando su pecho.

--sip tu lo has dicho el tercero-se rio un poco al ver como su amigo le daba una advertencia con la mirada.

--ya bajale Joey que Tris solo esta bromeando-dijo Yugi.

--lo se, pero es molesto-le saco la lengua a su amigo.

--Acaban de tocar el timbre debemos regresar-dije al ver que nadie más se había dado cuenta.

--si-susurraron todos comenzando a caminar hacia sus respectivos salones.

 

Después de clases, todos se habían marchado a sus casas para prepararse para la famosa fiesta, era viernes por ello todos se veían relajados, bueno todos menos Yugi que no dejaba de ir de un lado para el otro buscando la ropa que usaría para la fiesta, y no pude evitar el pensar el porque de ese nerviosismo por verse bien, quizás esta noche al fin se le declararía a Tea, aquello realmente me divirtió mucho el solo pensarlo, ya que mi Aibou era muy tímido, pero aun asi me mantenía serio.

 

--¡Yami! ¿Has visto  esa polera negra con la con mangas largas y la correa que suelo usar?-pregunto mientras revolvía el armario.

--¿has buscado en el baño?, quizás los dejaste allí.

--¿tu crees?-me miro algo extrañado, antes de dar un leve suspiro y entrar al baño-jeje sip estaban aquí, gracias Yami.

--si, solo date prisa-susurre un poco desganado, aquel día estaba algo cansado, pero de todas maneras iría y por la ropa que usaría me daba lo mismo si después de todo se ensuciaría igual con el humo del cigarro.

Media hora después al fin estuvo listo Yugi y nos reunimos con los demás en un lugar central antes de dirigirnos a la mansión  Kaiba.

 

Tomamos un taxi y en media hora estábamos en la puerta de aquel enorme lugar, no importaba cuantas veces hubiésemos estado en aquella mansión mis amigos siempre miraban embobados aquel lugar, eso me divertía un poco. El menor de los Kaiba fue el que nos recibió con una gran sonrisa guiándonos al interior de aquella mansión, ya habían llegado algunos invitados y de seguro aun faltaban por llegar aun más. El ambiente era animado, la música era muy contagiosa y se podía ver que todos se estaban divirtiendo, mire como Tea y Yugi no perdieron ni un segundo y se dirigieron a la pista de baile, mientras que Tristan y Joey no dudaron ni un instante el acercarse a la mesa de bocadillos y comenzar a devorarlo todo, una gota de sudor acudió a mi frente al ver como tenían sus bocas completamente llenas y aun seguían compitiendo por quien comía más. Ellos nunca cambian y de alguna manera eso me hace muy feliz.

 

Tal vez era un pensamiento egoísta, pero yo deseaba que las cosas jamás cambiaran, pero sabia que eso era imposible, suspire antes de tomar una lata de refresco y sentarme en uno de los sillones. Como ya había dicho me sentía cansado y el bailar no se me daba muy bien, asi que mejor me dedicaría a solo mirar, quizás más tarde buscaría a alguien con quien conversar, pero por ahora solo quería que el sonido ensordecedor de la música llegara a mí junto con el humo del cigarro que adornara el lugar.

 

La presencia de Kaiba me despertó de aquel letargo en el que me encontraba, no sabia cuanto tiempo había pasado ni en donde se encontraban mis amigos, pero me sorprendí al ver como aquel castaño se sentaba a mi lado, mirando relajadamente como bailaban los demás:

 

--¿te diviertes faraón?-pregunto el CEO con burla.

--si, me gusta que estén tan animados-respondió antes beber un poco de aquella lata.

--solo espero que no hagan demasiados destrozos estos perdedores-los miro con algo de enojo al ver el descuido de algunos.

--creo que es muy tarde para preocuparse por eso, Kaiba-le sonrió con algo de malicia -y tu ¿te diviertes Kaiba?

--¿Qué, acaso no se nota?-pregunto con sarcasmo.

--me lo imaginaba-sonrió-dime, siento curiosidad por saber el porque decidiste hacer una fiesta ¿Cuál es la razón?

--Mokuba ha estado algo triste-dijo de una manera cortante, dando a entender que ya no le diría nada más referente al tema.

--entiendo.

 

Ya no hubieron más palabras entre nosotros, pero a pesar de lo que se pensaría aquel silencio no era incomodo ni denso, ya que a pesar de que Kaiba y yo nunca fuimos  amigos, ni si quiera nos hablábamos más allá de lo estrictamente necesario,  pero aun asi Kaiba era lo más cercano a un amigo que había tenido en mucho tiempo, lo mismo había sucedido con Seth en la antigüedad. Esta sensación no era la misma que sentía con mis demás amigos, era más intima, pero sin llegar a ser comprometedora o muy sólida.

 

Tal vez, de todos los presentes en aquel lugar yo era el único que comprendía y se atrevía a pensar en aquel frío chico como en un amigo,  comenzaba a tener mucho sueño, por ello me disculpe con Kaiba antes de dirigirme al baño y lavarme la cara con agua muy fría, en mi camino al baño mire la hora y ya eran las 3 de la mañana y según podía ver la fiesta estaba en su mejor momento.

 

Mientras caminaba hacia el salón pensaba que tal vez seria una buena idea el irme por mi cuenta, después de todo no quería arruinarles la fiesta a mis amigos. Al parecer me había perdido en aquel lugar, ya que no encontraba el salón por ningún lado, estaba a punto de doblar en una de las esquinas cuando una voz me advirtió de que me detuviese y asi lo hice.

 

--¿pero porque?-el rostro de Mokuba era uno muy triste, jamás había visto tanta pena en ese pequeño ni aun cuando esos malditos lo secuestraron.

--lo que acabas de decir es muy grave, te prohíbo que lo vuelvas a repetir-la mirada de Kaiba era muy fría, lo miraba con... ¿odio? nunca en la vida pensé que Kaiba seria capaz de dedicarle aquella horrenda mirada a su hermanito, al único ser que siempre ha querido.

--pero Seto...-susurro a penas mientras comenzaba a llorar.

--¡nunca más Mokuba!-le grito fuera de si-con esto mi decisión se ha fortalecido ya no habrá ningún cambio-comenzó a caminar dejando solo a Mokuba que ya sin poder evitarlo se hecho a correr en dirección contraria a la de su hermano mayor.

 

No entendí que era lo que había pasado, me sentía como en otra dimensión, algo andaba muy mal entre esos dos y aunque sabia que no era mi asunto algo en mi interior me exigió que siguiera al chibi e intentara calmarlo, tal vez por esos buenos sentimientos de los cuales Yugi siempre me hablo, y que según él,  yo poseía, pero nunca los vi con sinceridad, lo que fuera lo que me impulso a seguir a ese pequeño no importa, tan solo corrí hasta llegar a aquel enorme jardín, era un lugar inmenso, pero un sollozo lejano me guió al camino correcto y detrás de unos arbustos sentando en una banca se encontraba aquel niño, me acerque con cautela, no quería asustarlo por ello me mantuve a una distancia prudente:

 

--Mokuba ¿me puedo sentar?-bien tal vez no era la pregunta más inteligente o elaborada que se me había ocurrido, pero para ser sincero jamás he sido muy bueno para lidiar con estos tipos de problemas, es más creo que soy todo un antisocial.

--Yami-susurro apenado volteando su rostro evitando que lo mirase directamente-si, puedes sentarte.

--gracias.

 

Permanecimos por varios minutos en silencio, ambos estábamos incómodos, pero yo no me atrevía a preguntarle lo que le pasaba y ¿si se trataba de algo muy personal?  Era lo más probable y de seguro se molestaría conmigo por ser tan inoportuno, note que estaba temblando y ¿como no? si era de madrugada y solo tenia puesto una delgada camisa, por ello me saque mi chaqueta y se la puse sobre los hombros, fue en ese momento y a esa distancia que pude sentir aquel olor tan característico a licor ¿puede ser posible que el pequeño Kaiba estuviese bebiendo?  

 

--hace mucho frío, deberíamos entrar-le comente, restándole importancia al hecho anterior.

--si, deberíamos, pero no quiero-susurro apenas mientras intentaba no seguir llorando, tal vez por vergüenza a que yo lo viese.

--si quieres llorar debes hacerlo-lo acerque a mi pasando mi mano por su hombro, sorprendiéndome cuando aquel pequeño apoyo su mejilla en mi pecho.

--te lo agradezco, siento mucho que me veas asi.

 

Fue lo ultimo que dijo antes de llorar a todo pulmón apretando con sus puños mi polera humedeciéndola con sus lagrimas, y yo solo permanecí inmóvil dejando que se desahogara, después de todo yo alguna vez también necesite de llorar de esa manera, pero ese fue un privilegio del cual siempre fui negado, no solo por mi estatus de emperador sino porque jamás hubo alguien cerca de mi para aferrarme con todas mis fuerzas, y llorar totalmente destrozado, tal y como lo estaba haciendo Mokuba en este instante.

 

 No se cuanto tiempo paso, pero al fin los sollozos se detuvieron, aquel pequeño se había quedado dormido aun apoyando su cabeza en mi pecho, sentía mis manos entumecidas por el frío y también por permanecer tanto tiempo de la misma manera, me era doloroso el sentirlas, pero aun asi acomode aquel cuerpo entre mis brazos, antes de comenzar a caminar hacia la mansión.

 

¡Maldición! ¿Por que mierda tenia que haber tantas puertas en este estupido lugar? Creo que el obtener mi cuerpo provoco algunos daños en mi mente, tales como el sentido de la orientación. Ha unos cuantos metros divise a una de las sirvientas y le pregunte en donde se encontraba la habitación del pequeño y ella después de mirarme con desconfianza me dijo que camino seguir, claro que antes tuve que explicarle que lo encontré dormido en el jardín y fue en ese momento en que la chica solo me sonrió y ella misma me guió hasta la habitación, una vez llegamos hizo una leve reverencia y se marcho.

 

Al parecer todos aquí quieren y cuidan mucho del menor de los Kaiba, fue lo que pensé, antes de abrir dificultosamente las sabanas recostando al fin aquel pequeño, quitándole los zapatos antes de cubrirlo con las sabanas, el verlo dormir tan tranquilamente me aliviaba un poco. No camine ni dos pasos hacia la puerta cuando la voz temblorosa de Mokuba me detuvo.

 

--Muchas gracias Yami.

--no ha sido nada-me volteo y le sonrió.

--¿crees que...?-no me miraba a los ojos y eso me preocupo- ¿mi hermano Seto me odie?-elevo su mirada provocando que chocara bruscamente con la mía,  La tristeza que reflejaba en aquellos hermosos ojos azules era tan inmensa que me hacia sentir una horrenda sensación en mi, era como si llevara consigo una gran pena, como si llorase sin siquiera derramar una gota de lagrima.

--es imposible que eso suceda, Seto te quiere más que a nadie en este mundo, tu eres todo para el-no dije eso para hacerlo sentir bien, sino más bien eso era lo que yo pensaba con sinceridad.

--te lo agradezco mucho-me sonrió, pero aun asi su mirada seguía siendo muy apagada.

--que descanses Mokuba-le dije antes de salir de aquella habitación, cerrando la puerta detrás de mi, algo andaba muy mal y no me refería solamente a la relación entre los hermanos Kaiba sino también por aquella sensación de opresión que sentí en mi estomago al ver aquella mirada tan triste en ese rostro inocente.

 

 Como si algo en mi estuviese comenzando a despertar y sin ser consciente de nada desee con todas mis fuerzas el proteger a ese pequeño...

 

 ¿Quién diría que aquel simple gesto gatillaria en mi una serie de sentimientos que me llevarían a cometer un acto realmente impuro?

 

ciertamente, yo no...

 

Notas finales:

bien lo se, el cap esta un poco mm...pobre por asi decirlo XD demo es dificil el hacer esta pareja basicamente por el poco contacto q ay entre ellos, es decir q las unicas excusas para q esten juntos es yugi o seto y nada mas^^U

bueno gracias por leer y ya saben q cualkier comentario sera bien recibido^^ tambien estoy atenta a sus sugerencias y demas^^ bueno un besito^^ xauuuu^^


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