Acariciando su rostro de finas facciones, le miro con ternura, limpio una lagrima que calida recorría la mejilla sonrojada, podía sentir su corazón destrozado al ver como al ser que quiso lloraba por su causa.
- Lo siento… - perdido en la mirada oscura no podía dejar de ver aquellos bellos ojos que se cristalizaban entre el llano seco de su amor
- Lo siento… sabes que te amo, pero no hay mas que hacer – su piel clara parecía oscurecerse ante aquellas duras palabras, sollozaba y repetía miles de te quieros hilados entre apalabras de oro.
- Lo siento, al final del camino no estábamos juntos, lo siento – una vez mas paso su delgada mano por el fino rostro de su ser amado, recorrió con delicadeza la piel su mano recorrió hasta la nuca y le jalo hacia su pecho
En ese instante Marcus pudo escuchar claramente el palpitar agitado del corazón de Leonardo, quería quedarse así por siempre y para siempre, sin embargo no era posible, un mar de distancia los separaba
Un profundo amor los unía y mantenía juntos hasta este momento, sin embargo era hora de terminar, esa relación mórbida y sin futuro debía terminar ya por bien de ambos, las lagrimas escurrían por las cuencas de ambos, sollozos perdidos en la oscuridad de la recamara que tantas veces compartieron.
- Una noche… solo una noche mas quiero morir entre tus brazos – imploraba fuertemente abrazado al hombre que amo con tanta devoción un sin numero de ocasiones, sus delicadas manos se aferraban a la ancha espalda que temblorosa le recibía
- Solo una noche mas y te dejare… y no te molestare jamás … solo una noche mas¡¡¡ Leonardo¡¡¡ quiero ser tuyo solo una noche mas, por favor … - su voz quebrada apenas y se distinguía entre el llano entrecortado de su alma
Los profundos ojos azules de Leonardo se posaron sobre el calido cuerpo de Marcus, tantas veces lo había amado hasta el amanecer, tantas veces había tocado esa piel que temblaba con cada caricia, con cada beso, con cada palabra de amor…
La vida era tan injusta, querer y amar, odiar y matar, eran parte de la vida, siempre
Lentamente acomodo a Marcus entre la cama que tantas veces les cobijo, se sentó entre sus piernas acariciándole con la mirada se perdió entre los labios rosados que entre abiertos pedían solo una noche mas…
Marcus sollozaba y Leonardo se tragaba con orgullo sus lagrimas, quien era el perdedor? Aquel que amo y se arrodillo hasta agotar sus fuerzas para no dejar ir a su amor, o aquel vil que ante un problema prefiere alejarse de el mundo dañino para llevarse con el, el dolor y ver de lejos la felicidad de quien amo?
- Te amo… desde el principio al fin… desde este pequeño mundo hasta los confines del universo, Marcus… eres el sol de mi vida, la profundidad de mi alma, mi sangre vital…. – tierno… tierno recorría con sus dedos el rostro ajeno, tumbándose de apoco, acomodándose entre las piernas que se abrían para dejarle ser parte de el…
- Te amo .. – repitieron al unísono, contemplado ambos los bellos ojos del ser que tenían enfrente.
El cabello oscuro caía delicadamente por el rostro de Leonardo, sus ojos entrecerrados veían con dulzura los labios de Marcus, ajenos al mundo cruel disfrutaban su última noche en este oscuro lugar.
Los segundos parecieron horas cuando lentamente se acercaba al rostro amado, posando sus labios en los labios de miel, suave… suavemente su lengua busco permiso para entrar en la boca dulce que le recibió complacida, juntándose ambas para sentir la textura excitante de dos lenguas que juegan a hacer el amor sin mas que ellas sin importan a quien pertenecen.
Las manos de marcus lentamente desabrochaban con delicadeza cada botón ovalado que adornaban el cuerpo del deseo frente a el, lo trataba como si se fuera a romper, siendo que antes tantas veces pudieron haber oto la cama de no ser porque esta inerte cosa no se dejo vencer, siendo tan orgullosa como su dueño.
Habilmente le despojo de su camisa, sus labios bajaron por el cuello entre quejidos de placer que hacían música deliciosa a los oídos de marcus,
- aaaah … - quejidos leves acallados por el temor salían de los labios de Marcus donde un hilito de saliva salía de su boca al sentir el placer de estar entre las manos de Leonardo.
Antes grandes conquistadores, ahora grandes perdedores…
Pequeño… el cuarto se le antojaba tan pequeño y privado, sentía ese ambiente seductor embriagándole, sin duda alguna Marcus era el hombre .. era su hombre… el único, el verdadero, el que siempre estaría al lado de su corazón.
Su lengua lasciva se introdujo en el ombligo de Marcus haciendo que este se encorvara para poder sentir mas la calidez de la legua de Leonardo sobre su piel, los dedos de Leonardo hábiles y sádicos, se incrustaban sobre el miembro duro de Marcus por encima de esos pantalones tan inútiles.
-AAAh – un grito de placer salio de la boca rosada, mordiéndose los labios con dureza hasta hacerlos sangrar, - AAAH- era tanto el placer, que unas gotas de líquido salían de su pene haciendo que su ropa interior se mojara y se vislumbrara por encima de su pantalón. Las palabradas estaban de mas, las manos blancas de Marcus alcanzaron el cabello de Leonardo tirando de el con fuerza, empujado hacia abajo la cabeza y esa boca que tenia que darle placer en el acto
Leonardo sonrió maliciosamente torciendo su sonrisa, mirando con ojos que brillaban como cual gato en la oscuridad.
Se sentó…. Miro hacia el bello rostro de Mucus deformado por el placer, sonrió una vez mas, introdujo dos dedos en la boca de Marcus, este los lamió con sensualidad, uno a uno, recorriéndolos… chupándolos… succionándolos…
Leonardo tomo las corbatas de ambos se sentó sobre el miembro aun oculto entre el pantalón y movió sus caderas sobre este
- AAAh Leonardo AAAH – gritos… placer… extrema lascivia… pecado… pasión y deseo todo inmerso entre la voz de Marcus incapaz de acallarse ni resistirse, tomando ambas muñecas las amarró fuertemente poniéndolas por encima de su cabeza, contra la cabecera de la cama.
Se movía, en círculos… de arriba abajo… se movía y se movía sentir el pene de su MArcus entre su trasero era algo que jamás había probado….
Mordió los pezones rosados y erectos los mordió con duro placer.
- AAAH MARCUS¡¡¡, te necesito¡¡¡¡ -
Tiro del pantalón, lo quito y quito la ropa interior dejando a su vista un miembro goteando de miel, sádico… si… sádico era la palabra que mejor caracterizaba a Leonardo.
Palpitante… el miembro palpitante gritaba casi con armonía a la par de Marcus, Marcus encajaba sus uñas sobre su palma con fuerza, y Leonardo encajaba sus uñas sobre el pene de Marcus, lo arañaba mientras el liquido seguía saliendo, brillante y antojable, tanto que Leonardo se acerco y lamió cada gota, lamió la parte superior del miembro, lo chupo, su boca calida aprisiono el miembro saboreando con placer gozando el sabor de su hombre
MArcus gritaba y jadeaba, embestía dentro de la boca de Marcus sin más que hacer, las corbatas en sus manos le dañaba le rozaban le dolían y ese dolor clamaba mas placer, pequeñas mordidas por todo el miembro de Marcus daba Leonardo con salvajismo sus uñas se encajaban sobre las caderas estrechas
Ya.. era el fin, Marcus no cabía de placer..
Ya era el fin. Marcus grito mientras se chorreaba dentro de la boca de Leonardo que trago hasta la ultima gota chupo hasta que Salio lo ultimo
De su boca escurrían gotas que eran la prueba de tan escandalosa y salvaje pasión
Leonardo sonreía ante aquella visión, magnifica a sus ojos.. magnifica para el, su propio miembro pedía ser sacado de su prisión, el mismo quería ser parte de aquel encuentro amoroso y carnal
Se abrió el pantalón, y se bajo la ropa interior
Marcus entre abrió los ojos y le sonrió con malicia sabiendo lo que venia
Leonardo subió con su lengua hasta los labios de Mucus chupándolos y lamiendo esa sangre seca haciendo que ese extraño sabor metálico le unirá mas con aquel joven de cabellos azules, parecido a un ángel o un demonio… que mas daba
Se arrodillo ante su bello amante lo tomo de las piernas y las coloco sobre sus hombros
- Leo… Leonardo – un leve susurro casi inaudible salieron de los labios rojos… rojos… profundamente tentadores
Sin preparación…. Sin mas entro de golpe entro y el mismo grito – AAH Marcus… Marcus… MARCUS¡ -
Del interior de Marcus salio un chorrito de sangre, de los labios de Marcus un gran grito de dolor
El interior lleno de Marcus pedía mas, succionando el miembro de Leonardo, ambos pechos subían y bajaban y la respiración tan dificultosa parecía que los ahogaría ante la falta de aire
Marcus movió las caderas, lo que hizo que Leonardo gimiera de placer, cerro los ojos y clavo las uñas en las piernas, lo araño le araño la cadera bajando hasta las piernas, dejando una marca mas … la sangre. Salía de las piernas, del ano y de las caderas de MARcus
Leonardo embistió duro, rápido, entraba en aquella cavidad que parecía succionarle, chupándole, un sonido majestuosamente bello era aquel que se escuchaba cuando los testículos de Leonardo chocaban contra el trasero apretado de Marcus
Una vez… otra vez… entraba y salía, jadeando ambos, sudando, despeinados, respirando entrecortadamente, mientras de ambos salían los nombres de la contraparte, las caderas de Marcus se movían sin piedad, y Leonardo no tenia piedad ante la entrada sangrante de Marcus, era un placer inmenso, un disfrute total,
Leonardo tomo entre su mano el miembro de Marcus, y lo apretó con fuerza, le apretó, haciéndole de apoyo para embestir con mas fiereza, entraba tan profundo que Marcus chilaba de placer y dolor, una hermosa combinación.
Marcus no podía tocar, no podía hacer mas que sentí, sus muñecas rosadas la cabecera golpeaba y un ruido duro salía al golpear la cabecera contra la pared
Estas también hacían el amor, también se juraban amor eterno entre dolor y placer
Extasiados entre le vaivén de sus cuerpos gritaron hasta quedarse sin voz, el miembro de Marcus chorreo entre la mano de Leonardo, Leonardo exploto en el interior de su ser amado, el orgasmo presiono el miembro de Leonardo haciendo gritar una vez mas y embistiéndole con furia, con pasión, con extrema dureza, profundo y delirante.
Cayo sobre el cuerpo agotado de Marcus, murió en este instante el instante que fue suyo para siempre
Ambos pechos subían y bajaban acariciándose.
Leonardo levanto su rostro mordió con delicadeza el labio inferior de Marcus y tomo posesión de aquella boca que era tan suya, un ultimo beso… el beso de la despedida… el beso del adiós…
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LA mañana les gano abrazados ambos juntos para siempre
Marcus se levanto tratando de no despertar a Leonardo
Leonardo se hizo e dormido y solo volteo su rostro para evitar que Marcus viera que una lágrima corría por su mejilla.
Marcus no quiso voltear atrás
Era la hora de la despedida…
Del adiós
- Adiós… - ni un te amo de despedida, ni un gesto de amor… nada… nada… En la noche murieron en la noche cerraron sus corazones, esa noche dejaron de existir, ahora solo era un cuerpo mas que vagaban por la oscuridad de este mundo
Leonardo tirado.. Desnudo en la cama… no creía soportar ese dolor…no… no mas jamás… no podría vivir así…
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Los diarios no conocían la verdad, solo secciones amarillistas decían que murió violado
Otros mutilado
Otros unos pocos decían la verdad
Leonardo murió de amor
Se escondio tan bien el rostro y la identidad del personaje que Marcus jamás supo que después que se fue Leonardo tomo una navaja cortándose la yugular. Mientras la sangre brotaba y de la boca de Leonardo salía solo un nombre,,,
Marcus…
Adiós…