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Oscura tentación por deyaniradarcy

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Notas del capitulo:

oa!!^^ siento muxo la demora, demo aun no e podido avanzar muxo con este fic, creo q m estoy quedando trabada =__=U bueno de todas maneras, kiero agradecer a las personas q leen y me dejan sus rr^^ eso m a animado bastante^^

agregar tambien q este cap no a sido beteado, asi q si encuentran algun error por alli, mis disculpas, bueno ya veremos q sucede mas adelante^^

sin mas, q disfruten del capitulo n.nU

 

 

Capitulo5

Tensión y desconfianza

 

Dos semanas, aquellas son las palabras que viajan por mi mente repitiéndose una y mil veces, ¿Cómo es posible que las cosas cambien tanto en tan poco tiempo? Realmente no lo sé, pensé que era imposible, pero una vez más los hecho se encargan de sacarme de mi error de la manera más brusca posible.

 

Bueno no tengo quejas con respecto a la amistad que estoy llevando con Mokuba, de hecho mis visitas a la mansión Kaiba son cada vez más frecuentes, nos divertimos mucho y ya hasta me acostumbre a tener a ese tipo observándonos todo el tiempo,  mientras que Seto nos ignora, no me habla, bueno era de esperarse que mi presencia ante sus ojos sea similar a la de un insecto vagando por su enorme mansión. Insignificante, que no cambia ni influye en nada en su ambiente, y sin embargo, si se convierte en una molestia lo aplastara sin piedad alguna.

 

Lo que me preocupan son mis otros amigos, el grupo con una amistad tan fuerte y maravillosa se ha ido resquebrajando, hasta el punto de casi destruirse, temo que pronto esta amistad será reemplazada por otros sentimientos, lamentablemente, creo que aquello no atraerá nada bueno. Este ambiente se ha ido formando hace días, pero no es hasta hoy que las cosas llegaron a un punto sin retorno hacia el odio y la separación.

 

Sucedió esta mañana, Yugi había estado algo decaído, casi no hablaba, podía notar en su mirada triste, y aquellos leves lamentos en las noches, al parecer las cosas con su novia Tea iban mal, pero aun así no dije nada.

 

Caminábamos por los pasillos del edificio en busca del salón de clases. Es en ese instante que veo como mi Aibou se detiene bruscamente, manteniendo su mirada fija en uno de los patios, allí cerca de un árbol se encuentra la castaña que tanto ama y nuestro amigo Tristan.

 

 Nada fuera de lo común, y sin embargo, me sorprendo de sobremanera al ver como aquel chico esta llorando en el hombro de Tea, al parecer ella le esta dando ánimos, inesperadamente y luego de unos minutos de estar tan cerca el uno del otro, el chico toma la barbilla de Tea y acorta la distancia, besándola repetidas veces, finalizando con un apasionado y prolongado beso.

 

Vi como Yugi apretó su puño con brusquedad antes de golpear una de las columnas de cemento con el puño cerrado, por unos instantes pensé que iría en donde se encontraban aquellas personas y golpearía a Tristan, su mirada llena de odio clamaba por ser testigo de una despiadada masacre, ya estaba a punto de sujetar el brazo de mi Aibou deteniéndolo de cometer cualquier locura, pero no fue necesario, ya que pronto todo ese odio desapareció, siendo sustituido por la más profunda y dolorosa de las tristezas.

 

Le dolía aquella traición, pero aún mantenía sus sentimientos hacia esas personas. Aún era su amigo y su novia, por ello simplemente continuo caminando en silencio dejando aquella imagen atrás, pero, tal vez, y por más que lo intento no pudo contenerse y unas lágrimas amargas recorrían sus mejillas, mas no emitió ningún sonido, quizás porque no deseaba que lo escuchara.

 

No soporte verlo así, simplemente me destrozaba el ver tanto dolor en mi luz, por ello cuando llegamos al salón lo abrace, susurrándole que todo estaría bien, él solo asintió levemente antes de agarrarse con firmeza de mi uniforme y comenzar a llorar con fuerza por varios minutos, mientras que yo acariciaba su espalda dejando que se desahogara.

 

Una vez se calmo me pregunto por qué le sucedía algo así,  pensando que algo malo había hecho y por eso se merecía tal castigo, y solo me pude limitar a decirle "que en ese tipo de acciones no existían culpables, simplemente las cosas pasan" sabia que no era sincero, de hecho odiaba mentirle, pero prefería eso ha decirle una realidad de la cual él ya era consciente, pero que no quería aceptar.

 

Y me abrazo con más fuerza, suspirando repetidamente, hipando despacio, intentando calmarse, apreté más sus caderas contra mi cuerpo, no porque fueran esas mis intenciones, sino que mi Aibou estaba apretando tan fuertemente mi cuello con sus brazos que de no acercarme de seguro terminaría por asfixiarme.

 

Fue en ese preciso instante, que escuche un leve crujido cerca de la entrada, dirigí la mirada hacia ese lugar y allí parado en el marco de la puerta se encontraba Seto Kaiba, pero había algo diferente en él, su rostro tenía una mueca de desagrado y me miraba como si deseara asesinarme de una manera lenta y dolorosa. Sus ojos eran como los de una bestia a punto de atacar.

 

Le sostuve la mirada unos segundos cayendo en cuenta, a los segundos después, de la situación en la que me encontraba, tenía a mi compañero tan cerca y agarrado con tal firmeza que la imagen se prestaba para una mal interpretación. Desvíe la mirada, mientras que con suavidad deshacía el agarre, susurrándole al oído a Yugi que ya no estábamos solos. Él asintió antes de secar sus ojos con la manga de su uniforme alejándose de mí. Sentimos un fuerte golpe que nos sobresalto, era el castaño que había estrellado con rudeza su maleta en la mesa antes de tomar asiento en su puesto.

 

Yugi lo saludo fugazmente mientras salía del salón, de seguro para lavarse la cara antes de que su novia llegase. Camine hacia mi banco, descansando un poco mi espalda, bostece, últimamente me sentía más cansado. Decidí ignorar a Kaiba, ya tenia suficiente aguantando su incomoda presencia cuando iba a visitar a Mokuba como para que  también lo hiciera en el instituto.

 

Pronto las clases dieron inicio, pero en el rostro de mi Aibou ya no habían rastros de su tristeza, es más se comportaba como si nada hubiese sucedido, y eso me inquietaba mucho. Para la hora del recreo las cosas empeoraron notoriamente. Estábamos los cinco sentados en la mesa de siempre en la cafetería, pero el ambiente estaba tenso, ninguno hablaba. Mire a cada uno de ellos: Joey se veía más pálido que nunca creo que hasta más delgado, Tristan tan solo mantenía su mirada en la comida, estaba pensativo, triste, Tea por su parte no se atrevía a mirar a Yugi, se veía nerviosa, incomoda, y mi Aibou tenia la mirada perdida, enfocándola alternadamente en Tea y Tristan.

 

Fue Yugi quien rompió aquella incomoda situación, poniéndose bruscamente de pie, excusándose con tranquilidad antes de retirarse a paso decidido, tanto su novia como el castaño lo miraron, pero no se atrevieron a hacer nada más. Iba a seguir a mi Hikari, pero me fue imposible, ya que Tea se desvaneció, Joey alcanzó afirmarla del brazo antes de que cayese al suelo, me apresure a ayudar a mi amigo, no tardamos mucho tiempo en llevarla a la enfermería, pero lo que más me llamo la atención fue el ver como Tristan ni se inmuto cuando ella se desmayo, es más ni siquiera mostró interés en ayudarnos, ya que se quedo sentado como si nada estuviese pasando.

 

La enfermera nos dijo que no nos preocupáramos, que ella había tenido un leve ataque de ansiedad, quizás provocado por alguna clase de estrés, que solo necesitaba descansar un poco y estaría mejor. Confiados de que así seria, la dejamos en ese lugar antes de dirigirnos a clase.

- ¿Estas bien?-le pregunté intentando sonar despreocupado, pero la verdad me inquietaba un poco la salud del rubio, ya que mientras llevábamos a Tea hacia la enfermería no puede evitar escuchar como Joey se quejaba o hacia leves muecas de dolor.

-No es nada viejo-se encogió de  hombros mientras  metía despreocupadamente sus manos en los bolsillos.

-ya veo-no insistí, creo que ya había mencionado que Joey y yo no nos llevábamos muy bien ¿no?  

 

El resto del día estuvo igual de insoportable.  Al llegar a casa comemos en silencio, el abuelo me mira interrogante, y yo solo niego con la cabeza, dándole a entender que no se el motivo por el cual Yugi esta triste. Minutos más tarde y mientras le ayudo con el aseo de la cocina me dice que no deje solo a su nieto, yo no le contesto, solo me limito a subir hasta la habitación de mi Aibou.

 

Allí veo como esta sentado en el marco de la ventana simplemente contemplando el cielo, suspirando exasperado de vez en cuando. Quiero acercarme y saber que es lo que le sucede...

 

Ya que después de haber compartido su cuerpo por un tiempo considerable, fue cuando realmente supe lo que era el dolor, la contradicción constante y sobre todo aquella sensación de piedad casi autodestructiva hacia los demás, su bondad y esos bueno sentimientos muchas veces lo lastiman, su confianza ciega, tal vez, sea la causa de esta traición. Camino hacia él, cuando susurras suavemente mi nombre sonriéndome.

 

- ¿Sabes? Lo que sucedió hoy me dolió mucho, pero... pero las cosas con Tea no iban bien y yo sabia que algo malo estaba sucediendo, sin embargo, no quería verlo... ella ya no me miraba como antes, ya no me sonreía, se notaba que se estaba... aburriendo de mi...-cerró sus ojos con pesadez, tal y como si aquel simple acto fuese una verdadera tortura-tenia tanto miedo de que me dejara, así que intente de todo para que ella me volviese a amar como antes, ¡Dios! Me pase todos estos años intentando demostrarle mi amor, intentando... aun con este cuerpo... que ella se fijara en mí y me amara tanto como alguna vez te amó a ti, y pensé que lo había logrado, al fin era feliz, realmente creí que estaba viviendo en un hermoso sueño junto a la persona que más he amado, pero ¿Por qué esta felicidad fue tan breve? ¿Por qué ella me enga...?-no pudo continuar hablando, su barbilla le temblaba y una cuantas lagrimas recorrían sus mejillas. El verle así realmente removió algo en mi interior, odiaba ver tan destrozado a mi luz, mi pequeño Aibou.

 

Me acerque a él y lo abrace sintiendo como dejo caer todo su peso y yo incapaz de sostenerlo, caímos juntos al piso de rodillas, él aferro sus manos a mi camisa y estrujo mi ropa mientras que hipaba en mi pecho, y por primera vez en mi vida, desee con todas mis fuerzas estar aun compartiendo el cuerpo de mi Aibou, así su dolor seria el mío, me traspasaría la mitad de aquella agonía, y así todo esto podría ser soportable para él, pero por desgracia eso ya no era posible, por que ahora él estaba solo en su dolor, y debía sentirlo en su totalidad, mientras que yo lo único que podía hacer era permanecer a su lado y escuchar en silencio los llantos de su destrozado corazón que sangraba con cada palabra dicha.

-Llora Yugi, eso te hará bien-susurré incapaz de hacer nada más.

-Yami no me dejes solo, te lo suplico-murmuro a los minutos después, estando un poco adormilado.

-eso nunca, Aibou.

 

Por la mañana desperté sintiendo todo el peso muerto de Yugi encima de mi brazo, ambos aún estábamos en el piso, intente moverme, pero sentía la mitad de mi cuerpo acalambrado, mire el reloj, ya era tiempo de ir a clases, pero lo dude unos instantes, tal vez por hoy Yugi debería quedarse en casa. Lo tome en brazos dejándolo en la cama, le deje dormir, lo necesitaba después de haber llorado casi toda la noche. El día pasó y yo solo me limite a permanecer a su lado.  

 

Días más tarde la noticia fue dada por Joey, efectivamente, su hermana menor Serenity había encontrado un novio, aquello nos hizo comprender el por qué de la tristeza de Tristan y su reacción para con Tea, aquel chico había estado enamorado desde siempre de esa pelirroja, pero por culpa de su personalidad tan distraída jamás se dio cuenta de nada hasta que fue muy tarde, claro que inconcientemente, él se lo había jugado todo por ella, pero únicamente logro que ante los ojos de Serenity ser solo un gran y bondadoso amigo, amigo y nada más.

 

La desgracia estaba cerca. Yugi se comportaba de una manera agresiva con el castaño, incluso con el solo hecho de saludarlo se nota aquella manera despectiva y llena de odio, mi Aibou no me ha vuelto a hablar de su relación con Tea, pero creo que hablaron, pero al parecer nada mejoro, al contrario, ahora aquella chica se ve más irritable que nunca, también se ha alejado notablemente de Tristan. Y ¿Joey? Bueno después de decirnos lo de su hermana y de estar por horas distraído ha estado faltando a clases.

 

Aún estábamos en clases, cuando Tea comenzó a discutir fuertemente con Yugi, primero solo palabras algo hirientes, que con el pasar de los minutos se transformaron en gritos llenos de furia, la profesora los intento calmar, pero no lo logro, todo el salón estaba atento al "espectáculo", todo finalizo cuando Tea le dio una sonora bofetada a Yugi abandonando el salón mientras lloraba, mi Aibou se quedo unos segundo inmóvil, pero de un segundo a otro salio corriendo detrás de ella. Esta vez, decidí quedarme al margen de la situación, ya que este era un problema que solo ellos podían solucionar.

 

Suspiré con cansancio antes de recostarme en el sillón. Luego de días de insultos, humillaciones, y odios disimulados, Yugi termino con Tea. Aquella noche me dijo: "aún la amo, pero esto no podía seguir así, a la larga solo la iba a lastimar" esa noche no lloro, tan solo tenia la mirada perdida, vacía, como si ya nada tuviese sentido.

 

Y de la noche a la mañana aquel hermoso lazo de amistad, se deshizo en mil pedazos, y fue en ese entonces que comprendí lo mucho que Yugi me necesitaba.

 

_________________________

 

 

Vi como Mokuba entraba en la habitación con una bandeja en sus manos, y aquella sonrisa eterna en su rostro, no quería dejar a mi luz solo, pero ya le había prometido a ese pequeño ir a visitarlo, así que no tuve más opción.

 

Depositó la bandeja en la mesa tomando uno de los vasos ofreciéndomelo gentilmente, no me di cuenta, pero cuando iba a tomarlo roce sin querer mis manos con las suyas, él dio un leve respigo y alejo sus manos como si las mías quemaran, arrojándome el refresco encima mojándome la camisa, escuchamos como el vaso chocó en contra de la mesa quebrándose antes de caer en la alfombra.

 

-¡ah Yami perdóname!-gritó mientras se apresuraba a tomar un pañuelo que estaba encima de la mesa, y con cuidado comenzó a secarme, note como sus manos temblaban cada vez que se acercaba a mí, mantenía la mirada baja y un leve sonrojo en las mejillas mientras que deslizaba con cautela el pañuelo por mi pecho.

-No te preocupes, creo que fue mi culpa-le reste importancia, aunque en mi subconsciente guardaba aquella duda del por qué de su nerviosismo.

-Es un desastre-suspiró mirando la alfombra y parte del sillón manchado.

-los accidente pasan-comienzo a desabotonar mi camisa, sintiendo mi piel pegajosa, es desagradable.

-Yami, si...si quieres te puedes lavar en el baño-se apresura a decir, mientras que toma mi mano, guiándome hasta una de las puertas tirando de mi con todas sus fuerzas, estaba tan ansioso que no se dio cuenta del pliegue levantado de la alfombra e inevitablemente cayo al piso, llevándome consigo, ya que tropecé cuando sus pies se enredaron con los míos haciéndome una trancadilla.

El cayó de cara al suelo y por desgracia yo caí encima de él, aplastándolo aun más.

 

Algo mareado me incorpore un poco apoyando mis manos en el piso al igual que mis rodillas, sentí un leve quejido debajo mío, vi la espalda de Mokuba, alterándome sin querer ante la posición en la que nos encontrábamos, ya que el pequeño estaba recostado en el suelo quejándose mientras que yo estaba encima de él con mis manos apoyadas a cada lado de su cabeza, con mis caderas casi encima de su trasero, y con la camisa desabrochada.

 

Cualquiera que no hubiese estado allí pensaría que yo estaba forzando a Mokuba a tener algo más mmm... "comprometedor" sé que debí ponerme de pie rápidamente y pedirle perdón, pero estaba tan encantado con su cercanía, sintiendo su respirar, que sin poder evitarlo me acerque aun más para poder sentir su calor, y  poder aspirar el delicioso aroma de su cabello.

 

-Ya..Yami yo...

 

Al escuchar su voz reaccione alejándome un poco, pero antes de que pudiese hablar, unos aplausos se hicieron presente en la habitación, gire mi rostro lentamente encontrándome con unos ojos azules que me miraban con fiereza.

 

- ¡vaya forma de jugar con mi hermanito, faraón!-dijo con molestia, apretando fuertemente sus dientes- ¿cómo se llama el juego "violando a Mokuba"?

 

Yo le habría respondido, con alguna clase de sarcasmo o simplemente enfrentándolo como siempre lo hacia, de no ser por la penosa erección que estaba teniendo... bien quizás si soy un enfermo ¡vamos! ¡¿Cómo rayos me ponía tan duro por el simple hecho de tenerle debajo de mí?!

 

Aunque ahora mi única preocupación era que ni el castaño ni su hermano lo notasen, además de intentar explicar esta situación sin sentir la furia de Kaiba o arruinar la amistad que apenas iniciaba con el pequeño.  

 

 

Sí, Definitivamente estaba en problemas.

Notas finales:

bien, q tal? jeje espero q les este gustando ^^ bueno ya tengo una idea clara de lo q seguira para esta historia, y es alli mismo en donde nace esta duda, no se si realmente kiero q el fic tome ese sentido, bueno creo q m estoy complicando mas de la cuenta ^^U

espero con ansias sus opiniones, y sobre todo sugerencias, lo q se les ocurra esta bien XD

bueno un besito y nos vemos, xauuu!!! n.n


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