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Deseo estar a tu lado por karennoegao

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Notas del capitulo:

Holis a todos, que tal? lamento mucho la tardanza pero como siempre mi musa solo aparece cuando se le da la gana así no hay mucho que se pueda hacer... uf... ¬_¬u

En fin este es el anteúltimo capi, le verdad es que me siento algo nostálgica... T_T

Gracias por todos sus reviews prometo responderlos ahora. También quiero agradecerle a mi adorable beta Lizzy por todo su paciencia y mis amigas Bel e Iva por escuchar mis locuras... aunque en el caso de Iva elle solo se limitaba a dormi en mi ombro ¬_¬U

Bueno como siempre lospersonajes de la serie son propiedad de Kishimoto...

y bueno nada nos leemos al final

Capítulo 12: El fin de una pesadilla

Dentro de la celda donde se encontraba prisionero Naruto, tres jóvenes se encontraban sentados sobre el suelo esperando en silencio las palabras del rubio que no tardaron en llegar.

 

-Así que Orochimaru no ha vuelto a experimentar con humanos, ni con ningún ser vivo… eso es raro dattebayo… muy raro…- comentó para luego mirar hacia la ventana como esperando que algo sucediera.

-La verdad es que lo único que ha hecho es seguir indagando con tus muestras viejas, al parecer contigo logró algo que con nosotros no, aunque no sabemos qué exactamente- habló Karin ajustando sus gafas sin quitarle la vista de encima.

-Y al parecer lo que busca es seguir experimentando con vos kitsune- prosiguió Suigetsu a la par que se ponía en pie y se recostaba contra la pared.

-Dejando eso de lado, todo lo demás está como pensábamos, por lo que el plan seguirá su curso, a menos…- Naruto detuvo sus palabras al sentir un ruido proveniente de afuera -alguien viene, será mejor que se vayan de aquí- finalizó para luego acomodarse en el suelo aparentando estar aún atado.

 

Los tres jóvenes salieron rápidamente del cuarto y se ubicaron en sus respectivas posiciones esperando por la persona que Naruto había escuchado.

A lo lejos los pausados pasos de Kabuto resonaban sutilmente sobre el escombroso piso. En sus brazos llevaba a Sasuke, quien comenzaba a despertar.

Abrió sus ojos pausadamente, se encontraba muy mareado, apenas podía sentir su alrededor, parecía estar moviéndose, más bien, algo estaba moviéndolo, parpadeó varias veces intentando focalizar sus ojos en algo pero su vista estaba muy nublada, trató de moverse sin embargo su cuerpo se vio imposibilitado de hacerlo, algo lo sujetaba con fuerza.

 

-Será mejor que no te muevas si no quieres caer- la suave pero burlona voz de Kabuto le hizo recordar de golpe como había llegado a esa situación.

-Ka… ka…- sus cuerdas vocales tampoco parecían querer obedecer a su mandato.

¿Qué debía hacer? ¿Qué podía hacer? Dado su estado no podía darse el lujo de cometer alguna estupidez así que se quedó quieto tratando de no mostrar miedo, algo bastante complicado dada su situación.

El peli-plata se dirigió a la sala donde se encontraban los tres jóvenes esperando, ingresó y sin cuidado alguno depositó al azabache en el piso como si de una bolsa de papas se tratara. Miró con superioridad a los presentes y focalizó su vista en el castaño.

 

-Llévalo con Orochimaru-sama - le ordenó el peliplata a Yuugo, quien asintió tomando a Sasuke en sus brazos para luego salir del lugar rumbo al piso superior.

 

Una vez en el pasillo y lejos de todos se tomó la libertad de observar a Sasuke, quien temblaba levemente, comenzando por su brillante pelo negro azulado, su pálida piel muy suave al tacto, podía sentir un delicado perfume a menta y durazno que emanaba de su cuerpo. La verdad era que ese chico resultaba sumamente atrayente, entendía a la perfección por qué Naruto salía con ese joven, demo… conociendo al rubio como lo conocía no tardaría mucho en dejarlo dada la condición del kitsune; aunque Naruto sería un completo idiota si dejaba a ese cautivador azabache, y él particularmente se lo haría saber.

Mientras sus pensamientos rondaban alrededor de Sasuke, Yuugo notó como el joven en sus brazos temblaba aún más que al principio, lo miró fijo y vio que estaba tratando fervientemente de no largarse a llorar. No pudiendo evitar sentir pena por el joven suspiró y detuvo su andar.

 

-Escucha atentamente, nosotros estamos del lado de Naruto, nuestra meta es deshacernos de Orochimaru, tú no estabas en nuestros planes pero no hay salida, lo único que puedo hacer por ti es darte esto- habló sigilosamente mientras depositaba en la mano de Sasuke un kunai –que te quede claro, esto es sólo por si te ves en aprietos, no hagas nada hasta que Naruto llegue… todo saldrá bien, los planes del kitsune nunca fallan- finalizó para luego sonreírle sutilmente con la intención de calmarlo.

El azabache únicamente asintió con la cabeza para luego guardar entre sus ropas el extraño cuchillo que le habían dado, cerró sus ojos y esperó a que lo llevaran frente a Orochimaru, teniendo plena confianza en que su rubio amor lo salvaría.

 

Dentro de la celda Naruto comenzó a dar vueltas como león enjaulado, vale que lo de enjaulado era cierto, demo lo que más le molestaba era que había olido la esencia de Sasuke, por lo que se encontraba molesto y sumamente preocupado, los pelos de su cuerpo se erizaron a medida que su loca cabeza iba procesando las consecuencias de lo que le podría suceder a su azabache si el desgraciado de Orochimaru le ponía las manos encima, y ninguna de ellas tenía un final feliz. Completamente fuera de sí derribó de una patada la maciza puerta provocando un fuerte estruendo que se escuchó en todo el piso y tal vez más allá de ellos.

Inmediatamente Kabuto y el trío espía voltearon en dirección a la puerta viendo ingresar de golpe a un furioso rubio.

 

-¿Dónde está? ¡responde imbécil!- gritó roncamente mientras tomaba a Kabuto del cuello.

Tanto Karin como Suigetsu quedaron completamente sorprendidos, esto no era parte del plan, ¿qué cuernos iban a hacer ahora?

-Creo que estás en desventaja aquí kitsune, lo que a mí me pase no interesa, pero si algo llega a pasarle a tu cenicienta, eso sí sería un problema- sonrió cínicamente mientras sentía que el agarre al que era sometido cedía hasta dejarlo libre.

-Escucha bien esto maldito perro faldero, si algo le sucede a Sasuke no solo me encargaré de destrozarte a ti sino que me encargaré que tu adorado amo sufra como nunca antes dattebayo- rugió furioso mientras se dejaba atar por Karin.

 

-Lleva al kitsune de nuevo a su cucha jeje- le dijo a la colorada mientras se reía burlonamente.

-Gomen nasai Karin, sabes que no me gusta golpear a las mujeres…- susurró sólo para ella mientras se dirigían a la covacha.

-Ya te dije que no te preocupes por eso, sólo sigue con el plan y ten cuidado- le respondió en el mismo tono.

Dicho esto Naruto rompió las ataduras empujando con algo de brusquedad a Karin quien pegó un fingido grito mientras Naruto la golpeaba en la nuca dejándola instantáneamente inconsciente.

Al instante Kabuto supo lo que había pasado, por lo que salió huyendo hacia donde se encontraba su amo para advertirle lo sucedido.

-Encárgate de Naruto- fue su orden dirigida hacia Suigetsu quien asintió, como iba tan apurado no notó la sardónica risa en la cara del dientes de tiburón, quien salió directo hacia donde se encontraban Naruto y Karin.

-Ya comenzó la diversión- le dijo al rubio quien tenía a la peli roja en brazos.

-Así es, show time dattebayo- dijo el rubio mientras depositaba a Karin en los brazos de Yuugo –dime ¿dónde está Sasuke?- preguntó con un claro deje de preocupación en su voz.

-La verdad no sé, porque fue Yuugo quien se lo llevó, pero no debe estar lejos- le respondió mientras recibía a Karin.

-Muy bien, espera a Yuugo, yo comenzaré a buscarlo, alcánzame cuando puedas- le dijo mientras salía corriendo por el pasillo.

A los pocos minutos Yuugo hizo su acto de presencia en el lugar.

-Ya era hora- le dijo mientras prácticamente le tiraba a la pelirroja –escucha yo debo alcanzarlo, tú encárgate de sacar a Karin de aquí, instalaré las bombas como habíamos quedado- obtuvo por respuesta un asentimiento de cabeza por parte del castaño.

Salió disparado para darle alcance a Naruto, mientras Yuugo acomodó a Karin en sus brazos y salió del lugar como Suigetsu le había dicho, subió a la furgoneta y se alejó del lugar.

A pocos metros de allí se cruzó con dos coches que iban en dirección contraria a él, pudiendo distinguir una cabellera colorada bastante familiar. Sin dudarlo pisó el freno sin recato alguno derrapando varios metros dando una vuelta en u siguiendo a los coches que parecían no haber advertido a la furgoneta.

 

Entre tanto en la bodega tanto Suigetsu como Naruto recorrían los distintos cuartos buscando a Orochimaru sin éxito alguno. La desesperación en el rostro de Naruto era evidente, aún así, decidido avanzaba por los corredores como alma que lleva el diablo.

-(Si le pone un dedo encima…)- pensaba el rubio con ira al recordar las palabras dichas por Kabuto.

-¡Oe! ¡Naruto! Responde- gritó Suigetsu cansado de ser ignorado por el rubio- ¡Tsk, kuso!

-Gomen estaba distraído dattebayo- respondió escueto sin mirarlo.

-¡Tsk! Eres insoportable- suspiró cansinamente- te preguntaba qué relación tienes con ese azabache… Sasuke creo que lo llamaste- repitió curioso y algo agitado.

Naruto detuvo su paso de golpe haciendo que Suigetsu se lo tragara de lleno.

-¡Kuso! Kitsune avisa cuando te detengas- exclamó tapando su nariz con ambas manos mitigando el escozor del golpe.

-Yo… yo (lo amo profundamente)… ¡No es de tu incumbencia!- gritó sonrojado retomando su carrera- (kuso! Sasuke te amo… no puedo perderte dattebayo)-pensó con angustia mientras el miedo comenzaba a apoderarse de su ser.

El joven kappa pestañeo varias veces ante aquella contestación viendo como el rubio se alejaba.

-¡Oe! Matte- reaccionó comenzando a correr tras Naruto rápidamente para darle alcance.

Varios metros después se encontraron con un par de escaleras, Naruto se detuvo ante ellas y viró para enfrentar a Suigetsu, quien lo imitó deteniendo su andar.

-Yo iré tras Orochimaru, tú encárgate de preparar todo en el subsuelo dattebayo- le dijo seriamente mientras se giraba para comenzar su ascenso por las escaleras.

-¿Estás seguro kitsune? Recuerda que ahora no sólo tú te encontrarás en el edificio al momento de detonar las bombas- le recordó Suigetsu haciendo que el rubio se volteara a verlo nuevamente.

-El plan no se alterará, así que haz tu parte que yo me encargo de lo demás dattebayo- respondió para luego seguir corriendo escaleras arriba – (yo me encargaré de rescatar a Sasuke, cueste lo que cueste… así que resiste que voy por ti dattebayo).

-Tsk… después no quiero quejas- gritó mientras se dirigía al subsuelo de la vieja fábrica.

 

Al llegar al piso superior divisó unas cuantas puertas, que una a una fue derribando hasta dar con la tercera, la cual golpeó fuertemente con su puño derribándola en el acto. Entró lentamente viendo como unos metros más adelante, frente a él, se encontraba Sasuke siendo apuntado con un arma por el peli plata y a su lado se hallaba Orochimaru, quien lamía sus labios con su lengua de serpiente sonriendo burlonamente sin sacarle los ojos de encima.

 

-Tiempo sin vernos, lamento la ruda intrusión, pero tienen a alguien que me pertenece dattebayo- habló calmado y serio dándole un aspecto lúgubre a su suave rostro.

 

-Tan directo como siempre mi querido kitsune- le contestó el rastrero acercándose al tembloroso Sasuke y acariciarlo sutilmente –Deberías de cuidar mejor tus juguetes Naru-chan, porque cualquiera puede robártelos y proclamarlos como suyos- le observó burlonamente mientras tomaba del mentón a Sasuke y lamía su mejilla con un brillo especial en sus ojos.

El azabache se encontraba tan asqueado y asustado pero no podía hacer nada, Kabuto lo tenía aferrado de las manos y le apuntaba con una pistola a la cabeza, temblaba, todo su cuerpo temblaba y sentía miedo, miedo por lo que pudiera ocurrirle a su bebé.

Naruto podía sentir como le hervía la sangre, ver el rostro de Sasuke mostrar tanto dolor lo volvía loco, y al ver como ese asqueroso ser se atrevía a tocar a su azabache, un fuerte odio cubrió todo su ser, intentó canalizar su frustración apretando fuertemente sus manos al borde de hacerlas sangrar, las imágenes de su pasado, de todo lo que Orochimaru le había hecho salieron a flote desde lo más profundo de su ser, y pensar que eso mismo podría pasarle a Sasuke hizo que inevitablemente perdiera la poca cordura que le quedaba.

 

-¡¿CÓMO TE ATREVES?!- gritó eufórico cerrando fuertemente sus ojos mientras se llevaba las manos a la cabeza –¡PAGARÁS CARO TU OSADÍA!- su voz cambió por una más ronca y profunda, y lentamente abrió sus ojos fijándolos sobre el científico loco.

-Lindos ojos kitsune- sonrió satisfecho al haber logrado sacar de sus cabales al rubio, quien mostraba unos refulgentes ojos naranjas.

Sasuke miraba atónito como el rostro y cuerpo de su amado cambiaba drásticamente, no sólo sus ojos cambiaron, sino que sus colmillos se alargaron y las marcas en sus mejillas se acentuaron aún más, reflejando rudeza e ira en cada una de sus facciones, las uñas de sus manos se alargaron y endurecieron transformándose en poderosas garras, su cabello se alargó y cubrió todo su cuerpo, cada uno de sus músculos se tensó mostrando una figura imponente y aterradora…

-ERES UN MALDITO Y AHORA MISMO CONSEGUIRË MI VENGANZA- pronunció despacio pero profundamente, haciendo temblar a todos los presentes.

-¡JAJAJAJAJA! ¡Perfecto! ¡Simplemente perfecto!- exclamó Orochimaru mientras observaba de arriba abajo al rubio con una clara satisfacción en su rostro –todo mi trabajo al fin dio sus frutos, todos los fracasos anteriores son insignificantes y lejanos… ¡JAJAJAJA! Al fin lo logré, eres el resultado que tanto añoré Naruto ¿Qué no lo ves? Yo te hice un ser extraordinario, eres único, tu fuerza y resistencia son incomparables, y yo hice eso, ya no sufrirás enfermedades, eres invencible y fui yo quien te otorgó este maravilloso privilegio, te di una vida por encima de los humanos ¡JAJAJAJA!- gritaba eufórico mientras paso a paso se iba acercando al rubio –deberías agradecérmelo Naruto- finalizó quedando parado justo al frente de lo que él creía le pertenecía.

-¿Agradecerte?- sus dientes rechinaron con odio y sus puños se apretaban con tanta fuerza que por ellas escurrían gotas de sangre – ¡POR TU CULPA SOY UN MONSTRUO!- comenzó a gritar ya completamente fuera de sí -¡POR TU CULPA PERDÍ A MIS PADRES, POR TU CULPA SASUKE VIVIÓ UN INFIERNO Y TÚ ¿TE ATREVES A REGOCIJARTE?!- la propia situación en sí no hacía más que alimentar su instinto asesino, estaba perdiendo el control de sus actos… ya no habría vuelta atrás, aún así debía medir sus actos, ya que el muy maldito de Kabuto mantenía agarrado a Sasuke.

Miró fugazmente hacia la puerta del lugar, sonrió imperceptiblemente y luego cerró los ojos exhalando una fuerte bocanada de aire como si estuviera tratando de calmarse.

-Tú ganas Orochimaru, haré lo que quieras pero no lastimes a Sasuke- abrió sus ojos y los fijó en su azabache.

-Jajajaja! Buena elección kitsune- exclamó Orochimaru para luego acercarse unos pasos hacia donde estaba Naruto.

-¡No lo hagas Naruto!- gritaba desesperado Sasuke mientras se revolvía en los brazos del perro faldero de Orochimaru.

-Quédate quieto o te dispararé- le advirtió Kabuto y justo en ese entonces el ruido de una pistola retumbó por todo el lugar.

Sasuke miraba perplejo como el inerte cuerpo de Kabuto se desplomaba sobre él tirándolo inevitablemente al piso, palideció aún más al ver como la sangre proveniente de la cabeza del peliplata se expandía por parte de su rostro y ropa, como pudo volteó el cuerpo de Kabuto y a la rastra se alejó cuanto pudo completamente shockeado por lo acontecido.

Orochimaru giró automáticamente su rostro hacia el lugar del que había venido el disparo, pudo divisar la sonriente hilera de dientes de tiburón de Suigetsu antes que desapareciera, no sin antes hacer una señal de victoria con su mano.

Naruto sonrió socarronamente mientras el enfado y la frustración se apoderaban del rostro de la serpiente, que ni lerdo ni perezoso se abalanzó sobre el descolocado Sasuke, quien al verse nuevamente en peligro y sin haber salido de su shock inicial tomó el kunai que Yuugo le había dado y se aferró a él fuertemente. Como Orochimaru iba con mucha velocidad no pudo frenar a tiempo por lo que el contundente objeto se enterró en su estómago.

Pudo sentir como el filoso instrumento se abría paso en su piel, enterrándose, hasta toparse con unos fríos pero suaves dedos, fijó sus oscuros ojos en los del azabache quien automáticamente sacó sus manos del kunai y se corrió hasta toparse con la pared, observando como Orochimaru se lo quitaba y lo arrojaba al piso.

En ese momento Naruto aprovechó para atacarlo sin piedad, impulsándose con fuerza y rapidez contra el asqueroso rastrero, quien se apretaba la sangrante herida, y sin darle tiempo a reaccionar atravesó su pecho con unas de sus poderosas garras, para luego retirarla con igual fuerza quedándose con el corazón de la serpiente en su mano. El cuerpo sin vida de Orochimaru se desplomó en el suelo sus ojos abiertos reflejaban sorpresa mientras a su alrededor un charco de sangre comenzaba a expandirse por aquellas rotas baldosas. Naruto aún sostenía en sus manos el palpitante y tibio órgano vital, mientras observaba extasiado aquel cuerpo inerte desangrarse por completo.

Con una sonrisa llena de satisfacción en sus labios estiró su brazo hasta posicionarlo sobre la cara de Orochimaru y comenzó a estrujar el corazón observando divertido como un chorrillo de sangre y pedazos de carne escurrían desde su mano hasta el pálido rostro del odioso ser que tantas desgracias había traído a su vida.

 

Sasuke miraba conmocionado la escena delante suyo, cualquiera pensaría que el azabache estaría sumergido en un profundo y desgarrador pánico, demo… la realidad era por demás diferente…o casi, porque estaba sumergido pero en una profunda y desgarradora excitación… todo su cuerpo temblaba pero de deseo, algo en aquellos ojos lo enloquecieron de gusto sacándolo casi instantáneamente de su estado de shock, deseaba por todos los medios que Naruto lo tocara, que lo besara de manera brusca y tosca, se sentía sumamente avergonzado por tales sentimientos por lo cual clavó su oscura mirada al suelo tratando de ocultar su inapropiado estado.

Por su parte el rubio se había quedado tildado observando cómo goteaba la sangre de su mano pensando que ahora ya todo había acabado… todo, sentía el temblar de Sasuke por sus desarrollados sentidos, y se sentía frustrado por eso, aún no se había movido de aquel lugar no sabiendo muy bien cómo actuar frente a su azabache, cerró fuertemente sus ojos ante la desesperación que se estaba acumulando en su pecho, segundos después comenzó a olfatear un curioso aroma, dulzón y mentolado… conocía ese aroma a la perfección, pero ¿podía ser?... no imposible… ¿acaso su mente le estaba jugando tan mala pasada?... lentamente abrió sus ojos aún naranjas y refulgentes mirando hacia donde se encontraba Sasuke, sintiendo ese enloquecedor aroma esparcirse por todo su cuerpo y centrándose en un delicioso hormigueo en su entrepierna. El cuerpo de Sasuke temblaba ligeramente a medida que sentía que Naruto se acercaba a él… pestañeó un segundo para encontrarse de llenó con su kitsune, quien para su sorpresa le robó un hambriento beso que hizo que gimiera ante aquel abrasador y rudo contacto, podía sentir como los colmillos de Naruto lastimaban sus labios y un sabor metálico se mezclaba con sus salivas, siendo una sensación nueva y excitante a su parecer.

Gimió eufórico nuevamente cuando el rubio arrancó su remera y comenzó a acariciar su piel con desesperación, jadeó sensualmente al momento en que la rosada lengua de su amor recorría cada porción de su piel, deteniéndose en sus rosados botones, mordisqueándolos con algo de fuerza hasta dejarlos endurecidos, siguió bajando hasta instalarse en su ombligo, en donde introdujo su lengua juguetonamente, consiguiendo que el cuerpo de Sasuke temblara ante el acto arqueando su espalda sensualmente.

Siguió bajando hasta toparse con el endurecido sexo de su amante, sin recato alguno comenzó a lamer toda su longitud finalizando en la punta, la cual succionó con algo de brusquedad obteniendo un fuerte gemido en respuesta,  para luego introducirlo en su boca y comenzar a chuparlo sin quitarle los ojos de encima a Sasuke, quien preso de la vergüenza no podía ocultar ese delicado rubor en sus mejillas.

-Na..Naru… aah… más… aah… rápido- jadeó excitado mientras los movimientos sobre su miembro aumentaban el ritmo llevándolo inevitablemente al clímax.

Naruto sintió como aquel espeso y algo amargo líquido se expandía por su garganta, y eso le encantaba, inmediatamente y sin dejar que Sasuke recuperara el aliento, lo besó con fuerza, compartiendo aquel sabor que tanto le gustaba, a la par que untaba sus dedos con restos de aquel blanquecino y denso líquido.

-¡Aah!- gimió el azabache al sentir como unos dedos intrusos se colaban en su entrada dilatándolo lentamente con un delicioso y enloquecedor vaivén.

Aunque le gustaba esa sensación, Sasuke ya no aguantaba más, quería sentirlo dentro suyo, y lo quería en ese momento.

-Ya… ya es suficiente… Naru- respiraba agitado mientras se abrazaba al cuello de Naruto –adentro… te quiero adentro…- le susurró al oído restregando su cuerpo al de su amado.

-No necesitas repetirlo dattebayo- le contestó roncamente mientras capturaba sus labios en un hambriento y húmedo beso.

Se apartó lo suficiente como para observarlo minuciosamente mientras acercaba su duro miembro a la rosada y dilatada entrada de Sasuke, se introdujo de una sola y profunda estocada recibiendo un fuerte gemido mezcla de dolor y placer.

Se quedó inmóvil esperando que su azabache se acostumbrara a su intromisión, podía sentir como su miembro era fuertemente apretado por aquellas suaves paredes, era magnífico, había algo en aquel ser que lo enloquecía si por él fuera ser quedarían así unidos por siempre, un leve movimiento de las caderas de Sasuke lo sacó de su ensoñación quitándole a ambos un suave gemido.

-Muévete… Naru…- le susurró anhelante mientras con una mano se masturbaba su nuevamente erguido miembro.

Sin hacerse de rogar comenzó con un movimiento lento pero profundo, ambos se miraban fijamente perdiéndose en el otro, mientras gemían sus nombres completamente segados por la pasión sin siquiera importarles el hecho de estar rodeados de dos cadáveres.

Sin contar que el rubio había olvidado un pequeño gran detalle… demo por el momento lo único que le importaba era profanar aquel delicado cuerpo, que se entregaba sin reserva alguna. Así que mientras besaba y mordisqueaba ese nacarado cuello comenzó a aumentar las embestidas.

-Aah más… ahí…aah sí…- gemía Sasuke mientras se aferraba a la fornida espalda de Naruto como queriendo fundirse con él.

La embestidas eran rápidas y profundas, los gemidos de ambos se retumbaban por todo el lugar, Naruto podía sentir como a cada embestida que daba su miembro era apresado por aquellas suaves paredes con más fuerza por lo que supo Sasuke no tardaría en correrse. Dirigió su mano al palpitante y ansioso sexo del azabache comenzando a masturbarlo al mismo ritmo de sus embates, hasta que con un sonoro gemido el azabache se vino en la mano de Naruto apresando aún más su virilidad, haciendo que Naruto se corriera dentro suyo

Sus respiraciones eran erráticas estaban agotados, en especial Sasuke quien se tapó los ojos con su brazo, mientras trataba de recobrar la respiración sintiendo como la cabeza de su amor de refugiaba en su pálido pecho que subía y bajaba rápidamente al mismo ritmo de su corazón, un suave jadeo salió de sus labios en el momento en que Naruto salió dentro suyo sintiendo como por sus piernas corría aquella sustancia blanca y un tanto espesa.

-Luces adorable dattebayo- comentó en un suspiro admirando el sonrosado rostro del azabache mientras volvía a besarlo con mucho cariño.

-Naru… debemos salir de… de aquí- le decía entre beso y beso, estas palabras hicieron que Naruto diera un brinco de golpe parándose y mirando hacia todos lados.

-¡Kuso! ¡Kuso! ¡debemos salir ya mismo de acá dattebayo¡- gritó histérico mientras se colocaba como podía sus sucias ropas y le alcanzaba el pantalón a Sasuke, quien lo miraba curioso y sorprendido -¿Cómo pude ser tan descuidado? ¡Demonios!- se jalaba el pelo de los nervios mientras apuraba al azabache.

-¿Qué es lo que…?- en ese momento una fuerte explosión seguido de un fuerte temblor los mandó a ambos al piso, mientras los inertes cuerpos de los muertos rodaban de un lado a otro, quedando para desesperación de Sasuke, justo a su lado.

-¿Sasuke estás bien dattebayo? Debemos salir de aquí ahora mismo- dijo mientras lo tomaba en brazos obligándolo a aferrarse a su cuello.

-¿Qué es lo que sucede Naruto?- preguntó sumamente alterado mientras nuevamente una fuerte sacudida seguida de otra explosión los tambaleaba.

-Lo siento, es que con todo lo que pasó me olvidé que Suigetsu programó unas bombas en el sótano para destruir todo este lugar, jeje… fue un pequeño desliz dattebayo- dijo rascándose la nuca con la mano libre y sin mirar a Sasuke quien parecía querer matarlo con los ojos.

-¡DOBE! ¿CÓMO QUE UN PEQUEÑO DESLIZ?- gritó eufórico y demasiado cerca del oído del rubio, quien ante tal atroz tono se vio en la imperiosa necesidad de encoger sus peludas orejas y cerrar fuertemente sus ojos -¿Qué haremos ahora? ¿cómo vamos a salir de acá?- preso del pánico comenzó a llorar desconsoladamente abrazándose fuertemente al cuello de Naruto.

-No llores, onegai, te prometo que saldremos de aquí dattebayo, nada te pasará, yo siempre te protegeré a costa de lo que sea- le susurró desde el fondo de su corazón mientras se aferraba a él con la misma intensidad.

 

Podía sentir como poco a poco los cimientos iban cediendo a sus pies y el piso cada vez se sentía más caliente, al intentar dirigirse a la puerta esta explotó, dejando pasar una fuerte oleada de humo y fuego. Con mucha rapidez retrocedió hasta dar con la pared, sin dejar de cubrir el cuerpo de Sasuke con el suyo, tras observar en cuestión de segundos todo el lugar optó por la única salida viable que encontró, y eso era una ventana cubierta de maderas y un viejo vidrio.

-Sasuke saldremos por aquí- le mencionó a la par que le daba una fuerte patada a las maderas, que se partieron sin problema alguno, dejando como única barrera los vidrios.

Una fuerte explosión hizo que parte de la estructura comenzara a derrumbarse tras ellos, por lo que sin perder más tiempo, tomó un poco de distancia, tanta como le fue posible, y aferrando el cuerpo del tembloroso Sasuke con una mano comenzó a correr hasta casi el borde de la pared.

-¡ECHEEEEENNNN PAJAAAAAAAAAAAAA!- gritó al momento de tomar un impulso y saltar por la ventana, rompiendo el vidrio a la par que cubría con su cuerpo al de Sasuke.

Mientras una fuerte explosión a su espalda resonó por todo el lugar a medida que ambos caían. Con una destreza digna de un acto circense, Naruto torsionó su cuerpo como un felino, cayendo al piso afirmado con sus pies y una mano, con la otra aferraba el cuerpo inconsciente de Sasuke contra su pecho, mientras los vidrios, chapas y escombros de la edificación caían envueltos en humo o prendidos en fuego.

Todo el lugar se cubrió con una espesa capa de humo, desde lejos todos los chicos se encontraban absortos mirando la explosión, esperando por algo, o más bien por alguien.

-¿Dónde está Naruto? Ya debería de estar aquí, él sabía que las bombas iban a estallar- hablaba preocupado Sai mientras se aferraba fuertemente a la mano de Gaara, mientras todos guardaban silencio aguardando expectantes por la aparición de su amigo.

 

La nube de polvo comenzó a difuminarse lentamente, y a lo lejos Suigetsu pudo detectar una silueta acercándose a paso lento.

-¡Allí está!- exclamó feliz de ver al rubio con vida y ya más cerca pudo notar que en sus brazos traía a Sasuke.

Todos voltearon hacia donde se encontraba Suigetsu viendo a Naruto acercarse.

-Gomen pero… uf… no tengo excusa dattebayo- respondió exhausto deteniéndose frente a Suigetsu –Oye kappa, toma a Sasuke y llévalo al hospital ahora mismo- habló mientras depositaba al azabache en los brazos del dientes de tiburón.

-Como digas kitsune- respondió un tanto ofendido por el sobrenombre que poco y nada le agradaba, pero realmente aliviado de verlo a salvo.

Avanzó hacia la furgoneta junto a los demás, mientras Yuugo se dirigía hacia Naruto, quien parecía estar tambaleándose levemente.

-¡NARUTO!- gritó al ver que el rubio se desplomaba en el suelo.

Todos voltearon ante el grito del castaño, encontrándose con el cuerpo desvanecido del rubio sobre el suelo, divisando como varios fragmentos de vidrio y metales se encontraban insertos en su fornida espalda que parecía no querer dejar de sangrar.

Sin perder un solo segundo, Gaara encendió el coche mientras Sai abría la puerta para que Yuugo depositara al rubio dentro, y partir al hospital, detrás de ellos en la furgoneta venían los demás.

Al poco tiempo ya se encontraban ingresando apresuradamente a la guardia del sanatorio, inmediatamente Naruto fue ingresado al quirófano.

El tiempo parecía transcurrir lento, todos esperaban expectantes por noticias sobre el estado del rubio. Mientras en una sala de la guardia Sasuke se encontraba despertando, encontrándose con los preocupados rostros de su hermano y su cuñado, quienes se abalanzaron sobre él llenándolo de preguntas y besos.

-Itai… ya… ¡ya basta!- se sentía asfixiado por lo cual tuvo que empujar a sus queridos familiares, para que le dieran el espacio suficiente que sus pulmones necesitaban.

-¡Naruto!- De repente cayó en la cuenta de lo que había sucedido, por lo que se intentó poner de pie, pero un fuerte mareo hizo que trastabillara, siendo detenido por su hermano.

-Tranquilo Sasuke, recuerda que estás embarazado- le reprendió Itachi mientras lo acomodaba de nueva cuenta en la cama.

-Demo… ¿Có… cómo está? Díganme- preguntó desesperado mientras lloraba en silencio.

-Lo sentimos, aún no sabemos nada sobre él, todavía está en terapia intensiva- respondió Deidara mientras se sentaba a su lado para consolarlo.

-Lamento la interrupción- la voz de Yuugo hizo que los presentes voltearan a la puerta fijando sus ojos en él –venía a informarles que Naruto salió de terapia y lo están trasladando a la habitación contigua a esta- finalizó esperando algún comentario que no tardó en llegar.

-¿Puedo verlo?- preguntó Sasuke al borde de la histeria, quería ver a su rubio, tenía un nudo en el estómago y sólo el verlo lo calmaría.

-Por su condición semi-humana su recuperación es bastante más rápida, de hecho ya está consciente, aún así, deberá permanecer en el hospital unos días- le comentó a la par que se hacía a un lado para dejar pasar al azabache, quien esta vez se levantó lentamente para evitar el mareo, e ir a ver a Naruto.

Golpeó la puerta levemente para luego ingresar, se quedó parado absorto en la imagen que sus ojos capturaron del lugar. Frente a él se encontraba recostado en la cama su rubio amor, quien lo estaba mirando lleno de cariño, la ventana de la habitación estaba abierta, por lo que una fresca brisa corría por el lugar meciendo sutilmente sus dorados cabellos, sus ojos eran nuevamente azules como el cielo y su contextura parecía haber vuelto a la de antes.

-¿Piensas quedarte ahí todo el día, dattebayo?- le preguntó burlonamente mientras le hacía seña con el dedo para que se acercara.

-Dobe- fue lo único que salió de sus labios, lo había decidido, este era el momento justo para decirle que estaba esperando un bebé suyo, sus piernas temblaban al igual que todo su cuerpo a medida que se acercaba a su rubio amor.

-¿Te sucede algo, dattebayo?- le preguntó en cuanto hubo estado a su lado tomando su mano, y jalándolo para que se sentara sobre la cama mirándolo fijamente a los ojos.

-Naruto… yo… yo…- sus nervios estaban por las nubes, sudaba en frío y su cuerpo temblaba levemente, pero debía decírselo, no le quedaba de otra –Yoestoyesperandounhijotuyo- largó de golpe y sin pausa alguna. cerrando fuertemente los ojos.

El rubio pestañeó varias veces, realmente no había entendido un comino lo que Sasuke le había dicho, pero por el rostro miedoso que este mostraba parecía ser un tema delicado, al menos esa era su hipótesis. Con mucho esfuerzo se sentó en la cama, acto que le valió unas fuertes punzadas por toda la columna, aún así eso no le impidió atraer aquel frágil y hermoso cuerpo de aquel que le había robado el corazón, y abrazarlo conciliadoramente como ya era su costumbre.

-Sasu… yo- susurraba el rubio mientras apretaba aún más al azabache contra sí mismo –yo… no entendí una palabra de lo que me dijiste, pero sea lo que sea lo superaremos juntos porque yo… yo te… (kuso, no puedo decirlo)- lo sentía, sentía que lo amaba desde lo más profundo de su ser, pero aún así no pudo decirlo, frustrado consigo mismo exhaló un fuerte suspiro y prosiguió –tú eres una persona que se ha vuelto indispensable en mi vida, dattebayo- no era lo que en realidad quería fervientemente decir, pero de alguna manera se le acercaba bastante.

Sasuke abrió sus ojos, un tanto molesto de que su rubio amor no le hubiese entendido y nervioso de tener que repetirle nuevamente las buenas nuevas, aún así decidido y animado por las palabras de Naruto se zafó de aquel amoroso abrazo mirándolo fijamente a los ojos. Tomó una de las manos de su rubio amor y la colocó en su vientre.

-Naruto… yo estoy embarazado… tendremos un bebé- le dijo entre sonriente y nervioso bajando su mirada hacia la mano que acariciaba su aún plana barriguita esperando por la respuesta de aquel ser que tanto amaba.

Naruto palideció ante aquellas palabras, todo su cuerpo tembló como gelatina y una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo.

Continuará…

 

Notas finales:

Bueno espero que hayan disfrutado de este capi.

Me encantaría leer sus comentarios sobre este capi así que espero sus reviews como siempre.

Miles de Besos y nos estamos leyendo en el capi final... en cuanto lo temrine XD


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