- No¡ -
- No más¡-
- Estoy tan cansado de recordar…. –
- Por favor aléjate ya…. –
Agudos y lastimeros gritos sollozantes salían del joven Leonardo, perdido en una esquina, encorvado, sujeto a sus rodillas, pobre diablo, engañador y embustero ahora solo, ahora sin nada, clamando por un poco de paz, un poco de alivio en su calido corazón.
El amor puede ser tan cruel…
El amor puedo no ser más que un hoyo negro que se traga la luz de la vida llevándolo hacia el misterio de la nada y la profundidad.
- Marcus¡¡¡¡ -
- Marcus ¡¡¡ -
- Vuelve que me muero en tus recuerdos… que no me canso de extrañarte, ya mis lagrimas empañan mis ojos dejándome ciego en medio de esta fría oscuridad, fúnebre perdido y solo… no tengo más… -
.-.-.-.-.-
- Leo¡¡¡ Leo¡¡ soy tan feliz a tu lado-
- Leo, Leo prométeme que jamás me dejaras -
Mirada dulce y acusadora penetrantes y calidos, bellos ojos, cabellos dulces y fríos un azul celestial, un oscuro ángel de perdición, clamaban atención, pedían amor.
Entrelazados sus dedos el cabello negro profundo jalaba con gran placer, exigiendo más contacto, exigiendo placer
- aaah Leo… Leo … voy a llegar –
Ese Leo, ese cruel personaje, a sus pies atendido, entre sus piernas estaba, su cabello acariciaba los muslos desnudos y su boca probaba un dulce pecado
La lengua calida dejaba marca a lo largo y ancho del suave bocado de perdición, los dedos hábiles incrustados a cada lado de las piernas del ser al que adoraba, no necesitaba prometer nada de antemano en el silencio del placer hacia la promesa muda
El pacto se había sellado entre un dulce néctar que entraba cual río vivo por la boca de Leonardo
Unas gotas se desperdiciaron, que cruel… que cruel dejar caer ese manjar de placer
Sonriendo con esos cabellos negros que gráciles caían por su rostro se acerco subiendo por el cuerpo desnudo que postrado ante el estaba, sometido, cual frágil ave Marcus estaba encendido de éxtasis, aun perdido en el orgasmo de éxtasis que Leonardo le había otorgado.
- Mi marcus…. –
.-.-.-.-.—
- Mi Marcus ... –
Miraba sus manos rasgadas sangrantes, dolidas de amor, encadenado a una jaula de la cual jamás saldría
- Porque te fuiste así… ¿porque tras tu rostro no había ni una muestra de amor?, ¿porque pediste una promesa que tu serias quien la rompería? –
- Marcus… Marcus… -
.-.-.-.-
- Marcus… Marcus … - su voz temblaba de amor soplando aquellas palabras a un oído ciego, y mudo
Marcus por respuesta enredo entre sus piernas blancas como la leche, suave cual seda preciosa, acariciando las piernas duras que se metían como víboras entre las de el.
Ambos miembros palpitaban acariciándose, encontrándose, reconociéndose como tantas veces lo habían hecho ya…
.-.-.-.-
Esa noche Leonardo partió bajo una promesa frágil de calor
Marcus le miraba desde el pórtico de la puerta esperando que no se fuera, rogando a las estrellas un milagro de amor
Leonardo volteo el rostro devolviendo una sonrisa calida a su joven amante
- No…. –
- ¿Porque?
- No… si te vas a marchar no sonrías no lo hagas jamás, vete y no mires atrás, vete porque seré feliz sin ti, vete porque…. Porque ya no te amo … -
Crueles palabras de un ángel… de ese ángel…. Cabellos azules…
- Volveré, aunque digas que no me ames… volveré aunque sea para cuidar tu sombra, volveré, desde el cielo mirare, desde el cielo rogare volver, aunque no me ames y me olvides, volveré –
Leonardo volteo el rostro hacia el cielo estrellado, Marcus cruel volteo el rostro hacia la oscuridad perdiéndose entre ella sin voltear atrás.
.-.-.-
- De verdad que me has olvidado eh? Marcus… -
- De verdad que tu sabes olvidar, de verdad que los humanos pueden ser tan crueles, yo que abandone todo por ti, deje mi dios… deje mi luz… deje todo por ti –
- Eh Marcus… seguiste tu vida… de mi no hay nada… entonces ¿tan falso era el amor que me profesabas? Marcus… Marcus, pero desde lejos velare por tu sueño… desde lejos seré feliz si eres feliz ... –
.-.-.-
- Marcus… tus labios tiene un suave sabor, tienen un tacto tan suave, son tan adictivos y embriagadores, por favor, déjame estar siempre así a tu lado –
Marcus miro a ese joven de ojos ambarinos y en silencio movió su cabeza asintiendo con gran placer
Era el final, prometió ser feliz si era feliz, pero no… no podía… no podía darlo a alguien más… de rabia exploto. El Leonardo amoroso había muerte en ese instante que de los labios amados salía un dulce te amo….
- Noooo – gritando como loco se dejo ir contra aquellos dos, de furia cegado rompió en golpes contra ellos.
.-.-.-
La sangre manchaba sus manos, corría y chorreaba, estaba fuera de si que ni cuenta se dio cuando a ambos el los mato, seguía golpeando pateando, moliendo la sangre ya muerta.
El día le llego, la luz del sol no le aclaro la realidad, perdido en su mundo Leonardo tomo a Marcus en sus brazos cargándolo con sumo amor, como si fuera un vaso de cristal que fuera a romperse en cualquier momento
- Marcus … - sonreía feliz, envolviendo aquel cuerpo entre sus brazos, camino a su antigua casa que caía en pedazos por el descuido total y la presencia de vagos en aquel lugar
Los vagos huyeron asustados ante aquel abominarte espectáculo, Marcus desfigurado con los brazos y piernas colgadas… chorreando de sangre.
La policía no tardo en llegar, la sorpresa fui impresionante:
Leonardo penetraba una y otra vez el cuerpo muerto, chorreante, la sangre brotando de todos lados, Leonardo gritando de placer.
.-.-.-
Tuvieron que sedarlo, Leonardo en aquel cuarto blanco no paraba de gritar, de explotar de pacer sádico recordando su ultimo encuentro con su amor.
Marcus desde la inmensidad lloraba de dolor…. El cielo se oscureció y Leonardo sonrió, solo así sentía la precedencia de aquel amor que no se dio.
.-.-.-
- Doctor, el enfermo no da señales de nada, esta inerte perdido –
Una joven morena de largo cabello lacio largo, vestida de blanco con bata de enfermera daba el ultimo reporte, respiraba pero no se movía, respiraba pero no había mas indicios de vida.
- Muerte cerebral –
Ultimo dictamen, solo Leonardo sabia que seguía allí mirando hacia el cielo oscuro los ojos de su amado
Hospital siquiátrico Anstalt
Hora de muerte 1:05 a.m.
Paciente: Leonardo Senara
Causa: Muerte cerebral.