Capítulo 2
Teníamos una canción más, Luminor ya tenía parte de la letra, todos estábamos más animados al ver que poco a poco podríamos conseguir las canciones restantes. En total nos faltaban cuatro y nos quedaba menos de un mes para presentar las catorce.
-¿En que pensabas?-Yu estaba sentado en una silla junto a mí, estaba afinando su guitarra-¿En que pensabas cuando compusiste la canción?-
-Pues, no lo sé, en nada en especial-
-A mi me parece que sí-
¿Qué le iba a responder? Ni yo mismo sabía en que estaba pensando. Strify se acercó a nosotros y nos preguntó como iba. Él y Yu empezaron a reírse de algo, desde el primer día siempre se habían llevado bien, parecía que tenían muchas cosas en común y siempre se les veía riendo y muy cariñosos. Strify era de la clase de persona a la que siempre le coges cariño, era divertido y alegre. Su personalidad contrastaba con la de Yu que tenía aspecto de ser alguien agresivo y callado, pero que en realidad es muy amable y un gracioso cuando se siente en su mejor momento. Con Strify se portaba de manera distinta, creo que era porque se entendía mejor con él.
-Ey, Kiro ¿estas bien?-
-¿Eh? Si, si-
-Últimamente estas como en la luna, ¿seguro que no te pasa nada?- Strify se agacho frente a mi con expresión preocupada
-No, nada, en serio-Desvié la mirada a otra parte
-¿Seguro? Sabes que puedes contarnos lo que sea, me preocupa verte así, somos un equipo-Sonrió con esa sonrisa tranquilizadora-Si tu estas mal, todos estamos mal-
Al terminar esa frase sentí el deseo de soltarlo todo, quería contarle que tenía miedo, que me sentía perdido y sin ánimos de seguir. Pero no me atreví.
Había pasado una semana desde que compuse aquella canción y el trabajo se había triplicado por culpa de la adaptación al bajo y a la guitarra y la elaboración de la letra. Más de una vez el manager se pasaba por el estudio a preguntar si queríamos ayuda, que no pasaba nada por pedirla. Nosotros negábamos rotundamente, queríamos tener éxito con “nuestra” música, no con la que creaban otras personas. El manager se limitaba a suspirar esbozando una leve sonrisa.
Luminor estaba agotado, se podía apreciar en su rostro, escribir letras era más complicado de lo que parecía. A Strify se le daban muy bien los estribillos, pero la parte difícil le tocaba a Luminor. Se le habían ocurrido muchas ideas pero ninguna le parecía lo suficientemente buena y acababa desechándolas. Cuando me quise dar cuenta estaba rodeado de papeles arrugados e invadido por un aura de agobia que irritaba. Decimos tomarnos un descanso, antes de que acabásemos muertos, o peor, antes de que Luminor se estresara del todo.
Salimos sin decirle nada a nadie y nos fuimos hacia una plaza cerca del edificio. Era de noche y hacía frío, pero por suerte el viento no soplaba muy fuerte. Nos sentamos en los bancos en silencio. Strify, que estaba a mi lado, se entretenía observando su propio aliento convertirse en vapor blanco. Me hizo gracia y no pude evitar reírme.
-¿Eh? ¿Kiro?-
-Lo siento…-Deje de reír
-¿Te reías de mi? No se vale-Puso morritos y empezó ha hacerme cosquillas
Cuando cedió ante mis súplicas de que parase se quedó abrazado a mi. Aquel gesto era demasiado embarazoso, ¿Qué demonios hacia? No me soltaba y encima se ponía cómodo. Estaba realmente avergonzado, pero a pesar de todo no fui capaz de decirle nada, ¿Por qué?
De pronto, Yu rompió el silencio que impregnaba el lugar diciendo que ya era hora de que volviésemos. Todos asentimos, Strify me soltó y perezosamente se levantó siguiendo a Yu. Mientras todos se alejaban no podía evitar sentirme extraño. ¿Era necesario preocuparme que Strify fuese un chico demasiado cariñoso? Probablemente no, a nadie parecía importarle.
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El manager se enfadó mucho por nuestra pequeña desaparición, y como castigo nos dijo que tendríamos que presentar una canción más en 2 días. Nos lo tomamos a broma, reímos y el se limitó a salir dando un portazo.
-Pues valla… ¿y ahora que?-Yu se cruzó de brazos
-Yo diría que va en serio-
-Pues habrá que ponerse serios-Sentenció Luminor con un tono grave que indicaba que las bromas quedaban completamente a parte
Y así fue, después de pasarnos dos horas más nos fuimos a casa y quedamos en venir más pronto al día siguiente.
Caminaba a paso lento sin muchas ganas de llegar a casa, pasé delante de la cafetería de Mia con la esperanza de que estuviera abierta. Tenía unas intensas ganas de verla, era extraño, nunca había sentido esta clase de necesidad. Era casi enfermizo y no podía parar de relacionarlo con Strify y su extraño abrazo. A nadie pareció importarle, sólo yo sentí que aquella situación era muy incómoda. Ni siquiera a él le afectó lo más mínimo, se despidió de mi como si nada Adiós Kirito me había dicho con su peculiar tono infantil.
La cafetería no estaba abierta, me decepcionó un poco pero ignoré el sentimiento. Me disponía a doblar la esquina cuando alguien me estiró del brazo.
-Hey! Kiro-
-¡Mia!-Me sobresalté, menudo susto
-¿Vuelves a casa? Te acompaño-Me dijo muy entusiasmada
No le respondí (o más bien no me dio tiempo) se agarró de mi brazo y caminamos despacio. La calle estaba casi vacía, pocos peatones pasaban por nuestro lado. Le dije que quizás sería mejor que fuese yo el que la acompañara a casa, ella accedió manteniendo la misma sonrisa y después de eso acabamos el trayecto en silencio. Cuando llegamos frente a su portal se despidió de mi con la misma sonrisa y una mirada que no supe descifrar.
-Buenas noches, ten cuidado al volver-Y dicho esto me besó la mejilla y desapareció tras la puerta
Plantado. Así fue como me quedé. Plantado observando aquella puerta de barrotes verdes y un cristal tan sucio que no dejaba ver el interior ni aunque estuviera iluminado. Volví a casa con pasos más rápidos, sólo quería llegar y darme una ducha de agua bien caliente. ¿Es que se había vuelto todo el mundo loco? Primero uno y después la otra, ¿También tenía que verlo normal? Claro, normal por supuesto.
Abrí el grifo del agua caliente y ni me molesté en tocar el del agua fría, durante unos minutos escasos soporté los cambios del agua caliente de tibio hasta que se volvió insoportable y giré el del agua fría. Quizás lo estaba sacando todo un poco de quicio tampoco era para tanto un simple abrazo o un simple beso (y encima en la mejilla). El primer gesto fue de un compañero al que considero un amigo y el otro una chica guapa que quizás se había interesado en mi. Nada de eso tenía nada de malo ¿verdad?
A la mañana siguiente intenté evitar pasar por delante de la cafetería, a pesar de darle vueltas toda la noche mi única conclusión había sido, nada. Después de ir por el camino largo recordé con enojo que el día anterior quedamos más pronto para trabajar en las canciones a esa hora la cafetería estaba cerrada. Mientras refunfuñaba en silencio llegué a la hora acordada y tras varios saludos de todo tipo de humores empezamos nuestra jornada de trabajo sin nada con lo que empezar. Yu estaba más estresado de lo normal y apenas nos dirigía la palabra y Shin tocaba lo que podía intentando seguir los ritmos irregulares de Yu, estaba empezando a hartarse. Los demás estaban sumidos en sus propios pensamientos agobiados por no tener buenas ideas, el único que parecía tranquilo era Strify, le dediqué una mirada llena de curiosidad ¿Cómo podía mantener esa calma? Parece que se dio cuenta que lo observaba y volteó a mirarme también, sonrió y justo en ese momento entro nuestro manager con prisas.
-Veo que siguen igual. De todos modos me amarán después de esto-Dijo sin apenas hacer una pausa entre frase y frase.
-¿De que habla?-Preguntó Yu irritado
-De la solución a sus problemas, he hablado con algunos jefes y les dejan alojarse en una habitación de los pisos superiores durante el tiempo que queda-
Cuando hubo hablado espero paciente nuestra reacción, probablemente por su expresión espera aplausos y felicitaciones por la idea pero en vez de eso todo expresaron su inconformidad ante la idea. Yu estaba echando humo y casi se pone a gritarle, mientras Strify le tranquilizaba Luminor intento entender en que nos ayudaría eso. El manager le explicó le dijo que si pasábamos las 24 horas igual se nos ocurría algo productivo. Me hizo gracia pero no me reí ¿Pasar las 24 horas? Pero si ya pasábamos 20 ¿Que diferencia habría con horas más?
Después de quejarnos y refunfuñar nos ordenó con voz de sentencia que fuéramos a casa lo antes posible a buscar nuestras cosas para instalarnos ese mismo día. Sin más protestas salimos del edificio, Yu y Luminor se fueron por el mismo camino con Yu maltratando el suelo a cada paso que daba y Luminor ignorándole. Shin y Strify vinieron por mi camino nos separaríamos dos calles más abajo.
Strify no para de sacarle lo positivo al asunto, el decía que sería una buena excusa para conocernos mucho mejor y estrechar nuestros lazos, Shin estaba de acuerdo aunque se limitaba a asentir yo le escuchaba con interés fingido ya que no quería prestarle especial atención para no recordar aquel momento embarazoso.
-Venga, seguro que será divertido. Podemos llevar la Play y apostar-Me dijo dándome una palmada en la espalda, realmente estaba emocionado
-Perderéis-Le dije en tono de broma a lo que me contestó con un Ya veremos
Nos despedimos en la bifurcación de calles y observé como se alejaban y seguí mi camino.
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Llegué al edificio sin prisa alguna, sabía que sería el último en llegar a la planta 15 dónde están algunas de las estancias de los artistas. Pulsé el botón del ascensor con cierta desgana y mientras observaba como los números subían hasta el 15 me imaginé como sería pasarse unas semanas durmiendo a lo “campamento”, intenté recordar los campamentos de la escuela y si alguien alguna vez se había quejado de que roncase o de que hablase en sueños. No, nadie me había dicho nada, suspiré de alivio y las puertas se abrieron.
El pasillo que se extendía ante mi era largo y parecía tan profundo que no distinguí bien el final, me limité a buscar la puerta que nos había descrito el manager y una vez la encontré abrí sin tocar y estaban ya todos dentro guardando sus cosas.
-Ala, nuestro tardón favorito-Señaló Strify con un bulo de ropa en las manos
Me saludaron y me dediqué a buscar el lugar dónde guardaría yo mis cosas y la cama que me había tocado. Había un gran armario para todos y lo habían divido en cinco partes para que cada uno tuviera su espacio. Habían cinco camas dos en un lado y tres en el otro, en el fondo había una gran ventana que supuse que llevaba al balcón. La habitación no era muy grande habían dos puertas al lado de la primera cama de la derecha, una llevaba a un baño bastante grande y la otra estaba cerrada, me habían dicho que conducía a la habitación contigua, no entendí esa conexión con la otra habitación pero ignoré el detalle. Me habían dado la tercera cama de la izquierda al lado de la de Strify.
-Contigo al lado me divertiré más-
Dicho eso me guiñó un ojo y Yu saltó diciéndole que si no se divertía con él, Strify rompió a carcajadas y empezó a pasarle la mano por la cabeza como si fuera un perrito. Me quedé en silencio ante su comentario e intenté no darle vueltas, no saques las cosas de quicio me dije a mi mismo quitándole toda la importancia del mundo.
Cuando nos instalamos del todo bajamos rápidamente y seguimos con nuestros intentos de crear más canciones. No logramos mucho y la verdad por mi parte me limité a fingir que tocaba algo pero en realidad luchaba interiormente por borrar el eco en mi cabeza del comentario (que yo veía inocente) de Strify. Terminamos tarde como siempre y volvimos a nuestra nueva casa, si podíamos llamarlo así. Nos sorteamos a piedra, papel y tijera quién se bañaría primero y sucesivamente. A Yu le tocó el último después de mi y expresó su inconformidad con grandes muecas.
-Venga tío, si a ti que más te da-Me decía rogándome que le cambiara el puesto
-Haz lo que quieras-Le dije sin apenas mirarle a la cara, me parecía un comportamiento exagerado
-Ni hablar, no te dejes ganar Kirito, que se aguante-Strify se acercó a mi con una sonrisa y me pasó un brazo por los hombros-Bañémonos juntos y lo fastidiamos más-
Dicho esto sólo noté que me ponía rojo como un tomate e intentaba zafarme de su brazo. ¿Qué locuras decía? Aunque tampoco era para tanto, ambos éramos hombres ¿Qué más daba?
Luminor ya estaba en el baño y Shin estaba escuchando música con los auriculares, así que en esa conversación sólo participábamos nosotros tres. Yu empezó a reírse con ganas y Strify me observó con ojos curiosos. Me levanté repitiéndole a Yu que hiciera lo que le diese la gana y salí por la puerta.
¿De que iba todo eso? ¿Qué le pasaba a Strify? ¿Bañarnos juntos? En cierto modo de nuevo volvía a sacar las cosas de quicio sin motivo alguno, que más daba si total sólo era bañarnos y punto, como cuando vas a la piscina o a la playa. ¿A caso no te bañas con un montón de gente más? ¿Cuál era la diferencia? Que sabía yo.
Cuándo volví al cuarto después de caminar hasta el fondo del pasillo interminable todos ya estaban en sus camas acomodados cada uno en lo suyo ya bañados. No les dije nada, cogí mi ropa y me metí en el baño. No tardé mucho, o eso me pareció, cuándo salí Luminor estaba en el balcón sentado escribiendo algo, Yu estaba dormido y Shin leía con sus auriculares puestos. Sólo Strify me sonrió y yo simplemente me acomodé en mi nueva cama y se me ocurrió sacar la PSP portátil y ponerme a jugar. Entonces sentí que alguien se sentaba a mi lado y era Strify que me observaba en silencio.
-¿Qué pasa?-Quise saber
-Nada, es que… Me preguntaba si te había enfadado mucho-Me dijo tímidamente hay veces que parecía una chica con esa clase de gestos
-¿Enfadarme? ¿Yo? Para nada-Dije indiferente olvidando mis pensamientos idiotas
-¿Seguro?-Se acercó a mi, casi demasiado-No quiero que te enfades, no me gusta. Quiero que nos llevemos muy, ¿Vale?-
Le observé unos instantes parecía sincero, y sin saber porque le sonreí y le puse una mano en la cabeza. Le acaricié el pelo.
-Tonto, te preocupas por nada-Y al darme cuenta de lo que hacía me ruboricé y seguí con mi juego disimulando
-¿Verdad que si?-
Se acostó junto a mi y se interesó por saber a que jugaba, olvidé que estaba muy cerca e intenté explicárselo, al final se quedó conmigo y jugaba de vez en cunado. Cuando quise darme cuenta me había dormido con él a mi lado y desperté casi sobresaltado al verlo a mi lado. Me abrazaba como si fuese una almohada, me fijé en el balcón y al no ver a Luminor volteé a ver su cama y vi que ya la ocupaba, me pregunté por la hora, intenté moverme un poco para incorporarme lo suficiente para ver el reloj digital de la mesita, eran las tres de la madrugada. No podía seguir durmiendo con Strify así, ¿Qué dirían los demás por la mañana? Intenté despegármelo sin despertarlo, pero el se aferraba cada vez más ¿De verdad estaba dormido?
Cuando desistí al no lograr nada me quedé observando su rostro, parecía un ángel, una chica, no se que cosas más. Mi corazón empezó a latir apresuradamente sin motivo alguno y no lo entendía, mientras más le observaba más me latía y mis ojos se posaron en sus labios. Unos labios que me parecieron la mar de atractivos, carnosos y por algún impulso desconocido o porque simplemente me había vuelto loco esos labio posaban sobre los míos y encajaron de tal manera que parecían hechos el uno para el otro.
Minutos, segundos, no se cuánto tiempo pasó, sólo se que cuando mi cerebro se dejó llevar por la cordura me aparté sobresaltado al darme cuenta de lo que había hecho. Y rezaba porque no se hubiera despertado. ¿Qué le diría?
Amor Yaoi
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