Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

REFLEJO por Angel del Diablo

[Reviews - 258]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Bueno... como estaré ocupada un tiempo... aquí les dejo este capi, gracias a mi musa^^

-Sé como sacar a Naruto, pero hay algo que debéis saber: siempre tiene que haber alguien dentro del espejo.

 

-¿Cómo?

 

-Eso significa… que si Naruto sale… alguien debe ocupar su lugar. –el silencio los envolvió cuándo el rubio dijo esto. Naruto evitó mirar a Sasuke, y este evitó los ojos de su kitsune. Incluso Itachi se sintió mal al conocer la horrible condición.

 

-¿Hay algún riesgo? –preguntó Sasuke.

 

-No. No es peligroso… y el hechizo es relativamente fácil. Lo peor es… bueno… ya sabes –si. Ya lo sabían.

 

Después de aquello, Deidara se marchó a su casa. Por el camino visitó a Sakura, informándole que aún no había visto a Naruto por la desconfianza que le tenía el menor de los hermanos.

 

-¡Serás inútil! Pues cuélate en la casa…

 

-No puedo. He decidido acercarme a ellos. Y cuándo me tengan confianza… zás. –la chica no se fiaba mucho del plan, pero acabó por ceder. Eso les daría algo de tiempo. Aunque no era el tiempo el mayor de los problemas… si no el sustituto del rubio.

 

La cena estaba intacta en su sitio. Ninguno de los Uchiha tenía apetito. El mayor no había dejado de pensar en algo que pudiera ayudar a su hermano. Aquello no parecía tener solución. Aunque no lo sabía, el menor pensaba en lo mismo: sólo un milagro podría hacer que estuviera con el rubio.

 

-Sasuke –interrumpió Itachi los pensamientos de su hermano.

 

-¿Si?

 

-¿En qué piensas? –un suspiro escapó de los labios de su hermano, confirmándole que pensaban ambos en lo mismo.

 

-No se que hacer. –le confió a su hermano. -Amo a Naruto. Y quiero que sea feliz. Se lo merece. Pero… soy un inútil, incapaz de hacer nada bien.

 

-Eso no es cierto.

 

-¡Si! ¡Si lo es! Ni siquiera he podido… ayudarle.

 

-Hay cosas que escapan de nuestro control. Quizás… el destino no quiere que estéis juntos. Quizá él debería haber crecido… y muerto en su época.

 

-Tal vez. Pero si eso hubiera pasado… lo habría extrañado muchísimo. No sabría bien lo que echaba de menos, pero estoy seguro que no habría sido tan feliz.

 

-¿Tanto lo quieres?

 

-Sería capaz de hacer cualquier cosa por él. Cualquier cosa… –un pensamiento cruzó por su cabeza. Era sin duda una locura, pero estaba harto de los inconvenientes que había tenido su relación con el rubio. Se levantó con ánimo y se encerró en su cuarto. Se plantó delante del espejo y se miró.

 

-¿Naruto? –este tardó en aparecer, y no lo miró a los ojos.

 

-¿Qué pasa? ¿Te peleaste con tu hermano? ¿Algo te preocupa? –estaba claro que el rubio quería distraerlo para no hablar de nada importante.

 

-¿Cómo? –Naruto vio que no llegaría a ninguna parte, por lo que sólo se quedó callado.

 

-Naruto… he estado pensando. –la espalda del rubio fue recorrida por un escalofrío. ¿Por qué tenía la sensación de que lo que había pensado era algo malo?

 

-¿En que?

 

-En lo que dijo tu hermano antes.

 

-¿Lo de la piedra?

 

-No.

 

-¿Lo del libro del hechizo?

 

-Sabes perfectamente en lo que he pensado.

 

-Lo sé. También le he dado vueltas.

 

-¿Y qué has pensado?

 

-pues… que no importa si no puedo salir. Llevo aquí dentro mucho tiempo. Tampoco es tan importante salir –su voz casi se había quebrado. Por eso se quedó callado, concentrado sólo en no llorar, en no hacerle ver al moreno que quería estar fuera, quería estar con él.

 

-No me lo creo ¿acaso no quieres ver todo lo que avanzó el mundo? ¿Es que no quieres sentir el sol de nuevo en tu piel? ¿O probar las deliciosas cosas que nunca has probado? –el rubio sintió un nudo en la garganta. Claro que quería. Y por encima de todo quería estar con el moreno toda la noche sin temor a que luego no despertara.

 

-si pero… si no se puede… no se puede…

 

-no te rindas. Vivir es luchar. Y yo he pensado algo para que puedas salir de ahí.

 

-¿Qué es? –no quería saberlo. No quería saberlo. Estaba seguro.

 

-Yo ocuparé tu lugar. –aquello le cayó como un jarro de agua helada.

 

-¿Tu? –muchas preguntas acudieron a su mente en ese momento, pero una se abrió paso entre las demás, ya que era la más importante en ese momento. Por su fuerza, al final logró escapar por los labios del rubio:

 

-¿Por qué? –era una pregunta que implicaba mucho.

 

-Porque te amo. Y quiero que seas feliz.

 

-¿Feliz?

 

-Si. Has sufrido mucho tiempo dentro de esa cárcel. Mereces ser libre.

 

-Teme…

 

-¿Ha que viene eso?

 

-¿Crees que podría ser feliz si tú estás dentro y yo fuera? Tendríamos el mismo problema.

 

-Naruto… yo te… te amo. Y haría cualquier cosa por ti. Incluso encerrarme en ese espejo hasta el final de los tiempos. Sólo para verte feliz. –ahora si que las lágrimas rodaron por sus mejillas. ¿Cómo podía decir eso? ¿Cómo podía sacrificar su libertad, su vida, así tan fácil?

 

-Teme… ¡también te amo! Y no quiero que te encierres aquí por mi. –el moreno, al verlo así, quiso poder abrazarlo con fuerza, para que no llorara. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

 

-No… no llores. Todo irá bien.

 

-No es cierto. Cuándo alguien dice “todo irá bien” es porque sabe que nada marchará bien. –aquello le hizo gracia. Pero aún así, no lo iba a dejar dentro.

 

-Naruto no quiero que te quedes ahí. Quiero que vivas la vida que tu hermano te arrebató. Hay muchas cosas fuera que seguro te gustaran. -Sin ti, no quiero vivir nada. Porque tú eres la única razón por la que quiero salir.

 

-Dobe… no digas eso. Una vez que esté dentro… bueno, puedes entrar a visitarme –pero seguirían igual. Ambos lo sabían. Necesitaban un milagro. Sasuke se acostó poco después, aunque no pudo dormir. De pronto, sintió algo tras de él. Se giró pero no vio a nadie. Extrañado, cerró los ojos, colocándose de nuevo de lado. Un sueño profundo lo envolvió y se quedó dormido. En su cabeza, como era costumbre desde la llegada del rubio, ya no había pesadillas. Pero incluso dormido en su cabeza seguía aquella idea: sustituir al rubio.

 

-No lo hagas. –miró a su alrededor. ¿Quién había dicho eso? No reconoció la voz, pero esta volvió a oírse.

 

-Déjalo todo como esta. –ahora si supo quién hablaba. Aunque no lo vio.

 

-No te escondas. No es necesario. –el rubio salió de entre las sombras…

 

-Sasuke…

 

-¿Por qué haces esto?

 

-No quiero. No te dejaré hacerlo –las lágrimas intentaron volver a desbordar sus ojos, pero esta vez no las dejó. El moreno se acercó a él y, como la primera vez que se tocaron en el sueño, lo rodeó con los brazos, apoyándolo en su pecho.

 

-No llores. Y no te preocupes. Todo saldrá bien.

 

-No quiero que te encierres, por favor.

 

-Tranquilo, mi kitsune. Saldrás fuera, verás el mundo y si luego quieres venir conmigo… estaré encantado de recibirte. ¿Recuerdas que cuándo yo me quedé más tiempo fuera de mi cuerpo, casi no me despierto?

 

-Si

 

-pues… si después quieres entrar y quedarte conmigo… estará bien –aunque no quería, el rubio supo que no podría hacerlo cambiar de opinión. Tendría que pedirle ayuda a Itachi o a Deidara. Por el momento, sólo se abrazó a él y compartieron así, juntos, el poco tiempo que el rubio podía estar en la mente de Sasuke.

 

Ya por la mañana y antes de irse, el moreno le dijo al rubio:

 

-Mañana me darán las vacaciones de Navidad… así que podremos intercambiarnos mañana.

 

-…

 

-Bueno, hasta la tarde. –en cuánto salió de la casa, Itachi fue a ver al rubio.

 

-¿Ya te lo contó?

 

-…

 

-¿No vas a hacer nada?

 

-No puedo hacer nada. Es terco como él solo. Una vez que se le mete algo… no lo olvida. –eso el mayor lo sabía muy bien. Y sabía que iba a perder a su hermanito.

 

-Tampoco quiero esto… pero entiendo por qué Sasuke quiere sacarme. Él me lo prometió… y pase lo que pase, cumplirá su promesa. –no volvieron a hablar en todo el día. El menor llegó, pero fueron incapaces de persuadirlo.

 

Deidara estaba en su casa. Esa tarde sacaría a Naruto, dejando el moreno dentro. Le dolía aquello, pero había sido su decisión y él no era quién para decir nada.

 

-¿A dónde vas? –le preguntó Sakura desde atrás, asustándolo. Intentó ocultar tras la espalda todos los utensilios que se llevaba para hacer el hechizo.

 

-Voy a ver a Naruto.

 

-¿Ya te dejaron? Me alegro, espero que pronto puedas acabar con esa pequeña molestia.

 

-Haré lo que pueda. –sin más salió de allí, con todas las cosas a cuestas.

 

Cuándo llegó a la casa de los hermanos, el mayor lo recibió con cara de funeral. Y el rubio igual. El menor de los morenos era el único que parecía feliz y tranquilo. En la mesa del cuarto de Sasuke lo montaron todo: el libro abierto, el colgante colocado y algunas velas para darle un aspecto más mágico. Antes de explicarles el proceso, se llevó a otro cuarto al moreno, para advertirle:

 

-Sasuke, esta es la única oportunidad que tenemos. Porque la piedra agotará su poder después del intercambio. ¿Estás seguro? Puedes pensarlo, si quieres. No tiene porque hacerse justo ahora. Piénsalo muy bien. –el otro sonrió, entendiendo el porqué de esas palabras pero sabiendo lo que le diría, puesto que también se lo había dicho a su hermano, hacía solo un rato.

 

-¿Sabes? Yo soy una persona indiferente. Todo me da igual. Nunca me ha preocupado nada ni nadie. Pero ahora he cambiado. Tu hermano me ha cambiado. Y me ha dejado claras dos cosas: que lo amo, y que haré lo que sea por él. Y, si así él puede salir de su cárcel, yo me entregaré. Y si tuviera que morir por él, pues lo haría igualmente. Así que sácalo de ahí. Por favor. –esas palabras le valieron la admiración del joven. Porque era sorprendente todo lo que quería a su hermano. Volvieron a entrar al cuarto. Todos seguían con esa cara, pero ahora Deidara sabía que hacía bien, porque después podrían dejar al rubio dentro o cualquier cosa.

 

-Muy bien. Aquí vamos. –susurró, sabiendo que sólo un milagro podría ayudarles a estar juntos.

 

 

Continuará…   

Notas finales:

Gracias a todos por sus rr... y decirles que mi proxima actualización será en mi nuevo fic: "Destino Divino"

Eso es todo... cuidense y dejen sus opiniones!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).